Detrás de los viajes al extranjero pagados a magistrados supremos y congresistas, lo que realmente puede estar buscando Fidel Ramírez Prado, el rector de la Universidad Alas Peruanas, es blindarse por todos lados para no perder la administración de esta casa de estudios, puesto que corre el riesgo de ser intervenida en cualquier momento porque diversas investigaciones están siguiendo el hilo de sus vínculos con el fujimontesinismo. Este blindaje de altos funcionarios permite ahora que Alas Peruanas funcione sin ningún contratiempo.
LA PRIMERA tuvo acceso a una sentencia del año 2000, emitida por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público, un colegiado que estuvo integrado por magistrados acusados, y algunos de ellos sentenciados, por formar parte de la red corrupta de Vladimiro Montesinos. La sentencia autoriza a Alas Peruanas a abrir filiales en todo el país y expandir sus negocios a diversos rubros, contraviniendo el artículo 5 de la Ley Universitaria Nº 23733 que prohíbe la creación de nuevas filiales de universidades públicas y privadas salvo que sea en el departamento de su sede principal.
Asimismo, la Ley Nº 28564 remarca la prohibición de crear filiales de las universidades, pero la Universidad Alas Peruanas, en procesos de Acción de Amparo, con la complicidad de la Asamblea Nacional de Rectores, que no planteó los recursos de apelación, logró ganar juicios, como el seguido el año 2007 por terceros contra el administrador de la filial de Alas Peruanas en Abancay, Bernardino Sierra Álvarez. Es así que actualmente es la única universidad que tiene carta blanca para abrir filiales en provincias, lo cual desnaturaliza los fines académicos de la universidad para convertirla en un negocio lucrativo que ofrece atenciones con oscuros fines a altos funcionarios y congresistas.
Los vocales que le dieron una mano a Ramírez Prado con la sentencia del 2000 fueron Felipe Barrera Guadalupe, Robinson Gonzales Campos y Sixto Muñoz Sarmiento, quien luego fue condenado a seis años de prisión porque, a cambio de dinero, benefició a la empresa chilena Lucchetti para que opere en los Pantanos de Villa, mientras Arturo Chocano Polanco fue el único que voto en contra.
En tanto, en la Comisión de Educación del Congreso, varios parlamentarios apristas encabezados por Mercedes Cabanillas, Edgar Núñez y Wilder Calderón tienen una relación directa con la defensa de los intereses de la Universidad Alas Peruanas, sobre todo en temas de fiscalización y diferentes iniciativas legislativas favorables a la referida universidad. Asimismo, Alas Peruanas, en su afán de convertirse en intocable, también ha realizado foros, almuerzos, fiestas y otros eventos para el Ministerio Público y el Consejo Nacional de la Magistratura, el mismo que investiga a los vocales supremos Francisco Távara y Jorge Solís.
También ha llenado de atenciones a alcaldes y hasta ministros de Estado, todas ellas dirigidas a blindar los intereses económicos de Ramírez Prado, quien dirige la única universidad peruana que cuenta con avión propio.
Caso especial es el del congresista aprista Edgar Núñez, quien ha viajado gracias a Alas Peruanas a París, Estados Unidos e Israel, supuestamente para visitar universidades de esos países. Núñez, es vicerrector de la filial de esta universidad en Ica, y hace dos meses ha sido denunciado por el Colegio de Periodistas de Ica por el funcionamiento ilegal de ese local. La denuncia ingresó hace tres meses en la Comisión de Ética Parlamentaria y en la Comisión de Educación del Congreso, pero sigue encarpetada por Martha Hildebrandt, titular de ese grupo de trabajo.
Marcelo Puelles
Redacción
LA PRIMERA tuvo acceso a una sentencia del año 2000, emitida por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público, un colegiado que estuvo integrado por magistrados acusados, y algunos de ellos sentenciados, por formar parte de la red corrupta de Vladimiro Montesinos. La sentencia autoriza a Alas Peruanas a abrir filiales en todo el país y expandir sus negocios a diversos rubros, contraviniendo el artículo 5 de la Ley Universitaria Nº 23733 que prohíbe la creación de nuevas filiales de universidades públicas y privadas salvo que sea en el departamento de su sede principal.
Asimismo, la Ley Nº 28564 remarca la prohibición de crear filiales de las universidades, pero la Universidad Alas Peruanas, en procesos de Acción de Amparo, con la complicidad de la Asamblea Nacional de Rectores, que no planteó los recursos de apelación, logró ganar juicios, como el seguido el año 2007 por terceros contra el administrador de la filial de Alas Peruanas en Abancay, Bernardino Sierra Álvarez. Es así que actualmente es la única universidad que tiene carta blanca para abrir filiales en provincias, lo cual desnaturaliza los fines académicos de la universidad para convertirla en un negocio lucrativo que ofrece atenciones con oscuros fines a altos funcionarios y congresistas.
Los vocales que le dieron una mano a Ramírez Prado con la sentencia del 2000 fueron Felipe Barrera Guadalupe, Robinson Gonzales Campos y Sixto Muñoz Sarmiento, quien luego fue condenado a seis años de prisión porque, a cambio de dinero, benefició a la empresa chilena Lucchetti para que opere en los Pantanos de Villa, mientras Arturo Chocano Polanco fue el único que voto en contra.
En tanto, en la Comisión de Educación del Congreso, varios parlamentarios apristas encabezados por Mercedes Cabanillas, Edgar Núñez y Wilder Calderón tienen una relación directa con la defensa de los intereses de la Universidad Alas Peruanas, sobre todo en temas de fiscalización y diferentes iniciativas legislativas favorables a la referida universidad. Asimismo, Alas Peruanas, en su afán de convertirse en intocable, también ha realizado foros, almuerzos, fiestas y otros eventos para el Ministerio Público y el Consejo Nacional de la Magistratura, el mismo que investiga a los vocales supremos Francisco Távara y Jorge Solís.
También ha llenado de atenciones a alcaldes y hasta ministros de Estado, todas ellas dirigidas a blindar los intereses económicos de Ramírez Prado, quien dirige la única universidad peruana que cuenta con avión propio.
Caso especial es el del congresista aprista Edgar Núñez, quien ha viajado gracias a Alas Peruanas a París, Estados Unidos e Israel, supuestamente para visitar universidades de esos países. Núñez, es vicerrector de la filial de esta universidad en Ica, y hace dos meses ha sido denunciado por el Colegio de Periodistas de Ica por el funcionamiento ilegal de ese local. La denuncia ingresó hace tres meses en la Comisión de Ética Parlamentaria y en la Comisión de Educación del Congreso, pero sigue encarpetada por Martha Hildebrandt, titular de ese grupo de trabajo.
Marcelo Puelles
Redacción
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