domingo, 7 de noviembre de 2010

CICLOS DE LA ECONOMIA

Los ciclos de la economía peruana son de larga duración. Los cambios tecnológicos más relevantes tienen que ver con la explotación y extracción de recursos naturales y los relacionados con el vencimiento de la geografía peruana, afirma Bruno Seminario.


Durante los últimos años el Perú ha entrado a un ciclo de expansión económica, que salvo por el 2009, cuando la crisis nos puso un freno, nos ha hecho crecer en promedio a ritmo de 6% al año, siendo los sectores más dinámicos la construcción y los servicios, en lo que se refiere a la demanda interna, y la minería y agroindustria en cuanto a las exportaciones. Sin embargo, surgen cuestiones fundamentales cuando uno mira al menos el mediano plazo ¿Cuáles son las proyecciones de nuestro comportamiento económico al 2021? ¿Cuáles los principales desafíos y cuellos de botella? ¿Podemos seguir creciendo dejándonos llevar por la inercia del ciclo económico?

Cuando uno mira el desempeño de la economía peruana y observa las cifras del crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), el nivel de reservas internacionales, el crecimiento de las exportaciones, entre otros factores, no puede dejar de preguntarse cuál es la estrategia que está funcionando bien.

Acaso es la política de libre comercio, o el manejo monetario del Banco Central, o la política fiscal del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), y si bien hay algo de esto en un crecimiento económico que aún no alcanza a repartirse de una manera equitativa y sólo le garantiza bienestar a algunos pocos, es claro que el principal motor de la economía está constituido por la extracción y exportación de recursos naturales, especialmente mineros, los que constituyen el 50% de nuestras ventas al exterior y al menos el 25% de nuestros ingresos fiscales.

Así las cosas, nos queda la sensación de que la economía nacional es una barca sin timonel que viaja a la deriva en medio del mar de la economía mundial, expuesta a tormentas como la caída de los precios de las materias primas y, si se van al diablo, nuevamente entraremos en un período de declive, que a lo largo de nuestra historia ha sobrevenido siempre tras uno de auge. Es el auge–declive (boom – bust) que caracteriza la prosperidad falaz de la que nos habló Jorge Basadre.

Es por ello preciso explorar más sobre el carácter de la actual bonanza económica y las proyecciones al mediano plazo.

Uno de los economistas que ha estado trabajando en esta línea de análisis es Bruno Seminario, profesor de la Universidad del Pacífico, quien, a propósito del Taller energía y Medio Ambiente organizado por varias organizaciones vinculadas a los temas de desarrollo sostenible y conservación, dio luces sobre el alcance de la macroeconomía peruana.

Proyecciones económicas
Para Bruno Seminario, al hacer proyecciones económicas se puede caer en el error de no tomar en cuenta los grandes ciclos de la economía nacional; como los ciclos de innovación tecnológica que en nuestro país se han expresado en cambios en el acceso a nuestra geografía y en la explotación de los recursos naturales.

Para hacer una proyección a mediano plazo y saber dónde estaremos en 2021, enfrentamos el problema de la coyuntura internacional altamente inestable, lo que hace difícil proyectar a 10 años. Pero el punto de partida sin duda es que la economía peruana presenta un panorama expansivo.

Si comparamos el índice PBI per cápita del Perú con el de América Latina en los últimos 50 años, podemos apreciar que a diferencia del resto de países que empezaron a hacer crisis en los ochenta, el Perú empezó la crisis en los setenta.

El período que va de 1950 a 1980 corresponde al de sustitución de importaciones, el de 1980 a 1990 a la crisis de la deuda y el de los 90 para adelante a un período neoliberal. El primer periodo –como apunta Seminario- benefició a los países más grandes como México y Brasil. En los 80 la crisis afectó a los chicos y medianos, que en los 90 fueron los que más crecieron.

La economía peruana
Y precisamente una de las principales características de la economía peruana en estos periodos se centra en su inestabilidad. En los últimos 50 años, el Perú ha sido el más inestable en términos económicos, pues hemos tenido grandes expansiones y grandes recesiones.

Seminario afirma que desde 1840 hasta el 2021 uno de los rasgos más notorios de la evolución económica es la tendencia a crecer en escaleras, en donde los peldaños son períodos de estancamiento, siendo tres los que se pueden destacar claramente. Y aquí lo importante es saber en qué momento se presentan.

Para Seminario, de cada 100 años, 20 son de estancamiento más o menos. Y después de un período de estancamiento viene un periodo de crecimiento que dura entre 20 a 30 años. Las tasas promedio en los periodos de crecimiento son de 5% a 6%. Lo clave es ver si las tendencias registradas se van a repetir en el futuro.

La explosión demográfica
Además de los cambios en la tecnología de transporte y en la explotación de recursos minerales, el vaso comunicante de todos los ciclos de la economía peruana es el determinado por los cambios demográficos.

Y precisamente, nos dice Seminario, una de las tendencias que se van a modificar en los próximos 20 años se refiere a la tasa de crecimiento demográfico. Lo que diferenciará al siglo XX del XXI es que la población del Perú no va a aumentar. Va a crecer hasta el 2050 y luego va a empezar a disminuir.

Lo positivo de esto radica en que con la misma tasa de crecimiento económico crecerá más el PBI per cápita. Habrá menos entre quienes repartir el crecimiento. Pero el efecto negativo se centra en que necesariamente tendremos que aumentar nuestra productividad en los en los próximos 20 ó 30 años, porque, los sectores servicios y construcción que son los más dinámicos, con la reducción de la población van a ser impactados, pues se apoyan precisamente en el crecimiento demográfico.

Al 2021
Tomando esta base de análisis, Seminario da cuenta que si consideramos la tasa promedio en este ciclo de crecimiento (de 5% a 6%), la economía del Perú se va a duplicar en 11 años, vamos a tener un PBI de 300 mil millones de dólares al 2021, lo que con una menor tasa de crecimiento de la población nos va a dar una proyección mayor de índice per cápita. Pero ¿qué tan consistente es la viabilidad de la proyección de este crecimiento?

La inversión en el Perú es más cíclica que la economía, mientras que el consumo es más lento. El coeficiente de inversión será de 22% respecto del PBI para los próximos 10 años. Y en el Perú del 2021, se va a invertir 60 mil millones de dólares más o menos.

El equilibrio en el sector externo, dependerá de 70 mil millones de dólares de exportaciones. ¿La minería puede garantizar los 40 mil millones de exportación adicionales para ese entonces?

Se suponía que eso tendríamos que obtenerlo de las exportaciones no tradicionales pero los últimos 5 años han sido desastrosos para este sector. Por un lado, los límites de la agroindustria se relacionan con problemas ecológicos, elevan los precios de los alimentos, limita la cantidad de tierra disponible en la costa. Con la poca tierra disponible que tenemos no es viable exportar alimentos afirma Seminario.

La producción de algodón ha sufrido un duro golpe con los tratados de Libre Comercio (TLC) y eso ha hecho perder la base natural de la industria textil que tendrá que reestructurarse o desaparecer.

Lo otro es el incremento de la productividad en servicios de comercio y transporte. Seminario invita a mirar el Desempleo con atención, pues cada vez que se crea un supermercado se cierran muchas tiendas y bodegas.

Finalmente, algo que también preocupa es que un crecimiento de más del 7% al año trae cuellos de botella en el sector energía.

Como vemos, el panorama económico peruano en un ciclo de crecimiento trae muchas complejidades y tareas. El reto es no volver al declive tan pronto como cambien las condiciones externas de inversión y precios de materias primas. Además de celebrar los buenos números de la macroeconomía ¿alguien en el gobierno está pensando en esto?

Los ciclos de la economía
Bruno Seminario nos dice que los ciclos de la economía peruana son de larga duración. Los cambios tecnológicos que marcan los cambios de ciclo mundial luego llegan al Perú, y los más relevantes tienen que ver con la explotación y extracción de recursos naturales y los relacionados con el vencimiento de la geografía peruana.

Al inicio la explotación era de minerales no metálicos: guano por ejemplo, porque no se había producido la segunda revolución industrial y como todos sabemos las minas peruanas son de difícil acceso. Eso cambió radicalmente con la llegada de los ferrocarriles a fines del siglo XIX.

Sin embargo, la guerra con Chile que se produce también por esos años nos obligó a reestructurar nuestra economía lo que impactó en casi todas las regiones de nuestro país. Primero con el impulso de la agricultura y luego con el de la minería. Ahora pasa exactamente lo contrario.

El tercer ciclo de la economía peruana se presenta con mayor tecnología en la explotación minera y con el cambio de la tecnología de transporte.

En el siglo XIX la tecnología de transporte era basada en animales, y podemos decir que era neutral. Cuando se cambia la tecnología a camiones, ya no podemos hablar de neutralidad pues, además de afectarse la montaña andina, se produce el despoblamiento de las zonas rurales y el crecimiento de las zonas urbanas especialmente

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