MANUEL DANMERT
Trabándose en sus propias corruptelas, el gobierno pretende imponer de todos modos en el Callao el Monopolio Portuario subordinado. El ministro parlanchín, enredado en sus palabras y extrañas negociaciones, dice ahora que se entregará la buena pro el 17 de febrero, cuando ya se han hundido las irregulares bases legales de su actuación. Si prima la sensatez elemental y se respeta el clamor de la ciudadanía, el gobierno debería anular de inmediato y de oficio la llamada “concesión del Muelle Norte del Callao” que no es otra cosa que la privatización desnacionalizadota de Enapu-Callao. Debería dar pase a que se avance el proyecto del Megapuerto Soberano Multipropósito, que requiere una inversión pública y privada, entre 2011-2038, de US$ 3 mil millones y en LA PRIMERA fase 2011-2013 de US$ 250 millones, que Enapu puede conseguir con socios minoritarios.
El gobierno está arrinconado por el rechazo ciudadano. El 10 de enero, día de los portuarios, Fentenapu paralizó los puertos, y se realizó en el Callao la exitosa Conferencia Nacional Portuaria, con una amplia y representativa presencia nacional. De los candidatos Presidenciales solo Ollanta Humala, de Gana Perú, se hizo presente y afirmó defender la soberanía y la competencia. Humala anunció respaldar a Enapu para que se modernice y convoque a la inversión del megapuerto.
En la Conferencia Portuaria, se adoptó la propuesta que pretende hacer del Callao el Gran Megapuerto del Pacífico Sur, con soberanía, en competencia y con actividades de valor agregado. De esta forma el Callao articula el sistema portuario nacional, y se avanza a conquistar el posicionamiento geopolítico del Perú en SurAmérica. La propuesta aprobada, rechaza el Modelo Monopólico Parasitario Subordinado que el gobierno y sus lobbystas piratas tratan de imponer. Ellos quieren regalar Enapu, empresa en marcha, con utilidades e importantes activos, que se hipoteque la soberanía portuaria, y que se impongan a los usuarios tarifazos y sobrecostos. Pretenden establecer Impuestos Corruptos con las rentas de monopolio, los que pagaremos todos los peruanos, pues cerca del 78 % de nuestros bienes básicos están vinculados al comercio exterior y los puertos, los que en Callao son US$ 400 millones y en Paita son US$ 20 millones anuales. Los puertos y todo el país está movilizado. El gobierno debe anular la ilegal concesión. El Congreso debe aprobar la ley de fortalecimiento de Enapu. Y se debe avanzar el Plan Maestro del Megapuerto del Callao.
El gobierno se mece entre el Monopolio ( DPW) o el Duopolio (dos empresas privadas concertadas). Pero ambas fórmulas son anticonstitucionales y nefastas para el país. Hipotecan la soberanía portuaria, entregando los bienes portuarios de dominio público al acreedor financiero, al que entregan la potestad final de soberanía sobre el puerto público, sin que el Estado pueda objetarlo. Anulan la competencia y establecen la integración vertical portuaria y naviera, la que desde el control naviero impone la discriminación no tarifaria, los sobrecostos logísticos y la arbitrariedad en las tarifas en los servicios. Esta negación de la competencia, perjudica la calidad del servicio y expropia los ingresos de los usuarios. En el Pacífico Sur, esta integración vertical naviera portuaria, subordina los puertos y la economía nacional a los intereses del poderoso grupo naviero Chileno, y por esta vía a los geopolíticos de sectores del Estado Chileno y su teoría del “mar presencial”.
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