martes, 13 de octubre de 2009

Dos valses diferentes


Por: Antonio Zapata
El recientemente desaparecido Arturo Zambo Cavero se convirtió en ídolo de multitudes cantando dos valses compuestos por Augusto Polo Campos, a la guitarra iba Óscar Avilés. Son composiciones de los setenta que recibieron nombres muy parecidos. La primera se titula “Y se llama Perú”; fue elaborada durante el gobierno de Juan Velasco, mientras que la segunda se llama “Contigo Perú” y corresponde a la época de Morales Bermúdez. Ahí está la clave que explica por qué son tan distintas estas canciones que, por otro lado, son tan parecidas, habiendo consagrado la carrera de los tres maestros del criollismo.
“Y se llama Perú” fue compuesta en 1974, al año siguiente del golpe de Augusto Pinochet contra Salvador Allende. Las relaciones con nuestro vecino del sur pasaban por uno de sus peores momentos; en esa coyuntura, las tensiones habituales amenazaron con transformarse en guerra. Además, ese mismo año se jugaban las eliminatorias al mundial de fútbol de Alemania y nos tocó definir la clasificación precisamente contra Chile. Dicho sea de paso, perdimos. En ese momento, Polo Campos compuso una canción patriota que enfatiza los propósitos del gobierno revolucionario de las FFAA.
Por ello, “Y se llama Perú” habla de una nación que está luchando por romper cadenas y acabar con la esclavitud. Es evidente, que aquí se trabaja una adaptación de la tan denostada estrofa “Largo tiempo”, proveniente del Himno Nacional. Luego sigue diciendo que el Perú es la tierra del Inca, sugiriendo al indio y a Garcilaso o Túpac Amaru, conocidos símbolos de peruanidad. El punto clave de la canción es la letra “R”, que corresponde a rifle, evocando tanto a las FFAA revolucionarias, situadas junto al pueblo, como a la preparación anímica para enfrentar a Chile. “Y se llama Perú” es una canción que predica la unidad del pueblo y la FFAA, para hacernos dignos de una patria proveniente de una lucha indómita.
Por su lado, la segunda canción, titulada “Contigo Perú”, fue compuesta durante el gobierno de Francisco Morales Bermúdez, cuando los tiempos habían cambiado. La llamada “segunda fase” fue el retroceso de la revolución militar, la vuelta al orden capitalista tradicional y al enfrentamiento con el movimiento social. Se vivió una seria crisis económica a continuación del shock petrolero de mediados de los setenta. El gobierno buscó descargar el ajuste en los trabajadores, quienes no aceptaron con facilidad.Los sindicatos de esos años tenían fuerza y militancia, potenciadas durante el gobierno de Velasco, pero procedentes de varias décadas de paciente trabajo organizativo, realizado sobre todo por el PCP. Recién se había reconstruido la CGTP. Asimismo, se había formado una corriente clasista en los sindicatos y regiones, situada a la izquierda del PCP, que protagonizó sonadas huelgas, desbordando al liderazgo comunista y empujándolo a decretar varios paros nacionales que resultaron muy exitosos.
Así, los años de Morales fueron de elevado conflicto social. En ese contexto, la canción “Contigo Perú” alude a la unión entre las regiones, al trabajo y el deporte, construyendo una hermandad que ofrece la vida por el país. Era la época de la clasificación al mundial de Argentina, que fue un éxito muy amargo. Esta segunda canción comparte el giro producido entre los gobiernos de los setenta. La primera composición iba a la izquierda, buscando un puente entre FFAA, pasado milenario y pueblo combativo; por su lado, el segundo valse resalta el ideal de unidad nacional, mientras que diariamente el país vivía convulsionado por marchas y huelgas.

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