Concluido el proceso electoral, y resuelta la disputa principal que se escenificó en la ciudad de Lima, los analistas prevén una etapa de intensa discusión sobre lo que pasó y el papel cumplido por los periódicos.
Un nuevo término ha sido acuñado en estas elecciones: derecha bruta; y lo han puesto en circulación a través de la prensa los que se juzgan una derecha, digamos, más inteligente, que considera que la campaña mediática atroz desarrollada contra Susana Villarán apenas empezó a empinarse en las encuestas, no sólo fue obviamente grosera y mentirosa, sino contraproducente, por levantar la figura de una adversaria y mover sentimientos de solidaridad ante el abuso.
Esta es, sin duda, una discusión que se viene agria y que va a ser crucial para el futuro inmediato, en tanto estamos a muy pocos meses de otro episodio electoral mucho más importante que el que acaba de concluir.
Frente a lo que ha pasado hay quienes opinan que los brutos se embrutecerán aún más, como lo hicieron en los días anteriores a la votación, y acusarán a los periodistas blandos y semiblandos de no haberlos acompañado en la demolición, lo que les impidió alcanzar sus objetivos.
La estrechez del resultado final, por comparación con lo que señalaban las encuestas una semana antes, sería la prueba de que lo que faltó fue un poquito más de barro y desechos para enterrar a la enemiga.
Al otro lado, se dirá que por el camino de los excesos se va a seguir perdiendo terreno y que eso representa una amenaza para las elecciones que se vienen. ¿Cuán fuerte puede ser este derechismo que pasa por más inteligente? Es difícil saberlo.
Las opiniones consultadas recuerdan que en el último tramo de la campaña ya se empezaron a borrar los límites entre la brutalidad y la inteligencia, pues, como lo graficó Carlín en una caricatura, los llamados medios serios se sumaron a la guerra sucia.
El desacuerdo es un síntoma de crisis posterior a la derrota, y vamos a pasar con seguridad por muchos balances, el problema es si tienen con qué sustituir el método de los Picapiedra que fracasó en estas elecciones, y tal parece que no tienen alternativas, opinaron los analistas consultados.
Un diario independiente
En Lima se editan alrededor de quince diarios, si no incluimos a los dedicados a temas deportivos. De todos ellos, sólo uno dio ayer como ganadora a la candidata cuya victoria ahora todo el mundo da como un hecho irreversible. Antes fue este mismo diario el único que anticipó hace tres semanas que las tendencias indicaban que Susana Villarán desplazaría del primer lugar de las encuestas a Lourdes Flores.
¿Por qué pudimos ver lo que otros “no veían”? Muy simple, por el mismo motivo que hemos “visto” muchas otras cosas sobre el Baguazo, los petroaudios, la privatización del puerto de Paita, el fracaso de la reconstrucción de Pisco y el Forsur, la exportación del gas, etc., ante las cuales otros cerraron los ojos.
En las elecciones que acaban de concluir, LA PRIMERA estuvo varias veces contra todo el resto de la prensa escrita y ganamos. Esto es lo que están valorando los lectores que compran nuestro diario porque dice la verdad.
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