Pequeños agricultores y ganaderos, pescadores y maestros de zonas alejadas le han contado al Perú sobre un “clima loco” que los desconcierta, golpea sus vidas y crea incertidumbre. Son los voceros de un problema global que ya nos afecta.
Por: Milagros Salazar Herrera*
“La lluvia que venía en setiembre, ahora llega en enero del siguiente año. El sol quema y tenemos que usar bloqueador. ¿Cuándo se ha visto eso en el campo?”, pregunta Julián Pilco, campesino de Anta, Cusco. “Ya no hay nieve en el apu Ausangate, no hay agua en los puquios”, increpa Cayetano Huanca también de la región imperial. “Hay plagas y enfermedades más resistentes”, dice Eugenio Colonia desde Huaraz, mientras que cerca al mar, en Chimbote, la maestra Yolanda Lara asegura que constantemente “el mar se sale y las bases de las casas se debilitan”. En la Amazonía de San Martín, el agricultor Misael Salas Amasifuén cuenta que cayó granizo en su comunidad: “eso nunca había pasado”. Son testimonios que revelan que algo ya está pasando.
Problema y soluciónLos pobladores expusieron lo que padecen en audiencias públicas realizadas por el Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (Mocicc). Llegaron a las capitales de sus regiones desde distritos donde la pobreza bordea el 70%. El cambio climático los golpea y vulnera sus derechos al acceso de agua, a la salud y la vida. Sin embargo, no deben ser vistos como víctimas, sino como parte de la solución. Así, compartieron sus esfuerzos para adaptarse al calentamiento global, por lo general sin ayuda del Estado.
Estos pobladores narraron sus iniciativas de cosechas de agua, la construcción de andenes para evitar la erosión de los suelos, entre otras soluciones. Tecnologías precolombinas de bajo costo y altamente eficientes.
De los Andes a las urbesVisibilizar estos casos y a estos voceros conectó a peruanos que viven bastante aislados e incomunicados. Pobladores rurales se encontraron con citadinos, agricultores tradicionales con expertos, gobernados con gobernantes. Esto permitió comprender que los sucesos en los Andes impactan inevitablemente en las ciudades. Problemas en las cabeceras de cuenca de los ríos resultan en mala calidad del agua y disminución de la cantidad disponible (en un país donde el 70% de la población se concentra en zonas áridas). La pérdida de cultivos por alteración del ciclo de las lluvias provoca la reducción del suministro de alimentos en los mercados, afectando a miles de familias tanto rurales como urbanas. Como bien lo explicaron, se trata de “asociarse” para enfrentar conjuntamente un problema global que nos afecta a todos.
En todos los ámbitosSe requieren acciones concretas locales, regionales y nacionales. Las audiencias han levantando importante data para elaborar estrategias regionales y planes de desarrollo, frente al cambio climático.
En síntesis, podemos decir que las audiencias han sido la tribuna para que la población exija a sus autoridades actualizar y legitimar la Estrategia Nacional de Cambio Climático, que después de seis años ha avanzado apenas un 13% en su implementación. La respuesta está en manos de las autoridades del Ejecutivo. Sus voces no pueden ser acalladas. (Más información: www.mocicc.org).
[*] Responsable de Campañas en Cambio Climático de Oxfam Internacional y miembro del Mocicc
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