Por Manuel burga
El martes 25 se realizaron las elecciones para elegir a los representantes de profesores principales y asociados en la nueva asamblea universitaria de San Marcos que elegirá al nuevo rector el 2011. Tres listas se presentaron: la 1 (Acuerdo por San Marcos), la 3 (Consenso por San Marcos) y la 5 (Unidos por San Marcos). La Lista 5 agrupa a gente del entorno del rector Luis Izquierdo.
Desde el 2006, en que Izquierdo fue elegido con una singular votación de 30 estudiantes y 28 docentes (15 decanos y 13 docentes asambleístas), corrieron insistentes rumores de una compra fraudulenta de votos a los estudiantes. Esta versión pareció confirmarse en los años siguientes de una gestión que convirtió todos los cargos técnicos de la universidad en prebendas, y a los designados en estos cargos, en clientelas. Llegaron a realizar actos absolutamente ilícitos como parte de una estrategia para mantenerse y reproducirse en el poder. Entre ellos podemos enumerar los siguientes: a) nombramiento de auxiliares con fines electorales con el único objetivo de ganar las elecciones en auxiliares de mayo-2009, que lo lograron; b) inusual promoción de profesores a principales y asociados (2009) preparándose para las elecciones de 2010; c) elección de un comité electoral sin representación de minorías; y d) acentuación de una política prebendista y clientelística.
Las consecuencias de esta política: una gestión errática, sin rumbo, demagógica, falsamente pro estudiantil, con funcionarios incapaces y deshonestos. Las pruebas se pueden apreciar en el campus de la universidad: abandonado, sin cerco perimétrico e importantes áreas verdes en peligro de ser intervenidas por la Municipalidad de Lima. Una muestra de la ilegalidad es el acto de nepotismo cometido por el rector al nombrar a su hijo en la Facultad de Medicina y crearle un puesto docente en su propia clínica privada. El Hospital docente, para lo cual ya se había asignado un terreno de 15 mil m2 en el actual campus, con frente a la avenida Colonial, fue utilizado burdamente para ingresar al negociado con Rómulo León Alegría y Fortunato Canaán y cuando estalló el escándalo anularon apresuradamente resoluciones y ocultaron lo ocurrido sin consecuencia hasta la actualidad. Luego intentaron un convenio con la Región Callao y el famoso Alex Kouri, que estrepitosamente fracasó. Izquierdo trató de negociar personalmente con Luis Castañeda Lossio, o así lo hizo parecer, y el resultado fue que los técnicos de EMAPE se aprovecharon de la ingenuidad, en realidad tontería criolla provinciana, para que San Marcos firme un convenio desventajoso.
Todo estaba encaminado a las elecciones para renovar profesores principales y asociados el 2010. Para las elecciones del 25 de mayo también se habían preparado y se sentían sumamente confiados por las cifras que manejaban. La elección de asociados, en la que ganaron por 100 votos, la noche del 25 de mayo último, confirmaba sus planes anticipados. Sin embargo la sorpresa vino de los principales, y de manera precisa de los principales de Medicina, donde conocen de cerca a Izquierdo, inexistente como docente y solo conocido como médico empresario.
En la Casona se hizo el primer recuento de votos, se hicieron las sumas en presencia de los personeros de las listas, estos se dieron la mano a las 10 a.m. y se retiraron a sus domicilios. Sin embargo, rompiendo los usos habituales, el Comité Electoral decidió hacer un cómputo final en la Biblioteca Central del campus y luego de un encierro de 2 horas y media, a las 12 y 45 a.m. le anuncian al personero de la lista 1, que había preferido quedarse, que se había anulado el acta de la mesa de principales de Medicina y que de esa manera la lista 5 se había convertido en ganadora. Las razones: errores materiales en el acta. Las cifras se habían escrito en líneas equivocadas. Este error material se da justamente en la mesa presidida por el médico de la generación de Izquierdo, Orlando Aurazo Díaz, jefe del Archivo Central, funcionario cercano.
El fraude está aparentemente consumado y prolongaría así la gestión actual para encubrir actos ilícitos, económicos y académicos. Pero no han contado con un nuevo actor: la opinión pública a través de los medios de comunicación. Este acto de corrupción electoral es una amenaza de lo que puede ocurrir con los procesos electorales nacionales que se avecinan. Debemos ponerle freno e impulsar una auténtica investigación para señalar a los culpables.
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