.Por Humberto Campodónico
Es importante saber cuál es el consumo de gas natural de Camisea que podría sustituir al consumo de GLP en balones. Ese cálculo también permite cuantificar el valor del mercado de balones de GLP y la reducción en el gasto de los hogares que provocaría su sustitución por gas natural.
En el año 2010, en el Perú las plantas envasadoras compraron 9.1 millones de barriles de GLP, los mismos que fueron vendidos, sobre todo, a los usuarios domésticos (1). Si convertimos esta cifra a balones de 10 kilos, que es la unidad más conocida, tenemos que se consumieron 76.7 millones de balones.
En Lima se consumieron 43.3 millones de balones, el 56%. Le siguen Arequipa (13%), Piura (8%), La Libertad (5%) y Puno (3%). A las demás regiones les corresponde el 15% restante.
¿Cuál es el valor anual de los 76.7 millones de balones? Si los multiplicamos por el precio de venta al público, que es de S/.35/balón, llegamos a S/. 2,686 millones (ver cuadro). Ese valor incluye el IGV más el costo de envasado y los costos de comercialización.
Es obvio que una primera etapa en la masificación del consumo del gas le corresponde a Lima, pues el gas ya está aquí. En una segunda etapa, que debiera comenzar a la brevedad, es imperativo el gasoducto surandino, no solo para sustituir los balones de GLP de los domicilios, sino el Gas Natural Vehicular para todo el trapecio andino, para las industrias y el polo petroquímico, en síntesis para el cambio de la matriz energética.
¿A cuánto ascendería el ahorro en Lima en consumo domiciliario? Primero hay que saber cuánto gastan los limeños. Eso se obtiene multiplicando los 43.3 millones de balones de GLP por S/. 35, con lo cual llegamos a S/. 1,517 millones anuales.
¿Cuál sería el ahorro de las personas en Lima si se consumiera el gas de Camisea? Aquí viene lo bueno. Ese gas cuesta el 28% del balón de GLP, una vez hechas las conversiones calóricas (2); en otras palabras su equivalente es de S/. 13 por balón.
A nivel de toda Lima, esa misma cantidad consumida costaría S/. 424 millones anuales (1517*28%). O sea que si se sustituyera todo el consumo anual de GLP en Lima por gas natural, los limeños pagarían S/. 1,092 millones menos (1517 – 424). Un ahorro importante, ¿no es cierto?
Claro, esta cifra no incluye la inversión que se debe hacer en la red de gas ni, tampoco, el costo de entrada de red a los hogares, lo que reduciría el ahorro señalado. Para que se lleven a cabo masivamente las inversiones en esos dos rubros los gobiernos deben poner incentivos a la demanda, como antes pusieron incentivos a la oferta para hacer que el proyecto Camisea sea rentable.
Es lo lógico, pues un gobierno que quiere crecimiento con inclusión social, debe no solo incentivar la oferta sino también la demanda. Es lo que hicieron hace años Argentina y Colombia y lo que hoy necesita el Perú. Así, la reducción del precio del gas se sentiría en los bolsillos de la gente y daríamos un gran paso adelante en la inclusión social y en la independencia del petróleo caro importado. ¿No es cierto?
martes, 28 de junio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario