domingo, 4 de julio de 2010
Acusan de terrorismo a campesina por protestar
Defender el agua, encadenándose a las rejas de la plaza Huanmamarca, contra los intentos privatizadores del entonces alcalde de Huancayo, Fernando Barrios, y manifestarse en diversas oportunidades contra el modelo neoliberal aplicado por el gobierno, son los “delitos” por los que un fiscal de esa ciudad ha citado a la campesina Carmela Carbajal para que responda en una investigación que le ha abierto por “delito de terrorismo” amenazándola además para que guarde silencio sobre el caso.La citación de la Tercera Fiscalía Penal Supraprovincial que lleva el título de investigación reservada cita a Carmela para el próximo viernes 9 a las 10 de la mañana en las instalaciones de la División contra el Terrorismo-Divcote-Huancayo-El Tambo “con la finalidad de recibirle su declaración indagatoria en la investigación reservada sobre delito de terrorismo que se sigue por ante este despacho, asimismo y tratándose de una investigación reservada y referida al esclarecimiento de hechos que podrían comprometer la seguridad del Estado y las relaciones internacionales se le solicita se guarde la debida confidencialidad y reserva bajo apercibimiento de incurrir en infracción”.Carmela, de 52 años, es secretaria de la Mujer Campesina y del Niño de la Confederación Campesina del Perú (CCP) de Huancavelica, su tierra natal y dirigente del Frente de Defensa del Agua de la región Junín, donde reside. Expresa que su trayectoria es limpia y pública “no pueden tildarme de terrorista por decir no a la minería, por defender que el agua sea para todos y por oponerme a que se pretenda entregar a privados las lagunas y la Amazonía y por haber viajado a Venezuela a operarme de los ojos”, expresa.Le asesinaron un hijoLa campesina, nacida en Churcampa, refiere que desde los seis años, cuando comenzó a ayudar a sus padres en la labranza de la tierra, ha sido testigo del trato abusivo dado por los gamonales con los trabajadores del campo. “Si se les moría una vaca no les pagaban un año y no tenían ni para su comida, los hacían laborar 14, 16 horas diarias. De joven sentía rebeldía ante esas situaciones y decidí dedicarme a la crianza de mis ocho hijos y a defender a mis compañeros, a los humildes”.Cuando se casó, Carmela se fue a vivir a Huancayo. Recuerda que en el 2003 cuando era burgomaestre el hoy cuestionado presidente de Essalud, Fernando Barrios, hubo un intento de entregar el agua a una empresa alemana. “Junto a la dirigente Nelly Avendaño decidimos encadenarnos a las rejas de la plaza principal, mientras un grupo grande realizaba movilizaciones. En esos días vi al alcalde y le dije ‘jescha caballo’, término que utilizamos en quechua para decir tranquilo y él me respondió ‘si fueses hombre te acabaría a patadas”. Carmela asegura que después del incidente empezaron las amenazas telefónicas. “Con groserías me decían que me iban a matar, meses después mi hijo Giancarlo Huamán, de 12 años, apareció muerto, los vecinos contaron que vieron a dos hombres y una mujer en el lugar, después los asustaron y ya no quisieron declarar. Como yo denuncié el hecho a la prensa el fiscal me resondró diciéndome que debí enterrarlo callada”, relata mientras se seca las lágrimas.Denis MerinoRedacción
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