domingo, 18 de octubre de 2009

El camote puede ser la salvación


Como el bíblico maná, el camote puede salvar a muchos del hambre, por sus valores dietéticos y lo económico de su producción. El milenario tubérculo andino será potenciado por el Centro Internacional de la Papa y la fundación Bill y Melinda Gates.El camote milenario, domesticado desde las primeras civilizaciones andinas y orgullo del Perú, es una fuente de soluciones para el hambre, por su gran valor nutritivo, y no solamente en el Perú y los países andinos, sino también en otros continentes, sobre todo el África. El Centro Internacional de la Papa (CIP) lleva adelante precisamente un proyecto para mejorar no sólo la nutrición y, por ende, la salud de miles de familias, sino también sus ingresos económicos.El camote, apichu en quechua, tuctuca en aymara, es originario de la zona andina americana y en nuestro país, esta adaptado a todos los tipos de suelos (costa, sierra y selva). Este tubérculo ha sido domesticado hace por lo menos ocho mil años en Ayacucho, según estudios arqueológicos y antropológicos, que han hallado representaciones artísticas del dulce tubérculo en piezas de cerámica precolombina. También ha sido hallado en tumbas como ofrenda mortuoria.El proyecto del CIP titulado El Camote en Acción para la Seguridad y la Salud en África, conocido por sus siglas en inglés, SASHA, será realizado en ocho países del África subsahariana durante cinco años, apoyado por una donación de 21 millones de dólares de la fundación de Bill y Melinda Gates.“En términos de producción, el camote es el tercer cultivo alimenticio más importante del este de África, y el cuarto más importante del sur de ese continente. Puede producir mejores rendimientos en malas condiciones de suelos, con menores insumos y menos mano de obra que otros cultivos, lo que es especialmente adecuado para familias amenazadas por las migraciones, los disturbios civiles o enfermedades como el SIDA”, explica Pamela K. Anderson, directora general del CIP.A pesar de estas bondades, debido a la falta de inversiones, su potencial comercial y dietético no ha sido explotado. Tiene todavía la mala imagen de que es un alimento sólo para personas pobres.“Este proyecto mejorará la seguridad alimentaria, la nutrición y las condiciones de vida de por lo menos 150,000 familias directamente, con un impacto indirecto sobre un millón de familias del Sub Sahara africano en cinco años, creando las condiciones para llegar a 10 millones de hogares en 10 años”, indica Anderson.La donación de la Fundación Bill y Melinda Gates fue anunciada por el propio Bill Gates durante el discurso de apertura del Simposio del Premio Mundial de la Alimentación en Des Moines, Iowa. “Melinda y yo creemos que ayudar a los pequeños agricultores más pobres a crecer más y llegar al mercado es la palanca más poderosa del mundo para reducir el hambre y la pobreza”, dijo Gates.Desafíos de SASHAUn componente adicional del proyecto, es el empoderamiento de las mujeres africanas. “Las mujeres son las guardianas nutricionales de la familia y las principales productoras de camote, pero no suelen cosechar los frutos de su trabajo”, añade Anderson. “Este proyecto aborda directamente este desafío al incluir una especialista en género del África e integrar estrategias para asegurar que las mujeres tengan una presencia activa en las intervenciones del proyecto y obtengan ganancias equitativas de él”, afirma Pamela Anderson.Junto con las variedades de camote blanco comúnmente cultivadas en el África subsahariana, SASHA promoverá las variedades de pulpa anaranjada, ricas en vitamina A. Estas variedades pueden disminuir de manera significativa la deficiencia de esa vitamina que, según algunos estimados, afecta aproximadamente a 43 millones de infantes menores de 5 años en el Sub Sahara africano. La deficiencia de esta vitamina es una de las causas de las altas tasas de ceguera, enfermedades y muertes prematuras de niños y mujeres embarazadas.El proyecto SASHA es parte de la iniciativa El Camote como Beneficio y Salud, que busca reducir la malnutrición infantil y mejorar los ingresos y condiciones de vida de los pequeños agricultores mediante una mayor sensibilización, expansión de las oportunidades de mercado y diversificación del uso del camote en el Sub Sahara africano. Su potencial para endulzar, en todos los sentidos, la vida de los pobladores pobres de África es bastante conocido.“Uganda ha comprobado de qué manera el camote ha ayudado a proporcionar seguridad alimentaria en momentos de severa falta de alimentos, cuando otros cultivos sucumbían ante las enfermedades. Nos preparamos para compartir nuestra experiencia con otros”, afirma Dennos Kyetere, Director de la Organización Nacional de InvestigaciónAgrícola de Uganda.SASHA también abordará el principal desafío de los pequeños productores de camote, referido al acceso oportuno a semillas libres de enfermedades.Un componente final del proyecto consistirá en el establecimiento de tres plataformas subregionales de respaldo, situadas en los principales centros de investigación de los programas nacionales en Ghana, Uganda y Mozambique, para promover las destrezas y la capacidad de mejoramiento sostenible local.“Vamos a trabajar con los científicos, socios y partes interesadas de cada localidad y en estrecha colaboración con la Alianza para la Revolución Verde (AGRA por sus siglas en inglés) para asegurarnos de estar fortaleciendo la capacidad de participación en el mejoramiento del camote en África y para África”, subraya el Dr. Jan Low, quien estará a cargo del proyecto en la Oficina Regional del CIP en Nairobi, Kenia.

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