Transgénicos y la salud

Por Pilar Frisancho
Médica

¿Cuánto sabemos sobre los transgénicos?, ¿verificamos si hay un etiquetado de los alimentos que exprese su carácter transgénico?, ¿quién controla estos alimentos?, y lo más importante, ¿cuáles son los riegos para nuestra salud?

Un grave problema actual es la contaminación del suelo y el agua. Al mismo tiempo que se intenta mejorar la calidad y el rendimiento de los cultivos mediante el uso de herbicidas, como el glifosato, se ejerce un efecto perjudicial sobre el medio ambiente.

En la actualidad, la ingeniería genética permite manipular los cultivos al hacerlos resistentes a los herbícidas y a las plagas. Se logra así disminuir la cantidad y la agresividad de las sustancias químicas utilizadas en los sembrados. Pero aún no se sabe a ciencia cierta si estos productos transgénicos traerán consigo riesgo para la salud humana.

No está probado que los organismos genéticamente modificados (OGM) no produzcan alteraciones en la salud. En el mecanismo de transmisión del gen se utilizan antibióticos, especialmente amoxicilina y cefalosporinas, lo cual puede desencadenar alergias. Así pueden ocurrir crisis asmáticas o edemas de glotis, sin causas aparentes.

Habría que sumarle la toxicidad potencial de los OGM, ya que se producen enzimas y aminoácidos desconocidos para el cuerpo. Un hecho a tener en cuenta es que hoy existe un gran número de malezas resistentes al glifosato, por lo que se calcula que en pocos años será necesario elevar la dosis del herbicida para controlarlas.

La opinión de los ecologistas y de muchos médicos es cauta, no se puede confirmar la bioseguridad de manera absoluta.

La última palabra no está dicha aún, y se requerirá mucha investigación para aproximarse un poco a la verdad, y determinar si los productos transgénicos son amigos o enemigos de la salud humana y el ecosistema. Por el momento evite comer grasas trans como la margarina o esa galletita con relleno entre muchas más que están en el mercado y ni llevan la etiqueta de cero trans.