Se hunde la conjura
...
Las sólidas opiniones de líderes políticos de diversas tendencias, juristas y personalidades independientes contra la revocatoria de la Alcaldesa de Lima, junto a la articulación de un vasto movimiento de fuerzas políticas y sociales que respaldan a la autoridad elegida por los limeños, parecen confirmar que la pretensión de derrocarla camina directo al abismo del fracaso.
La corriente de rechazo a la revocatoria se ha visto fortalecida inclusive por opiniones de la principal rival de la Alcaldesa en las elecciones municipales de 2010 y por, al menos, otros tres participantes en esa contienda democrática cuyos resultados pretenden, en los hechos, revertir los conjurados y sus mentores.
Mientras LA PRIMERA invoca razones de principio de respeto a la voluntad popular que eligió a la autoridad por cuatro años, los tres excandidatos consideran nada santos y más bien oscuros los intereses que, con gran despliegue de recursos, pretenden llevar adelante la revocatoria, apoyada por los sectores periodísticos más oscurantistas, aquellos que tienen el triste honor de apoyar todas las causas antidemocráticas.
Las organizaciones integrantes de la coalición progresista que sustentó la candidatura de la Alcaldesa, han puesto además acertadamente en duda la posibilidad de que los conjurados que pretenden desestabilizar y sumir en el caos al municipio, logren reunir las 400 mil firmas necesarias para la consulta sobre la revocatoria.
De tan razonable duda fluye la sospecha de que los “revocadores” puedan apelar a las falsificaciones, práctica que ha sido una constante desde que fuera establecida la obligación de recoger adherencias para registrar un partido o conseguir la convocatoria a un referendo revocatorio.
La sospecha se acrecienta si se tiene en cuenta los antecedentes de los promotores que operan en público o tras bambalinas, y en el temprano “bluff” de quien es la cabeza visible de la conspiración, que dijo haber recogido decenas de miles de firmas en unas horas, algo imposible, por no haberse visto despliegue alguno de recaudadores de firmas que pudiera realizar semejante proeza.
Es por tanto justificada la alerta generalizada, que plantea la necesidad de mucha vigilancia sobre las acciones de los conjurados y, sobre todo, revisar minuciosamente las firmas que alcance a presentar con el inocultable fin de escamotear la voluntad ciudadana expresada en las urnas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario