sábado, 3 de abril de 2010

CIMIENTO

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Humberto Campodónico
Hemos recibido una carta de Latin American Trading/Cemex, en la que su representante, el Sr. Juan Carlos Cárdenas, pide que “rectifique las erradas afirmaciones efectuadas en el artículo del 20 de marzo, titulado “Indecopi, Cemex y ´dumping´ cementero”.
Recordemos que, en el marco de una disputa empresarial en el 2007 entre Cementos Lima y LAT/Cemex, la primera presentó una denuncia ante Indecopi porque la segunda estaba importando cemento desde la República Dominicana a precios “dumping”, lo que significa que el precio declarado por el importador es inferior al del mercado de origen. El objetivo es apropiarse de una parte del mercado nacional vendiendo más barato que la competencia local.
Recordemos, también, que el informe de Indecopi de marzo del 2009 concluye que es cierto que LAT/Cemex importa a precios “dumping”, lo que LAT reconoce.
Dicho esto, ¿cuál es la información errada? Dice LAT que en mi artículo se dice que, habiéndose determinado la existencia de dumping: “resulta ´… curioso, por decir lo menos…´, que no se hayan dictado derechos antidumping acogiendo la solicitud de Cementos Lima, la misma empresa que ha solicitado y conseguido en el Tribunal Constitucional la restitución de aranceles al 12% para la importación de cemento”.
Dice LAT que estas afirmaciones no son “legalmente correctas” porque, según la legislación existente, el dumping puede existir pero para que sea sancionado con derechos antidumping deben cumplirse varias condiciones, entre ellas, que cause daño o amenaza de daño a la industria nacional.
Pero eso es lo que dije en mi artículo: “Puede ser que no haya daño a la industria local de cemento, pero qué me dicen del ingreso por aranceles que recauda SUNAT? Si el importador está haciendo “dumping”, el fisco recaudará menos. ¿Eso no está penado?”.
Noten los lectores que Cemex cita mi frase “curioso, por decir lo menos”, para luego continuar, con palabras de ellos, no mías, que se acoja la solicitud de Cementos Lima. La intención se deja entrever: Campodónico está a favor de Cementos Lima, lo que reiteran más adelante cuando dicen que existen datos “donde se mencionan recientes exportaciones efectuadas por Cementos Lima a precios dumping. Sería muy interesante conocer la posición del Sr. Campodónico sobre este dato”.
Mi posición es que eso me parece muy mal, porque es competencia desleal. Da lo mismo que lo haga Cemex o Cementos Lima o cualquier empresa. En esta columna defendemos principios y no somos “mermeleros”.
Descartada cualquier duda sobre mi “posición interesante”, es importante decir que discrepo de la posición de la Organización Mundial de Comercio (OMC) de pasar el “dumping” por agua tibia (pone varias condiciones para poder sancionarlo). Ese es mi derecho de opinión y lo mismo se aplica a mi discrepancia del art. 63 de la Constitución de 1993, que establece la “igualdad de trato” al capital nacional y extranjero.
También discrepo del gobierno peruano, que hace la vista gorda frente al menor pago de aranceles y no establece “precios mínimos de referencia” (como sí lo hace Colombia) para que Cemex pague aranceles por el valor real del cemento que traen. Y no sobre un precio “dumping”.
En esta columna hemos dicho que no estamos de acuerdo con que el Tribunal Constitucional legisle sobre aranceles, a la vez que estamos en contra de la política neoliberal de reducción unilateral de aranceles. Planteamos una política comercial distinta que, ciertamente, incluye la restitución de los aranceles al cemento importado. Y si alguien lo trae a precios dumping, pues deberían imponérseles “precios de referencia”, lo que está permitido por la OMC.
¿No les parece que sería muy interesante saber cuántos millones de dólares dejó de recaudar Sunat por los precios dumping de Cemex? Y, también, ¿si hubo “lobby” para incluir al cemento en la rebaja de aranceles del 2007? Yo creo que sí.

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