domingo, 25 de abril de 2010

Fondo de “sinceramiento” de precios de los combustibles

Humberto Campodónico
Las recientes modificaciones al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles del Decreto de Urgencia 027-2010 parten de una constatación: el precio internacional del petróleo ha vuelto a subir (está en US$ 82/barril) y los pronósticos indican que seguirá subiendo.
Así, las deudas del Fondo con las refinerías (para que no suban los precios al consumidor) son del orden de S/. 650 millones, ya que los precios están “atrasados” en 20 a 25% con respecto a los precios internacionales. Si el precio del petróleo se mantiene, la deuda del Fondo seguiría aumentando en S/. 160 millones mensuales.
Por ello, el DU-027 establece que los precios de los combustibles se “sinceren”. El primer aumento ha sido de 7% para las gasolinas y el diesel y luego vendrán aumentos de 5% cada dos meses hasta que los precios queden completamente “sincerados”. Así, el Fondo ya no estabiliza sino “sincera”. De la mano con esta píldora amarga, el DU 027 establece que los mineros, pesqueros y cementeros, ya no estén en el Fondo. Eso está muy bien, pero no nos hace olvidar que los subsidios a esos sectores han sido más de S/. 600 millones, justo cuando sus utilidades volaban por los altos precios internacionales y el crecimiento económico (ojo, solo se les ha adelantado en 6 meses el “sinceramiento”, lapso en el cual todos pagaremos los mismos precios).
No solo eso. A pesar de que desde hace años se venía pidiendo que los excluyan del Fondo, su peso “lobbysta” los mantuvo adentro (hasta Alan García, en agosto del 2008, dijo que debían salir, pero nada; ver “Los infiltrados siguen allí”, www.cristaldemira.com, 20/08/2008).
En este caso, los economistas que se rasgan las vestiduras denunciando a los “infiltrados” en el Vaso de Leche porque “el programa no está bien focalizado” (la toman niños mayores de 7 años, cuando la edad máxima es de 6 años) se callan la boca y nada dijeron de la “no focalización” del Fondo de los Combustibles. Dos varas y dos medidas. ¡Qué vergüenza!
El DU establece que el GLP tenga alzas mínimas (bien), una pequeña compensación en la factura eléctrica a los más pobres (bien), una nueva banda de precios (más acotada) y una comisión consultiva para “actualizar los precios”, presidida por Osinergmin, con el MEM, el MEF y las productoras e importadoras de combustibles (antes las decisiones quedaban a la discreción de la Dirección General de Hidrocarburos). No participan las asociaciones de defensa del consumidor.
EL DU mantiene la fórmula de los Precios de Paridad de Importación, que establece que los precios en el Perú sean iguales a los de EEUU, más el costo del flete. Esto es absurdo, porque el 50% proviene del petróleo peruano y los líquidos del gas de Camisea, mientras que el otro 50% viene de Colombia y Ecuador, principalmente, cuyos precios son inferiores a los que rigen en EEUU.
Toda esta problemática nos hace ver la importancia del gas de Camisea, sustituto del petróleo que no está sujeto a los precios del petróleo y que es barato. Sin embargo, se va a exportar a México y se raciona al mercado peruano. Es en ese contexto que debemos analizar el porqué de los “atrasos” en los precios y los problemas del Fondo. A mayor consumo de gas, habría menos dependencia del petróleo caro e importado.
Resumiendo: en los próximos 6 u 8 meses las gasolinas y el diesel subirán 20 a 25%, lo que impactará en la inflación y generará presiones al alza de los pasajes urbanos y del transporte interprovincial. Para “dorar la píldora” se ha mejorado el Fondo que, sin embargo, cuando se “sinceren” los precios, ya no tendrá razón de ser. Existen otras alternativas de política de precios, las que tienen como punto de partida la eliminación de la Paridad de Importación y la masificación del consumo del gas natural lo que, hoy, exige que no se exporte el gas a México

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