Analistas en temas internacionales y legisladores consideraron “inoportunas” y “contraproducentes para las buenas relaciones que el Perú debe mantener con los países vecinos”, las declaraciones de ayer del cardenal Juan Luis Cipriani, quien comparó la reunión de presidentes de la Cumbre Extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericana (Unasur) con un “gallinero” y dijo que tenemos un vecindario un poco “impresentable”.“Hemos escuchado una reunión de presidentes en Bariloche (Argentina) que parecía un gallinero. Gracias a Dios, el presidente Alan García ha tenido la prudencia y sensatez de poner un poco más de orden, pero qué vecindario”, sentenció Cipriani.El cardenal también cuestionó que los medios de comunicación se interesen en este tipo de reuniones, en lugar de dar testimonio de las acciones positivas en el continente. “Tenemos un vecindario un poco impresentable en el que discuten un poco en plan de gallinero. El presidente representa a un país, por lo tanto creo que también podemos dar una visión de cuántas cosas buenas que se hacen en Latinoamérica”, comentó. Al respecto, el analista Alberto Adrianzén calificó como “inaceptable” y “un atentado contra la democracia” las palabras del cardenal que, según dijo, afectan las relaciones diplomáticas del Perú. “Dada su investidura, no debe hacer política y menos si afecta las relaciones exteriores”, sostuvo.“El gobierno debería pedirle (a Cipriani) que deje de inmiscuirse en política, pero si el cardenal insiste en hacerlo, pues entonces que renuncie como autoridad eclesiástica y que postule en las próximas elecciones dentro de la lista de algún partido político”, opinó el analista.El internacionalista Ernesto Velit coincidió en que las declaraciones de Cipriani son “inoportunas” porque la Iglesia no tiene entre sus funciones intervenir en política exterior, la que es competencia del presidente de la República. “El cardenal no tiene vela en este entierro y haría bien en abstenerse de intervenir”, recomendóPara el congresista David Waisman (AP), un líder religioso debe impulsar la paz y la unión, pero Cipriani hace todo lo contrario con declaraciones fuera de lugar, por lo que le pidió mesura y no echar más leña al fuego con declaraciones “inoportunas”.Waisman demandó a Cipriani no invadir los espacios políticos porque compromete a toda la Iglesia Católica y puede desatar un conflicto internacional innecesario, ahora que las relaciones diplomáticas de la región se encuentran complicadas como no había ocurrido en los últimos 20 ó 30 años, advirtió.Tras aclarar que no le gusta opinar sobre el cardenal, el legislador nacionalista, Isaac Mekler, precisó que el presidente Alan García es el único que por mandato constitucional maneja las relaciones diplomáticas del país por medio de la Cancillería. “No creo que al cardenal le corresponda hablar de vecindario, pues los jefes de la Iglesia de Bolivia, Chile, Venezuela o Ecuador, tendrán su propia opinión, pero la religión debe ir separada de la política”, acotó.Luis RevoredoRedacción
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