.Por Humberto Campodónico
La creciente irrupción de inversionistas financieros en los mercados de productos básicos (PB) ha llevado a muchos analistas a decir que las alzas de precios que se vienen produciendo desde mediados de la década pasada ya no obedecen tanto a los aspectos “fundamentales” que caracterizaban a dichos mercados.
¿Qué tanta influencia tienen, verdaderamente, los inversionistas financieros? ¿Son o no determinantes en el alza de precios de los commodities?
La respuesta es de la más alta importancia porque somos un país exportador de minerales (cobre, oro, zinc, plomo y hierro), entre otros (el 65% del total de exportaciones en el 2010). Y, también, porque somos importadores netos de petróleo y combustibles (US$ 4,063 millones en el 2010), así como de productos agrícolas (U$ 1,725 millones en el 2010 de trigo, maíz, soya, azúcar y carnes).
Desde el 2004 en adelante se ha constatado una marcada elevación de los precios de los PB, que ha estado acompañada de una creciente volatilidad. La teoría económica dice que estos precios se establecen por los “fundamentos de mercado”, relacionados con los cambios en las estructuras de la oferta y la demanda de estos productos. Así, por ejemplo, un factor central es el gran crecimiento de las llamadas “economías emergentes” (China, India, los países del sudeste asiático, Brasil y Rusia, entre otros).
A eso se suman, según un reciente informe de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD, en inglés), otros factores que también han contribuido a la presión alcista de los PB (1). Entre ellos: el aumento de la urbanización, la expansión de una clase media con nuevos hábitos alimentarios, la utilización de cultivos agrícolas para producir biocombustibles, y la disminución de las tasas de crecimiento de la producción y la productividad agrícolas.
La cosa es que ahora hay que considerar un factor novedoso, antes no tomado en cuenta: se trata de la llamada “financiarización” de los mercados, la que ha cobrado gran fuerza desde el 2005 en adelante, constituyéndose en una nueva fuerza que influye en los precios pues ya no es decisiva la participación de los inversionistas tradicionales de esos mercados de PB, porque ha aumentado la importancia de llamados “gestores de carteras” (como los “hedge funds”):
Estos gestores aplican una estrategia comercial activa que puede llevarlos a aumentar o reducir sus posiciones muy rápidamente, y son los participantes en el mercado más propensos a incurrir en comportamientos gregarios, comúnmente llamados “efecto rebaño”: si los precios tienden a moverse en una dirección, ellos seguirán detrás.
Dice la UNCTAD que, desde el 2009, se ha observado una estrecha correlación entre las variaciones de los precios y los cambios de las posiciones de los gestores de carteras, que en el caso del mercado del petróleo ha llegado a ser del 0,80 (lo que indica una superestrecha correlación)”. Agrega UNCTAD que cerca del 20% del precio del petróleo se debió a la especulación excesiva: dicho de otro modo, si el precio está hoy en US$ 100/barril, sin los “gestores de cartera” su precio estaría en US$ 80/barril.
El estudio está respaldado por entrevistas realizadas a participantes en los mercados, incluyendo a los “gestores de carteras” y contiene una serie de recomendaciones que deben adoptar los gobiernos de los países industrializados y sus organismos reguladores. Si eso no se hace, las burbujas de precios (y su inevitable estallido) pueden aparecer en cualquier momento. Si es que no están, ya, formándose en los mercados de Nueva York y Londres para, luego, contagiar a todo el mundo. Incluidos nosotros, claro está.
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