domingo, 4 de julio de 2010

Los TLC acrecientan las brechas

En su visita al Perú el ecologista social Uruguayo, Eduardo Gudynas, investigador principal del Centro latino Americano de Ecología Social (Claes) conversó con LA PRIMERA y advirtió que el modelo económico –como el que se aplica en el Perú- basado en la exportación de materias primas, incluso mediante los tratados de libre comercio, no contribuye a la integración de los países latinoamericanos y menos aún a cerrar las brechas sociales y económicas y en materia de infraestructura, Educación, y otras. “Es un modelo autista que sólo beneficia a 20% de la población”, advierte.

-¿Qué costos tienen el extractivismo para el Estado?
-No se está haciendo una buena contabilidad para determinar realmente cuanto son los beneficios o perjuicios del extractivismo. ¿Cómo se explica? Se debe a que existe transferencia de recursos económicos del Estado para sectores extractivos en la construcción de vías de transporte y comunicación, baja carga tributaria o energía barata. Además, no se contabilizan los costos económicos de los daños sociales y ambientales. Por ejemplo: deterioro de la salud, recolocación de comunidades, perdida de la producción agrícola por contaminación de aguas debido a la contaminación minera, entre otros. Entonces, para tomar una decisión sobre si el extractivismo es buen o mal negocio debemos tener una buena contabilidad.

-¿Qué problemas genera el extractivismo?
-Por ejemplo, los países de la región están compitiendo entre ellos para vender las mismas canastas de productos. Por ende, compiten en bajar los precios de los productos y flexibilizar su normativa para atraer la inversión. En cambio, si los países de la región, en lugar de competir entre ellos, pudieran coordinar su producción agrícola o minera, podían controlar el mercado internacional, controlar la oferta e incidir de mejor manera, para los países de la región, en los precios internacionales.

-¿Los conflictos sociales se incrementan con el extractivismo?
-Los conflictos surgen porque las ganancias reales en muchos proyectos de industrias extractivas se van con las exportaciones mientras que los costos sociales y ambientales se quedan a nivel local y esto genera un desbalance enorme. Por lo tanto, habría que revisar si realmente es un buen negocio para los países y si se debe seguir apostando por esta estrategia.

-¿Y la generación de empleo?
-La economía sustentada en la explotación de los recursos naturales genera una mayor dependencia y no necesariamente está demostrado que esta apuesta genera encadenamiento productivo y por lo tanto empleo.

Recientemente se conoció, por ejemplo, que todo el sector Hidrocarburos en Ecuador apenas genera 2 mil empleos directos. Por ello, podría decirse que desde el punto de vista del empleo, el sector Hidrocarburos de Ecuador es “una Mype”.

-Diferentes especialistas peruanos cuestionan el modelo económico que perenniza el modelo primario exportador en los países de la región.
-El modelo actual no contribuye al incremento de la productividad de las mypes a nivel nacional, es un modelo autista que sólo se interesa por un 20 a 30% de la población nacional, las bonanzas que hemos tenido por los precios internacionales y crecimiento internacional no han repercutido, adecuadamente, en el bienestar y la mejora de la productividad de la mayoría de la población

El problema es que nosotros exportamos materias primas y, ahora, debemos enviar más kilos de materias primas para conseguir el dinero para cubrir nuestras necesidades, así nace un círculo vicioso que debemos cortar. Exportamos gas en su estado natural y luego los países desarrollados convierten ese gas mediante la petroquímica, por ejemplo, en productos plásticos. Por ello, es necesaria una coordinación productiva regional.

-¿Cuál es su opinión sobre los tratados de libre comercio?
-Los tratados de libre comercio como están planteados ahora impiden la integración regional porque acentúan una relación comercial entre los países de la región con los grandes países compradores de materias primas, por ello urge una coordinación productiva entre los países de la región. El TLC no es sinónimo de integración. La integración entre países es un proceso más amplio, abarcador, y que confluye hacía reducir las asimetrías, que el país más pequeño se asemeje al más grande, mientras que un TLC acentúa las asimetrías.

Un proceso de integración contribuye a coordinar entre vecinos, en el caso de un TLC eso es imposible.

-Entonces los TLC’s no contribuyen a cerrar las brechas en un país como el Perú.
-Así es. En el caso peruano, el Perú, durante la administración del ex presidente Alejandro Toledo, fue el principal promotor ante la comunidad suramericana de naciones (ahora Unasur) de la reducción de las asimetrías en América del Sur. Ese proyecto fue olvidado y quedó y eso, también, se debe a la resistencia de Brasil de mantener un proyecto de integración que contribuya a reducir asimetrías y coordinar economías.

-El argumento para fomentar los TLC’s es que fomentará entre otras cosas la integración entre los países.
-Se genera la confusión o se quiere hacer creer que los TLC’s contribuyen a la integración, pero no es así. Otro mito, también muy común, es sostener que la conexión energética como el reciente acuerdo de energía firmado por el Perú con Brasil o la construcción de un gaseoducto con Chile contribuye a la integración de los países, eso es una mentira. Interconexión no es integración.

-¿Qué falta para que la interconexión se convierta en integración?
-Principalmente que los países coordinen su producción y economía. Por ejemplo, si Chile o Brasil realizan una actividad productiva, que el Perú participe de dicha actividad y no quedar atado a vender sólo materias primas para luego comprar productos elaborados con esa materia prima que se vendió.

-¿Cuál es su opinión del acuerdo energético Perú-Brasil?
-Ese es un acuerdo que está captando mucha atención internacional y se mira desde los países vecinos con mucho cuidado, pues es un acuerdo muy peculiar en el cual no se detalla la cantidad de represas que se van a construir, ni el lugar donde se construirán. Un acuerdo muy peculiar por su muy general, macro, en el que no se especifica qué obras se van a hacer en realidad. Por ello no se puede afirmar si es ventajoso o no.


Wilder Mayo
Redacción

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