domingo, 23 de enero de 2011

GARCIA PROTEGE A CHILE

García protege a Chile

CESAR LEVANO


La Declaración Conjunta Perú-Chile firmada el 20 de enero por el presidente del Perú, Alan García, y el de Chile, Sebastián Piñera, en Santiago, tiene un rasgo prominente: promete el auxilio del Perú a Chile en materia energética. Aunque parezca increíble, el acuerdo se suscribe en momentos en que Chile reconoce que su Empresa Nacional de Petróleo (ENAP) está en quiebra.

Este último hecho agrava la crisis de energía que padece Chile desde hace años, y que se acentúa debido a los planes de desarrollo en el norte Chileno, que padece de insuficiencia de agua e Hidrocarburos.

Chile está habituado a que las castas gobernantes peruanas lo ayuden, aún a costa de sacrificar al Perú. Así ocurrió cuando oligarcas peruanos exiliados en Chile participaron en la invasión a nuestro territorio, junto con las tropas invasoras Chilenas, porque querían destruir la Confederación Perú-Boliviana creada por el “indio” Andrés de Santa Cruz.

Ahora, un gobernante peruano se deja engatusar con una propuesta que sirve a los fines de un país que tiene proyecto nacional y geopolítica expansionista. El país que se arma hasta los dientes, sin duda no para luchar contra Bolivia, o invadir Argentina.

El punto nueve de la Declaración se encubre bajo el título pomposo de “Cooperación en el ámbito económico-productivo”. Allí se reafirma el “objetivo central” de “identificar y aprovechar las potencialidades de complementación energética existentes”.

Eso quiere decir que el país que padece por falta de petróleo y gas, Chile, se asocia para aprovechar las materias energéticas del país que los posee.

En ese mismo punto nueve se precisa que los Mandatarios instruyeron a las autoridades del sector energético para que elaboren “un acuerdo Marco de Integración Eléctrica, que establezca las normas generales para los intercambios de energía entre ambos países”.

O sea que no se busca sólo complementación eléctrica. La frase tiene un feo olor a gas y petróleo.

La situación de quiebra de la petrolera estatal Chilena fue dada a conocer por El Mercurio, el domingo 16 de este mes. La cancillería peruana y el propio presidente García han debido evaluar esta situación, para frasear la Declaración de modo más prudente.

Chile y sus valedores juegan con todo. Un diario peruano publicó ayer una curiosa información según la cual la empresa energética GDF Suez ha anunciado que negocia con Chile la instalación de un reactor nuclear en el norte Chileno para proveer electricidad a las mineras de esa región.

Es evidente que la información busca influir en las negociaciones iniciadas.

Otrosí: Aunque parezca broma, Piñera y García acordaron que se encargue al Grupo de Trabajo bilateral que refuerce su búsqueda de un “Sistema de Homologación para la Medición de gastos de Defensa”.

URGENCIA PARA SAQUEAR

Los decretos de urgencia que permiten la concesión-privatización de 33 proyectos de la infraestructura estratégica del país saltando con garrocha los procedimientos legales son una muestra de que el presidente García está muy apurado en entregar, quizá a sus allegados, puertos, carreteras, centrales hidroeléctricas, redes de banda ancha, fibra óptica en todo el país, etc., etc..



García dice que no hay nada oscuro en sus decretos. Pero ya sabemos de qué pie cojea. La lista de sus mentiras es más larga que la relación inflada de sus obras. Quiere irse entregándolo todo como si los bienes del país le pertenecieran. Hace mérito de su línea entreguista y es posible que por entregar también reciba.

¿Por qué tanto apuro en concesionar lo que no es de él? ¿Acaso alguien le dice: apura, pues, gordo, esa carretera, ese puertito, lo quiero para mí?

Un presidente de la República que se respete usa los decretos de urgencia para situaciones realmente de emergencia a fin de agilizar un gasto, una compra, algo que pueda salvar a los ciudadanos, por ejemplo, de las consecuencias de un terremoto u otro desastre natural.

¿Cuál es la urgencia para concesionar 33 megaproyectos de nuestra infraestructura? ¿Cuál es el apuro, doctor García? El legislador Víctor Mayorga cree que podría tratarse de megacoimas.

Los escandalosos decretos tienen sus defensores. Hubo aplausos de aquellos que creen que el desarrollo y la modernidad del país se logrará entregándolo todo al mejor postor.

Es imprescindible que el presidente del Parlamento, César Zumaeta, convoque lo antes posible a una legislatura extraordinaria, a fin de analizar los decretos y, si es preciso, discutir la posibilidad de derogar ambos dispositivos de García, el rematador de bienes ajenos. El nacionalismo y Alianza Parlamentaria presentarán sendos proyectos de ley para derogarlos.

La aspirante a presidenta Keiko Fujimori aplaudió los decretos y puso ese rostro de orgullo al saber que alguien está siguiendo los pasos de su padre, el reo Alberto Fujimori, su jefe de campaña.

Ollanta Humala y Alejandro Toledo sí tomaron distancia de las pretensiones de García y coincidieron en que hay un intento de rematar la infraestructura del país. ¿Qué dirá el gringo PPK? Si se pronunciara contra los decretos seguramente sería porque los beneficiarios de los grandes negocios de las concesiones no serían sus amigos, sino los de García.

ARGUEDAS III

Meditación al pie de los zorros (III)


CESAR LEVANO

2. Hay en el ¿Último diario? al final de la novela, un párrafo que ha sido aprovechado por los violentistas, que en el pasado no sólo sufrieron la crueldad de la guerra sucia, sino que también cometieron matanzas de campesinos y asesinatos a sangre fría de dirigentes populares cuyo crimen consistía en ser “revisionistas”.



El párrafo dice:

“Quizá conmigo empieza a cerrarse un ciclo y abrirse otro en el Perú y lo que él representa: se cierra el de la calandria consoladora, del azote, del arrieraje, del odio impotente, de los fúnebres ‘alzamientos’, del temor a Dios y del predominio de ese Dios y sus protegidos, sus fabricantes; se abre el de la luz y la fuerza liberadora invencible del hombre de Vietnam, el de la calandria de fuego, el del dios liberador, Aquel que se reintegra. Vallejo era el principio y el fin”.

El dios libertador, el que se reintegra, es Inkarri.

El 27 de noviembre de 1969, un día antes de los dos balazos con que acabó su vida, Arguedas había, en carta al Rector de la Universidad Agraria, configurado el papel de Inkarri, el dios desintegrado que integrándose nos integraría. Se lee allí:

“Fui testigo de cómo delegados estudiantiles fanatizados y algo brutales fueron siendo ganados por el sentido común y el espíritu universitario cuando los profesores, en lugar de reaccionar sólo con la indignación, lo hacían con la mayor serenidad, energía e inteligencia… El Perú es un cuerpo cargado de poderosa savia ardiente de vida, impaciente por realizarse; la Universidad debe orientarla con lucidez, ‘sin rabia’, como habría dicho Inkarri”.

Eran las palabras del adiós encerradas en el ciclo “de la luz y de la fuerza liberadora”.

Pero en el texto de Perú vivo, que es de 1966, reiteramos, Arguedas había percibido que el desarrollo capitalista deformado acarreaba, con todo, un esfuerzo integrador. Describe así ese proceso.

“Yo he visto transformarse el país. Cuando visité Lima por primera vez, en 1919, las mulas que arrastraban carretas de carga se caían, a veces, en las calles, fatigadas y heridas por los carreteros que les hincaban con púas sobre las llagas que les habían abierto en las ancas; un “serrano” era inmediatamente reconocido y mirado con curiosidad o desdén; eran observados como gente bastante extraña y desconocida, no como conciudadanos o compatriotas. En la mayoría de los pequeños pueblos andinos no se conocía siquiera el significado de la palabra Perú. Los analfabetos se quitaban el sombrero cuando era izada la bandera, como ante un símbolo que debía respetarse por causas misteriosas, pues un faltamiento hacia él podría traer consecuencias devastadoras. ¿Era un país aquél que conocí en la infancia y aún en la adolescencia? Sí, lo era. Y tan cautivante como el actual. No era una nación”.

ARGUEDAS II

Meditación al pie de los zorros (II)

CESAR LEVANO


En los días en que escribía su novela, Arguedas dirigió desde Santiago de Chile a Horst Baeder, de la Universidad Libre de Berlín, una carta fechada el 29 de mayo de 1969, en la que se lee: “En tres meses acaso podríamos desentrañar hasta donde es posible este complejísimo y fascinante universo que es la cultura hispano-india labrada hasta haber alcanzado una especie de increíble estabilidad de contraste en el período colonial y que en estos últimos treinta años se está desintegrando de la manera verdaderamente más dramática e interesante. La novela que actualmente escribo trata de este último tema”.



Desgarramiento, desintegración: esas eran las corrientes que amenazaban al Perú y que castigaban el alma enferma del novelista. Pero la obsesión suicida enturbiaba el panorama del gran drama que buscaba reflejar.

El Perú era, por lo demás, un país desgarrado desde mucho antes, desde el día en que los conquistadores pusieron pie en la costa peruana. El propio Arguedas expuso en un texto poco conocido, La literatura como testimonio y como una contribución, escrito en 1966 (en la época en que anunciaba ya, en carta a su fraterno amigo Manuel Moreno Jimeno, su intención de suicidarse):

“Cuando, durante la niñez y la adolescencia, recorrí vastamente el país, recuerdo que el Perú estaba más dividido en su entraña, y frenado. Anduve a caballo con mi padre, por muchas provincias. Atravesé el país de Este a Oeste. Hice a caballo el camino del Cusco hasta Ica. Viví en un gran feudo, dos haciendas establecidas en las faldas de las montañas que orillan el río Apurímac. Una era de caña de azúcar, la otra de panllevar. Pertenecían a un solo dueño. Creo que entre ambas tenían unos quinientos siervos indios. Estos siervos podían ser azotados y aún muertos por el hacendado. Vi cómo mandó flagelar a un indio, haciéndolo colgar de un árbol de pisonay. Había escondido debajo de su poncho unos cuantos plátanos. La hacienda producía muchos plátanos que el dueño mandaba cosechar y meter en un depósito donde se podrían. El mercado más próximo era Abancay, y allí los plátanos costaban menos que lo que valía llevarlos desde la hacienda a esa ciudad”.

Más adelante sintetiza los cambios del país:

“Me he informado de la creación de Colegios Nacionales en Chipao, en Aucará, de la provincia de Lucanas; en Pacarán, del valle de Lunahuaná… ¿Colegios allí? Si mi padre fue recibido en los dos primeros pueblos, hacia 1918, como si fuera un semidiós por el sólo hecho de ser Juez de Primera Instancia, y, Pacarán, en donde dormí una noche, en 1929, era un pueblito resignado con su analfabetismo; era una especie de pequeño ratón adormecido. En este mes de junio de 1966, volví a Pacarán: hierve de niños y colegiales, de tránsito mecanizado”.

ARGUEDAS ES PERU

Meditación al pie de los zorros (I)


CESAR LEVANO

El siguiente es un texto inédito. Lo he escrito para la reedición ya en prensa de mi libro Arguedas. Un sentimiento trágico de la vida. Como en los días próximos voy a estar en Andahuaylas, invitado por la Universidad José María Arguedas a la conmemoración del Centenario del nacimiento del autor de Agua, Yawar Fiesta, Los ríos profundos: y Todas las sangres, en ese lapso publicaré fragmentos del mencionado trabajo.



1. Hay dos temas centrales en El zorro de arriba y el zorro de abajo: Chimbote y el suicidio. Un desgarramiento social y una perturbación interior. Esa marcha paralela concluye en la frustración y la muerte. Pero en el curso de la historia colectiva y del drama íntimo hay momentos de esperanza, relámpagos de fe.

Hay que ir más allá de Chimbote y de la psiquis de Arguedas para encontrar la clave final de su vida y su mensaje. Esto significa hurgar en lo que Arguedas escribió en otros escritos al mismo tiempo que volcaba su angustia en las páginas de El zorro. Hay que iluminar la noche interior del texto y del alma con la realidad del Perú y del mundo, cuyas peripecias seguía el autor desde su juventud temprana. Esto es indispensable para despejar ciertas versiones sectarias de quienes sueñan con reanudar la era de la violencia que azotó al Perú.

Dos desesperanzas presiden la novela. La visión de un desarrollo capitalista –capitalista dependiente– que avanza arrolladoramente, con su entraña de riqueza monetaria, explotación cruel y ruina moral, y se personifica en la industria de la pesca y en su personaje central, Luis Banchero, el Braschi de la ficción. Hay que comprobar que, cuarenta años después de la muerte de Arguedas, ese proceso no se ha detenido.

La realidad profunda de Chimbote, la lucha de clases que allí se despliega, está presente, aunque no de forma amplia, en la novela. Los magnates de la pesca, sus maniobras antiobreras están allí. Y también los personajes obreros.

También emergen de esas páginas la gran inmigración andina, la corrupción fomentada por los dineros súbitos, la prostitución, la degradación verbal, el despojo cultural. El proceso de pérdida de identidad, que Arguedas temía, se ha cumplido y se ha ampliado a todo el Perú. Pero lo que Arguedas no previó es que surgiría también una contracorriente poderosa, que avanza no sólo en las provincias, sino en la propia Lima. Como me dijo el folclorista ayacuchano Roberto Teves: “El quechua se habla hoy en los ómnibus, los mercados, las plazas y las calles de la capital. Lima se está convirtiendo en quechuahablante”. La derrota cultural que Arguedas temía no ha ocurrido; lo que hay es un gran choque, un encontrón, que sin duda va a reforzar, al final, al Perú cholo, mestizo, urbano, que no reniega de la herencia ancestral, sobre todo andina.

JOSE MARIA

)
.Por Raúl Tola

Leí Los ríos profundos de José María Arguedas hace muchos años, en el colegio, como parte del curso que muy probablemente terminó por definir mi vocación por la literatura. Recuerdo bien las tardes en que, a la vuelta de clases, me encerraba para devorar la historia de Ernesto, el niño de 13 años que vive el descubrimiento del mundo adulto, cargado de abusos y desigualdades, luego de ser matriculado como interno en un colegio religioso de Abancay. Allí cohabita con una mitología de personajes inolvidables, como Lleras, el mayor, más fuerte y brutal de sus compañeros, y la opa Marcelina, una joven pequeña, regordeta, blanquiñosa y desequilibrada, que trabaja como ayudante de cocina en el colegio, y a quien los alumnos de los cursos mayores fuerzan cada noche a tener sexo.

Para un muchacho limeño de clase media, Los ríos profundos fue un primer vistazo a otro país, mucho más vasto y complejo, donde el abuso y la exclusión son moneda corriente. El despertar de mis primeras inquietudes políticas y sociales se lo debo en gran parte a JMA. Incomprendido y maltratado por muchos de los intelectuales de su tiempo –la mesa redonda en el IEP sobre Todas las sangres ahondó la depresión que terminaría con su suicidio–, el tiempo ha terminado por reivindicar su literatura y sus postulados, y entender el país es imposible sin libros como Yawar Fiesta, El Sexto o El zorro de arriba y el zorro de abajo.

Por eso resulta tan injusto que este 2011, cuando se cumplen cien años de su nacimiento un 18 de enero, no lleve su nombre.

Porque así como Basadre, Porras, Vallejo o Luis Jaime Cisneros, las enseñanzas de JMA han sido fundamentales para la comprensión de nuestra identidad, y la construcción de ese proyecto inconcluso que es el Perú.

No es sin embargo el primer atropello que el escritor, tan habituado en vida a las injusticias, sufre después de muerto. No olvidemos que en el 2004, en contra de la voluntad de su viuda y de sus familiares inmediatos, su cuerpo fue robado de un cementerio en Lima, embutido en una caja y escondido durante cuatro días, al cabo de los cuales apareció en Andahuaylas. Sus restos se convirtieron así en un trofeo. Como escribió Alfredo Pita por ese entonces: “El respeto, la memoria, la fidelidad son los pretextos. Lo que mueve en realidad a los violadores de tumbas es intentar lucrar con el muerto, apropiarse de unas hilachas de su gloria, granjearse el beneficio inmediato que da la polémica y el escándalo para convertirlos luego en ganancia política, electoral, en clientelismo de club regional”.

Estoy seguro de que los numerosos y muy merecidos homenajes que por estos días recibe el escritor servirán para recordar su legado y sabiduría. Ojalá sirvan también para que las autoridades competentes tomen conciencia de ese olvido y ese maltrato, y por fin hagan justicia

LIMA Y ARGUEDAS

.Por Nelson Manrique

Al hablar de José María Arguedas –escritor, antropólogo, gran animador cultural– se piensa en la sierra y suele olvidarse que él vivió en Lima la mitad de su vida. La vivencia de la migración (una experiencia común a millones de peruanos) atraviesa su vida y sus reflexiones, desde su niñez errante, acompañando al padre juez, hasta su inserción en el medio intelectual limeño, en el que batalló incansablemente por lograr el reconocimiento de la cultura andina. Alfredo Torero –gran lingüista y amigo íntimo suyo– me hizo una vez la observación de que cuando JMA perdía el camino (le sucedió, por ejemplo, al empezar a trabajar antropológica y literariamente la ciudad de Chimbote) invariablemente era a través de su contacto con los migrantes que retomaba el hilo. Basta releer El zorro de arriba y el zorro de abajo para constatarlo.

El aporte de JMA ha sido capital para definir la identidad cultural de Lima. No solo presentó la sierra al público limeño sino contribuyó a resolver necesidades muy sentidas de sus coterráneos. Los primeros inmigrantes tuvieron que enfrentar no solo un profundo choque cultural sino, sobre todo, sufrir los prejuicios con que históricamente los costeños han visto a los serranos. Para los viejos limeños los migrantes venían a quitarles su ciudad, eran sucios, desconfiados y taciturnos. Los serranos, por su parte, consideraban a los costeños ociosos, inconstantes y superficiales. Pensar en un proyecto de integración nacional en esas condiciones era iluso.

La imagen de Lima como una Arcadia colonial, construida por Ricardo Palma y poetizada por Chabuca Granda, contribuyó a alimentar los equívocos. Cuando se producen cambios muy acelerados en la realidad, los ojos con que se ve esta tienden a quedarse fijados en las viejas imágenes y son incapaces de registrar lo que objetivamente sucede. Algo así ocurrió a Lima en la transición demográfica que la andinizó a mediados del siglo XX. Mientras Chabuca cantaba a la ciudad del río, el puente y la alameda, a una aristocracia terrateniente que recorría senderos bordeados de naranjos cabalgando en caballos de paso, Lima estaba siendo profundamente transformada por la gran oleada andina, en medio de grandes tensiones y resentimientos. El sentimiento de los viejos limeños, de que los migrantes estaban destruyendo su ciudad, era reforzado por el colapso de los servicios públicos, incapaces de abastecer la demanda de una población que se multiplicó por diez en apenas tres décadas, con el consiguiente deterioro de la calidad de vida. Para los recién llegados la urbe era ajena y hostil, y los clubes de migrantes fueron un espacio fundamental de defensa. El otro fueron los coliseos.

Lima ignoraba las culturas del interior. Como el etnomusicólogo Raúl Romero ha recordado, para los limeños la música serrana –conocida a partir de los espectáculos montados en los años 20 por el presidente Leguía en la pampa de Amancaes– era genéricamente conocida como “música incaica”. Los grupos folclóricos migrantes, fueran de donde fueran, para ser aceptados, tenían que disfrazarse con atuendos supuestamente incaicos e interpretar música cusqueña, la única que reconocía la sensibilidad criolla. JMA asumió como una cruzada personal la defensa del derecho de los migrantes a preservar su identidad. El gran violinista Máximo Damián recuerda que él no se limitaba a exhortarles a que defendieran la autenticidad de su arte, no dejándose alienar por las disqueras, sino que paralelamente buscaba conseguirles modestos trabajos, a través de sus contactos, para que pudieran vivir con dignidad y cultivar así su arte sin graves apremios materiales. Los coliseos se convirtieron entonces en un crisol cultural en el que los miles de migrantes que asistían cada semana a escuchar a los intérpretes de su localidad aprendían a disfrutar con la música de todas las regiones del Perú; toda una lección de interculturalidad.

La gran cantidad de homenajes a JMA a lo largo del año muestra la consciencia que tiene la sociedad civil de la importancia de su aporte. Qué distantes están los líderes políticos (que propusieron que este fuera el año de los submarinos, o el de Macchu Picchu) de este sentimiento.

TAITA ARGUEDAS

Arguedas: 100 años
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.Por Antonio Zapata

El escritor José María Arguedas fue asimismo etnomusicólogo. A lo largo de su vida, se nutrió de ambas disciplinas para crear una de las mayores obras artísticas y de reflexión fundadas en el indigenismo. Pero es mucho menos conocida la tercera rama de sus intereses, que fue la educación. Sin embargo, trabajó mucho en esta profesión. En efecto, comenzando los años cuarenta y por una década entera, fue maestro de escuela tanto en la sierra como en la capital. En ese período, formuló ideas sobre interculturalidad y escuela rural que resultan de una sorprendente modernidad.

En Canto Quechua Arguedas recuerda su biografía, enfatizando los numerosos viajes de su niñez, acompañando a su padre que trabajaba como abogador itinerante, cargando con el futuro escritor y su hermano. Recorrieron extensamente sierra y costa: Ayacucho, Cusco, Apurímac e Ica aparecen frecuentemente frente a sus ojos infantiles y adolescentes. De esa experiencia, unos años después, recordaría las enormes diferencias sociales que dividían al Perú. No había suficiente unidad nacional; por el contrario, predominaba la hostilidad entre las partes constitutivas del país.

Luego, estudió en la universidad de San Marcos y al terminar fue nombrado profesor en el colegio Mateo Pumacahua de Sicuani. Antes de partir, contrajo matrimonio con Celia Bustamante, una reconocida folklorista y animadora de la peña cultural Pancho Fierro. En Sicuani, Arguedas estuvo muy ocupado, produciendo una reflexión sistemática sobre la enseñanza del castellano en los Andes y un valioso conjunto de trabajos que impulsó con sus alumnos.

En un artículo analiza la angustia lingüística del mestizo andino, atrapado mentalmente entre dos idiomas: castellano y quechua. De acuerdo a su parecer, el mestizo piensa en quechua, pero desea hablar en castellano, porque sabe que es el idioma del futuro. En este escrito, propone una solución y no se detiene en lamentaciones; consiste en apoderarse del castellano y transformarlo, modificando su sintaxis e introduciendo nuevos vocablos provenientes de las lenguas indígenas; para lograr un producto nuevo, un castellano renovado, susceptible de expresar el alma andina.

A partir de entonces, José María Arguedas defiende un nuevo método de enseñanza para el mundo rural. Sostuvo que el niño campesino debe ser alfabetizado en su propia lengua, que posteriormente debe aprender a leer también en su idioma. Solo cuando hubiera empezado a leer fluidamente era posible introducirlo al aprendizaje del castellano.

El niño andino ha de aprender en quechua el hábito de la lectura y nunca más lo abandonará. El punto de partida es comprender bien lo que se lee. Por lo tanto, necesariamente se obtiene en la propia lengua materna. Caso contrario, si el niño rural era alfabetizado directamente en castellano, al salir de la escuela, olvidaría lo aprendido.

Arguedas muestra que el desprecio de la lengua materna de los alumnos corresponde a la enseñanza de los imperios opresivos, que imponen a la fuerza sus costumbres sobre los pueblos derrotados. Pero, que ese autoritarismo no se condice con la pedagogía moderna, que busca la igualdad de oportunidades entre los niños de la nación.

Por lo tanto, defiende el llamado “método cultural”, cuya intención es castellanizar amablemente, sin la inútil imposición que se habría practicado hasta entonces. Concluye sosteniendo que se vivía una hora urgente del país, porque los indios estaban afanados buscando su lugar en la peruanidad. Aunque al escritor lo angustiaba que el Perú no cumpliera su cita con la historia, confiaba que la escuela impulsaría esa imprescindible incorporación del indio a la nacionalidad, caso contrario sobrevendría un holocausto

ARGUEDAS Y LA MESA REDONDA

Arguedas y la mesa redonda


.Por Antonio Zapata

Poco después de publicar su famosa novela Todas las sangres, José María Arguedas participó de una mesa redonda en el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), para discutir con un destacado grupo de críticos y científicos sociales. Con la excepción del lingüista Alberto Escobar, los demás participantes criticaron frontalmente la obra. El argumento más empleado fue que no reflejaba el presente ni el futuro del país, sino que constituía un trozo de su pasado.

Por ejemplo, el destacado antropólogo Henri Favre sostuvo que la novela estaba construida sobre temas de etnia y casta, cuando en la realidad peruana de esos días primaban los problemas de clase. Donde Arguedas veía indígenas, él observaba campesinos. Uno a uno los intelectuales lo fueron arrinconando y Arguedas se defendió como pudo.

Ante la silenciosa presidencia de Luis E. Valcárcel, Arguedas sostuvo que el Perú era muy diverso, que había regiones más desarrolladas que otras, pero que el gamonalismo a la antigua no había desaparecido ni de Cusco ni de Apurímac y que ahí estaba situada su novela. Pero se fue callando, hasta que Aníbal Quijano resumió las críticas y con su habitual consistencia demolió la visión de la sociedad peruana planteada por la novela. Antes de silenciarse, Arguedas en un momento exclamó: “¡Entonces he vivido en vano!”, expresando que si no entendía al Perú y su obra no era una contribución, sino lo contrario, se sentía sobrante en este mundo.

En realidad, esos eran sus sentimientos cuando esa misma noche anotó en su diario que estaba deshecho. Un grupo de científicos sociales le había explicado que no servía para nada, ni para novelista. Él sintió que le faltaban fuerzas y dio vueltas alrededor de la idea del suicidio, pidiéndole perdón tanto a Celia como a Sybilla. Pero no se mató esa noche, lo haría cuatro años después.

Por lo tanto, bastante se ha escrito sobre la relación entre los dos acontecimientos, la discusión en el IEP y el suicidio de Arguedas.

La segunda edición de la mesa redonda fue prologada por Guillermo Rochabrún, quien analiza cómo y por qué en el IEP no hubo un diálogo fecundo, sino más bien plagado de incomprensiones. Aparentemente todo está claro y no hay más que decir, la mayoría de los participantes ha fallecido y los que sobreviven no han querido abundar.

Pero quisiera plantear otra lectura de los hechos. Pienso que sí hubo creatividad. En todo caso, Arguedas les hizo caso y planteó su siguiente novela en la costa, en el puerto pesquero de Chimbote, donde se estaba dando la fusión entre el Perú criollo y el andino, que los científicos sociales le habían subrayado como el verdadero proceso social del país. Arguedas fue en busca de la problemática cuya ausencia le habían criticado.

Gracias a su sensibilidad, Alberto Escobar captó la conexión entre la mesa redonda y la última novela sobre los Zorros, en el prólogo que escribió para la primera edición de esa célebre reunión. Casi a la pasada menciona que Arguedas procesó el debate, al encarar la problemática de Chimbote. De esta manera, se habría sobrepuesto al mal sabor que le dejó esa tarde. Al suicidarse pocos años después, se quebraron sus fuerzas y se desataron viejas dolencias. Pero la mesa redonda no fue el acontecimiento que lo desmoronó, sino por el contrario, le dio alas a su última empresa intelectual.

El desgarro de esta novela postrera y la narración inconclusa –intercalada con los diarios que anuncian la muerte del autor–pueden leerse como una lucha final, una agonía, para emplear el término en su significado unamuniano. Por un lado, la racionalidad para comprender al nuevo Perú, y por el otro, sus crónicas angustias vitales, que se impusieron y lo llevaron al suicidio. Así, los Zorros de El zorro de arriba y el zorro de abajo serían los últimos vástagos de la mesa redonda del IEP.

EL PUEBLO AL PODER

Devolverle el poder a la gente

.Por Javier Diez Canseco

La descomposición de sistema político peruano es tremenda. Congreso, gobierno y partidos políticos tienen minúscula credibilidad ciudadana. Están invadidos hasta el tuétano por la corrupción. ¿Qué legitimidad tienen muchas de las fuerzas políticas o candidatos? Casi ninguna. De allí la fragilidad e inestabilidad del voto y el rápido desencanto con muchos de los elegidos.

A 90 días de las elecciones, la “campaña” se concentra en los escándalos de las planchas y listas parlamentarias. Primero se recordó que un arroz con mango postula a PPK, lobbista de grandes empresas, a la presidencia siendo norteamericano. Juró renunciar a toda lealtad con el Perú y quiere gobernarlo. (¿Keiko es también japonesa y de EEUU?). Luego salió la subasta de la vicepresidencia del Mudo: buen rematista, lo muestra Comunicore o la duplicación del costo del Metropolitano. De inmediato, vemos a “muñequita” Aráoz intentando –¿ingenuidad?– sacarse el genoma de la corrupción alanista vía el sacrificio de la candidatura congresal del escudero del Rey, el Tío George. Muñequita terminó bailando apretadito con él. “Principista” ella, ante la “evidencia” de un peritaje de la policía de Alan. Claro, dejó a Matute –su invitado #1– chamuscado. Pero el circo de verano seguirá. Si Castañeda tiene a la ex, se dice que Keiko llevaría a Zaraí Toledo al Congreso. Esta elección es “full contact”, todo vale.

¿Qué clase de gente nos va a gobernar? La desconfianza y la volatilidad del voto se acentúan. ¿Qué hay a la base? La falta de transparencia, el carácter espurio, de repartija e inorgánico de muchos de los partidos y bloques políticos, el copamiento de partidos y candidaturas –e importantes medios– por agentes y representantes del poder económico, la falta de canales de participación y control ciudadano, la ausencia de rendición de cuentas de las autoridades elegidas y la imposibilidad de revocar el mandato que les otorgó a parlamentarios y al mismo Presidente.

Tampoco se promueve una información política seria. Los programas van de adorno. Pocos los conocen y, en general, escuchan ofertas que nadie sabe cómo se financiarán. Aunque varios candidatos y candidatas –ya fueron Presidente, Primera Dama o Ministros de este o anteriores gobiernos– ahora ofrecen todo lo que no hicieron, sin decir cómo, o ahora prometen redistribuir la riqueza de un crecimiento económico que no llegó a las mayorías cuando gobernaron. Y la prensa, en general, ni toca el tema. Toledo ofrece todo a los maestros, Keiko dará el SIS gratis, PPK hará gran infraestructura, Meche atenderá los problemas de la gente. Pero, todos gobernaron y no lo hicieron.

¿Por qué? Por la misma razón que García no cumplió con el impuesto a las sobreganancias mineras, con eliminar los services o nombrar a los trabajadores contratados del Estado. No quieren tocar las enormes ganancias de sus patrones y socios, los más ricos del Perú: las empresas mineras y extractivas que se llevan la torta y dejan migajas a un país que necesita esa renta para educación pública gratuita y de calidad, con apoyo alimenticio y atención médica en los colegios, con maestros dignamente remunerados y actualizados en sus conocimientos y métodos; para que la salud pública sea eficaz, gratuita y universal; o para que los programas sociales promuevan empleo y capacidad más allá de la asistencia. Todo eso exige renegociar y revisar los contratos de concesiones y recuperar renta para el país.

Exige también un Estado que haga que se respete a la gente. Los bancos y financieras abusan con un Estado cómplice. ¿Pueden crecer MYPES pagando créditos con 40/50% anual de intereses y comisiones? ¿Dónde están la Superintendencia de Banca y el BCR? ¿Tienen derecho Ripley y Saga a cobrar intereses y comisiones a compradores por 40% o más? ¿No hay protección al consumidor?

Devolverle el Estado a la gente es vital. Y hoy, sólo veo a Gana Perú planteándolo.

ELECSSSOLES

Escena electoral volátil

.Por Javier Diez Canseco

Cuatro elementos marcan la escena electoral. Primero, la inmunda mercantilización de la política: la subasta de puestos, que involucra abiertamente a Castañeda y a Keiko Fujimori. El audio de la ex esposa de Acuña para ubicarse en SN, y Guía, fujimorista de Junín, que denuncia que Keiko le pidió US$ 200,000 por un puesto, mientras colocan a Kenyi tercero en Lima. Ojo, el comité de campaña fujimorista lo dirige papá Alberto desde la cárcel donde dice estar detenido.

En segundo lugar, la teatral competencia “anticorrupción” de todos los candidatos, aunque el grueso está vinculado a casos graves. Castañeda juega a víctima en el caso Comunicore. Pero se le complica: hay la vinculación de algunos operadores de esa empresa con el narcotráfico. Además la nueva administración municipal decidió aclarar el entramado de la maloliente decisión de pagar al contado una deuda sobrevaluada (pactada en 10 años) que Comunicore acababa de comprar en 21 millones de soles menos que lo que pagó Castañeda. Un informe fiscal acusaría a Keiko por los fondos para sus estudios y otras inversiones. Descompone la candorosa imagen que vende.

El APRA cruje con el teatro de Meche Aráoz sobre su incompatibilidad con la candidatura del investigado Del Castillo aunque calla sobre otros que la acompañan, desde el Secretario de la Presidencia, Luis Navas, visitante de la suite de Canaán, hasta Omar Quezada, Jefe de la Cofopri que vendió a otro aprista un terreno de 300,000 metros en menos de S/.5,000 cuando valía 12 millones de soles. Y a Toledo y PPK, que gobernaron juntos, les recuerdan perlitas como la concesión del gas de Camisea a Hunt Oil y la modificación del contrato en beneficio del consorcio y perjuicio del país. Ninguno puede obviar su responsabilidad como gobernante ni el rol de sus partidos para impedir las investigaciones en el Congreso o empantanarlas en el PJ, pero todos juegan a moralizadores.

Tercero, la maratón de ofertas de candidatos que ya gobernaron y no hicieron lo que hoy prometen, replantea la credibilidad política. Ninguno, al gobernar, aplicó la oferta, hoy generalizada, de redistribuir parte de la riqueza generada en el crecimiento económico. ¿Por qué creerles si con ellos aumentaron las diferencias, se concentró la propiedad y la riqueza en pocas manos, y amplias mayorías fueron excluidas? Hoy ofrecen redistribuir. ¿Como el cambio responsable de García o el impuesto a las sobreganancias mineras que nunca aplicó? Ningún ex gobernante plantea una verdadera reforma tributaria o el impuesto a sobreganancias mineras y cobranza efectiva de regalías. Sólo Humala. Ni Toledo, PPK o Aráoz lo hicieron. ¿Les creemos? Ni cuantifican el costo de sus ofertas. Cuando Toledo propone dar 20% del presupuesto a Educación, no dice de dónde saldrá el dinero, salvo las generalidades de “reducir la evasión fiscal”, “formalizar los informales”, “ampliar la base tributaria”. No funcionó cuando gobernó con PPK ni en el gobierno de García.

Cuarto, la prensa quiere presentar la idea de que todos los candidatos comparten la política económica, sin diferenciar entre el continuismo y quien propone un Estado que haga respetar los derechos de la gente y la proteja, que sea soberano y no instrumento de los grupos de poder privados, que haga que las autoridades consulten y rindan cuentas, que los congresistas o el Presidente puedan ser revocados de mandato por abuso de poder o incumplir su compromiso electoral. Y, encima, buscan hacernos creer –como cuando Kouri y Lourdes– que la competencia está cerrada entre tres que son fijos para la final.

Si la gente hila estos cuatro elementos de la campaña electoral y mediática, y saca sus cuentas, el escenario electoral y las encuestas sufrirán cambios sustanciales. Las pasadas elecciones de Lima muestran que el cambio es posible cuando los electores ven que en la vitrina principal no está lo que quieren.
Interoceánica y Gasoducto



.Por Humberto Campodónico

La carretera Interoceánica a Brasil tuvo muchísima oposición, dentro y fuera del gobierno, pues muchos pensamos que no había suficiente tráfico para invertir tanto dinero, que el beneficiado sería Brasil y que esta megaobra no era tan importante como otras en ese momento. Dado que no pasaba el SNIP, se le exoneró de este requisito, pero Toledo siguió apostando por ella. Los detractores nos equivocamos de palmo a palmo. La carretera es tan importante y su beneficio tan palpable que hoy todos reclaman su paternidad. La discusión sobre el tráfico, el desarrollo y la rentabilidad quedó en la teoría (Cecilia Blume, Discusiones de campaña, Correo, 03/01/2011).

Lo que dice Blume es clave, pues demuestra que algunos proyectos tienen una importancia estratégica que va más allá de los análisis costo/beneficio de los estudios de gabinete. Podemos agregar, incluso, que si hoy no hubiera aún el suficiente tráfico, la Carretera estaría plenamente justificada, tanto por sus objetivos de integración territorial nacional e internacional (proyección a los mercados de Brasil y al sudeste asiático), como por su apoyo al desarrollo productivo y agrario de la sierra sur.
Todo ello, claro está, no obvia que los organismos del Estado velen para que se cumplan todos los requisitos técnicos y, también, por la realización –y aprobación– del necesario Estudio de Impacto Ambiental.

La cuestión de fondo es cómo se inserta esta carretera en un Plan Nacional de Desarrollo. A eso apunta el “Plan Bicentenario: Perú hacia el 2021” de CEPLAN, pues se dice que “se debe continuar con el afianzamiento y profundización de los vectores principales de la “Alianza Estratégica” con Brasil, con énfasis en importantes áreas como el desarrollo fronterizo, la integración física fluvial, aérea y terrestre, la integración energética y la profundización del comercio en inversiones” (www.ceplan.gob.pe, p.105).

Lo planteado debe desembocar en proyectos que potencien las sinergias de las inversiones privadas y públicas, tanto a nivel nacional y regional peruano, como con las inversiones brasileñas. Es allí donde no conocemos cuáles son los planes que tienen los gobiernos regionales de Cusco, Puno, Arequipa, Moquegua y Tacna para llevar adelante un Plan de Inversiones para esta Macro Región.

En el nivel de los proyectos nacionales destacan los del sector energético. Uno es el Acuerdo Energético Perú-Brasil, firmado el año pasado. No se puede discutir aquí todos los detalles, pero debe decirse claramente que existen fuertes cuestionamientos a la construcción de las hidroeléctricas, por consideraciones ambientales, sociales y de biodiversidad.

El otro gran proyecto es el gasoducto surandino, que debiera llegar a las mismas Regiones donde está la Interoceánica. Con la llegada del gas, todo el trapecio surandino podría estar conectado con GNV, abaratando los costos de transporte urbano e interurbano. El gas también abastecerá a las industrias y grupos privados han anunciado inversiones petroquímicas en Ilo.

Este gasoducto debe salir sí o sí, como la Interoceánica, porque tiene una importancia estratégica central: es la palanca para el desarrollo productivo de las regiones más pobres. Para hacerlo, sigamos el ejemplo de la Asociación Público-Privada en Chile entre la estatal ENAP y empresas privadas que en solo 5 años construyeron el Terminal de Recepción de Gas Natural Licuado que ha logrado la no-dependencia energética del vecino sureño (www.cristaldemira.com, 30/10/09). Si la cosa queda solo como un proyecto privado puede demorarse años de años o no salir nunca.

No nos equivoquemos “de palmo a palmo”. Miremos al 2021 –en una nueva relación Estado-mercado para la diversificación productiva– y podremos avizorar el despegue del sur andino.

MINERASSSSSSS

Los contratos de estabilidad jurídica ya fueron

.Por Humberto Campodónico

En el Perú están vigentes cerca de 20 contratos de estabilidad jurídica con empresas mineras. Destacan Antamina y Toromocho, con inversiones superiores a los US$ 2,000 millones. Otras inversiones importantes son las de Barrick (Pierina y Alto Chicama) por más de US$ 530 millones y Yanacocha (Maqui Maqui, Cerro Yanacocha y La Quinua) por más de US$ 180 millones.

Estos contratos, establecidos por la Ley de Minería de 1992, “estabilizan” la tasa de los impuestos que paga el empresario minero y tienen un plazo de 15 años. Así, el impuesto a la renta (3era Categoría) se “plancha” en 30%, a lo cual hay que sumarle el Impuesto a la Renta (IR) de 2da Categoría de 4.1% cuando se distribuyen utilidades. En total el IR es 32.9%.

La ley 27343 del 2000 estableció que para acceder a la estabilidad tributaria hay que pagar una tasa de 2% adicional, que se suma a la tasa del IR (30% + 2%). La justificación es que hay que pagar un “plus” por la estabilidad. En este caso, se critica que este “plus” sea tan pequeño, planteándose que debiera ser un 4 a 5% adicional.

Estos contratos se crearon en 1992, cuando el Perú recién salía de la hiperinflación del primer gobierno de García y de una guerra interna. En el plano internacional se había caído el Muro de Berlín y la URSS, lo cual hacía presagiar una fuerte competencia con esos países para atraer capitales. Por tanto, cobrar bajos impuestos y estabilizarlos se volvió moneda corriente.

Pero en el Perú se fue más lejos, porque la Constitución de 1993 los ha blindado (Art. 62). En efecto, nadie los puede tocar –ni siquiera el Congreso–, ya que solo pueden ser modificados previo acuerdo entre las partes. Este blindaje no existe en ningún otro país de la Región.

Dice el FMI que estos contratos son discriminatorios pues otorgan beneficios que otros no tienen. Por eso plantean que ya no se firmen más contratos de este tipo. Desde nuestro punto de vista se debe derogar el Art. 62 de la Constitución de 1993.

Es por estos contratos que muchas empresas mineras no pagan la regalía creada por la Ley 28528 del 2004, que es del 3% para las ventas superiores a US$ 120 millones anuales (lo que es superado por toda la Gran Minería). Debe decirse que el Tribunal Constitucional dijo en el 2005 que sí debieran pagarla, pero el Ministerio de Energía y Minas dijo que no y ahí quedó.

Para terminar, ya no debieran firmarse más contratos de estabilidad tributaria. Segundo, se debe derogar el Art. 62 de la Constitución. Tercero, se debe aplicar un impuesto a las sobreganancias, producto de los extraordinariamente altos precios de los minerales, lo que ahora no se puede hacer por los contratos de estabilidad.

De lo que no queda duda es que esta legislación debe modernizarse ya, para que la renta de los recursos naturales pueda financiar los programas sociales y la inversión en infraestructura. ¿No es cierto?

ESPECULACION

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.Por Humberto Campodónico

Los precios de los productos básicos se han disparado en las últimas semanas y existe una gran preocupación sobre su impacto en la inflación. Existen varios enfoques sobre las razones de esta “disparada”, cuestión que queremos debatir en esta columna debido a la influencia que pueden tener en la inflación nacional.

Uno de los enfoques nos dice que el problema central está referido a problemas de oferta. Así, por ejemplo, el Departamento de Agricultura de EEUU dice que las sequías en América del Sur y las inundaciones en Australia han potenciado la sequía que atacó los campos de trigo de Rusia. A ello se agrega el impacto de las fuertes nevadas recientes en EEUU, que han disminuido los estimados de las cosechas de trigo y soya.

De otro lado, tenemos el aumento de la demanda de productos básicos que vienen de los países emergentes. Dice Bloomberg que la demanda de la China y la India sigue creciendo aceleradamente, sobre todo debido al aumento del consumo de las clases medias de esos países. Agrega Bloomberg que el aumento de la producción de etanol proveniente de la soya también ha contribuido al alza de los precios.

A esto se agrega el hecho de que los mercados de productos básicos están cada vez más influenciados por la entrada de capitales especulativos. Dice el Barclays Bank que los valores en los mercados de commodities crecieron 80% en el 2010 y llegaron a US$ 354,000 millones ese año. Además se estima que en el 2011 llegarán US$ 60,000 millones adicionales a los mercados de commodities.

Esta entrada de capitales especulativos a los mercados de commodities ha preocupado al órgano regulador de EEUU (CFTC, en inglés. Comisión de Comercio de Futuros de materias primas), a tal punto que la próxima semana (el 17 de enero) se vence el plazo que le dio la Ley Dodd-Frank para frenar la especulación en los mercados energéticos y de metales.

El problema de la CFTC es que el mercado de derivados financieros globales (bonos, mercados de valores, tasas de interés, entre otros) es enorme –US$ 583 billones– y no se sabe cuál es la participación exacta de los commodities. Pero la preocupación existe porque se sabe con certeza que existe la especulación financiera en los mercados de commodities).

¿Cuáles son los precios de los metales que van a subir? Bueno, la verdad es que hay para todos los gustos. Pero una de las tendencias principales apunta a los metales preciosos. Así, por ejemplo, la plata aumentaría 37%, llegando hasta US$ 40/onza. De su lado, el oro, según Bloomberg, llegaría hasta US$ 1,700/onza, lo que equivale a un alza del 23%.

¿Por qué suben tanto los metales preciosos? La respuesta tiene que ver con costumbres atávicas que poco o nada tienen que ver con la realidad actual: sucede que los inversionistas buscan seguridad en los lingotes de oro y lo mismo hacen los gobiernos.

Hay también otras causas, más cercanas a la realidad: los programas fiscales de los países industrializados que “bombean” dinero a la economía a veces no llegan a sus destinatarios finales deseados (los consumidores) sino que se quedan a mitad de camino. ¿Dónde? En las manos de los especuladores que los invierten en los mercados de commodities.

Resumiendo, existen razones estructurales (de oferta y demanda) que influyen en los precios de los commodities. Pero también existe especulación financiera en los mercados de commodities, que contribuyó a levantar la burbuja del 2007 y del 2008 y que ha vuelto a las andadas en el 2010 y el 2011. Hay que tener mucho cuidado e identificar bien las causas de la inflación pues no hay que volver a repetir los errores del Mago Valdivieso en el 2008. Sabemos por qué.

SOBREGANANCIAS MINERAS

Sobreganancias mineras y argumentos vulgares



.Por Humberto Campodónico

Uno de los argumentos más comunes contra el impuesto a las sobreganancias mineras y petroleras debido dice más o menos lo siguiente: como el Estado pone un impuesto a la renta (IR) de 30% a las empresas, entonces, si el monto de las ganancias aumenta, lo mismo sucederá con el IR que recauda el fisco. Por tanto, el país sí participa de las sobreganancias.

Veamos un ejemplo numérico. Supongamos que el cobre está a US1.00/libra de cobre, que es el precio que había en el año 2000 y que era la base para establecer si una empresa minera llevaba adelante –o no– sus inversiones en una mina X ubicada en el país Y. En ese caso, si la utilidad imponible era de US$ 1,000 millones, el Estado cobraría US$ 300 millones IR y la empresa tendrá una Utilidad Neta de US$ 700 millones.

Agreguemos que la tasa interna de retorno (TIR) de la inversión, al precio de un (1) dólar la libra, estaba entre 15 y 16% para toda la vida útil de la mina, lo cual fue aprobado con aplausos por el directorio de la empresa, ya que superaba largamente la rentabilidad de los bonos del Tesoro y de los ahorros bancarios.

La cuestión es que en los siguientes años los precios estuvieron cerca de US$ 3/libra (debido a factores que nada tienen que ver con la empresa minera como, por ejemplo, el crecimiento de China), lo cual hizo que la utilidad imponible suba a US$ 3,000 millones. En este caso, el IR se triplicará hasta US$ 900 millones, mientras que lo mismo sucederá con la utilidad de la empresa, que subirá hasta US$ 2,100 millones.

Para los neoliberales defensores de la empresa minera, los US$ 900 millones que ahora recauda el Estado son su participación en la sobreganancia. No plantean un impuesto a la sobreganancia incluso si ésta se obtiene de un recurso natural no renovable (que pertenece a todos los peruanos) como las reservas de cobre de la mina X.

La cuestión central, que los neoliberales obvian, es que la TIR de la empresa ya no va a ser la “aplaudida” 14%, sino que va a subir a 20 o 22% (como ha sucedido con Antamina –y eso que todavía le faltan un montón de años de vida útil, por lo que la TIR seguirá aumentando).

Con esta nueva TIR los empresarios mineros se pararán de cabeza y harán mil piruetas. Pero, sobre todo, le agradecerán al gobierno peruano de turno el hecho de que ni siquiera les plantee el impuesto a las sobreganancias (como sí lo exigen Israel y Chile) porque se contenta con un miserable óbolo, que ni siquiera es recaudado por la Sunat, pues la empresa es la que decide lo que se hace con ese dinero.

El tema de fondo es que la empresa no tiene ningún derecho de llevarse US$ 1,400 millones (2,100 – 700) como Utilidad Neta, pues deben ser compartidos entre el Estado y la empresa, en una proporción a ser discutida en una negociación entre las partes. La recaudación tributaria sería no menor a US$ 2,000 millones anuales, cerca del 1% del PBI. Extraordinario.

Esa negociación debiera darse con las empresas que ya han invertido en el país, aun si tienen contratos de estabilidad tributaria. Seguramente las empresas comprenderán que esas sobreganancias deben compartirse. La cosa cambia con las empresas que recién llegan: aquí de todas maneras debe modernizarse la ley existente para que este nuevo juego comience con nuevas reglas, las mismas que deben incluir algún tipo de participación del Estado en las sobreganancias. ¿No es cierto?

Para terminar, algunos dicen que si esto es así, entonces el Estado debiera dejar de cobrar impuestos cuando los precios bajan. Nos parece bien. Si el precio se pone por debajo de 1 dólar la libra de cobre, entonces se puede plantear que baje la tasa del Impuesto a la Renta. Hasta que eso no suceda, se debe aplicar, sí o sí, el impuesto a las sobreganancias mineras y petroleras. Los recursos naturales del Siglo XIX deben servir para financiar nuestro Siglo XXI

TUNEZ Y PERU


Túnez: Fin de la “nueva era” y “efecto dominó”

.Por Humberto Campodónico

Túnez ha tenido, desde hace años, resultados superiores a su nivel de ingresos, comparado con sus vecinos del Medio Oriente y Africa del Norte. Lo mismo sucede con los rankings de gobernabilidad e índices de desarrollo. Túnez es de lejos el más adelantado en términos de eficiencia gubernamental, imperio de la ley, control de la corrupción y calidad regulatoria. Túnez también ha tenido un progreso remarcable en el crecimiento con equidad y la lucha contra la pobreza, lo que le ha permitido alcanzar buenos indicadores sociales.

El párrafo que antecede proviene de un informe del Banco Mundial del 2010. Con esos calificativos, dice la prensa europea, ¿quién podía imaginar que la gente saldría a las calles en movilizaciones de decenas de miles de personas para derrocar al régimen de Ben Alí, en el poder desde 1987? ¿Acaso la Unión Europea, desde 1995 a la fecha (con la Iniciativa Barcelona) no le había otorgado préstamos por más de 2,800 millones de euros así como asistencia financiera por un monto de 1,700 millones?

¿Acaso Túnez no tiene un alto ingreso per cápita de US$ 9,500 anuales (que duplica al peruano y, ojo, Túnez no depende de las industrias extractivas) superando a los demás países de su zona (el per cápita de Libia de US$ 13,800 está inflado por los ingentes ingresos petroleros)? Además, la población es de las mejor educadas de la Región y solo alcanza los 10 millones de personas.
Si esto es así, ¿por qué nadie vio lo que se venía? Con la leche ya derramada, ahora se dice que no se estaba mirando el problema del desempleo, que alcanza el 14%, una de las cifras más altas de los países árabes. Otros apuntan a la corrupción generalizada del régimen de Ben Alí, donde su esposa jugó un rol importante (la consigna del régimen era: “lo que es tuyo, es mío”).

También se dice que había un gran deseo por la democratización de las instituciones y la búsqueda de la alternancia en el poder. Claro. Ben Alí subió al poder en 1987, inaugurando la llamada “Nueva Era” y se quedó 23 años, lo que implicó dos cambios en la Constitución. Primero, para prolongar sus mandatos de dos a tres. Y, segundo, para cambiarla de tres a cinco mandatos. Agreguemos que durante 25 años su Movimiento Democrático Constitucional fue el único partido legal, dominando todos los resquicios de la vida política.

Debido a los problemas de desempleo, corrupción y falta de democracia en toda la zona podría haber un efecto dominó. En efecto, Hosni Mubarak ya lleva 30 años como Presidente de Egipto, mientras que Gadafi gobierna Libia desde 1969. Buteflika está en Argelia desde 1999 y Hafez Assad, Presidente de Siria desde 1970, murió en el 2000 “pasándole tranquilamente” el poder a su hijo Bashar. En Marruecos y Arabia Saudita –como en otros países de la Región- hay monarquías constitucionales.

Lo que Túnez tiene ahora por delante es saber si “la revolución” llevará a verdaderos cambios políticos (lo que exige una relación con el movimiento islámico, hoy ausente del juego político). Por lo que se sabe, si bien Ben Alí se fugó, el nuevo gobierno más parece un “continuismo” con algunos “adornos de cambio”. También se pone a prueba la política europea y norteamericana de “realpolitik” frente a muchos sátrapas autoritarios de la zona (salvo en el caso de la invasión gringa a Irak para apoderarse del petróleo).

Pero en fin de cuentas son los pueblos árabes quienes deben decidir su propio destino. Parece que ya han comenzado y les deseamos alas y buen viento para llegar a feliz puerto en el mar encrespado y supertormentoso que tienen por delante, en gran medida por el entorno geopolítico en que se encuentran.

HU JINYAO OBAMA

Hu Jintao en EEUU: Signo de los tiempos

.Por Humberto Campodónico

El presidente chino Hu Jintao está visitando EEUU y ha sido recibido por todo lo alto. Ha sido honrado con las más altas condecoraciones que da EEUU, ha tenido una cena privada con Barack Obama (además de las oficiales), ha alborotado todo el cotarro político: algunos no fueron a las recepciones oficiales, mientras que otros lo acusaron de dictador (pero luego se han rectificado).

La cereza de la torta la puso el alcalde de Chicago, Richard Daley, al decir que su ciudad quiere ser el primer socio comercial de China dentro de EEUU. Claro, esta ciudad es la sede de Caterpillar y Boeing, empresas que tienen grandes inversiones y ventas en China y que forma parte del paquete de ventas de US$ 45,000 millones anunciado por Obama.

El trasfondo económico es que el PBI de China de US$ 5.7 billones en el 2010 ya desplazó a Japón del segundo lugar y se va a la caza de EEUU cuyo PBI en el 2010 fue US$ 14.7 billones. Hasta antes de la gran recesión del 2008, la mayoría de analistas estimaba que eso sucedería alrededor del 2050 o, en el mejor de los casos en el 2035. Ahora se estima que si se mantiene el crecimiento de “dos velocidades” (China al 9 a 10% y EEUU del 2 al 3%), eso sucedería en el 2020.

Este cambio en la hegemonía económica puede sorprender a muchos pero si se le analiza desde una perspectiva de largo plazo la cosa no es tan novedosa. En efecto, según los análisis del historiador económico Angus Maddison (que murió el año pasado), las economías asiáticas tuvieron la hegemonía económica total en la Antigüedad, lo que se prolongó por miles de años (1).

Aun en el año 1500 las economías de Japón y China combinadas representaban el 28% del PBI mundial (si agregamos India, Asia sube a 52%), mientras que las de EEUU y el Reino Unido juntas solo eran el 1.5%. Estas proporciones se mantuvieron más o menos estables hasta que los efectos de la Revolución Industrial (fines del siglo XVIII en Inglaterra) se comenzaron a hacer evidentes.
Así, hacia 1890 el Reino Unido y EEUU superaron a las estancadas China y Japón, lo que se profundizó en el siglo XX. Pero desde mediados del siglo pasado, Japón primero y luego China desde 1979 (las “cuatro modernizaciones” de Deng Xiaoping), vuelven a ganar terreno y acortan fuertemente las distancias con las potencias occidentales. Por tanto estamos, hoy, de vuelta a la “normalidad histórica” (business as usual?).

Este análisis económico no toma en cuenta las variables políticas que podrían frenar el crecimiento chino, sobre todo las tensiones que producen las grandes disparidades entre regiones, así como posibles exigencias de libertades políticas, inherentes a las sociedades de información y del conocimiento.

Tampoco toma en cuenta la coyuntura económica de corto plazo, según la cual estaríamos frente a un “recalentamiento” de la economía china. Es lo que dice un reciente informe del banco francés Société Générale titulado “El dragón que jugaba con el fuego” (18/1/2011). Afirman que el devaluado yuan y el aumento de la inflación –que ya está cerca al 5% anual–va a obligar al gobierno a subir las tasas de interés para enfriar la economía, lo que provocaría una caída de precios (sobre todo de las materias primas) e impactaría fuerte en las bolsas mundiales.

Sea lo que fuere, no cabe duda que el tratamiento otorgado a Hu Jintao por EEUU es el indicador más claro del signo de los tiempos en esta segunda década del siglo XXI. Aunque, claro, todavía mucha agua tiene que correr bajo los puentes.

LUIS JAIMA CISNEROS

Sociedad del conocimiento y la información

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.Por Luis Jaime Cisneros

Una sociedad abierta al conocimiento y a la información es un mundo urgido de una actividad inteligente constante y eficaz. Para que esta realidad sea fruto de un empeño estatal, la escuela asume grave responsabilidad, ajena a todo tipo de improvisación. Para empezar, la escuela debe tener presente esenciales rasgos que caracterizan a este tipo de sociedad, desde el punto de vista de la comunicación. Lo explicó con su natural acierto Habermas: la comunicación en esta hora del mundo sirve para expresarse, para informarse, para caminar, buscar, investigar; para proponer, argumentar, criticar, defender. La escuela tiene que estar preparada para entrenar al alumno a enfrentar estos menesteres.

¿Por qué? Porque es deber del maestro capacitar al alumno para que sepa orientarse en la sociedad en que le toca vivir y a cuya realización debe colaborar, cuando llegue el momento, profesionalmente. Saber vivir en una sociedad significa aprender a conseguir lo que se desea y a evitar lo que resulte inconveniente o malsano. La sociedad del conocimiento y la información (sigue Habermas presente en las afirmaciones) se diferencia sustancialmente de la que hemos heredado.

El primer deber de la escuela, en este tipo de sociedad, está centrado en ayudar al alumno a su propia realización. Ayudarlo a que sea él mismo, distinto de lo que era al iniciar su vida escolar. Ser distinto de ese minuto inicial no significa “no ser quien era”, sino precisamente ser el que, una vez logrados desarrollo y avances previsibles para la naturaleza y para la escuela, adquiere la calidad real de ‘persona’. Esta preocupación por el trabajo y los métodos científicos está orientada a alcanzar esos logros. Es que la finalidad última del trabajo escolar es preparar al muchacho a ingresar, y a vivir, en un universo de adultos sin enrojecerse, sin amilanarse, como un modo de integrarse, así, al grupo generacional que le corresponde, que es el que estará llamado, en el futuro, a enriquecer la propia tradición.

Hay un tema ahora imprescindible de tocar. Muchos lo consideran importante al tratar estos temas: el tema de la autoridad. Conocemos opiniones de periodistas, políticos, y padres de familia. Todos ellos, adultos. Nadie ha pensado en la necesidad de consultar a los estudiantes. Qué significa para ellos ‘la autoridad’. Cuando oímos hablar sobre el tema, descubrimos que no mencionan a los jefes, a los directores. La autoridad de que hablan es la del maestro. Y descubrimos con cuánta razón el diccionario, al tratar de la palabra, agrega: “Asimismo se toma por crédito, estimación, fe, verdad y aprecio”. Al maestro, al buen maestro, los alumnos le reconocen autoridad para aconsejar, guiar, encarar y ayudar a resolver situaciones nuevas o molestas. Cómo luchar contra la rebelión estudiantil es tema diario que los periódicos recogen en la página policial. La solución la han propuesto en varias lenguas: si evitamos que en el alumno aparezcan síntomas de fracaso escolar, y si lo indagamos para ayudar a sobrepasarlo, comenzamos a asegurar la disciplina.

El mundo moderno está convulso. Las ideologías han contribuido ciertamente a quebrar esperanzas e ilusiones y a despertar, por otro lado, reivindicaciones imposibles. La inseguridad y la desesperación suelen perturbar al alumno en sus finales horas escolares, atento al porvenir. Al maestro corresponde estar presente para ayudarlo a sobreponerse a la duda y al temor. Hay que saber prever el momento. No hay que esperar a que llegue la desesperación para emprender una tarea, ni menos es necesario tener éxito para perseverar. Hay que convencer al estudiante de que el secreto está en tener fe y decisión, es decir objetivos claros en el horizonte. La perseverancia es la que conduce al triunfo. El triunfo no es el punto al que se llega sino la estela (la historia, si se prefiere) de un esfuerzo continuo. En cambio, el éxito no siempre asegura la persistencia del esfuerzo, toda vez que puede prestar asilo a la vanidad o a la suficiencia y puede ser, así, anticipo o señuelo del fracaso ulterior. Algo debe quedarle claro al estudiante en los momentos de duda: con dinero no se aprecia el valor del porvenir. Perseverancia y esfuerzo robustecen la fe en la inteligencia y fortalecen el espíritu.

ARGURDAS Y CISNEROS

Entre Arguedas y Cisneros

.Por Jorge Bruce

Fue una proeza ingresar a la galería Pancho Fierro, de la Municipalidad de Lima, donde se realizaba el acto de presentación de La Chalina de la Esperanza. La afluencia hizo necesario restringir el acceso al público. Había una gran cantidad de periodistas debido a la presencia del Nobel Vargas Llosa, así como la alcaldesa Susana Villarán. Al punto que la llegada de Juan Ossio, ministro de Cultura, casi pasó inadvertida. Esta mediatización del acontecimiento fue de doble filo. Por un lado opacó la presencia de las protagonistas. A saber, las tejedoras, las familiares de los desaparecidos que vienen luchando desde hace décadas –literalmente– para recuperar el cuerpo o por lo menos noticias de las personas cuyos vínculos eran esenciales en sus vidas: maridos, padres, hijos, hermanos, abuelos.

Por otro lado, la atención de los medios permite visibilizar un acto de memoria y reparación simbólica que es de justicia y de salud no solo para los directamente afectados sino para toda la nación. Incluso para quienes, cegados por el odio y la ideología, se niegan a reconocer la trascendencia de esta iniciativa, cuyo mérito corresponde al colectivo Desvela Perú, integrado por Marina García Burgos, Paola Ugaz y Morgana Vargas Llosa.

Para demostrar lo anterior basta representarse esta escena, en la cual están reunidos, además de los ya citados, el sacerdote Gustavo Gutiérrez, Beatriz Merino, la Defensora del Pueblo, y el pintor Fernando de Szyszlo, presidente de la Comisión del Museo de la Memoria, flanqueados por la chalina, en un extremo de la sala, y la imagen de José María Arguedas, en el otro, con una enorme presencia de público de todas las sangres, para quedarnos en el imaginario arguediano.

En el centro, tres mujeres cantaron: Pamela Rodríguez, Rossana Valdivieso y Magaly Solier, cuya presencia cada día tiene más fuerza y elegancia interpretativa. El hecho de que su abuela fuera asesinada por Sendero le daba un peso gigante a sus palabras de ternura y reconciliación. Al final las tres cantaron Solo le pido a Dios, el himno de León Gieco, que, como todas las versiones usadas en exceso, puede resultar empalagosa. Pero cuando pasaron del español al quechua, traducido por la Solier, sucedió algo extraordinario: la misma canción, gastada por el abuso, cobró una vida nueva y potente que sobrecogió al auditorio.

Después conversé brevemente con la flamante alcaldesa y pensé en la magnitud de los desafíos que ya está enfrentando. Sería irresponsable apoyarla a rajatabla, basados en su insólita –en nuestro medio político– corrección y buena voluntad. De hecho requiere de nuestra vigilancia y crítica. Pero lo obtuso y autodestructivo es atacarla sin ton ni son, como está haciendo cierta prensa ciega de furia por la victoria de FS, olvidando que la ciudad es de todos y a todos nos afectan el caos del transporte y la creciente inseguridad.

Esa noche, sin embargo, se pudo vislumbrar un país que no se preocupa tan solo de resultados económicos desiguales, sino de la salud espiritual de la comunidad. Persistir en ese empeño es el mejor homenaje que podemos hacerles a los amautas como Arguedas o Luis Jaime Cisneros.

CAPITALISMO OLIGARQUICO Y TRANSNACIONAL

.Por Germán Alarco Tosoni
Investigador CENTRUM Católica

La discusión sobre la naturaleza del capitalismo peruano no es trivial, menos aún en esta coyuntura. Las particularidades del modo de producción son útiles para explicar su forma de operación, sus márgenes de maniobra y las posibilidades de reacción ante señales económicas. Existen diferentes tipos de capitalismo. En esta oportunidad utilizamos la taxonomía de los profesores estadounidenses Baumol, Litan y Schramm, quienes publicaron en el 2007 un libro sobre el capitalismo bueno y malo, en el que distinguen cuatro modalidades principales: el oligárquico, el gerencial o dominado por grandes empresas, de Estado y de emprendedores. En un país cualquiera coexisten los diferentes modelos, aunque la predominancia de uno sobre otro explicaría por qué el capitalismo es más o menos dinámico e irradiaría beneficios a núcleos importantes de la población.

Modalidades empresariales

El capitalismo oligárquico existe cuando el poder y el dinero están muy concentrados en unas cuantas personas, sean estas nacionales o extranjeras. Es la peor forma de capitalismo, ya que estos maximizan exclusivamente sus ingresos y riquezas, agravando la desigualdad y contribuyendo marginalmente al crecimiento. El capitalismo dirigido por el Estado –dicen los autores– puede ser exitoso, como ocurrió en los países asiáticos, pero enfrenta riesgos en las limitadas capacidades de los funcionarios públicos. El capitalismo de las grandes empresas también ha sido positivo, pero estas son reacias a tomar riesgos, a innovar y a invertir creando nuevas oportunidades de negocios. En cambio, el capitalismo emprendedor está compuesto por emprendedores radicales o muchas valiosas empresas que generan y son motores del crecimiento.

Estructura nacional

El elemento básico de la clasificación anterior es la estructura de propiedad que implica una dinámica y un comportamiento particulares. Campodónico (2010), a partir de la clasificación de Fitzgerald, muestra que la participación del capital extranjero como porcentaje en la generación del PBI representó el 10% en 1950, 22% al inicio del Gobierno Militar en 1968 y 28% en el 2000. Con información del Perú Top 10,000 Companies (2010) esta ascendería a 30.6% del PBI durante el 2008, aunque en el 2007 fue equivalente al 34.5% del PBI. La mayor presencia del capital extranjero tiene como contrapartida una menor presencia del capital nacional que redujo su participación del 43% del PBI en 1950 a menos del 28% en el 2000. Con la nueva información al 2007, el sector empresarial nacional solo generaría entre el 24% y 25% del PBI. Obviamente, si se suma el sector informal (no empresarial), su participación sería ligeramente menor al 60%, más una presencia estatal entre el 5% y 6% del producto.

La predominancia del capital extranjero es una forma de capitalismo oligárquico, ya que el control de los medios de producción está en pocas manos. Para el país no es relevante que la empresa sea cerrada o de capital abierto; lo que importa es que está en manos de accionistas foráneos. No existe información sobre la concentración de la propiedad en manos de los capitalistas nacionales, ni de su dispersión. Sin embargo, a pesar de que se ha incrementado el número de nacionales que participan en el capital de las empresas que operan en la Bolsa de Valores de Lima (BVL), no es evidente que los accionistas principales hayan perdido control de sus respectivas empresas. Asimismo, este capitalismo en pocas manos se refleja en que el número de empresas listadas en la BVL es menor ahora que antes. En el 2008 había solo 199 empresas, respecto de 230 en el 2000 (Banco Mundial, WDI, 2009).

La segunda modalidad nacional es el capitalismo gerencial o de grandes empresas. Maximixe (2010) estimó los niveles de concentración en las principales ramas de la manufactura, a cargo de grandes empresas. La concentración es alta en cerveza, jabones, industria avícola, harinera, aceites, cemento y otras como el transporte aéreo y el sector financiero. Solo las actividades concentradas de la manufactura generan alrededor del 12% de la canasta de bienes de consumo, con los riesgos consiguientes. Por último, tanto el capitalismo de Estado como de emprendedores son marginales. La actividad emprendedora, tan importante en los noventas (De Althaus, 2007), ahora sería menos dinámica que antes como resultado de la crisis económica internacional y la apreciación del sol.

Mejores prácticas y buen capitalismo

La clasificación comentada tiene sus problemas, pero puede ser útil al Perú. De acuerdo con una visión ortodoxa, nuestras posibilidades de alcanzar el “capitalismo bueno” son menores. Más que de innovaciones, en el medio se lee sobre mayores precios y menores remuneraciones reales. Las decisiones económicas básicas de qué, cómo y para quién producir se realizan principalmente desde afuera. Los elementos tradicionales de los precios relativos y las infinitas posibilidades de producción y consumo son más teoría que realidad.

Son muy pocas las empresas peruanas que innovan y operan con las mejores y más modernas prácticas empresariales. Para America’s Best Plants de IW, no solo hay que esmerarse en los temas tradicionales de la calidad, clientes, tecnologías, flexibilidad, optimización de inventarios, desarrollo de nuevos productos y procesos, mantenimiento, seguridad y medio ambiente, capacitación, productividad y costos. Es fundamental que los trabajadores participen cada vez en la toma de decisiones, que ganen más; que los precios decrezcan en lugar de aumentar, acompañados de una reducción aún mayor en los costos. Si de capitalismo se trata, este es el que deberíamos procurar alcanzar.

POBRE ELECTOR

FERNANDO ROSPIGLIOSI

El proceso de elaboración de listas al Congreso y el resultado del mismo muestran la profunda descomposición de la política peruana.

Las feroces peleas en todos los grupos políticos, sin excepción, han tenido como único objetivo de los contendores el hacerse de un buen puesto en la lista y, si es posible, dejar fuera a los compañeros de su propio partido que podían tener una alta votación preferencial, aunque eso fuera en perjuicio del conjunto.

Por supuesto, siempre ha habido algo –o mucho– de eso en anteriores procesos. Pero antes había motivos políticos o ideológicos que explicaban, por lo menos en parte, esas riñas. Y sus protagonistas siempre pretextaban discrepancias de orden programático para justificar sus disputas.

Ahora ni siquiera buscan excusas para apuñalarse por un puesto en la lista. Es la descarada lucha por el poder y sus beneficios lo que los motiva y lo que aparece públicamente.

Todos aplican el principio maoísta, repetido por Sendero Luminoso: salvo el poder, todo es ilusión.

Lo peor, el fujimorismo

Sin duda, la peor lista parlamentaria es la del fujimorismo Tiene todos los males imaginables. La República descubrió al jefe de guardaespaldas de Vladimiro Montesinos, el comandante (r) Óscar Cáceres, en su lista. Una muestra irrefutable que la supuesta distancia de Keiko Fujimori con Vladi en un cuento que solo los más ingenuos pueden creer.

Keiko efectuó un rápido control de daños y lo sacó de la lista, pero lo defendió ardorosamente. En el indeseable supuesto que ganara la presidencia, sin duda tendría un lugar preeminente en su gobierno.

El fujimorista de Junín, Moisés Guía, aseguró haber entregado dinero al ex dictador en su prisión dorada y que luego le habían pedido 200,000 dólares más para encabezar la lista parlamentaria en su departamento.

El nepotismo de la lista naranja es insolente. La hija del dictador es candidata a la presidencia. Otro hijo y el hermano postulan al Congreso, situación que comparten el médico, el publicista y hasta la enfermera, persona de dudosa trayectoria que tiene como único mérito para convertirse en parlamentaria sus continuas visitas a la Diroes.

Octavio Salazar, el cuestionado ex ministro de Alan García, y el abogado de los delincuentes trujillanos, William Galindo, comparten los honores del fujimorismo en La Libertad.

Por no mencionar a la caterva de rostros abominados en la década de 1990, que salen de las catacumbas para volver al circo.

Lo bueno y lo malo

Alejandro Toledo ha incorporado a personas capaces y honorables como Ronald Gamarra, pero en general su lista es mediocre, con algunas excepciones.

Y al introducir a varios personajes cuestionados de su gobierno se ha abierto innecesariamente un nuevo flanco de ataque. Es verdad que esas impopulares figuras están acusadas de asuntos reñidos con la moral personal, no robo, desfalco o asesinato, como ocurre con candidatos de otras listas.

Así, Toledo demostró que puede ser cierto su lema que lo que hizo bien lo hará mejor. Pero también parece que lo que hizo mal lo hará peor.

En el Apra, el acuchillamiento general para ocupar un lugar en la lista no solo tiene como propósito que los protagonistas de la escabechina sigan mamando de la teta estatal, sino salvar a varios de los procesos penales que podrían sobrevenir en caso de que no gane alguno de los candidatos presidenciales engreídos de Alan García.

Solidariamente tránsfugas

Luis Castañeda parece tener predilección por los tránsfugas y ha reclutado a todos los que ha podido de las cloacas de la política criolla.
Pero su problema más serio sigue siendo el robo de 21 millones de soles del municipio limeño, el caso Comunicore.

Esta semana la jueza provisional Nelly Aranda resolvió que sí se había cometido un delito en la gestión de Castañeda, que sus hombres de confianza habían atracado al municipio en sus narices. Pero resolvió procesar a 15 de los 16 acusados por la fiscal Fany Quispe. Curiosamente excluyó a Castañeda del juicio, a pesar de que él autorizó la operación y firmó los documentos.

Quizás se dejó influenciar por Alan García, quien públicamente insistía en que “no hay que judicializar la política”, es decir, pasar por alto los delitos de los políticamente poderosos.

El diario Perú.21, que inició hace más de un año la investigación que, por fin, se ha judicializado, resumió con precisión: “Sus gerentes al banquillo. Caso Comunicore. Plana ejecutiva más importante de Castañeda irá a juicio tras confirmarse investigación de Perú.21” (18.1.11).

La fiscalía ha apelado, insistiendo que se procese a Castañeda. En cualquier caso, el latrocinio de Comunicore lo perseguirá durante toda la campaña.

domingo, 16 de enero de 2011

jueves, 13 de enero de 2011

batalla de San Juan parte 5

Batalla de Sann Juan parte 4

batalla de san juan ( parte3 )

SAN JUAN 2

batalla de San juan 1

noticias ilustradas


Henry Bradley el gran rutero de los Caminos del Inca

los "Pumpus"


Fueron los primeros pobladores del departamento de Pasco y Junin. El Inca Garcilazo dice en una de sus crónicas, q los españoles llamaron "Bombos" o "Bombones" a los "Pumpos", un grupo de guerreros q llegaron de la selva en busca de sal. Estos se establecieron en Ondores y Patamarca, para luego despues de un tiempo afincarse en las planicies de Cerro de Pasco, ahora conocida como la Meseta de Bombón.

Los "Yarowilcas" (Huánuco)


Tenían como capital a Tantamayo (Huánuco), su predominio cultural abarcó zonas lejanas de las provincias de Cajatambo y Canta en Lima. Segun cuenta el cronista Guamán Poma de Ayala, los "Yarowilcas" tuvieron fuerte influencia de la cultura Wari (Ayacucho). Se destacó por construir casas y torreones de cuatro a seis pisos con escalinatas interiores en forma de caracol, algo no alcanzado por los Incas...(

el rio Pampas (Cangallo-Ayacucho)


A 120 km. de la ciudad de Ayacucho se encuentra el caudaloso rio Pampas, es afluente del rio Apurimac. Sus aguas bañan la hermosa ciudad heroica de Cangallo. Ahora este gran rio se está convirtiendo en escenario de grandes competencias de pesca, canotaje y ecoturismo mundial.

la "Momia Juanita" de Corani, Carabaya, Puno


En las quebradas de la comunidad de Isibilla en el distrito de Corani, Carabaya, Puno se encuentra una inmensa roca conocida como la "Momia Juanita" Este es uno de los cientos de formaciones rocosas q abundan en estos parajes andinos de la cordillera de Carabaya en el departamento de Puno.

JUNIN CON ARGUEDAS

La importancia de que el país rinda al escritor José María Arguedas el homenaje que le ha negado el gobierno es destacada en esta entrevista con el presidente regional de Junín, Vladimir Cerrón Rojas.

—¿Qué connotación tiene para las regiones que este año no haya sido declarado del centenario del nacimiento de Arguedas?
—Muy negativa, pues el 18 de enero de este año se cumplirán cien años del nacimiento del amauta José María Arguedas Altamirano y es injusto que nuestro Perú no le haya rendido un homenaje tan merecido a quien dedicó su vida a la investigación y reivindicación del hombre andino. Arguedas fue un forjador de la identidad nacional, uno de los creadores de la corriente indigenista, cimentó los elementos ideológicos necesarios para abolir el gamonalismo y la esclavitud andina.

—¿Acaso un revolucionario?
—Diría más que eso. Arguedas fue y es mucho más. No fue el indigenista de corte reformista o populista, no asumió una postura paternalista dotada de moralismo o resignación cristiana, como lo hizo Valcárcel, Uriel García o Clorinda Matto. Tampoco solicitó un trato piadoso o misericordioso al indio; solamente reclamó el derecho que hasta ahora le ha negado el estado peruano.

—¿A qué se debe el interés de Junín de rescatar la memoria de Arguedas, antes que Apurímac, donde él nació?
—Este ilustre peruano fue ex alumno de la emblemática Gran Unidad Escolar Santa Isabel de Huancayo y es en esta tierra donde se inicia como escritor y, luego, como investigador. Su legado está latente como una invocación de atención constante en los artículos de la revista Proceso que, en la década de los 70, publicara la tan golpeada Universidad Nacional del Centro del Perú. Desde su perspectiva antropológica, etnológica y folclórica, frecuentemente llamó a la reflexión, a una introspección nacional. Pero a Arguedas no se le puede medir solamente en el ámbito regional o nacional. También fue un internacionalista, un ferviente combatiente contra el fascismo mundial, por lo que purgó cárcel en 1937, motivo por el que podemos entender que solamente la ideología fascista puede oponerse a su homenaje. Gracias a Arguedas, llegamos a la conclusión de que quitarle la identidad a un pueblo, equivale a un genocidio nacional.

—¿Pero, en estos tiempos de neoliberalismo, es posible que su ideología esté vigente?
—Hoy que en nuestro país abundan los problemas sociales, marcados por malas interrelaciones entre el Estado y la realidad andina, amazónica y del altiplano, es cuando debe darse mayor atención a los aportes de Arguedas. Un hombre tan sencillo que con sus cuentos, poesías y estudios científicos aplacó un poco la sed de cultura que nos hacía falta. Con gran acierto rescató nuestra lengua, nuestra cultura, nuestro arte popular, nuestro folclore, y ello le costó ser calumniado y, muchas veces, incomprendido, a tal punto que fue despedido del Ministerio de Educación con el cliché de comunista.

—¿Comunista?
—Ciertamente, por todo lo que se escribe acerca de José María Arguedas, un peruano de trascendencia mundial, nuestro pueblo tiene que elevar la voz necesaria para que este año se honre su memoria. La comunidad intelectual nacional y mundial ha hecho un llamado y no debe ser desoído. Invoco a que las regiones hagamos sentir nuestra protesta, logrando en la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales que el año 2011 sea declarado Año del Centenario del Amauta José María Arguedas.

—Arguedas será homenajeado en Cuba, ¿qué opinión le merece esto?
—Ahora que tanto se condena la intromisión extranjera, menos la estadounidense, debemos reconocer que las ideologías no tienen fronteras, pues el hermano país de Cuba ha determinado que la próxima edición del Premio Literario Casa de las Américas estará dedicada al novelista peruano José María Arguedas, para lo cual esperan un total de 300 obras en su homenaje.