Hoy se cumplen 70 años de que fletó un barco para llevar refugiados de la guerra civil española a Chile. Sobrevivientes ehijos de ese episodio rendirán homenaje al poeta en Palacio de la Moneda.
El 3 de setiembre de 1939, 2.365 republicanos españoles desembarcaron en Valparaíso. Su viaje a bordo del Winnipeg, un barco fletado por el poeta Pablo Neruda, fue uno de los capítulos más destacados del exilio español tras la Guerra Civil. Esta semana, cuando se cumplen 70 años de su travesía, algunos de los poco más de 200 pasajeros del Winnipeg que siguen vivos rendirán homenaje al poeta que les ofreció una vida nueva.
La noche del 2 de setiembre de 1939, el Winnipeg, un viejo carguero francés, atracó en el puerto de Valparaíso. La mayoría de los 2.365 republicanos españoles que viajaban en él pasó aquella noche en cubierta, con la mirada puesta en los cerros iluminados de la ciudad.
Pero la historia del carguero comienza meses antes, en el invierno de 1939, en los últimos coletazos de la Guerra Civil Española.Con el ejército republicano en retirada, miles de republicanos, cerca de 500.000 según las cifras oficiales de la época, cruzaron la frontera entre Francia y España camino del exilio.
“La mayoría de estos refugiados fue confinado en campos de concentración, cercados por alambradas en un invierno especialmente frío, en pésimas condiciones higiénicas y mal alimentados”, comentó a BBC Mundo el profesor chileno Jaime Ferrer Mir, hijo de uno de los pasajeros del Winnipeg y autor del libro Winnipeg: el barco de la esperanza.
Las noticias de la derrota republicana y de las condiciones deplorables de los exiliados españoles llegaron a oídos de Pablo Neruda.“Neruda fue a hablar con Aguirre Cerda y le pidió que lo nombrara cónsul para la emigración española hacia Chile. Y el presidente le hizo un encargo: ‘Sí, tráigame millares de españoles, pescadores, vascos, castellanos, extremeños… Tenemos trabajo para todos’”, relató Ferrer. En Chile había ocurrido un terremoto.
Y con este encargo, Neruda viajó a París. Allí, el poeta entró en contacto con el Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles (SERE), que comenzó a enviar cartas a aquellos que escapaban de la guerra.
El 4 de agosto de 1939, el Winnipeg zarpó rumbo a Valparaíso con 2.365 pasajeros a bordo. El 3 de setiembre de 1939, los refugiados españoles del barco de Neruda desembarcaron en Chile.
Esta semana, 70 años después, la Fundación Neruda y la Agrupación Winnipeg recordarán al poeta chileno. “En el Palacio de la Moneda se rendirá un homenaje a Neruda y a los españoles que llegaron en el Winnipeg y algunos de ellos arrojarán tierra española sobre la tumba de Neruda en Isla Negra”, dice Ferrer.
Cuando apenas sobreviven 200 de los pasajeros, las palabras de Neruda sobre el Winnipeg siguen resonando: “Que la crítica borre toda mi poesía, si le parece. Pero este poema, que hoy recuerdo, no podrá borrarlo nadie”.
El dato
El winnipeg. El viejo carguero de la Compañía Francesa de Navegación había servido para transportar tropas en la Primera Guerra Mundial. Aunque ya no estaba acostumbrado a largas distancias ni a tripulaciones de más de 20 personas, en sus bodegas se instalaron literas para más de 2.000 personas.
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