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.Hipótesis. Blogger científico nos presenta las posibles causas. Impactos de meteoritos, asteroides y pequeñas rocas con el globo terráqueo originarían terribles hechos. Además está la falta de combustible nuclear del Sol que ocasionaría la evaporación del planeta.
Tomado de Internet.
Con la llegada del nuevo milenio, las hipótesis sobre la destrucción del planeta en que vivimos, la Tierra, se acentuaron. Las predicciones apocalípticas, los augurios de un cataclismo global y hasta la transmisión de la película 2012 en los cines de varios países del mundo motivaron que muchos ciudadanos en todo el globo terráqueo se pregunten si algún día la Tierra moriría.
Si bien mucho se ha hablado sobre el “fin del mundo”, el blogger científico español Miguel Artime nos presenta a continuación una visión de cómo la Tierra, en efecto, dejará de existir. “Aquellos que creen que la Tierra durará para siempre se equivocan. Nuestro planeta pasará a mejor vida algún día”, afirma Artime. Leamos las tres posibles causas por las que esto, a decir de él, sucederá.
Impacto de meteoritos
Según el blogger español, el final de la Tierra podría llegar porque cada día este planeta recibe el impacto de pequeños objetos que se desintegran por el rozamiento contra el oxígeno de la atmósfera. Y porque cada 100 años, en promedio, un meteorito de 10 metros de longitud impacta contra su superficie liberando la energía de un pequeño artilugio nuclear. Proceso natural que en el año 1908 en Tunguska (Siberia) ocasionó gigantescas explosiones que aplastaron cerca de 80 millones de árboles, en un área de más de 2 mil kilómetros cuadrados. Por fortuna la zona tenía poca población.
“Los científicos estiman que una vez cada 100 mil años, un proyectil de cientos de metros de longitud impacta contra la Tierra con la fuerza del total del arsenal nuclear humano”.
“El cráter resultante de la devastación tendría el tamaño de Inglaterra, creando grandes tsunamis por todo el planeta y levantando tanto polvo a la atmósfera que el Sol quedaría oculto durante meses, acabando con buena parte de la vegetación”, señala Miguel Artime.
Asimismo, el científico indica que el impacto de una roca del tamaño de un asteroide con la Tierra, hecho que se da cada 100 millones de años, también sería el causante de su destrucción. Pues ello crea terremotos globales y mareas con olas de un kilómetro de alto que ocasionarían la muerte inmediata de casi cualquier animal terrestre grande.
Además, con tal impacto, las criaturas marinas también terminan por perecer, puesto que la evaporación de billones de toneladas de rocas ocultan el Sol, provocan un enfriamiento dramático de las aguas, y culminan con la destrucción de la cadena trófica que comienza con la fotosíntesis. “Esto fue lo que acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años”, matiza.
El Sol sin combustible nuclear
Miguel Artime, finalmente, indica que nuestra amarilla estrella, el Sol, también tendría participación en tan indeseable destrucción.
De acuerdo a lo que señala, el astro rey acabará por agotar su combustible nuclear y en unos cinco mil millones de años crecerá en tamaño, se enfriará y adquirirá un tono rojizo. “Cuando esto llegue a pasar la Tierra simplemente se evaporará y todo sin lugar a dudas desaparecerá”, sentencia el experto.
Dato
100 m de longitud o más tienen aproximadamente los meteoritos que impactan contra la Tierra, cada 100 mil años. Al producirse ese choque liberan la energía de un pequeño artilugio nuclear.
No es posible la opción nuclear
El científico indica que hoy en día contamos con oficinas de observación que tienen vigiladas las órbitas de los objetos de más de 100 metros que se encuentran cercanos a la Tierra. Por lo que ante futuras amenazas rocosas hay que pensar estrategias para defenderse.
”La opción nuclear no parece la más inteligente, puesto que así no se conseguiría evitar el impacto sino simplemente desmenuzar una gran roca en metralla igualmente mortífera. Los expertos creen en cambio que tendría más éxito enviar una nave para que remolcase ligeramente al meteorito empleando la gravedad y desviarlo lo suficiente”, acota.
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