domingo, 10 de octubre de 2010

CLÍO
HISTORIA Y ACTUALIDAD DEL PERÚ Y EL MUNDO.
sábado 9 de octubre de 2010

Lista completa de las obras publicadas por Mario Vargas Llosa. Medio siglo de creación extraordinaria.
Foto: Diario El Comercio
El largo camino de Vargas LlosaNovelas, relatos, ensayos y artículos de opinión son algunos de los géneros en que el Nobel de Literatura incursionó, con gran éxito. Acá un pequeño recuento de su carrera.Prolífica es una palabra para tratar de abarcar la obra del escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien a lo largo casi medio siglo de actividad literaria ha entregado cincuenta y cinco textos espléndidos, que han sido traducidos a decenas de idiomas, adaptados para la realización de películas, montajes de teatro, y que han derivado en innumerables estudios académicos para intentar analizar y desmenuzar cada una de las ideas que el hoy Nobel de Literatura ha desarrollado en cada oración que nos ha regalado.Con esta distinción que ha sido designada el jueves último Mario Vargas Llosa para a engrosar el número de Premios Nobel que han sido entregados a latinoamericanos, ocupando el puesto 16 en este recuento, y el sexto en el de Literatura. (Ver recuadro)Las obras de Vargas Llosa han llamado la atención en innumerables puntos del globo, tanto así que se ha traducido a más de treinta idiomas, como el chino o japonés.Quizá una de sus obras que más encaja dentro de la descripción de los motivos porque Vargas Llosa ha sido galardonado este año con el Nobel de Literatura sea la novela La Fiesta del Chivo, que narra la dictadura en República Dominicana de Rafael Leonidas Trujillo, conocido como “el chivo”.En esta historia Vargas Llosa describe, con increíble maestría, los daños que le causó este tirano a la democracia en este país de CentroAmérica, a la integridad de los dominicanos, y a la institución de los derechos humanos, con la descripción de la “cartografía de las estructuras del poder”, como señala el fallo de la Academia Sueca.Cine nacional
Si Vargas Llosa ha inspirado la carrera literaria de decenas de escritores, también ha sido punto de origen para cineastas, claro ejemplo la discutida versión fílmica de “La ciudad y los perros”, por su crudeza a la hora de materializar las escenas de violencia en la escuela cuartel.Antes de esta adaptación nacional ochentena, una productora mexicana hizo en 1973 una película de “Los cachorros”, relato corto que narra las vivencias de un grupo de jóvenes, uno de los cuales es atacado por un perro, causándole una grave y curiosa mutilación.En 1975, Vargas Llosa reescribió y codirigió la versión para el cine de “Pantaleón y las Visitadoras”. Años después, esta novela sería llevada al cine una vez más por Francisco Lombardi, con un éxito muy superior al de la primera versión.La obra del más laureado escritor peruano también ha sido tocada por la industria millonaria del cine en Hollywood, con una versión de “La tía Julia y el escribidor”, que se llamó “Tune in tomorrow”, y fue protagonizada por Keanu Reeves.OBRA LITERARIA MVLLFicción
1. El desafío, relato (1957)2. Los Jefes (1959)3. La ciudad y los perros (1962)4. La casa verde (1966), Premio Rómulo Gallegos5. Los cachorros (1967)6. Conversación en La Catedral (1969)7. Pantaleón y las visitadoras (1973)8. La tía Julia y el escribidor (1977)9. La guerra del fin del mundo (1981)10. Historia de Mayta (1984)11. ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986)12. El hablador (1987)13. Elogio de la madrastra (1988)14. Lituma en los Andes (1993), Premio Planeta15. Los cuadernos de don Rigoberto (1997)16. La Fiesta del Chivo (2000)17. El Paraíso en la otra esquina (2003)18. Travesuras de la niña mala (2006)19. El sueño del celta (2010)
Ensayo
1. Carta de batalla por Tirant lo Blanc, prólogo a la novela de Joanot Martorell (1969)2. García Márquez: historia de un deicidio (1971)3. Historia secreta de una novela (1971)4. La orgía perpetua: Flaubert y “Madame Bovary” (1975)5. Entre Sartre y Camus, ensayos (1981)6. Contra viento y marea. Volumen I (1962-1982) (1983)7. La suntuosa abundancia, ensayo sobre Fernando Botero (1984)8. Contra viento y marea. Volumen II (1972-1983) (1986)9. Contra viento y marea. Volumen III (1964-1988) (1990)10. La verdad de las mentiras: ensayos sobre la novela moderna (1990)11. Carta de batalla por Tirant lo Blanc (1991)12. Un hombre triste y feroz, ensayo sobre George Grosz (1992)13. Desafíos a la libertad (1994)14. La utopía arcaica. José María Arguedas y las ficciones del indigenismo (1996)15. Cartas a un joven novelista (1997)16. El lenguaje de la pasión (2001)17. La tentación de lo imposible, ensayo sobre Los Miserables de Victor Hugo (2004)18. El viaje a la ficción, ensayo sobre Juan Carlos Onetti (2008)Teatro
1. La huida del inca (1952)2. La señorita de Tacna (1981)3. Kathie y el hipopótamo (1983)4. La Chunga (1986)5. El loco de los balcones (1993)6. Ojos bonitos, cuadros feos (1996)7. Odiseo y Penélope (2007)8. Al pie del Támesis (2008)9. Las mil y una noches (2010)Autobiografía
1. El pez en el agua (1993)Películas
2. Pantaleón y las visitadoras (1975) (actúa el autor)PREMIOS NOBEL LATINOAMERICANOSArgentina (5)
1. Medicina: Bernardo Alberto Houssay2. Química: Luis Federico Leloir3. Medicina: César Milstein4. Paz: Adolfo Pérez Esquivel5. Paz: Carlos Saavedra LamasMéxico (3)
6. Paz: Alfonso García Robles7. Literatura: Octavio Paz (1990)8. Química: Mario J. MolinaGuatemala (2)
9. Literatura: Miguel Ángel Asturias (1967)10. Paz: Rigoberta Menchú TumChile (2)
11. Literatura: Gabriela Mistral (1945) * primera en la región12. Literatura: Pablo Neruda (1971)Venezuela (1)
13. Medicina: Baruj BenacerrafColombia (1)
14. Literatura: Gabriel García Márquez (1982)Costa Rica (1)
15. Paz: Óscar Arias SánchezPerú (1)
16. Literatura: Mario Vargas Losa (2010)Otras obras y publicaciones
1. A Writer’s Reality (1991)2. Making Waves (1996)3. Nationalismus als neue Bedrohung (2000)4. El lenguaje de la pasión (2001)5. Diario de Irak (2003)6. Un demi-siècle avec Borges, entrevista y ensayos sobre Borges (2004)7. Mario Vargas Llosa. Obras Completas, Vol. III Novelas y Teatro (1981-1986), (2005)8. Dictionnaire amoureux de l’Amérique latine (2005)9. Diccionario del amante de América latina (2006)10. Israel/Palestina. Paz o guerra santa (2006)11. Diálogo de damas, poemas relacionados con las esculturas de Manolo Valdés (2007)12. Ma parente d’Arequipa 200913. Comment j’ai vaincu ma peur de l’avion 200914. Sables y utopías (2009)Fuente: Diario La Primera (Perú). Lima,09 de Octubre del 2010.Recomendado:Especial del diario "El País" de España, dedicado a Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010.
Publicado por EDDY W. ROMERO MEZA en 07:21 0 comentarios

viernes 8 de octubre de 2010

Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura del 2010. Entre la pasión por la literatura y el compromiso político.
Algunas de las imágenes de la vida de Mario Vargas Llosa. (El País)1. Mario Vargas Llosa junto a su mujer Patricia Llosa; José Donoso y su esposa Pilar Serrano; Mercedes Barcha, mujer de Gabriel Garcia Márquez, y García Márquez en la ciudad de Barcelona, en una imagen sin fechar, de los inicios de los años setenta.2. Los escritores Pablo Neruda (Premio Nobel 1971) y un joven Mario Vargas Llosa.3. De izquierda a derecha, Mario Vargas Llosa, su mujer, Patricia, Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti; Emir Rodríguez Monegal y Pablo Neruda, en 1966.4. Mario Vargas Llosa y su esposa Patricia, posan junto a sus hijos, Morgana, Álvaro y Gonzalo.5. Los Reyes felicitan al escritor Mario Vargas Llosa tras la entrega del Premio Cervantes en 1995.6. Mario Vargas Llosa posa junto a su esposa, Patricia Llosa, en una fotografía perteneciente a su colección familiar.Vargas Llosa, por finPor: César Lévano (Periodista)El Premio Nobel de Literatura de 2010 ha recaído por fin en Mario Vargas Llosa. Es un galardón merecido y largamente esperado, que alegra a los peruanos, más allá de discrepancias, y honra a las letras peruanas y latinoamericanas.Puedo preciarme de haber sido uno de los primeros peruanos que exaltaron el valor del novelista desde que, muy joven, apareció en nuestro horizonte cultural. En Caretas, en junio de 1964, dediqué varias páginas a su novela temprana La ciudad y los perros, y recogí la opinión del poeta y crítico español José María Valverde: “Es la mejor novela de lengua española desde Don Segundo Sombra”.Más tarde, cuando apareció Conversación en la Catedral, se me ocurrió buscar a Alejandro Esparza Zañartu, quien en esa novela aparece bajo el nombre de Cayo Bermúdez. Ocurrió entonces un episodio insólito: alguien había dicho a René Pinedo, reportero gráfico de Caretas, que Esparza vivía en las afueras de Chosica dedicado al cultivo de paltas. Partimos hacia allá, en un auto de la revista, sin más referencias que ese rumor. Dábamos vueltas por la campiña chosicana cuando Pinedo exclamó: “¡Don César, ahí está!”. En efecto, casi a nuestro lado circulaba un auto manejado por el personaje. El vehículo se detuvo a la altura de un portón. Desembarcó el piloto, y, en el momento en que abría la puerta, Pinedo le dijo: “Señor Esparza, somos de la revista Caretas y queremos conversar con usted”. Algo tartamudeó el dueño de casa, y quiso cerrar violentamente la puerta, pero Pinedo había ya puesto el pie en el umbral. El portazo hubiera podido fracturar el pie de Pinedo. Siguió un diálogo violento con el ex torturador. Cuando le pregunté por su opinión sobre lo que Vargas Llosa había escrito respecto de él, respondió: “No he comprado todavía el libro. Él ha debido conversar conmigo antes de escribir, para cerciorarse. Yo le habría dado datos”.Escribí en esa misma edición de Caretas un juicio crítico sobre lo que me parecían las debilidades del retrato de una dictadura. Quizás debí tomar en cuenta que Mario había publicado esa novela cuando apenas tenía 26 años de edad. Precisé, sí, el acierto de formular preguntas como la referente a en qué momento se jodió el Perú, planteando así “una interrogación que sacude a varias generaciones de peruanos”.Eran los días en que acababa de apartarse de la militancia en la célula “Cahuide” de la Juventud Comunista. En la época de su actividad política yo estaba en la cárcel y luego recién liberado. No tuve un trato directo con él, pero ya entonces, él, estudiante de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, había incursionado en el periodismo e impresionaba por su dominio del idioma, fruto de lecturas insaciables, y por su capacidad de trabajo. Abelardo Oquendo recordó que en un momento el futuro escritor, que se había casado sin tener un céntimo, había acumulado siete puestos de trabajo: era secretario de Raúl Porras para una investigación histórica, escribía para Radio Panamericana crónicas sobre sesiones del Senado, ejercía la crítica literaria en el diario La Crónica, elaboraba para la Beneficencia Pública de Lima fichas sobre muertos ilustres y laboraba como traductor en la agencia de noticias France-Presse.El dominio del idioma, el rigor en la investigación y la dedicación en el trabajo se forjaron en esos años. Leí una de estas noches un ensayo testimonio de Alfredo Torero sobre José María Arguedas. Aparte discrepancias post-mortem de Torero con Vargas Llosa, uno de los aspectos que me asombra en aquél es la profundidad histórica, la riqueza verbal, la exactitud del léxico, la claridad de la sintaxis.En José María Arguedas. La utopía arcaica y las ficciones del indigenismo (1996), Mario arremete injustamente contra Arguedas, pero en 1964 me dijo: “Yo tengo una gran admiración por Arguedas. Él parte de una realidad concreta. En él, el detalle anecdótico adquiere una dimensión universal. En literatura, folclor es pintoresquismo; realidad vista con ojos forasteros. Arguedas escribe desde adentro”.Vargas Llosa y la políticaMario Vargas Llosa se ha internado en la política desde muy temprano. Su ruptura con la izquierda empezó con el caso de la autocrítica del poeta cubano Alberto Padilla. Antes, había escrito el mejor ensayo latinoamericano de defensa de la Revolución Cubana. Su actuación más notable en el campo político es la que tuvo en 1987, cuando encabezó una protesta contra la estatización de la banca digitada por Alan García.Se convirtió a partir de eso en líder de una coalición de derecha, el Frente Democrático Nacional, que lo proclamó candidato a la presidencia de la República. Se le ha reprochado haber anunciado con demasiada franqueza el programa neoliberal, mientras su opositor, Alberto Fujimori, sostenía que iba a gobernar sin ese programa y contra él. Apenas encaramado en el poder, Fujimori procedió a desmentirse.Un episodio poco conocido de esa etapa ocurrió cuando Luis Bedoya Reyes desmintió unas declaraciones de Vargas Llosa, que había informado de un acuerdo del Frente para que el candidato para la alcaldía de Lima fuera Eduardo Orrego, de Acción Popular, y el del Callao, un miembro del Partido Popular Cristiano. Bedoya quería que los dos candidatos fueran de su partido. Mario se indignó, renunció a la candidatura presidencial y viajó a Europa. Costó convencerlo de que retornara a la lid.Mario es enemigo enconado de los gobiernos de Fidel Castro en Cuba, de Hugo Chávez en Venezuela y de Evo Morales en Bolivia. Lo hace en nombre de la libertad y los derechos de los individuos. Es su derecho y su libertad.A veces se equivoca el gran escritor. Defendió la agresión a Irak, partiendo del supuesto de que Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva. No protestó por la agresión a los pueblos amazónicos, quizá porque en su novela El Hablador presenta un personaje que parece haber inspirado “El síndrome del perro del hortelano” de Alan García.La Academia sueca ha premiado en Vargas Llosa su exploración de la cartografía del poder. Pero hasta ahora él ha omitido el análisis del poder del dinero y del imperialismo, no necesariamente en la ficción.Conocida es su condenación del nacionalismo y el patriotismo, “último refugio de los canallas”, según Samuel Johnson. En el suplemento cultural del diario madrileño El Mundo afirmó el 3 de setiembre: “Yo creo que el patriotismo es un sentimiento positivo, en lo que tiene de adhesión a la tierra en que naciste”.Mario Vargas Llosa es mejor narrador que político.Fuente: Diario La Primera (Perú). Viernes 08 de octubre del 2010.
Publicado por EDDY W. ROMERO MEZA en 08:13 0 comentarios

jueves 7 de octubre de 2010

Sir Roger Casement y el genocidio peruano en el putumayo.
Sir Roger CasementEl visitante de las tinieblasHace 100 años Benjamín Saldaña Roca, un valiente periodista de Iquitos, publicó en los diarios La Felpa y La Sanción varias denuncias contra el esclavismo y el genocidio sufridos por los indígenas del Putumayo a manos de los caucheros y especialmente de Julio César Arana, uno de los principales "barones" del caucho. Incluso un año antes, en su edición de febrero de 1906, El Comercio ya recogía versiones sobre las atrocidades que se cometían no solo en la zona del Putumayo, sino también en la selva central y en Madre de Dios. El presente artículo es una semblanza de Roger Casement, un irlandés comisionado por el Gobierno Británico para investigar las denuncias contra Arana. Y en las siguientes páginas de este especial -preprado con la valiosa colaboración del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP)-, usted encontrará otros aspectos de uno de los periodos más oscuros de nuestra historia republicana.Por: Manuel Cornejo ChaparroInvestigador del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP)A fines del siglo XIX se encontraron en África dos hombres que verían relacionadas sus vidas a través de los años: el funcionario británico Roger Casement y el capitán polaco Joseph Korzeniowsky, ambos compartieron una habitación durante un par de semanas. En esas noches Casement narró incontables historias sobre la selva tenebrosa y el atroz sistema esclavista de Leopoldo II que luego aquel capitán, conocido posteriormente como Joseph Conrad -junto con otras historias que escuchó de funcionarios y lugareños- volcó en su obra maestra El Corazón de las Tinieblas.El genocidio cometido por Leopoldo II en el Congo para obtener caucho y marfil fue de tal magnitud que se inició una campaña internacional para denunciarlo. Entre los que apoyaron esta iniciativa se encontraban el rey británico Eduardo VII, el escritor Mark Twain, Theodore Roosevelt, Joseph Conrad y el propio Casement, cuyo informe de 1903 estremeció a toda la sociedad internacional. Con esas denuncias Roger Casement, vicecónsul británico del Congo, se convirtió para el mundo de entonces en un héroe. Su informe propició la caída de Leopoldo II y el fin de esa nefasta época.UNA VIDA
Roger Casement nació en Dublín en 1864, perdió a sus padres cuando era joven y fue criado por un tío. Aunque fue funcionario británico, tenía desde siempre un compromiso con la independencia de su tierra natal, Irlanda. Para Michael Taussig el apego de Casement a la causa libertaria irlandesa y su rechazo al imperialismo británico propició que su labor casi vitalicia como cónsul y su experiencia diplomática profundizaran su comprensión sobre los efectos del colonialismo en Irlanda.Casement tenía una imagen imponente y elegante. Era alto y delgado, tenía una prominente barba y mirada profunda, enigmática. En una misiva de 1903, Joseph Conrad lo describe como una persona pulcra, con un toque de conquistador, que se internaba en zonas salvajes esgrimiendo un bastón torcido como única arma y acompañado solamente de dos perros bulldog.Aunque ya había noticias de la situación suscitada en la selva peruana, recién en 1909 y a raíz de una serie de artículos semanales escritos por Walter Handerburg en Truth, una revista sensacionalista londinense que denunciaba los abusos cometidos por la empresa del cauchero peruano Julio César Arana contra los indígenas que habitaban el Putumayo. Estos artículos, que tomaban en cuenta las denuncias de Saldaña Roca publicadas en Iquitos dos años antes, se convirtieron en escándalo y centraron la atención pública internacional durante varios años.A pesar que Julio César Arana señaló que Handerburg era un simple aventurero y extorsionador, estas denuncias propiciaron que el gobierno británico ordenara a Roger Casement, en ese entonces cónsul en Río de Janeiro, que viajara hasta el Putumayo y verificara esas graves acusaciones debido a que la empresa de Arana, la Peruvian Amazon Company, tenía capitales ingleses y entre sus empleados había negros de Barbados, súbditos de la corona e involucrados en las denuncias.UNA TRAVESÍA
El clima inhóspito, la lluvia incesante y los persistentes zancudos de la Amazonía no dificultaron la labor de Casement, que anotaba en su diario los diversos testimonios recibidos: Los asesinatos de los Boras y Uitoto, las mujeres violadas y el comercio de esclavos. El diplomático afirmaba que las condiciones ilegales e inhumanas excedían las del Congo en sus peores momentos, la única diferencia radicaba en que la tiranía de Leopoldo II afectó a millones de personas; en cambio, esta afectaba sólo a miles. En ese recorrido por el Putumayo lo acompañó Juan Tizón, empleado de la compañía de Arana, quien le dijo una frase que se le quedó grabada: "Perú tiene muchos habitantes pero pocos ciudadanos".A lo largo de esas siete semanas de travesía en 1910, recogió el testimonio de varios negros de Barbados que repetían las mismas historias de vejaciones y abusos contra los indígenas. La lista de horrores parecía ser interminable. Para Ovidio Lagos, Casement no era solo un eficaz investigador sino un hombre dotado de un agudo poder de conceptualización. Los horrores del Putumayo y la cultura indígena, tenían para él un profundo significado que trató de descifrar.UN INFORME
Casement narró detalladamente el clima de terror y las inclementes torturas. Su tesis era que la escasez de mano de obra indígena en el Putumayo era el motivo esencial del uso del terror. Debido a eso, la compañía de Arana recurrió al esclavismo, bajo un sistema de deuda y enganche, y se empleó la tortura para mantener la disciplina laboral. Menciona asimismo que el miedo extremo de los blancos a una rebelión de los Bora y Uitoto exacerbó los límites de crueldad. Taussig precisa que esta versión de Casement establece que el temor del hombre blanco a una rebelión indígena no era injustificado, pero que además dicha rebelión se percibía en una visión mítica paranoica en la cual las imágenes de canibalismo y descuartizamiento brillaban vívidamente.Como afirma Ovidio Lagos, el escándalo se iba apagando solo. La opinión pública fue perdiendo interés en el Putumayo, los abusos contra los indígenas y J. C Arana. El gobierno peruano, aunque condenó las atrocidades, no castigó a los culpables. Poco tiempo después el estallido de la Primera Guerra Mundial hizo olvidar el caucho.FINAL DE UN PERSONAJE
Cuando Casement fue detenido en Irlanda acusado de alta traición a favor de Alemania, Conan Doyle quedó sorprendido de las versiones que se vertían contra el amigo que había sido nombrado Sir por la Corona Británica y que él consideraba honorable: a las denuncias de espionaje se sumó otra, sobre su presunta homosexualidad. El creador de Sherlock Holmes encabezó una petición de indulto, la cual fue firmada por G.K. Chesterton, John Galsworthy y otras personalidades de la época. El entonces reconocido Joseph Conrad se negó a firmar esa petición que lo colocaba en una situación incómoda.El 2 de agosto 1916, en la prisión de Pentonville, un día antes de morir en la horca, Casement recibió un telegrama de Julio César Arana que le solicitaba retractarse de los cargos en su contra y así limpiar su dañada imagen de las atrocidades del Putumayo, pero no le contestó. Aunque el cónsul británico aparece en los diálogos del Ulyses de Joyce, es uno de los personajes de Los Anillos de Saturno de W.G Sebald y aparece retratado por Conrad en la novela Los Herederos, coincidimos plenamente con Mario Vargas Llosa en que Sir Roger Casement sigue esperando los honores de una gran novela.Fuente: Diario El Comercio. Viernes, 14 de Setiembre del 2010.Recomendados:“Roger Casement: Imperialist, rebel, revolutionary” (Imperialista, rebelde, revolucionario).Fragmento de "El sueño del celta", la nueva novela de Vargas Llosa. Diario El País.
Publicado por EDDY W. ROMERO MEZA en 17:40 0 comentarios

miércoles 6 de octubre de 2010

Historia de las elecciones municipales en Lima.
Debate municipal de 1966 entre Luis Bedoya Reyes, de la alianza Acción Popular-Democracia Cristiana (AP-DC) y Jorge Grieve, de la coalición Apra-Unión Nacional Odriísta (PAP-UNO).
Las doce campañas de LimaLa capital celebra su duodécima elección municipal en 47 años. Durante este tiempo el número de electores casi se ha triplicado y la propaganda se ha diversificado.Por: Nelly Luna Amancio“El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Una de las sentencias más recordadas de Winston Churchill es con frecuencia apenas un buen deseo en el Perú. Congresistas que buscan la reelección o esperan el llamado para un puesto ministerial o viceversa. Dirigentes que aspiran a regidores. Regidores que se proyectan como presidentes regionales. Alcaldes que sueñan con la reelección o con la presidencia o con cualquier otro puesto más alto. Pocos son los que ceden el poder. La realidad parece siempre una permanente campaña electoral en el Perú.Mañana, 18 millones 878 mil 337 ciudadanos elegirán a 12 mil 459 autoridades en todo el país. En Lima serán 43 los alcaldes electos por 5 millones 902 mil vecinos. Los triunfadores alegarán la consistencia de su campaña, los derrotados revisarán la suya. ¿Dónde empieza el éxito de una campaña electoral municipal?¿Han variado con los años los estilos y discursos? Aquí una revisión de las más importantes desde 1963.1963: LA PREVALENCIA DEL DISCURSO
El proceso municipal de 1963 compitió con la siempre inagotable campaña navideña. Era diciembre y en los periódicos las noticias sobre los candidatos a la Alcaldía de Lima competían en espacio con los enormes avisos publicitarios sobre los mejores regalos para la Nochebuena. Luis Bedoya Reyes (alianza entre Acción Popular y la Democracia Cristiana, AP-DC) enfrentaba a María Delgado de Odría, representante de un extraño pacto entre el Apra y su peor enemigo, la Unión Nacional Odriísta, y esposa del ex presidente Manuel Odría. Fue la primera y única vez que un hombre y una mujer se disputaron el sillón municipal.“Fue una campaña polarizada en dos grandes bloques. Delgado de Odría representaba el conservadurismo y Bedoya Reyes el centro, no había tantos partidos”, dice el historiador Antonio Zapata, quien explica que por esos años las maquinarias electorales comenzaron a funcionar como tales: organización y propaganda. La radio y los diarios jugaban todavía un papel más importante que la televisión. Lima tenía apenas 2 millones de electores. No había spots televisivos. Las campañas se hacían a pie.Bedoya Reyes, con un discurso más directo y una propaganda mejor organizada, ganó la elección. Tres años después, en 1966, sería reelegido tras derrotar a Jorge Grieve (Apra-Unión Nacional Odriísta). Durante aquellos comicios Bedoya inauguró la videopolítica: debatió con Grieve frente a cámaras. “El debate fue trascendental porque el mensaje mediático funcionó. Yo creo que era la primera vez que un político convencía a través de los medios”, dice la comunicóloga y experta en propaganda política Carmen Rosa Vargas. Pero el orden constitucional que se había recuperado con la salida de Odría se volvió a resquebrajar con el golpe de Velasco en 1968.LOS AÑOS OCHENTA O EL IMPERIO DE LA IMAGEN
El retorno de Fernando Belaunde al poder en 1980 garantizó –como en 1963, cuando convocó a elecciones locales tras 42 años de haberse suspendido– la realización de nuevos comicios municipales. Ganó Eduardo Orrego y fue la primera vez que Alfonso Barrantes participó representando a la coalición Izquierda Unida.Tres años después, Barrantes volvió a presentarse. Los atentados terroristas en el interior del país acompañaban las noticias electorales de esos días. A diferencia de las campañas anteriores, en los periódicos había más propaganda política. Para aquel 13 de noviembre de 1983 (día de los comicios) las calles de la ciudad estaban completamente empapeladas por la publicidad de doce candidatos. Los más importantes, además de Barrantes, eran Alfredo Barnechea (Apra), Alfonso Grados Bertorini (AP) y Ricardo Amiel (PPC). El analista electoral Fernando Tuesta sostiene que recién a partir de ese momento la televisión adquiere un papel relevante. Surgen los primeros spots políticos. Se ingresa a lo que puede ser llamada la profesionalización y peruanización de la propaganda electoral.LOS 90: ALTA SUCIEDAD
Las campañas más sucias, para Antonio Zapata, fueron las que protagonizó la prensa amarilla –a través de la televisión y varios diarios– durante las campañas municipales de los años 90 contra Alberto Andrade. “La virulencia de una campaña dependerá de cuán próximas estén las elecciones presidenciales”, anota el historiador. Recuerda que el actual panorama (elecciones municipales a seis meses de las presidenciales) no se presenta desde 1990, cuando Ricardo Belmont ganó la alcaldía y meses después Alberto Fujimori alcanzó la presidencia. Ambos fueron políticos antipartido. “Lo que pase ahora influirá sin duda en los comicios generales”, dice Zapata.El uso masivo de la televisión para la propaganda electoral multiplicó los costos de las campañas en los años 90. “Se dejaron de hacer menos en las calles, en mítines o en desfiles, y mucho más en la televisión. Ahora, por ejemplo, solo hay desfiles de autos”, bromea el historiador. La campaña ahora está en los programas de mayor ráting.Nuestra capital ha tenido doce campañas municipales en 47 años. ¿Han variado los estilos de hacer campaña aquí o en el resto del mundo? El publicista Gustavo Rodríguez sostiene que no tanto. “Por ejemplo, las esperanzas de cambio son universales y transversales en el tiempo. También las estrategias. Lo nuevo [Obama o Toledo en su momento] versus el temor a perder seguridad [reelección de Bush o segunda elección de Alan García]. El único cambio que he visto en los ultimos 20 años viene de la irrupción de las redes sociales: el boca a boca es mucho más rápido que antes”, comenta.El Perú fue el penúltimo país de la región en dar el voto a la mujer.El Perú fue el penúltimo país en América Latina en otorgar el voto a la mujer. Solo Paraguay lo hizo después. La presión internacional habría sido irresistible para el entonces presidente Manuel Odría. El historiador Antonio Zapata explica que el general quería quedar bien con las mujeres y canalizar así sus votos en las futuras elecciones. “Sin embargo, no ganó en ninguna de las dos siguientes”, precisa Zapata.Fue el 7 de setiembre de 1955 que el gobierno de Odría concede el derecho de sufragio a las mujeres mayores de 21 años que supieran leer y escribir o a las casadas mayores de 18 años con el mismo requisito. Votaron por vez primera en los comicios de 1956.El analista Fernando Tuesta señala que la discusión sobre este tema se planteó abiertamente en el Parlamento en los años 30 del siglo pasado. “Los grupos oligárquicos se opusieron al voto femenino, al igual que al de los analfabetos; los apristas abogaron por el voto solo de las que trabajaban; mientras que los socialistas defendieron el voto femenino irrestricto, pero con reservas sobre su aplicación inmediata por las condiciones de inmadurez en que se encontraban las mujeres”.MÁS DATOS
Nombraban alcaldes a dedo
1. “La propaganda política es la madre de toda publicidad. Buscan convencer mentes y corazones”, dice la experta en propaganda política Carmen Rosa Vargas.2. Cuando el general Juan Velasco Alvarado da el golpe de Estado contra el entonces presidente Fernando Belaunde en 1968, Luis Bedoya Reyes era alcalde de Lima. Velasco no lo destituye, lo mantiene, pero al terminar el período municipal en 1970 no convoca elecciones y nombra a dedo a Eduardo Dibós Chappuis como alcalde metropolitano.3. Fue Fernando Belaunde quien en 1980 decide convocar elecciones municipales. Los últimos comicios locales se habían realizado en 1922. Luego Augusto B. Leguía los anuló y nombró a dedo a los burgomaestres. Lo mismo hicieron luego Benavides, Prado, Bustamante y Odría.4. El historiador Antonio Zapata señala que Belaunde “entendió que había una relación entre la democracia política macro y la democracia micro, entendió que sin democracia municipal no es posible tener democracia nacional”.Fuente: Diario El Comercio. Domingo 3 de Octubre del 2010.Recomendado:Alcaldes de Lima: Anita Fernandini, Luis Bedoya Reyes, Alfonso Barrantes Lingán y Alberto Andrade Carmona.
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martes 5 de octubre de 2010

Alcaldes de Lima: Anita Fernandini, Luis Bedoya Reyes, Alfonso Barrantes Lingán y Alberto Andrade Carmona.
Universidad del Pacífico, 1986. Debate entre Jorge del Castillo, Alfonso Barrantes Lingán y Luis Bedoya Reyes.
Perfiles edilesPor distintas razones, estos alcaldes dejaron huella imperecedera. Y hoy, a pesar del tiempo, se les sigue recordando. Aquí las semblanzas de Anita Fernandini, Luis Bedoya Reyes, Alfonso Barrantes Lingán y Alberto Andrade Carmona.Por: Raúl MendozaAnita Fernandini: beata acaudalada(alcaldesa 1963-1964)De Anita Fernandini se ha dicho que “fue una de las mujeres más acaudaladas del siglo XX en el Perú” y que solo por ello la junta militar de la época, liderada por Nicolás Lindley, la nombró alcaldesa de Lima. Según el historiador Carlos Neuhaus, los militares querían un acercamiento con las clases altas de Lima y por ello la pusieron al frente del gobierno de la ciudad. ¿Por qué se recuerda a doña Anita? Por ser la primera alcaldesa –aunque no fue electa por voto popular–, por ser una consumada católica y por su devoción a Santa Rosa de Lima. Tan grande era su fe que pretendió edificar una basílica gigantesca en su honor tras un concurso público en el que ella escogió al ganador. El arquitecto Juan Gunther recuerda que incluso abrió el pasaje donde hoy se encuentra el monumento a Taulichusco, en el centro de Lima, y que este se iba a prolongar hasta la avenida Tacna, donde estaría el templo. Quería que se mirara con la catedral.“Menos mal no se hizo ese pasaje porque hubiera destruido muchos predios históricos y el templo hubiera sido muy grande para la zona”, dice Gunther. También señala que Fernandini no hizo obras de importancia porque un año es muy poco tiempo. “Otro hecho recordable es su guerra contra los night clubs del centro de Lima. Quiso cerrarlos pero la medida fue contraproducente porque solo contribuyó a que aparecieran muchos más locales y las bailarinas de la época se hicieran más conocidas”, recuerda Gunther. Dicen que siempre vestía de oscuro y con sombrero.Luis Bedoya Reyes: más que el Zanjón(alcalde 1964-1968)Luis Bedoya Reyes fue el primer alcalde elegido por voto popular en Lima. Su principal obra es hasta ahora el mayor símbolo de previsión en cuanto a la red vial urbana: la Vía Expresa del Paseo de la República. Además fue la primera autoridad que planteó aprovechar el litoral –lo que hoy llamamos Costa Verde– como un espacio vinculado a la ciudad, a pesar de que entonces las playas casi no existían. Si bien fue su sucesor Eduardo Dibós quien culminó el Zanjón hacia el circuito de playas, esta idea ya estaba plasmada en el proyecto original. Bedoya también levantó el actual Mercado Central –que funcionaba en sus inicios como un mercado mayorista–, reformuló toda la zona y le dio el perfil comercial que hasta hoy persiste. En su gestión se hizo la Plaza Castilla y cuando los tranvías ya le decían adiós a Lima impulsó el sistema de los bussing, que sobrevivieron hasta los años 80.
El periodista Domingo Tamariz recuerda con una anécdota cómo durante la gestión de Bedoya la zona del Mercado Central empezó a poblarse de ambulantes. Cuenta que a fines de 1967 se puso parquímetros en el lugar y tiempo después algunos comerciantes, vivos, criollazos, depositaban sus monedas y se quedaban en el lugar porque “estaban pagando”. Luego, cuando ya no había parquímetros, se quedaron ahí por años. Antes de ser alcalde de Lima, Luis Bedoya fue ministro de Justicia de Fernando Belaunde. En 1966, a mitad de su mandato edil, fundó el Partido Popular Cristiano. Posteriormente postuló dos veces a la presidencia con el PPC pero no logró el triunfo. Hoy tiene 91 años y es el patriarca de su movimiento.Alfonso Barrantes: pequeño visionario(alcalde 1984-1987)Fue el primer alcalde socialista de Lima y puso su mayor interés en los programas sociales. Alfonso Barrantes Lingán, el Tío Frejolito, no solo debería ser recordado por el programa del Vaso de Leche o los comedores populares que impulsó en su gestión, sino también –en esa misma línea– por la creación de Programas Municipales de Vivienda que beneficiaron a miles de familias pobres. “Huaycán, Pampas de San Juan y varias zonas de la Panamericana Norte son programas creados por él. Se empadronó a pobladores de esos distritos y se los reubicó en terrenos con agua, desagüe, vías. Y se entregó unos 100 mil títulos de propiedad. Es decir, se actuó legal y ordenadamente antes de que esas zonas se ocuparan por invasión, con el consiguiente caos”, recuerda el arquitecto Jorge Ruiz de Somocurcio.Otro proyecto del líder de Izquierda Unida mantiene vigencia hasta hoy: culminó los estudios y gestionó el financiamiento para los primeros corredores viales de Lima en las avenidas Alfonso Ugarte, Brasil y Tomás Marsano. “Él arrancó las obras con apoyo del Banco Mundial, que quería que Lima fuera una ciudad piloto de corredores viales. Pero el presidente Alan García se peleó con el sistema financiero internacional. Así que el dinero se fue a Curitiba –donde los corredores viales se hicieron muy populares– y se paralizó la construcción. Finalmente, se retomó la negociación y Jorge del Castillo concluyó esas obras”, cuenta Ruiz de Somocurcio. Los corredores viales que han planteado algunos candidatos en la presente campaña a la alcaldía de Lima fueron previstos por ‘Frejolito’ hace más de dos décadas.Alberto Andrade: el centro es de todos (alcalde 1996-2003)Para llegar a la alcaldía de Lima Alberto Andrade debió superar primero el gran escollo que significaba Jaime Yoshiyama, candidato del presidente Fujimori, que postulaba “Con todo el apoyo”, según su eslogan. Andrade le ganó sin problemas. Luego, instalado en el sillón municipal, planteó que la ciudad necesitaba un símbolo que unifique a los limeños. Entonces apuntó a la recuperación del Centro Histórico. “Andrade recuperó las calles tomadas por los ambulantes, los reubicó y les dio apoyo financiero para que se organizaran en mercados feriales. Así nacieron Las Malvinas y otros enclaves parecidos”, cuenta el arquitecto Jorge Ruiz de Somocurcio, regidor en esos años. También se recuperaron los espacios públicos: las históricas plazas y plazuelas del Cercado y los balcones coloniales volvieron a mostrar la belleza de antaño. Además por varios años llevó la Bienal de Arte al corazón limeño.Su segundo periodo tuvo una visión más metropolitana. Recuperó las vías del centro histórico, culminó el Trébol de Monterrico iniciado por Ricardo Belmont e hizo la Vía Expresa de Javier Prado. “Esta segunda gestión dejó sembrados muchos proyectos que luego Luis Castañeda culminó. Por ejemplo, Andrade planteó el Lima Bus y dejó un proyecto aprobado con financiamiento del BID y el Banco Mundial. Eso es el Metropolitano ahora. También le dejó los estudios de la Vía Expresa Grau y el plan de recuperación del Teatro Municipal. Esto último se ha hecho en menor escala, porque el proyecto original abarcaba toda la manzana y un circuito cultural con el Teatro Segura y la Sala Alcedo”, cuenta Ruiz de Somocurcio. Por algo más se recuerda al hoy desaparecido Alberto Andrade: resucitó los cuerpos de serenazgo y fue, como hijo de los Barrios Altos, el más criollo de los alcaldes limeños.Fuente: Diario La República, suplemento "Domingo". 03 / 10 / 2010.Recomendado:Los Alcaldes de Lima durante el siglo XX.La pelea de los debates electorales.
Publicado por EDDY W. ROMERO MEZA en 15:42 0 comentarios

lunes 4 de octubre de 2010

Anita Fernandini de Naranjo, la primera alcaldesa de Lima y la mujer más acaudalada del Perú durante el siglo XX.
Ana María Fernandini Clotet (Lima, 1902-1982)
Luces y sombras de la primera alcaldesa de LimaPor: Ernesto ChávezChapada a lo antiguo, Ana María Fernandini Clotet , más conocida como Anita Fernandini de Naranjo, es hasta la fecha la única mujer que llegó a la alcaldía de Lima desempeñando ese cargo de 1963 a 1964.En su gestión rodeada de muchas anécdotas, concedió las Llaves de la Ciudad de Lima a la Virgen del Carmen y una leyenda urbana señala que en su periodo como alcaldesa, doña Anita Fernandini mandó tapar los genitales de las esculturas de Bellas Artes.De acorde con la época, Anita Fernandini no tenía una agenda feminista, social o política sino que estaba rodeada de una aureola de benefactora, defensora de la moralidad pública y protectora del patrimonio.No fue elegida por sufragio sino designada por la fugaz Junta Militar de Gobierno del general Nicolás Lindley, reemplazando a José Jacinto Rada, quien renunció a la alcaldía de Lima tras la destitución del general Ricardo Pérez Godoy.En su libro “Damas, poder y política en el Perú” (2007), Carlos Neuhaus Rizo Patrón, quien se define apasionado de la ‘petite histoire’comenta:“Los militares querían enviar un mensaje a las clases altas, ganarlas a su lado, y Anita, mujer generosa, era heredera de una de las mayores fortunas de la época, la del minero Eulogio Fernandini. Apuesto a que fue idea de Lindley que conoció a los Fernandini como constructores del entonces moderno balneario de Santa María”.Dueña de gran fortunaNació el 17 de abril de 1902 en lo que llamaríamos una “cuna de oro” hija del acaudalado empresario minero Eulogio Erasmo Fernandini de la Quintana e Isolina Clotet Valdizán.Se le consideró como la mujer más acaudalada del Perú durante el siglo XX. Se casó el 9 de junio de 1927 con el ingeniero Alberto Nicanor Álvarez-Calderón Flores, con quien tuvo cinco hijos. Enviudó en 1944 y se casó con Eduardo Naranjo Gunner.Por su activa labor social fue designada presidenta vitalicia del Consejo Nacional de Mujeres, y encabezó el Comite pro Basilica agrupación que se propuso construir una basílica a Santa Rosa de Lima.Algunos sacerdotes llegaron a pedirle que priorice la construcción de un hospital antes que la edificación de su soñada Basílica de Santa Rosa en las alturas del cerro San Cristóbal.Decidida a cristalizar ese proyecto, respaldada por su gran fortuna, expropió casas y compró terrenos, pese a ello, no lo consiguió, ya que fue declarado Monumento el convento de Santa Rosa y el dinero recaudado terminó en el Arzobispado de Lima.En su biografía se menciona que era la dueña de una gran mansión en Miraflores de la cual se mudó a otra en la avenida Salaverry, la cual vendió a la embajada rusa.Poseía una casa grande en San Bartolo, que era su exclusivo lugar de veraneo. El inmueble es usado como centro de esparcimiento por la Guardia Civil del Perú.Durante el gobierno de Nicolás Lindley López, el ministro de gobierno y policía: Germán Pagador Blondet, designó el 15 de marzo de 1963 a Anita Fernandini de Naranjo como la primera alcaldesa de Lima.Una de sus principales ordenanzas fue la limpieza de los techos de la ciudad, donde se acumulaban toneladas de cachivaches y basura, un problema de salubridad del que nadie se ocupaba.Guerra a las calatistasA los tres meses de su gestión, en junio de 1963 arremetió contra lo que se consideraba “la perdición moral de la juventud ” y de un solo plumazo prohibió las funciones de striptease que estaban en boga en aquellos años faranduleros, extendiéndose a los cines de barrio.La extrema medida provocó tremendo revuelo en la Lima de noche, donde las bailarinas, llamadas también estriptiseras y “calatistas”, salieron al frente de la alcaldesa moralizadora.Una de las más conocidas vedettes, la escultural y cimbreante Elsa Moreno, no tuvo mejor idea que canalizar su protesta desnudándose en los portales de la Municipalidad de Lima, para delicia de sus admiradores y la prensa capitalina.Ataviada con solo un abrigo largo, la ombliguista se dio el gusto de desnudarse en la calle y ‘pechar’ a la alcaldesa frente a las cámaras de la prensa, comenta la revista Caretas.La medida logró que las salas de cines y teatros limeños se abstuvieran de este tipo de espectáculos ante el riesgo de ser blanco de las iras moralizadoras de la burgomaestre de la Ciudad de Los Reyes,Pero no todos bajaron la cabeza. Algunas salas como el Bijou, tramitaron permiso para ofrecer el espectáculo de las calatistas a partir de la medianoche.Esta cruzada moralista, extendida en Lima y Callao, la confrontó directamente con los empresarios de espectáculos, así como con las striptiseras y los transformistas, estos últimos encabezados por el argentino ‘Paquito’ Santa Cruz.Surgió un debate variopinto, pionero de las tácticas políticas del siglo XXI. No faltaron las críticas a la “desnudez social” de las zonas colindantes a las boîtes.¿Qué era finalmente más obsceno: un baile para adultos en el teatro Santa Marina del Callao o la falta de agua y desagüe en las tres barriadas de la zona (Ciudadela Chalaca, San Juan Bosco y Virgen de Fátima)?Pero Anita Fernandini no cedió y las vedettes tuvieron que limitarse a desnudarse en las boites o night clubs de la época, para rabia de los que querían “democratizar” el espectáculo en los cines de barrio con las Bim Bam Bum.Fernandota de ToronjaAnita Fernandini fue esposa del ingeniero Alberto Álvarez-Calderón Flores y, tras su muerte, volvió a casarse, esta vez con Eduardo Naranjo.“Los presentaban como la Sra. Fernandini y su esposo”, bromea Saavedra-Pinón, quien luego sería secretario de Prensa de la Presidencia de la República durante el primer gobierno de Belaunde.“La trajo Nicolás Lindley, quien solo servía Inca Kola en su despacho”, agregaUno de las anécdotas sabrosonas de la época fue protagonizada por el arquitecto Luis Ortiz de Zevallos , quien la rebautizó como Anota Fernandota de Toronja.Anita Fernandini de Naranjo era inflexible en lo que llamaba moralidad pública, pero sabía tener correa, virtud del que carecen muchas de las mujeres que quieren ser la segunda alcaldesa de Lima.Apoyó la cultura
A diferencia de sus antecesores, Anita Fernandini apoyó decididamente la cultura, abogó por numerosos proyectos en ese sentido y en especial el teatro sanmarquino.Los diarios de la época comentan que era mecenas de varios artistas y era ella misma una tímida pero devota escultora. Una de sus obras más conocidas fue el Cristo de la Paz.Murió en 1982 a los 80 años y su mausoleo es uno de los hitos en las visitas guiadas al Cementerio Presbítero Matías Maestro.Anita Fernandini de Naranjo es parte de la historia política no difundida porque en 1963 llegó a la alcaldía provincial de Lima, apenas 7 años luego de que las mujeres votaron por primera vez en el Perú.La otra historia desconocida es que muchas mujeres intentaron la alcaldía de Lima, como la María Delgado de Odría , quien gozó de popularidad por las obras públicas de su esposo, el ex dictador Manuel A. Odría, y la ahora congresista Mercedes Cabanillas.

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