sábado, 13 de marzo de 2010

LA PILDORA

.Por Augusto Álvarez

Por la distribución gratuita de la píldora del día siguiente

Una de las decisiones más valientes e importantes del gobierno actual en estas semanas en las que ha andado con rumbo confundido en el terreno político, ha sido la defendida por los ministerios de Salud y de la Mujer para lograr que el anticonceptivo oral de emergencia (AOE) se pueda distribuir de manera gratuita.

Ello requirió remontar un fallo previo del Tribunal Constitucional en el que, de manera bastante absurda, decretó el impedimento del AOE, también conocido como la ‘píldora del día siguiente’ con el argumento falaz de que es abortivo.

Esto fue posible debido a que, ante una consulta hecha por el Ministerio de Salud a la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, se obtuvo como respuesta científica que el AOE no es abortivo porque “no puede interrumpir la vida de un óvulo fecundado, pues solo es efectivo antes de que el esperma alcance el óvulo maduro”.

De este modo, al perder sustento la argumentación del TC, su decisión se cayó por absurda. Los magistrados de esa instancia han reclamado que se ha producido una suerte de “golpe de estado”. Desconozco ese mundo jurídico de las interpretaciones legales sobre lo que corresponde en este caso, del mismo modo cómo se ha abierto una discusión constitucional interesante sobre si se puede revocar un indulto presidencial.

Pero lo que sí me queda claro en el caso de la ‘píldora del día siguiente’ es que, al margen del debate jurídico, hay una realidad social que la cucufatería nacional deja de lado pues esta suele estar vinculada a los sectores pudientes de la sociedad.

El punto central para defender la distribución gratuita del AOE por parte del Estado es que es una medida sustentada en criterios de justicia y equidad, pues es anticonceptivo está hoy en día disponible para los que puedan pagar por él, pero no para las personas más pobres de la sociedad, a las cuales la cucufatería nacional suele dejar de lado en sus posiciones.

Fue, por ello, muy significativo que el gobierno optara por anunciar la distribución gratuita de la AOE precisamente en el día internacional de la mujer, una ocasión en la que abundan discursos huecos a favor de la igualdad de oportunidades, pero escasean medidas efectivas que, como esta, la promuevan.

En este sentido, los ministros Oscar Ugarte de Salud y Nidia Vílchez de la Mujer merecen, por su audacia para enfrentarse a la cucufatería nacional, y su valor para promover una decisión profundamente distributiva, un sincero agradecimiento de los que realmente les preocupan los problemas de las personas pobres del Perú.

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