jueves, 13 de enero de 2011

JUNIN CON ARGUEDAS

La importancia de que el país rinda al escritor José María Arguedas el homenaje que le ha negado el gobierno es destacada en esta entrevista con el presidente regional de Junín, Vladimir Cerrón Rojas.

—¿Qué connotación tiene para las regiones que este año no haya sido declarado del centenario del nacimiento de Arguedas?
—Muy negativa, pues el 18 de enero de este año se cumplirán cien años del nacimiento del amauta José María Arguedas Altamirano y es injusto que nuestro Perú no le haya rendido un homenaje tan merecido a quien dedicó su vida a la investigación y reivindicación del hombre andino. Arguedas fue un forjador de la identidad nacional, uno de los creadores de la corriente indigenista, cimentó los elementos ideológicos necesarios para abolir el gamonalismo y la esclavitud andina.

—¿Acaso un revolucionario?
—Diría más que eso. Arguedas fue y es mucho más. No fue el indigenista de corte reformista o populista, no asumió una postura paternalista dotada de moralismo o resignación cristiana, como lo hizo Valcárcel, Uriel García o Clorinda Matto. Tampoco solicitó un trato piadoso o misericordioso al indio; solamente reclamó el derecho que hasta ahora le ha negado el estado peruano.

—¿A qué se debe el interés de Junín de rescatar la memoria de Arguedas, antes que Apurímac, donde él nació?
—Este ilustre peruano fue ex alumno de la emblemática Gran Unidad Escolar Santa Isabel de Huancayo y es en esta tierra donde se inicia como escritor y, luego, como investigador. Su legado está latente como una invocación de atención constante en los artículos de la revista Proceso que, en la década de los 70, publicara la tan golpeada Universidad Nacional del Centro del Perú. Desde su perspectiva antropológica, etnológica y folclórica, frecuentemente llamó a la reflexión, a una introspección nacional. Pero a Arguedas no se le puede medir solamente en el ámbito regional o nacional. También fue un internacionalista, un ferviente combatiente contra el fascismo mundial, por lo que purgó cárcel en 1937, motivo por el que podemos entender que solamente la ideología fascista puede oponerse a su homenaje. Gracias a Arguedas, llegamos a la conclusión de que quitarle la identidad a un pueblo, equivale a un genocidio nacional.

—¿Pero, en estos tiempos de neoliberalismo, es posible que su ideología esté vigente?
—Hoy que en nuestro país abundan los problemas sociales, marcados por malas interrelaciones entre el Estado y la realidad andina, amazónica y del altiplano, es cuando debe darse mayor atención a los aportes de Arguedas. Un hombre tan sencillo que con sus cuentos, poesías y estudios científicos aplacó un poco la sed de cultura que nos hacía falta. Con gran acierto rescató nuestra lengua, nuestra cultura, nuestro arte popular, nuestro folclore, y ello le costó ser calumniado y, muchas veces, incomprendido, a tal punto que fue despedido del Ministerio de Educación con el cliché de comunista.

—¿Comunista?
—Ciertamente, por todo lo que se escribe acerca de José María Arguedas, un peruano de trascendencia mundial, nuestro pueblo tiene que elevar la voz necesaria para que este año se honre su memoria. La comunidad intelectual nacional y mundial ha hecho un llamado y no debe ser desoído. Invoco a que las regiones hagamos sentir nuestra protesta, logrando en la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales que el año 2011 sea declarado Año del Centenario del Amauta José María Arguedas.

—Arguedas será homenajeado en Cuba, ¿qué opinión le merece esto?
—Ahora que tanto se condena la intromisión extranjera, menos la estadounidense, debemos reconocer que las ideologías no tienen fronteras, pues el hermano país de Cuba ha determinado que la próxima edición del Premio Literario Casa de las Américas estará dedicada al novelista peruano José María Arguedas, para lo cual esperan un total de 300 obras en su homenaje.

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