domingo, 4 de julio de 2010

Distintas organizaciones sociales y populares, así como activistas de derechos humanos, además de dirigentes locales, conformaron una comisión para ev

Hace una semana el Times de Londres informó que Arabia Saudí otorgó permiso a Israel para utilizar un “estrecho corredor” aéreo que permitiría a sus jets atacar las instalaciones nucleares iraníes ubicadas a unos 2.250 kilómetros. La apertura del corredor aéreo supondría un atajo que permitiría a los aviones de combate alcanzar las instalaciones de enriquecimiento de uranio de Natanz y Qom, junto con el almacén de gas en Ishafan y el reactor de agua pesada de Arak, que forman parte de instalaciones de uso de producción de energía atómica con fines pacíficos, según Irán. Se trataría de un ataque aéreo simultáneo, en el que participarían “múltiples andanadas de bombarderos que cruzarían Jordania, el norte de Arabia Saudí e Irak”, de acuerdo a las fuentes del Times. Después del informe, publicaciones como Jerusalem Post, Islam Times y la agencia noticiosa iraní Fars, informaron que la fuerza aérea israelí acumuló equipos en el desierto saudí cerca de Jordania el pasado 18 y 19 de junio, afuera de la ciudad saudí de Tabuk. El Post dijo que “un funcionario anónimo de la defensa estadounidense” afirmó que el jefe del Mossad, Meir Dagan, fue el contacto con Arabia Saudí e informó a Netanyahu sobre los planes de ataque. Por si fuera poco, el Gulf Daily News detalló el envío de aviones de guerra israelíes a Georgia y Azerbaiyán, con lo que ese país acortó considerablemente la distancia que sus naves tendrían para llegar al norte de Irán. En estos momentos EE.UU. mantiene dos portaaviones -el Truman y el Eisenhower- y más de una docena de barcos de apoyo en el Golfo de Ormuz, el cuello de botella estratégico que conduce al Golfo Pérsico. El régimen saudí desmintió las informaciones de que estarían ayudando a los israelíes, pero Ephraim Inbar, director del Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos en Ramat Gan, sostiene que tanto Arabia Saudí como Israel temen un Irán con armas nucleares, pese a que Teherán niega reiteradamente que se esté dotando de las ese tipo de armamento, que Israel posee sin que Estados Unidos se lo reproche. De acuerdo al Daily News, Kuwait y Egipto se encuentran en alerta máxima ante las crecientes declaraciones de funcionarios estadounidenses y el poco disimulado movimiento de importantes medios navales y del portaaviones USS Harry Truman, que cuenta con 60 aviones y más de seis mil efectivos. Se sabe que desde la época de George W. Bush, el Pentágono tenía preparado un ataque con lo más avanzado del Arsenal estadounidense. Pero todos estos planes quedaron guardados porque el costo de aplicarlos era prohibitivo. Occidente teme a la poderosa defensa antiaérea iraní que cuenta con más de 500 cohetes rusos tierra-aire y otros del tipo Shehab, con lo que puede golpear simultáneamente a las fuerzas aliadas y causar serios daños en Israel. Sin embargo, los sectores guerreristas ya se pronunciaron a favor del ataque. Shabtai Shavit, ex jefe del Mosad, dijo que había llegado el momento. Uzi Arad, consejero nacional de seguridad del primer ministro Benjamin Netanyahu, añadió que nadie discutiría la legalidad de un ataque militar. A su vez, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi comentó que “Irán no garantiza una producción pacífica de energía nuclear” y dijo que los miembros del G-8 “están preocupados y creen absolutamente que es probable que Israel reaccione de manera preventiva”. A todas esas declaraciones se sumó el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Leon Panetta, quien predijo que Irán podría tener dos armas nucleares en 2012: “Pensamos que ellos tienen suficiente uranio poco enriquecido para dos armas… y que aunque hay un debate continuo ahora mismo sobre si deberían o no avanzar hacia una bomba… evidentemente están desarrollando su capacidad nuclear”. Panetta añadió que EE.UU. está compartiendo inteligencia con los israelíes y que Tel Aviv está “dispuesta a darnos el espacio para tratar de cambiar Irán diplomática, cultural y políticamente”. En medio de los tambores de guerra, el presidente Barack Obama anunció esta semana nuevas sanciones para impedir al gobierno iraní financiar y desarrollar sus programas nucleares. Las sanciones apuntan a las empresas que suministran gasolina y a los bancos vinculados a la Guardia Revolucionaria Islámica o a su programa nuclear. Pero las amenazas no surten efecto hasta el momento. El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad anunció que el retorno a las conversaciones con las seis grandes potencias se postergará hasta agosto “para darles una lección sobre cómo deben dialogar con las naciones”. “Si quieren reanudar las conversaciones tienen que aclarar si están a favor o en contra de que los sionistas tengan la bomba atómica”, respondió Ahmadineyad ante las nuevas amenazas de EEUU, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania. Ahmadineyad, por otro lado, insistió en la bondad de la propuesta apadrinada por Brasil y Turquía para que el enriquecimiento de uranio se haga con la participación del segundo país, propuesta que fue rechazada por Occidente. En medio de este cLima guerrerista, el ex presidente cubano Fidel Castro expresó su preocupación sobre las tensiones en el Oriente Medio y sus temores de que ello podría desencadenar una guerra nuclear. A su turno, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pidió a su homólogo estadounidense prudencia al afrontar el conflicto, por considerar que ello podría tener graves consecuencias. “Estamos muy preocupados porque Estados Unidos en su empeño por dominar a Irán y recuperar el petróleo que maneja, no tiene límite”, advirtió Chávez. “¡Cuidado con una guerra nuclear Obama! ¡Cuidado con una bomba atómica!, que en lo que estalle LA PRIMERA, viene la segunda y esto pone en peligro aun más, no sólo la paz mundial, sino la supervivencia de la especie humana”, comentó. Esas declaraciones no son desaforadas. De acuerdo con una legislación senatorial de EEUU, existe ahora una nueva generación de armas nucleares tácticas que son consideradas seguras, porque supuestamente la explosión se produce primero bajo tierra, y causaría pocas bajas civiles. Y un informe de la OTAN se pronuncia a favor de un ataque nuclear preventivo contra Irán. Estamos advertidos. Por Efraín Rúa Editor Mundo

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