La radiacion y sus efectos |
.Por Modesto Montoya
Cuando ocurren eventos nucleares como los de Fukushima, se difunde una serie términos relacionados con las propiedades de la radiación, los que deben ser explicados para comprender mejor las informaciones y tener una idea menos confusa de lo que sucede.
La radiación es como ráfaga de balas de tamaño de una milésima de millonésima de millonésima de metro (1 metro dividido ente 1 000 000 000 000 000). La fuente de radiación puede ser una sustancia (a la que entonces se le llama sustancia radiactiva), una máquina eléctrica (como las generadoras las de rayos X para diagnóstico y los aceleradores de partículas), o una estrella (como el Sol).
La radiación ionizante es aquella que arranca las cargas negativas de los átomos y origina una cadena de reacciones puede romper las moléculas de ácido desoxirribonucleico (ADN) de las que están compuestos los genes, los que programan la producción de todo lo necesario para la vida de un organismo. El ADN cuenta con mecanismos de recomposición parcial o total. Como resultado, un rayo puede destruir una célula o modificar su ADN.
Para bajas dosis, los efectos pueden ocurrir años después, con una probabilidad proporcional a la cantidad de radiación recibida por el organismo. Así, en un orden decreciente de probabilidad, esas balas pueden dar muerte a las células, convertirlas en cancerígenas, o mutarlas (cambiar de características).
Es pertinente saber que el ser humano es, en parte, producto de las mutaciones provocadas por la radiación natural sobre las células germinales de sus ancestros. Cuando uno ingiere alimentos, a su cuerpo está integrando carbono 14, que es radiactivo. Los peces que comemos tienen potasio 40 que es radiactivo.
Del cosmos viene radiación. Los baños termales arrastran sustancias radiactivas. La radiación provocó mutaciones en los seres vivos y sobrevivieron aquellos con mutaciones aceptadas como viables por la naturaleza.
La radiación artificial, la que se añade a la natural, incrementa la probabilidad de los eventos arriba mencionados. Un primer estudio de los efectos probabilísticos de la radiación ionizante se hizo con los sobrevivientes de Hiroshima.
Sobre 285 000 sobrevivientes – seguidos entre 1950 y 1978 – murieron 85 000; de esos 400 a 500 murieron por cáncer provocado por la radiación en el momento de la explosión nuclear o por las sustancias radiactivas que cayeron sobre ellos.
Si la radiación es muy intensa, es decir con un número muy grande de balas, los efectos son determinísticos, o sea que suceden de todas maneras. Los efectos determinísticos son aquellos que, a partir de cierta dosis – llamada dosis umbral –, aparecen en el momento, horas o días después de la irradiación.
El primer efecto determinístico, cuando la exposición es sobre todo el cuerpo, es provocar eritemas. Este puede ser el caso de los técnicos que están trabajando para mantener al reactor a una temperatura por debajo del punto de fusión de los materiales que lo componen. A mayores dosis, ocurren síndromes gastrointestinales, enterocolitis, que ya no les permitirían trabajar.
Incrementando la dosis puede significar la muerte en algunas semanas. Esperemos que éste no sea el caso de los “héroes de Hiroshima”.
Se puede aceptar radiación si se obtuviera un beneficio concreto a cambio. Cuando uno va a la playa, por unos momentos de esparcimiento, se corre el riesgo de cáncer a la piel. Para obtener una placa de rayos X para diagnóstico el paciente se somete a radiación. Sin embargo, la gente que no trabaja en el reactor de Fukushima no tiene por qué recibir radiación artificial, por poca que sea, porque no le aporta ningún beneficio personal.
Por esa razón, lo primero que se hace es evacuar a los habitantes de las áreas circundantes, en las que corre el riesgo de contaminarse con sustancias radiactivas artificiales.
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