viernes, 30 de abril de 2010
martes, 27 de abril de 2010
EL DUEÑO DEL CIRCO
Javier Diez Canseco
Jorge del Castillo y Omar Quezada, secretarios generales del APRA gracias a la alianza que se impuso en el violento y tumultuoso Congreso del partido de la estrella, están en el ojo de la tormenta política por evidencias de corrupción. Uno ¿era? obvio candidato aprista a la Presidencia de la República el 2011, y el otro, probable candidato a Presidente Regional de Ayacucho.
Hoy, el primero se defiende como gato panza arriba de las imputaciones en los petroaudios BTR. Las grabaciones –que hasta ahora ni el Congreso ni el país conocen en su integridad por una curiosa “reserva judicial”– lo acusan del uso de su influencia política como Primer Ministro para favorecer a Canaán, y luego a Vera Gutiérrez, en diversos negocios (petroleros, hospitales y otros).
En un audio, Rómulo León, al contar a Fortunato Canaán su conversación con Del Castillo sobre los negocios a respaldar, es explícito: “…Jorge, quiero que sepas, por lo demás, si los hospitales pueden apoyar para la campaña, este tema no apoya la campaña, ¡Resuelve la campaña!... te pone en Palacio de Gobierno. Entonces se quedó pensando y me dijo ‘¿Qué es lo que hay que hacer?’. Lo que te dije (le recuerda León), hablar con Saba (Perupetro) primero…”. Y Canaán –en medio de la historia– suelta un rotundo: “Le has dicho la verdad”.
La conversación Químper-Saba sobre el pedido del “tío George” para ampliar beneficios en regalías petroleras a un negocio de Vera Gutiérrez es lapidaria. Y va respaldada por acciones concretas. Por un lado, el proyecto de ley de Carrasco Távara en el Congreso para buscar hacerlo realidad. Por otro, el jugoso canje de un departamento de Surco, propiedad de Del Castillo, por otro en San Isidro, frente al Golf, propiedad de Vera Gutiérrez. Ni mencionemos la absurda doble venta del departamento cancelada 4 meses después, ¿sin hablar o suscribir documento alguno con el propietario antes de depositarle el dinero?
Quezada ha renunciado a COFOPRI por la escandalosa venta de 300,000m² de tierras en el km 72 de la Panamericana Sur a S/.4, 908 soles al ex diputado aprista Oswaldo Chauca. Ni él ni Del Castillo se han apartado del cargo partidario que detentan.
Lo curioso es que el Presidente no ha removido a Daniel Saba de Perupetro, dadas las acusaciones, para facilitar la investigación, y que –respecto a Del Castillo– se haya limitado a aludirlo con aquello de “la mujer del César no solo debe ser honesta sino parecerlo”, sin medida concreta alguna.
Y es que, extraídos los pañuelos de color e innumerables palomas del sombrero de mago BTR, parece asomar la cabeza del dueño del circo.
En un audio, Químper le cuenta a Saba que su relación como abogado y lobbista de Vera Gutiérrez se la debe a García. Este, en compensación a la larga defensa gratuita que le hizo, lo conectó con Vera Gutiérrez. Saba, entonces, sabe de dónde viene el mandado de servir a Vera. Por otro lado, Fortunato Canaán es recibido en Palacio por García en octubre 2007 y abril 2008. Por su hotel y suite pasan su secretaria, Mirtha Cunza, el secretario de la Presidencia, Luis Nava (uno de cuyos hijos trabaja en contratos de estos negocios), su Primer Ministro Del Castillo, varios Ministros (Justicia, Interior, Salud, Vivienda y Construcción), mientras otros lo reciben en su despacho. Sus amigos Rómulo León y Químper eran los operadores.
¿Nos gobierna un caído del palto? Cual Fujimori dice de Montesinos, ¿sorprenden a García los arreglos entre su círculo más cercano de colaboradores? ¿Estamos ante un sonso? Si fue el general PNP Hidalgo quien, por órdenes suyas, investigó el caso BTR, ¿cómo es que no sabía nada de los contenidos de los audios y no ha tomado medidas frente a sus íntimos y dirigentes de su partido? ¿Todos sabían menos él? ¿Demasiada ingenuidad la de García o tenía su alita? La incapacidad de García sería discutible: ¿moral o intelectual? Lo indiscutible es su incapacidad de gobernar honestamente.
Jorge del Castillo y Omar Quezada, secretarios generales del APRA gracias a la alianza que se impuso en el violento y tumultuoso Congreso del partido de la estrella, están en el ojo de la tormenta política por evidencias de corrupción. Uno ¿era? obvio candidato aprista a la Presidencia de la República el 2011, y el otro, probable candidato a Presidente Regional de Ayacucho.
Hoy, el primero se defiende como gato panza arriba de las imputaciones en los petroaudios BTR. Las grabaciones –que hasta ahora ni el Congreso ni el país conocen en su integridad por una curiosa “reserva judicial”– lo acusan del uso de su influencia política como Primer Ministro para favorecer a Canaán, y luego a Vera Gutiérrez, en diversos negocios (petroleros, hospitales y otros).
En un audio, Rómulo León, al contar a Fortunato Canaán su conversación con Del Castillo sobre los negocios a respaldar, es explícito: “…Jorge, quiero que sepas, por lo demás, si los hospitales pueden apoyar para la campaña, este tema no apoya la campaña, ¡Resuelve la campaña!... te pone en Palacio de Gobierno. Entonces se quedó pensando y me dijo ‘¿Qué es lo que hay que hacer?’. Lo que te dije (le recuerda León), hablar con Saba (Perupetro) primero…”. Y Canaán –en medio de la historia– suelta un rotundo: “Le has dicho la verdad”.
La conversación Químper-Saba sobre el pedido del “tío George” para ampliar beneficios en regalías petroleras a un negocio de Vera Gutiérrez es lapidaria. Y va respaldada por acciones concretas. Por un lado, el proyecto de ley de Carrasco Távara en el Congreso para buscar hacerlo realidad. Por otro, el jugoso canje de un departamento de Surco, propiedad de Del Castillo, por otro en San Isidro, frente al Golf, propiedad de Vera Gutiérrez. Ni mencionemos la absurda doble venta del departamento cancelada 4 meses después, ¿sin hablar o suscribir documento alguno con el propietario antes de depositarle el dinero?
Quezada ha renunciado a COFOPRI por la escandalosa venta de 300,000m² de tierras en el km 72 de la Panamericana Sur a S/.4, 908 soles al ex diputado aprista Oswaldo Chauca. Ni él ni Del Castillo se han apartado del cargo partidario que detentan.
Lo curioso es que el Presidente no ha removido a Daniel Saba de Perupetro, dadas las acusaciones, para facilitar la investigación, y que –respecto a Del Castillo– se haya limitado a aludirlo con aquello de “la mujer del César no solo debe ser honesta sino parecerlo”, sin medida concreta alguna.
Y es que, extraídos los pañuelos de color e innumerables palomas del sombrero de mago BTR, parece asomar la cabeza del dueño del circo.
En un audio, Químper le cuenta a Saba que su relación como abogado y lobbista de Vera Gutiérrez se la debe a García. Este, en compensación a la larga defensa gratuita que le hizo, lo conectó con Vera Gutiérrez. Saba, entonces, sabe de dónde viene el mandado de servir a Vera. Por otro lado, Fortunato Canaán es recibido en Palacio por García en octubre 2007 y abril 2008. Por su hotel y suite pasan su secretaria, Mirtha Cunza, el secretario de la Presidencia, Luis Nava (uno de cuyos hijos trabaja en contratos de estos negocios), su Primer Ministro Del Castillo, varios Ministros (Justicia, Interior, Salud, Vivienda y Construcción), mientras otros lo reciben en su despacho. Sus amigos Rómulo León y Químper eran los operadores.
¿Nos gobierna un caído del palto? Cual Fujimori dice de Montesinos, ¿sorprenden a García los arreglos entre su círculo más cercano de colaboradores? ¿Estamos ante un sonso? Si fue el general PNP Hidalgo quien, por órdenes suyas, investigó el caso BTR, ¿cómo es que no sabía nada de los contenidos de los audios y no ha tomado medidas frente a sus íntimos y dirigentes de su partido? ¿Todos sabían menos él? ¿Demasiada ingenuidad la de García o tenía su alita? La incapacidad de García sería discutible: ¿moral o intelectual? Lo indiscutible es su incapacidad de gobernar honestamente.
domingo, 25 de abril de 2010
PODER Y ELECCIONES
El ex secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Javier Pérez de Cuéllar, opinó que en el Perú gana las elecciones el que tiene mayor poder económico.
“En el Perú todo el tiempo se están comprando las elecciones. El que tiene más plata, más ayuda económica, es el que gana. Y ojalá en las próximas elecciones no sea así”, indicó Pérez de Cuéllar en una entrevista con La República.
El diplomático manifestó que “aún no está la situación del país madura para escoger serenamente cuál será el mejor candidato” y refirió que salió “un poco decepcionado y resentido” de su candidatura en las elecciones presidenciales en 1995.
Pérez de Cuéllar reiteró que no votaría por Keiko Fujimori+ “por una cuestión que le llamaría histórica”.
SIN ARREPENTIMIENTOSAl preguntársele de qué se arrepiente, Pérez de Cuéllar contestó: “Tuve una decepción en política interna. Parece una falta de modestia, pero no tengo nada de que pueda arrepentirme, no solo de hechos sino de omisión”.
Finalmente, refirió que el presidente Alan García está haciendo un buen gobierno y hay que alentarlo.
“Tiene un verdadero empeño, casi una obsesión, de lograr que al Perú llegue la inversión privada que acelere nuestro desarrollo, y eso creo que es positivo”, indicó.
“En el Perú todo el tiempo se están comprando las elecciones. El que tiene más plata, más ayuda económica, es el que gana. Y ojalá en las próximas elecciones no sea así”, indicó Pérez de Cuéllar en una entrevista con La República.
El diplomático manifestó que “aún no está la situación del país madura para escoger serenamente cuál será el mejor candidato” y refirió que salió “un poco decepcionado y resentido” de su candidatura en las elecciones presidenciales en 1995.
Pérez de Cuéllar reiteró que no votaría por Keiko Fujimori+ “por una cuestión que le llamaría histórica”.
SIN ARREPENTIMIENTOSAl preguntársele de qué se arrepiente, Pérez de Cuéllar contestó: “Tuve una decepción en política interna. Parece una falta de modestia, pero no tengo nada de que pueda arrepentirme, no solo de hechos sino de omisión”.
Finalmente, refirió que el presidente Alan García está haciendo un buen gobierno y hay que alentarlo.
“Tiene un verdadero empeño, casi una obsesión, de lograr que al Perú llegue la inversión privada que acelere nuestro desarrollo, y eso creo que es positivo”, indicó.
MUERE NAZI
)
Paul Schaefer, el ex suboficial del ejército nazi que fundó en Chile la Colonia Dignidad, definida como "un Estado dentro del Estado" por el ex presidente Patricio Aylwin, murió hoy, a los 88 años.
Schaefer falleció a las 07.20 horas local (11.20 GMT) en el hospital de la cárcel de Santiago donde cumplía condenas de siete años de prisión por homicidio calificado; de tres años por infracción a la ley de armas; de tres años y un día por torturas y de veinte años por abusos sexuales contra menores.
La causa precisa de su muerte fue un paro cardiorrespiratorio, dijo a los periodistas el juez Jorge Zepeda, quien procesó y condenó a Schaefer después de que fuera detenido en Argentina y expulsado a Chile en marzo de 2005, tras varios años prófugo.
"La causa inmediata de la muerte es un paro cardiorrespiratorio, es decir, una insuficiencia cardíaca global, ya que él padecía de estenosis aórtica severa terminal, producto de una hipertensión arterial", precisó el juez, que llegó a la prisión tras el deceso de Schaefer.
También llegó al lugar Rebeca Schaefer, la hija adoptiva de quien se hacía llamar "Tío permanente" por los niños de la Colonia, contra quienes cometía abusos sexuales.
Nacido el 4 de diciembre de 1921 en la localidad de Sieburg, cercana a Bonn, Schaefer perteneció a las Juventudes Hitlerianas y sirvió como enfermero en la II Guerra Mundial, alcanzando el grado de suboficial.
Tras la guerra creó un Hogar Evangélico para niños, pero en 1959 huyó de Alemania debido a denuncias de abusos sexuales y en 1961 llegó a Chile, donde el Gobierno lo autorizó a fundar la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad cerca de la ciudad de Parral, a unos 380 kilómetros de Santiago.
El lugar, de 16.000 hectáreas y llamado Villa Baviera por sus moradores, se transformó en un enclave hermético, dotado de escuela, hospital, cementerio y aeródromo propios, rodeado de alambradas y guardias armados, todo al margen de las leyes chilenas.
Sólo testimonios de algunos colonos que lograban huir desvelaban de tanto en tanto fragmentos de la misteriosa vida de los colonos que, según se supo posteriormente, soportaban un régimen de semiesclavitud impuesto por Schaefer y un grupo de secuaces.
Durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), el lugar fue utilizado como campo de concentración y torturas por la policía secreta, cuyo jefe, Manuel Contreras, era amigo de Schaefer.
La Colonia Dignidad es actualmente una comunidad abierta, sus habitantes se han adaptado a la sociedad chilena, dedicados a la producción agrícola y la gastronomía.
En la Villa, sus moradores se reunieron tras enterarse de la muerte de Schaefer para discutir entre otros puntos, según trascendió, si permiten que el fundador del enclave sea enterrado en el cementerio del lugar. EFE
Paul Schaefer, el ex suboficial del ejército nazi que fundó en Chile la Colonia Dignidad, definida como "un Estado dentro del Estado" por el ex presidente Patricio Aylwin, murió hoy, a los 88 años.
Schaefer falleció a las 07.20 horas local (11.20 GMT) en el hospital de la cárcel de Santiago donde cumplía condenas de siete años de prisión por homicidio calificado; de tres años por infracción a la ley de armas; de tres años y un día por torturas y de veinte años por abusos sexuales contra menores.
La causa precisa de su muerte fue un paro cardiorrespiratorio, dijo a los periodistas el juez Jorge Zepeda, quien procesó y condenó a Schaefer después de que fuera detenido en Argentina y expulsado a Chile en marzo de 2005, tras varios años prófugo.
"La causa inmediata de la muerte es un paro cardiorrespiratorio, es decir, una insuficiencia cardíaca global, ya que él padecía de estenosis aórtica severa terminal, producto de una hipertensión arterial", precisó el juez, que llegó a la prisión tras el deceso de Schaefer.
También llegó al lugar Rebeca Schaefer, la hija adoptiva de quien se hacía llamar "Tío permanente" por los niños de la Colonia, contra quienes cometía abusos sexuales.
Nacido el 4 de diciembre de 1921 en la localidad de Sieburg, cercana a Bonn, Schaefer perteneció a las Juventudes Hitlerianas y sirvió como enfermero en la II Guerra Mundial, alcanzando el grado de suboficial.
Tras la guerra creó un Hogar Evangélico para niños, pero en 1959 huyó de Alemania debido a denuncias de abusos sexuales y en 1961 llegó a Chile, donde el Gobierno lo autorizó a fundar la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad cerca de la ciudad de Parral, a unos 380 kilómetros de Santiago.
El lugar, de 16.000 hectáreas y llamado Villa Baviera por sus moradores, se transformó en un enclave hermético, dotado de escuela, hospital, cementerio y aeródromo propios, rodeado de alambradas y guardias armados, todo al margen de las leyes chilenas.
Sólo testimonios de algunos colonos que lograban huir desvelaban de tanto en tanto fragmentos de la misteriosa vida de los colonos que, según se supo posteriormente, soportaban un régimen de semiesclavitud impuesto por Schaefer y un grupo de secuaces.
Durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), el lugar fue utilizado como campo de concentración y torturas por la policía secreta, cuyo jefe, Manuel Contreras, era amigo de Schaefer.
La Colonia Dignidad es actualmente una comunidad abierta, sus habitantes se han adaptado a la sociedad chilena, dedicados a la producción agrícola y la gastronomía.
En la Villa, sus moradores se reunieron tras enterarse de la muerte de Schaefer para discutir entre otros puntos, según trascendió, si permiten que el fundador del enclave sea enterrado en el cementerio del lugar. EFE
¿Quién mató a Luis Banchero Rossi? (I)
Nelson Manrique
El asesinato de Luis Banchero Rossi en su casa de campo en Chaclacayo, el 1/1/1970, provocó muchas especulaciones. La policía insistía en que este era un caso resuelto, pues Juan Vilca Carranza, el hijo del jardinero –un muchacho esmirriado de 19 años y 1.50 m. de estatura detenido en la misma casa del crimen– se declaró el único culpable del homicidio de un hombre de 1.80 m. que practicaba karate. Según Vilca, mató a Banchero por la envidia que le tenía y por su entusiasmo por la compañera romántica de éste, María Eugenia Sessarego. A lo largo del juicio Vilca se dedicó a confundir deliberadamente las cosas, señalando sucesivamente a M.E. Sessarego como instigadora, cómplice y víctima del crimen.
Caretas consignó que unos creían que Banchero había sido asesinado por la junta militar de Velasco porque se oponía a la estatización de la pesca, versión que la revista rechazó con una muy buena razón: Banchero acababa de recibir un importante crédito del gobierno; no parecía pues que estuviera enfrentado con él sino al contrario. Por otra parte los militares estatizaron virtualmente todo y nunca necesitaron utilizar la violencia; no había razones para que la pesca representara un escenario diferente. Mayores sospechas levantaba en cambio el apoyo que miembros del gobierno militar peruano dieron a Barbie para fugar y refugiarse en Bolivia. Volveré sobre este tema.
Caretas incluyó la versión que se señalaba a Klaus Altmann –quien radicaba en la casa de Friedrich Schwend, cerca de la residencia de Banchero– como el asesino, pero, con la información entonces existente, juzgó que esta era una versión “novelesca”. Las cosas adquirieron, sin embargo, otro cariz una década después, cuando Gustavo Sánchez Salazar –el viceministro boliviano que detuvo a Altmann/Barbie y lo entregó a la justicia francesa en enero de 1983– afirmó que los documentos que le incautaron mostraban su participación en el asesinato del empresario peruano.
¿Qué razones podría tener Altmann/Barbie para asesinar a Banchero Rossi? ¿Hubo alguna relación entre ambos personajes? La investigación judicial entonces realizada no aporta nada sobre el tema. Sin embargo, pueden formularse algunas hipótesis cruzando retazos de información que permanecen dispersos.
Un dato clave es aportado por el cazador de nazis Serge Klarsfeld, quien declaró, en una entrevista concedida a Marcel Ophuls, que entre noviembre y diciembre de 1971 recibió una carta firmada por Luis Banchero y Herbert John, confirmándole que Altmann y Barbie eran la misma persona. Esta carta permitió desenmascarar al nazi y Banchero fue asesinado pocos días después de que estos hechos se hicieran públicos. Serge y su esposa Beate Klarsfeld (quien vino al Perú y fue hasta Bolivia para desenmascarar al nazi) creyeron desde un principio que Barbie era el asesino.
La cadena de sucesos que desembocó en la tragedia comenzó cuando el fiscal alemán Manfred Ludolph –quien estaba por declarar la prescripción de los crímenes de Barbie en Alemania cuando intervinieron los Klarsfeld– entregó a Beate dos fotografías: una de Barbie con su uniforme de comandante SS, tomada en 1943, y otra de un grupo de hombres de negocios fotografiados en La Paz en 1968, uno de los cuales parecía un Barbie avejentado. Barbie era clave para los Klarsfeld, pues permanecía fugitivo después de haber sido condenado en ausencia a la pena de muerte en Francia, dos veces. La prescripción de sus crímenes podría representar la impunidad para otros nazis.
Beate logró publicar las dos fotografías en periódicos franceses y alemanes, pidiendo información a sus lectores. Hojeando el Suddeutsche Zeitung de Munich, Herbert John, un hombre de negocios alemán instalado en el Perú, que trabajaba en una empresa de Banchero, reconoció a Barbie escondido bajo la identidad de Klaus Altmann, a quien había conocido en la casa de Chaclacayo de Friedrich Schwend, el socio del “Carnicero de Lyon”. Su descubrimiento fue clave para desencadenar los acontecimientos que concluyeron con Luis Banchero salvajemente apuñalado y con el cráneo destrozado. ¿Por qué firmó Luis Banchero Rossi la carta en la que Herbert John informó a los Klarsfeld que Altmann y Barbie eran la misma persona? Seguiré con el tema.
El asesinato de Luis Banchero Rossi en su casa de campo en Chaclacayo, el 1/1/1970, provocó muchas especulaciones. La policía insistía en que este era un caso resuelto, pues Juan Vilca Carranza, el hijo del jardinero –un muchacho esmirriado de 19 años y 1.50 m. de estatura detenido en la misma casa del crimen– se declaró el único culpable del homicidio de un hombre de 1.80 m. que practicaba karate. Según Vilca, mató a Banchero por la envidia que le tenía y por su entusiasmo por la compañera romántica de éste, María Eugenia Sessarego. A lo largo del juicio Vilca se dedicó a confundir deliberadamente las cosas, señalando sucesivamente a M.E. Sessarego como instigadora, cómplice y víctima del crimen.
Caretas consignó que unos creían que Banchero había sido asesinado por la junta militar de Velasco porque se oponía a la estatización de la pesca, versión que la revista rechazó con una muy buena razón: Banchero acababa de recibir un importante crédito del gobierno; no parecía pues que estuviera enfrentado con él sino al contrario. Por otra parte los militares estatizaron virtualmente todo y nunca necesitaron utilizar la violencia; no había razones para que la pesca representara un escenario diferente. Mayores sospechas levantaba en cambio el apoyo que miembros del gobierno militar peruano dieron a Barbie para fugar y refugiarse en Bolivia. Volveré sobre este tema.
Caretas incluyó la versión que se señalaba a Klaus Altmann –quien radicaba en la casa de Friedrich Schwend, cerca de la residencia de Banchero– como el asesino, pero, con la información entonces existente, juzgó que esta era una versión “novelesca”. Las cosas adquirieron, sin embargo, otro cariz una década después, cuando Gustavo Sánchez Salazar –el viceministro boliviano que detuvo a Altmann/Barbie y lo entregó a la justicia francesa en enero de 1983– afirmó que los documentos que le incautaron mostraban su participación en el asesinato del empresario peruano.
¿Qué razones podría tener Altmann/Barbie para asesinar a Banchero Rossi? ¿Hubo alguna relación entre ambos personajes? La investigación judicial entonces realizada no aporta nada sobre el tema. Sin embargo, pueden formularse algunas hipótesis cruzando retazos de información que permanecen dispersos.
Un dato clave es aportado por el cazador de nazis Serge Klarsfeld, quien declaró, en una entrevista concedida a Marcel Ophuls, que entre noviembre y diciembre de 1971 recibió una carta firmada por Luis Banchero y Herbert John, confirmándole que Altmann y Barbie eran la misma persona. Esta carta permitió desenmascarar al nazi y Banchero fue asesinado pocos días después de que estos hechos se hicieran públicos. Serge y su esposa Beate Klarsfeld (quien vino al Perú y fue hasta Bolivia para desenmascarar al nazi) creyeron desde un principio que Barbie era el asesino.
La cadena de sucesos que desembocó en la tragedia comenzó cuando el fiscal alemán Manfred Ludolph –quien estaba por declarar la prescripción de los crímenes de Barbie en Alemania cuando intervinieron los Klarsfeld– entregó a Beate dos fotografías: una de Barbie con su uniforme de comandante SS, tomada en 1943, y otra de un grupo de hombres de negocios fotografiados en La Paz en 1968, uno de los cuales parecía un Barbie avejentado. Barbie era clave para los Klarsfeld, pues permanecía fugitivo después de haber sido condenado en ausencia a la pena de muerte en Francia, dos veces. La prescripción de sus crímenes podría representar la impunidad para otros nazis.
Beate logró publicar las dos fotografías en periódicos franceses y alemanes, pidiendo información a sus lectores. Hojeando el Suddeutsche Zeitung de Munich, Herbert John, un hombre de negocios alemán instalado en el Perú, que trabajaba en una empresa de Banchero, reconoció a Barbie escondido bajo la identidad de Klaus Altmann, a quien había conocido en la casa de Chaclacayo de Friedrich Schwend, el socio del “Carnicero de Lyon”. Su descubrimiento fue clave para desencadenar los acontecimientos que concluyeron con Luis Banchero salvajemente apuñalado y con el cráneo destrozado. ¿Por qué firmó Luis Banchero Rossi la carta en la que Herbert John informó a los Klarsfeld que Altmann y Barbie eran la misma persona? Seguiré con el tema.
¿Quién mató a Luis Banchero Rossi? (II)
Nelson Manrique
A fines del año 1971 el empresario alemán Herbert John identificó al SS-Obersturmführer Klaus Barbie, que se escondía en Lima bajo el nombre falso de Klaus Altmann. El cazador de nazis Serge Klarsfeld afirma que la carta que le entregó este dato precioso estaba firmada por Herbert John y Luis Banchero Rossi.
¿Por qué firmó Banchero esa carta, que aparentemente se convirtió en su sentencia de muerte? No parece verosímil que lo hiciera por razones políticas: Banchero era un empresario pragmático y no le convenía enajenarse el respaldo de quienes mantenían relaciones con miembros de la comunidad alemana en el Perú, aunque algunos tuvieran antecedentes nazis, como Friedrich Schwend (Albert Brun, el legendario director de la agencia France Presse, se refería a él como “el nazi que todo el mundo conocía”), en cuya casa de Chaclacayo residía Barbie. Una versión apunta a que Banchero estaba siendo extorsionado por la red nazi; pudo haber creído que denunciando a Altmann/Barbie podría obligarlo a abandonar el país, sin medir la peligrosidad del personaje. La red nazi de AL no se detenía ante nada: a Beate Klarsfeld, a su retorno de Bolivia, le enviaron una bomba en Francia (afortunadamente fue descubierta) y luego le volaron su automóvil. Según Caretas (Nº 451, 31/1/1972) Friedrich Schwend, el socio y anfitrión de Barbie, trabajaba como asesor del gobierno peruano en “inteligencia tributaria” y montaba operaciones de extorsión contra empresarios a los cuales denunciaba, para a continuación “salvarlos”, previo el pago de onerosos rescates.
Es muy sospechosa la protección que el entonces ministro del Interior del gobierno militar, Pedro Richter Prada, brindó al fugitivo nazi para que éste pudiera abandonar el país luego de ser desenmascarado. Para Barbie era de vida o muerte refugiarse en Bolivia, donde tenía el respaldo del presidente Banzer y estaba protegido por la ausencia de un tratado de extradición con Francia. De hecho el embajador francés en Lima, M. Chambon –un sobreviviente de Auschwitz–, solicitó al gobierno la detención de Barbie, pero le informaron que en ese momento el criminal nazi había cruzado la frontera. También quedó burlado José Santos Chichizola, el juez ad-hoc del caso Banchero, quien había dictado orden de detención contra el nazi. El respaldo oficial a Barbie fue ostentoso: para cruzar la frontera se le embarcó en un auto al que le habían colocado la placa del automóvil del embajador de Hungría en el Perú (Caretas, ya citado). Serge Klarsfeld, Albert Brun y el juez Santos Chichizola han señalado unánimemente a Richter Prada como el facilitador de la fuga de Barbie.
Aparte de las razones empresariales, otra clave que ayuda a entender el apoyo a Barbie puede encontrarse en las fuertes relaciones que este y la red nazi tenían con la CIA y los gobiernos represivos de AL. La CIA –y su antecesor, el CIC– ayudó a varios nazis como Barbie a huir de Europa luego de la II GM, y recurrió a ellos durante el periodo del terror instaurado por las juntas militares en el Cono Sur en los años 70. Barbie participó en la represión como torturador en Bolivia y otros nazis prestaron servicios similares en otros países. Walter Rauff, el inventor de la cámara de gas portátil, colaboró con Augusto Pinochet y diseñó campos de concentración, como el de la isla Dawson. Paul Schaeffer, fundador del bastión nazi en Chile llamado “Colonia Dignidad”, prestó sus instalaciones para torturar y desaparecer a militantes izquierdistas (recientemente fue condenado a cárcel, por abusar sexualmente de 26 niños). Cuando Barbie montó el golpe de Estado que llevó al poder a Luis García Meza contó con el apoyo de connotados torturadores argentinos de la Triple A, comprometidos en la Operación Cóndor, como Alfredo Mario Mingolla, González Bonorino y otros.
Actualmente Pedro Richter Prada y Francisco Morales Bermúdez están solicitados por la justicia italiana por el secuestro de un grupo de militantes montoneros perpetrado en Lima por agentes argentinos, que los torturaron en las instalaciones de la marina de guerra del Perú de Playa Hondable y luego los desaparecieron, dentro del marco de la Operación Cóndor. Es una tarea pendiente estudiar la relación entre este proyecto criminal y la red nazi latinoamericana
A fines del año 1971 el empresario alemán Herbert John identificó al SS-Obersturmführer Klaus Barbie, que se escondía en Lima bajo el nombre falso de Klaus Altmann. El cazador de nazis Serge Klarsfeld afirma que la carta que le entregó este dato precioso estaba firmada por Herbert John y Luis Banchero Rossi.
¿Por qué firmó Banchero esa carta, que aparentemente se convirtió en su sentencia de muerte? No parece verosímil que lo hiciera por razones políticas: Banchero era un empresario pragmático y no le convenía enajenarse el respaldo de quienes mantenían relaciones con miembros de la comunidad alemana en el Perú, aunque algunos tuvieran antecedentes nazis, como Friedrich Schwend (Albert Brun, el legendario director de la agencia France Presse, se refería a él como “el nazi que todo el mundo conocía”), en cuya casa de Chaclacayo residía Barbie. Una versión apunta a que Banchero estaba siendo extorsionado por la red nazi; pudo haber creído que denunciando a Altmann/Barbie podría obligarlo a abandonar el país, sin medir la peligrosidad del personaje. La red nazi de AL no se detenía ante nada: a Beate Klarsfeld, a su retorno de Bolivia, le enviaron una bomba en Francia (afortunadamente fue descubierta) y luego le volaron su automóvil. Según Caretas (Nº 451, 31/1/1972) Friedrich Schwend, el socio y anfitrión de Barbie, trabajaba como asesor del gobierno peruano en “inteligencia tributaria” y montaba operaciones de extorsión contra empresarios a los cuales denunciaba, para a continuación “salvarlos”, previo el pago de onerosos rescates.
Es muy sospechosa la protección que el entonces ministro del Interior del gobierno militar, Pedro Richter Prada, brindó al fugitivo nazi para que éste pudiera abandonar el país luego de ser desenmascarado. Para Barbie era de vida o muerte refugiarse en Bolivia, donde tenía el respaldo del presidente Banzer y estaba protegido por la ausencia de un tratado de extradición con Francia. De hecho el embajador francés en Lima, M. Chambon –un sobreviviente de Auschwitz–, solicitó al gobierno la detención de Barbie, pero le informaron que en ese momento el criminal nazi había cruzado la frontera. También quedó burlado José Santos Chichizola, el juez ad-hoc del caso Banchero, quien había dictado orden de detención contra el nazi. El respaldo oficial a Barbie fue ostentoso: para cruzar la frontera se le embarcó en un auto al que le habían colocado la placa del automóvil del embajador de Hungría en el Perú (Caretas, ya citado). Serge Klarsfeld, Albert Brun y el juez Santos Chichizola han señalado unánimemente a Richter Prada como el facilitador de la fuga de Barbie.
Aparte de las razones empresariales, otra clave que ayuda a entender el apoyo a Barbie puede encontrarse en las fuertes relaciones que este y la red nazi tenían con la CIA y los gobiernos represivos de AL. La CIA –y su antecesor, el CIC– ayudó a varios nazis como Barbie a huir de Europa luego de la II GM, y recurrió a ellos durante el periodo del terror instaurado por las juntas militares en el Cono Sur en los años 70. Barbie participó en la represión como torturador en Bolivia y otros nazis prestaron servicios similares en otros países. Walter Rauff, el inventor de la cámara de gas portátil, colaboró con Augusto Pinochet y diseñó campos de concentración, como el de la isla Dawson. Paul Schaeffer, fundador del bastión nazi en Chile llamado “Colonia Dignidad”, prestó sus instalaciones para torturar y desaparecer a militantes izquierdistas (recientemente fue condenado a cárcel, por abusar sexualmente de 26 niños). Cuando Barbie montó el golpe de Estado que llevó al poder a Luis García Meza contó con el apoyo de connotados torturadores argentinos de la Triple A, comprometidos en la Operación Cóndor, como Alfredo Mario Mingolla, González Bonorino y otros.
Actualmente Pedro Richter Prada y Francisco Morales Bermúdez están solicitados por la justicia italiana por el secuestro de un grupo de militantes montoneros perpetrado en Lima por agentes argentinos, que los torturaron en las instalaciones de la marina de guerra del Perú de Playa Hondable y luego los desaparecieron, dentro del marco de la Operación Cóndor. Es una tarea pendiente estudiar la relación entre este proyecto criminal y la red nazi latinoamericana
ESTERILIZACION FUJIMORISTA
)
Nelson Manrique
Una tesis recientemente presentada en la Universidad Católica nos recuerda lo que representó el fujimorismo en el poder. Se trata de un agudo análisis del desarrollo de las políticas estatales de esterilización masiva durante el régimen de Alberto Fujimori, dirigidas a los sectores sociales más excluidos de la sociedad peruana y que menos podían defenderse, las mujeres pobres (Adrián Lerner Patrón, Las polémicas mediáticas en las campañas de esterilizaciones masivas en el Perú, Tesis de Licenciatura en Historia, PUCP, 2010).
Estas campañas, y la resistencia ante ellas, involucraron a diversos sectores sociales e institucionales: el Estado, la Iglesia, los medios de comunicación, instituciones de la sociedad civil como las ONGs, los colectivos feministas, el Colegio Médico, la Defensoría del Pueblo, etc. Fue un caso de violación de los derechos fundamentales de la población cometida por un gobierno formalmente democrático. Lerner señala que en la ejecución de esta campaña se violaron los derechos a la vida, a la libertad y seguridad personales, a la educación, a una vida libre de discriminación por razones de género, a una vida libre de violencia y a la salud reproductiva y al servicio de salud.
A mediados de la década del 90 el gobierno fujimorista emprendió su campaña de control de la población basado en la esterilización definitiva invocando las tesis de Thomas Malthus, de que la población crecía por encima de lo que crecían los recursos. Se trató de una campaña ejecutada deliberada y planificadamente, que involucró a varias agencias gubernamentales y que produjo un daño permanente a sus víctimas: “Está documentado que se privilegió, en contra de la legislación vigente (y) del propio objetivo manifiesto de la campaña (…), un solo método de planificación familiar por sobre los demás. En segundo lugar, lo que resulta más grave aún, el método privilegiado fue el único entre todos los posibles que era irreversible para las pacientes: la esterilización quirúrgica” (Lerner, Op. cit.).
Lerner se resiste a utilizar el calificativo de “esterilizaciones forzadas” y prefiere hablar de “esterilizaciones masivas” y “esterilizaciones inducidas”, porque en muchos casos lo que se hizo fue empujar a las mujeres a ligarse las trompas sin tener una adecuada información: “En Áncash, por ejemplo, 89% de las historias clínicas no incluía el consentimiento informado”. Un informe del Ministerio de Salud señala que las actividades de “Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria” se aplicaron en su mayoría a mujeres “cuyo denominador común era el desconocimiento de sus derechos”.
Esto no excluía el empleo de métodos coercitivos: “Algunas mujeres fueron inducidas a la intervención durante o inmediatamente después de un parto, lo cual hubiese sido ilegal incluso si la mujer hubiese firmado un consentimiento”. En otros casos las operaron amparándose exclusivamente en la autorización del marido, y no se excluyó el uso de la violencia: “Buena cantidad de testimonios da cuenta del uso de la fuerza física con escenas como portatropas que llevaban mujeres a ser esterilizadas y médicos que las anestesiaban antes de que pudiesen oponer resistencia. En otras ocasiones, el asunto quedaba en amenazas, como las de perjudicar a sus familias de diversas maneras si no accedían a ligarse”. Esto profundizó el abismo entre el Estado y los pobladores: “Un ejemplo particularmente revelador del modo en que el Estado recurrió a la mezcla de coerción y desinformación es el de una comunidad selvática en la que, tras explicarles en qué consistía la ‘ligadura gratuita’ que les ofrecían, remanentes de Sendero Luminoso terminaron aliados con los comuneros para echar a las brigadas del Ministerio de Salud que habían prometido construir un hospital en la aldea si los hombres permitían que se ‘amarrase’ a sus mujeres” (ídem).
Con el Programa en marcha, en 1996 el número de esterilizaciones quirúrgicas pasó de unas 25 mil al año a más de cien mil y al año siguiente se superó esta cifra. Pero cuando en 1998 la campaña tuvo que detenerse, debido al escándalo mediático, se volvió al nivel original.
Alguien me insinuó que la política de Fujimori tenía buena intención porque somos demasiados. Mi respuesta fue que si pensaría igual si las esterilizadas hubieran sido sus hermanas o hijas.
¿Qué tal si Keiko o Sachi?
Nelson Manrique
Una tesis recientemente presentada en la Universidad Católica nos recuerda lo que representó el fujimorismo en el poder. Se trata de un agudo análisis del desarrollo de las políticas estatales de esterilización masiva durante el régimen de Alberto Fujimori, dirigidas a los sectores sociales más excluidos de la sociedad peruana y que menos podían defenderse, las mujeres pobres (Adrián Lerner Patrón, Las polémicas mediáticas en las campañas de esterilizaciones masivas en el Perú, Tesis de Licenciatura en Historia, PUCP, 2010).
Estas campañas, y la resistencia ante ellas, involucraron a diversos sectores sociales e institucionales: el Estado, la Iglesia, los medios de comunicación, instituciones de la sociedad civil como las ONGs, los colectivos feministas, el Colegio Médico, la Defensoría del Pueblo, etc. Fue un caso de violación de los derechos fundamentales de la población cometida por un gobierno formalmente democrático. Lerner señala que en la ejecución de esta campaña se violaron los derechos a la vida, a la libertad y seguridad personales, a la educación, a una vida libre de discriminación por razones de género, a una vida libre de violencia y a la salud reproductiva y al servicio de salud.
A mediados de la década del 90 el gobierno fujimorista emprendió su campaña de control de la población basado en la esterilización definitiva invocando las tesis de Thomas Malthus, de que la población crecía por encima de lo que crecían los recursos. Se trató de una campaña ejecutada deliberada y planificadamente, que involucró a varias agencias gubernamentales y que produjo un daño permanente a sus víctimas: “Está documentado que se privilegió, en contra de la legislación vigente (y) del propio objetivo manifiesto de la campaña (…), un solo método de planificación familiar por sobre los demás. En segundo lugar, lo que resulta más grave aún, el método privilegiado fue el único entre todos los posibles que era irreversible para las pacientes: la esterilización quirúrgica” (Lerner, Op. cit.).
Lerner se resiste a utilizar el calificativo de “esterilizaciones forzadas” y prefiere hablar de “esterilizaciones masivas” y “esterilizaciones inducidas”, porque en muchos casos lo que se hizo fue empujar a las mujeres a ligarse las trompas sin tener una adecuada información: “En Áncash, por ejemplo, 89% de las historias clínicas no incluía el consentimiento informado”. Un informe del Ministerio de Salud señala que las actividades de “Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria” se aplicaron en su mayoría a mujeres “cuyo denominador común era el desconocimiento de sus derechos”.
Esto no excluía el empleo de métodos coercitivos: “Algunas mujeres fueron inducidas a la intervención durante o inmediatamente después de un parto, lo cual hubiese sido ilegal incluso si la mujer hubiese firmado un consentimiento”. En otros casos las operaron amparándose exclusivamente en la autorización del marido, y no se excluyó el uso de la violencia: “Buena cantidad de testimonios da cuenta del uso de la fuerza física con escenas como portatropas que llevaban mujeres a ser esterilizadas y médicos que las anestesiaban antes de que pudiesen oponer resistencia. En otras ocasiones, el asunto quedaba en amenazas, como las de perjudicar a sus familias de diversas maneras si no accedían a ligarse”. Esto profundizó el abismo entre el Estado y los pobladores: “Un ejemplo particularmente revelador del modo en que el Estado recurrió a la mezcla de coerción y desinformación es el de una comunidad selvática en la que, tras explicarles en qué consistía la ‘ligadura gratuita’ que les ofrecían, remanentes de Sendero Luminoso terminaron aliados con los comuneros para echar a las brigadas del Ministerio de Salud que habían prometido construir un hospital en la aldea si los hombres permitían que se ‘amarrase’ a sus mujeres” (ídem).
Con el Programa en marcha, en 1996 el número de esterilizaciones quirúrgicas pasó de unas 25 mil al año a más de cien mil y al año siguiente se superó esta cifra. Pero cuando en 1998 la campaña tuvo que detenerse, debido al escándalo mediático, se volvió al nivel original.
Alguien me insinuó que la política de Fujimori tenía buena intención porque somos demasiados. Mi respuesta fue que si pensaría igual si las esterilizadas hubieran sido sus hermanas o hijas.
¿Qué tal si Keiko o Sachi?
EDUCACION DE TERCERA
Por Edmundo Murrugarra Florián
Por dos veces en el curso del año pasado, el presidente Alan García alternó con presidentes y jefes de gobierno de potencias mundiales hegemónicas, económica y culturalmente. Como Jefe de un Estado subordinado expresa una aspiración de los pueblos del Perú. Pero, ¿respaldamos esa aspiración con lo que venimos haciendo en nuestra educación? Porque en la educación se preparan los equipos y líderes que compiten en primera división mundial.
Empecemos por el Congreso. Allí la responsabilidad es compartida por la representación política plural. Desperdicia nuevamente la oportunidad para superar la marginación y desprestigio en que nuestra cultura oligárquica rentista tiene a la educación productiva, técnica y científica. Se niega a aplicar el Proyecto Educativo Nacional que aconseja una sola ley de educación superior para permitir a los estudiantes el tránsito fluido entre la vida productiva y la producción de conocimientos. Entre la universidad, teóricamente encargada de producirlos, y su aplicación a la producción de bienes, servicios y creaciones artísticas, tarea que debería cumplir una educación técnica superior de calidad.
¿Y el Ejecutivo? Su medida estrella ha sido vender a la opinión pública como una gran reforma lo que es una tradicional y perversa forma de evaluación de maestros. Cuestionarios que se centran en recuperar información memorizada es consolidar en la conciencia ciudadana, en los maestros y en los estudiantes la negativa tradición libresca y memorista de nuestra educación. Y como solución pide a cuestionadas universidades que hagan con ellos más de lo mismo. Se niega a evaluar el desempeño laboral del docente, tal como manda desde hace 25 años la ley de profesorado. Y desoyendo al Proyecto Educativo Nacional, que plantea vincular la aprobación de evaluaciones de desempeño con el ascenso de nivel y aumento de la remuneración, apresuró una ley que rompe ese vínculo.
Ahora plantea cambios en el currículo, o sea en las competencias que deben lograr los estudiantes. Un cambio de tanta importancia lo hace, sin embargo, con dos graves fallas. No hay evaluación ni estudios de logros y carencias del currículo vigente. Y, contra el reglamento de la ley, pretende hacerlo con un mero ademán de consulta a los actores educativos. Y al Consejo Nacional de Educación suele informarle solo unos días antes, cuando según la norma tiene que buscar su participación activa en todo el proceso.
En cuanto al fondo, contradictoriamente propone cambios innovadores al lado de graves retrocesos. Un ejemplo: propone que la educación básica dote a los estudiantes con una cultura productiva emprendedora. Acierto que se hace eco de esa revolución cultural que por 50 años llevan a cabo nuestros pueblos contra la cultura aristocrática rentista. Sin embargo, cede a la presión conservadora y lejos de avanzar en articular las disciplinas a los procesos productivos para no aburrir a los estudiantes, ofreciendo significación y utilidad a los contenidos, la propuesta inicia la vuelta a los tediosos cursos separados.
La Ley General de Educación y el Proyecto Educativo Nacional ordenan y aconsejan un currículo intercultural que libere y fortalezca nuestra diversidad cultural, que maravilla al mundo. El cambio propuesto tiende a quedarse en el monoculturalismo. Y ni hablar de presupuesto. Aprendamos, pues, de los países que vinieron a la APEC convertidos en potencias. Son los que lograron añadir alto valor y competitividad a su oferta, gracias a conocimientos y competencias que produjeron sus cambios educativos.
Por dos veces en el curso del año pasado, el presidente Alan García alternó con presidentes y jefes de gobierno de potencias mundiales hegemónicas, económica y culturalmente. Como Jefe de un Estado subordinado expresa una aspiración de los pueblos del Perú. Pero, ¿respaldamos esa aspiración con lo que venimos haciendo en nuestra educación? Porque en la educación se preparan los equipos y líderes que compiten en primera división mundial.
Empecemos por el Congreso. Allí la responsabilidad es compartida por la representación política plural. Desperdicia nuevamente la oportunidad para superar la marginación y desprestigio en que nuestra cultura oligárquica rentista tiene a la educación productiva, técnica y científica. Se niega a aplicar el Proyecto Educativo Nacional que aconseja una sola ley de educación superior para permitir a los estudiantes el tránsito fluido entre la vida productiva y la producción de conocimientos. Entre la universidad, teóricamente encargada de producirlos, y su aplicación a la producción de bienes, servicios y creaciones artísticas, tarea que debería cumplir una educación técnica superior de calidad.
¿Y el Ejecutivo? Su medida estrella ha sido vender a la opinión pública como una gran reforma lo que es una tradicional y perversa forma de evaluación de maestros. Cuestionarios que se centran en recuperar información memorizada es consolidar en la conciencia ciudadana, en los maestros y en los estudiantes la negativa tradición libresca y memorista de nuestra educación. Y como solución pide a cuestionadas universidades que hagan con ellos más de lo mismo. Se niega a evaluar el desempeño laboral del docente, tal como manda desde hace 25 años la ley de profesorado. Y desoyendo al Proyecto Educativo Nacional, que plantea vincular la aprobación de evaluaciones de desempeño con el ascenso de nivel y aumento de la remuneración, apresuró una ley que rompe ese vínculo.
Ahora plantea cambios en el currículo, o sea en las competencias que deben lograr los estudiantes. Un cambio de tanta importancia lo hace, sin embargo, con dos graves fallas. No hay evaluación ni estudios de logros y carencias del currículo vigente. Y, contra el reglamento de la ley, pretende hacerlo con un mero ademán de consulta a los actores educativos. Y al Consejo Nacional de Educación suele informarle solo unos días antes, cuando según la norma tiene que buscar su participación activa en todo el proceso.
En cuanto al fondo, contradictoriamente propone cambios innovadores al lado de graves retrocesos. Un ejemplo: propone que la educación básica dote a los estudiantes con una cultura productiva emprendedora. Acierto que se hace eco de esa revolución cultural que por 50 años llevan a cabo nuestros pueblos contra la cultura aristocrática rentista. Sin embargo, cede a la presión conservadora y lejos de avanzar en articular las disciplinas a los procesos productivos para no aburrir a los estudiantes, ofreciendo significación y utilidad a los contenidos, la propuesta inicia la vuelta a los tediosos cursos separados.
La Ley General de Educación y el Proyecto Educativo Nacional ordenan y aconsejan un currículo intercultural que libere y fortalezca nuestra diversidad cultural, que maravilla al mundo. El cambio propuesto tiende a quedarse en el monoculturalismo. Y ni hablar de presupuesto. Aprendamos, pues, de los países que vinieron a la APEC convertidos en potencias. Son los que lograron añadir alto valor y competitividad a su oferta, gracias a conocimientos y competencias que produjeron sus cambios educativos.
100 AÑOS DE ARGUEDAS
JMA: al borde del Centenario
Abelardo Oquendo
El VII Coloquio Internacional de Antropología que tendrá lugar en Lima en julio de 2011 llevará el nombre de José María Arguedas en celebración del centenario del nacimiento del gran escritor. El Colegio Profesional de Antropólogos de Lima, en coordinación con varias instituciones del país y del extranjero, ha hecho ya la primera convocatoria. Hasta el momento no hay noticia de ningún otro evento celebratorio de una fecha que debería motivar muchos más. Pues ¿qué mejor ocasión para tributarle a Arguedas los múltiples homenajes que merece como escritor, como antropólogo, como figura emblemática de la pluralidad cultural del país?
El 2011 está cerca y entidades como la UNMSM, alma mater de Arguedas, y el INC (que difícilmente volverá a tener un director de su talla, encarnación de las culturas vertebrales del Perú) no parecen preocupadas por algo que tanto les concierne. Pero esta bien puede ser una percepción errónea, y ojalá lo sea.
En todo caso, lo que no debería faltar para el centenario es la edición de la obra antropológica completa de José María Arguedas, que hace años está reunida, anotada y lista para ir a la imprenta. Lo único que falta es la financiación –nada cuantiosa– que le permita salir a la luz. El que todavía no haya auspicio para esta empresa es una vergüenza.
Abelardo Oquendo
El VII Coloquio Internacional de Antropología que tendrá lugar en Lima en julio de 2011 llevará el nombre de José María Arguedas en celebración del centenario del nacimiento del gran escritor. El Colegio Profesional de Antropólogos de Lima, en coordinación con varias instituciones del país y del extranjero, ha hecho ya la primera convocatoria. Hasta el momento no hay noticia de ningún otro evento celebratorio de una fecha que debería motivar muchos más. Pues ¿qué mejor ocasión para tributarle a Arguedas los múltiples homenajes que merece como escritor, como antropólogo, como figura emblemática de la pluralidad cultural del país?
El 2011 está cerca y entidades como la UNMSM, alma mater de Arguedas, y el INC (que difícilmente volverá a tener un director de su talla, encarnación de las culturas vertebrales del Perú) no parecen preocupadas por algo que tanto les concierne. Pero esta bien puede ser una percepción errónea, y ojalá lo sea.
En todo caso, lo que no debería faltar para el centenario es la edición de la obra antropológica completa de José María Arguedas, que hace años está reunida, anotada y lista para ir a la imprenta. Lo único que falta es la financiación –nada cuantiosa– que le permita salir a la luz. El que todavía no haya auspicio para esta empresa es una vergüenza.
CORRUPCIPRIANI
Sinesio López Jiménez
No deja de ser simbólico que, en el mismo día que Cipriani defendía a los corruptos, recibiera del TC la sentencia sobre la PUCP que lo favorecía. Cipriani es un zoon politicon que hace parte de la argolla política que, con voracidad, corta el jamón. Con sus declaraciones a favor de los corruptos ha cometido probablemente el error de su vida. De la misma dimensión o peor que aquella que calificó a los organismos de defensa de los derechos humanos como una cojudez. La sentencia gratuita que ha recibido del TC no constituye un boccato di cardinale sino un hueso duro de roer. La PUCP va a resistir, sin duda. Cipriani no la tiene fácil. ¿ Con qué cara, con qué derecho y con qué moral un defensor de los corruptos pretende administrar los bienes de la institución universitaria más prestigiosa del país?
La sentencia del TC sobre la PUCP puede ser vista desde dos ángulos: el jurídico y el político. La diferencia es puramente analítica porque, en puridad de verdad, el TC toma decisiones políticas revestidas de juridicidad. ¿Puede un organismo que ha sido elegido por cuoteo y a través de negociaciones intensas entre los diversos partidos en el Congreso actuar de diferente manera? ¿Puede actuar en forma neutral un organismo que ha sido copado por el Apra y que está sometida a las presiones de los poderes fácticos? Podría si tuviera los blindajes necesarios que le permitieran actuar con cierta imparcialidad como es el caso de los directores del BCR. Pero no los tiene y eso lo expone al juego abierto de las presiones que vienen de todos lados (los poderes del Estado, los poderes fácticos, los partidos e incluso las influencias personales y amicales).
Es ingenuo pensar que el TC actúa con criterios puramente jurídicos y creer que sus decisiones son imparciales y justas. En el Perú y en AL los TC (o instituciones similares) y las instituciones del Estado son estructuras parcializadas. No estamos en los estados europeos en donde la positivación del derecho ha penetrado toda la vida social y la ley es, por eso mismo, igual para todos. La decisión del TC busca darle todo el poder a Cipriani sobre la PUCP a través de la administración de sus bienes como si todos ellos constituyeran la herencia dejada por Riva Agüero.
La PUCP es la mejor universidad del país y eso es producto del trabajo persistente, esforzado y creativo de varias generaciones que han actuado desde su fundación hasta ahora, de sus autoridades, de sus profesores, de los estudiantes que han pasado por sus aulas y de los egresados que, con su excelente desempeño profesional, la prestigian. La herencia dejada por Riva Agüero es importante, sin duda, pero es mucho más importante el trabajo acumulado de las múltiples generaciones de peruanos que han trabajado y han estudiado en ella y que se expresa en el campus universitario, en sus edificios, en sus riquísimas bibliotecas, en sus laboratorios, en su tradición académica, en la calidad de sus investigaciones y publicaciones y en su prestigio que sobrepasa las fronteras.
Una de las virtudes de la PUCP es su apertura al debate plural de su comunidad académica. El hecho de ser católica no le ha impedido abrirse, como lo hacen las mejores universidades del mundo, a las diversas corrientes del pensamiento sin censura ni autocensura. Se discute dentro y fuera del aula con el debido y mutuo respeto a las ideas y a las personas discrepantes. Todos los saberes y las diferentes actitudes con respecto a la fe tienen su lugar. Los creyentes pueden combinar la autoridad de la fe con la crítica de la razón; los no creyentes y escépticos pueden expresarse también con libertad. La regla de oro es la tolerancia cultivada con esmero por todos los integrantes de la comunidad universitaria. Todas estas virtudes son impensables en una universidad del Opus Dei en donde impera el autoritarismo, la intolerancia y el index.
No deja de ser simbólico que, en el mismo día que Cipriani defendía a los corruptos, recibiera del TC la sentencia sobre la PUCP que lo favorecía. Cipriani es un zoon politicon que hace parte de la argolla política que, con voracidad, corta el jamón. Con sus declaraciones a favor de los corruptos ha cometido probablemente el error de su vida. De la misma dimensión o peor que aquella que calificó a los organismos de defensa de los derechos humanos como una cojudez. La sentencia gratuita que ha recibido del TC no constituye un boccato di cardinale sino un hueso duro de roer. La PUCP va a resistir, sin duda. Cipriani no la tiene fácil. ¿ Con qué cara, con qué derecho y con qué moral un defensor de los corruptos pretende administrar los bienes de la institución universitaria más prestigiosa del país?
La sentencia del TC sobre la PUCP puede ser vista desde dos ángulos: el jurídico y el político. La diferencia es puramente analítica porque, en puridad de verdad, el TC toma decisiones políticas revestidas de juridicidad. ¿Puede un organismo que ha sido elegido por cuoteo y a través de negociaciones intensas entre los diversos partidos en el Congreso actuar de diferente manera? ¿Puede actuar en forma neutral un organismo que ha sido copado por el Apra y que está sometida a las presiones de los poderes fácticos? Podría si tuviera los blindajes necesarios que le permitieran actuar con cierta imparcialidad como es el caso de los directores del BCR. Pero no los tiene y eso lo expone al juego abierto de las presiones que vienen de todos lados (los poderes del Estado, los poderes fácticos, los partidos e incluso las influencias personales y amicales).
Es ingenuo pensar que el TC actúa con criterios puramente jurídicos y creer que sus decisiones son imparciales y justas. En el Perú y en AL los TC (o instituciones similares) y las instituciones del Estado son estructuras parcializadas. No estamos en los estados europeos en donde la positivación del derecho ha penetrado toda la vida social y la ley es, por eso mismo, igual para todos. La decisión del TC busca darle todo el poder a Cipriani sobre la PUCP a través de la administración de sus bienes como si todos ellos constituyeran la herencia dejada por Riva Agüero.
La PUCP es la mejor universidad del país y eso es producto del trabajo persistente, esforzado y creativo de varias generaciones que han actuado desde su fundación hasta ahora, de sus autoridades, de sus profesores, de los estudiantes que han pasado por sus aulas y de los egresados que, con su excelente desempeño profesional, la prestigian. La herencia dejada por Riva Agüero es importante, sin duda, pero es mucho más importante el trabajo acumulado de las múltiples generaciones de peruanos que han trabajado y han estudiado en ella y que se expresa en el campus universitario, en sus edificios, en sus riquísimas bibliotecas, en sus laboratorios, en su tradición académica, en la calidad de sus investigaciones y publicaciones y en su prestigio que sobrepasa las fronteras.
Una de las virtudes de la PUCP es su apertura al debate plural de su comunidad académica. El hecho de ser católica no le ha impedido abrirse, como lo hacen las mejores universidades del mundo, a las diversas corrientes del pensamiento sin censura ni autocensura. Se discute dentro y fuera del aula con el debido y mutuo respeto a las ideas y a las personas discrepantes. Todos los saberes y las diferentes actitudes con respecto a la fe tienen su lugar. Los creyentes pueden combinar la autoridad de la fe con la crítica de la razón; los no creyentes y escépticos pueden expresarse también con libertad. La regla de oro es la tolerancia cultivada con esmero por todos los integrantes de la comunidad universitaria. Todas estas virtudes son impensables en una universidad del Opus Dei en donde impera el autoritarismo, la intolerancia y el index.
Barranco: demoliendo la ley y el malecón
Barranco: demoliendo la ley y el malecón
Sáb, 24/04/2010 - 22:07
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Diego García-Sayán
“Hago lo que me de la gana”, vicio nacional añejo. Ejemplos sobran. Me refiero a otro – y serio– que toca no sólo a los vecinos de Barranco sino a toda la ciudad. La prensa ya se ha referido a la mole de concreto que una prepotente señora pretende perpetrar en la zona virgen de los acantilados de Barranco; ya ha avanzado en destruir un pedazo del malecón Pazos. Contando, por cierto, con la lenidad municipal y la cómplice firma de un arquitecto inescrupuloso presto a cumplir el papel de Atila.
Y no me refiero a proyectos sobre los acantilados en los que ya había construcciones durante el siglo XX (ahora mutando hacia discutibles edificios). Sino a la zona aún libre ubicada entre Armendáriz y el Malecón Junín. “Encementando” esa área se destruiría una de las pocas zonas paisajistas con las que cuentan los ocho millones de habitantes de Lima.
Esta historia tiene que ver, como en otros casos, con irregulares licencias de construcción, el mal uso del “silencio positivo”, acciones de amparo y la debilidad de la administración distrital. Sin embargo, la responsabilidad central en este caso es de la Municipalidad de Lima. Veamos por qué. El 2006 se aprobó una nueva y razonable “visión” metropolitana de la Costa Verde preparada por Augusto Ortiz de Zevallos. Pocos meses después el Alcalde de Lima declaró que los acantilados eran intangibles. Hasta allí todo bien, … pero sólo en apariencia.
La “visión” y la declaración discursiva sobre intangibilidad no pasaron de ser un saludo a la bandera pues no se tocó el viejo Plan Maestro ni el esperpéntico Reglamento de Usos del Suelo. Y allí está la madre del cordero. Nada tienen que ver la “intangibilidad” ni la “visión” con ese Reglamento. Que permite que se construya en los acantilados zoológicos, peñas, casinos, hoteles, centros comerciales y moles residenciales de alta densidad. De “intangible”, pues, nada.
Es responsabilidad de la Municipalidad de Lima –y de nadie más– cerrar esta grosera brecha entre discurso y realidad. La salida lógica es dejar sin efecto el actual Reglamento de Usos del Suelo (que se aprueba por Ordenanza metropolitana) y que se sustituya por otro.
Estableciendo la intangibilidad como principio y las condiciones para las excepciones.
Ya que, como parece, el Alcalde de Lima y sus asesores están atareados con lo del Metropolitano, las actuales normas al menos se podrían suspender – y de inmediato– fijando un plazo para la puesta en vigencia de otras. La intangibilidad de la zona paisajística no puede seguir siendo palabra hueca ni la autoridad metropolitana puede abdicar de su responsabilidad en la protección del medio ambienteDiego García-Sayán
“Hago lo que me de la gana”, vicio nacional añejo. Ejemplos sobran. Me refiero a otro – y serio– que toca no sólo a los vecinos de Barranco sino a toda la ciudad. La prensa ya se ha referido a la mole de concreto que una prepotente señora pretende perpetrar en la zona virgen de los acantilados de Barranco; ya ha avanzado en destruir un pedazo del malecón Pazos. Contando, por cierto, con la lenidad municipal y la cómplice firma de un arquitecto inescrupuloso presto a cumplir el papel de Atila.
Y no me refiero a proyectos sobre los acantilados en los que ya había construcciones durante el siglo XX (ahora mutando hacia discutibles edificios). Sino a la zona aún libre ubicada entre Armendáriz y el Malecón Junín. “Encementando” esa área se destruiría una de las pocas zonas paisajistas con las que cuentan los ocho millones de habitantes de Lima.
Esta historia tiene que ver, como en otros casos, con irregulares licencias de construcción, el mal uso del “silencio positivo”, acciones de amparo y la debilidad de la administración distrital. Sin embargo, la responsabilidad central en este caso es de la Municipalidad de Lima. Veamos por qué. El 2006 se aprobó una nueva y razonable “visión” metropolitana de la Costa Verde preparada por Augusto Ortiz de Zevallos. Pocos meses después el Alcalde de Lima declaró que los acantilados eran intangibles. Hasta allí todo bien, … pero sólo en apariencia.
La “visión” y la declaración discursiva sobre intangibilidad no pasaron de ser un saludo a la bandera pues no se tocó el viejo Plan Maestro ni el esperpéntico Reglamento de Usos del Suelo. Y allí está la madre del cordero. Nada tienen que ver la “intangibilidad” ni la “visión” con ese Reglamento. Que permite que se construya en los acantilados zoológicos, peñas, casinos, hoteles, centros comerciales y moles residenciales de alta densidad. De “intangible”, pues, nada.
Es responsabilidad de la Municipalidad de Lima –y de nadie más– cerrar esta grosera brecha entre discurso y realidad. La salida lógica es dejar sin efecto el actual Reglamento de Usos del Suelo (que se aprueba por Ordenanza metropolitana) y que se sustituya por otro.
Estableciendo la intangibilidad como principio y las condiciones para las excepciones.
Ya que, como parece, el Alcalde de Lima y sus asesores están atareados con lo del Metropolitano, las actuales normas al menos se podrían suspender – y de inmediato– fijando un plazo para la puesta en vigencia de otras. La intangibilidad de la zona paisajística no puede seguir siendo palabra hueca ni la autoridad metropolitana puede abdicar de su responsabilidad en la protección del medio ambienteSáb, 24/04/Diego García-Sayán
“Hago lo que me de la gana”, vicio nacional añejo. Ejemplos sobran. Me refiero a otro – y serio– que toca no sólo a los vecinos de Barranco sino a toda la ciudad. La prensa ya se ha referido a la mole de concreto que una prepotente señora pretende perpetrar en la zona virgen de los acantilados de Barranco; ya ha avanzado en destruir un pedazo del malecón Pazos. Contando, por cierto, con la lenidad municipal y la cómplice firma de un arquitecto inescrupuloso presto a cumplir el papel de Atila.
Y no me refiero a proyectos sobre los acantilados en los que ya había construcciones durante el siglo XX (ahora mutando hacia discutibles edificios). Sino a la zona aún libre ubicada entre Armendáriz y el Malecón Junín. “Encementando” esa área se destruiría una de las pocas zonas paisajistas con las que cuentan los ocho millones de habitantes de Lima.
Esta historia tiene que ver, como en otros casos, con irregulares licencias de construcción, el mal uso del “silencio positivo”, acciones de amparo y la debilidad de la administración distrital. Sin embargo, la responsabilidad central en este caso es de la Municipalidad de Lima. Veamos por qué. El 2006 se aprobó una nueva y razonable “visión” metropolitana de la Costa Verde preparada por Augusto Ortiz de Zevallos. Pocos meses después el Alcalde de Lima declaró que los acantilados eran intangibles. Hasta allí todo bien, … pero sólo en apariencia.
La “visión” y la declaración discursiva sobre intangibilidad no pasaron de ser un saludo a la bandera pues no se tocó el viejo Plan Maestro ni el esperpéntico Reglamento de Usos del Suelo. Y allí está la madre del cordero. Nada tienen que ver la “intangibilidad” ni la “visión” con ese Reglamento. Que permite que se construya en los acantilados zoológicos, peñas, casinos, hoteles, centros comerciales y moles residenciales de alta densidad. De “intangible”, pues, nada.
Es responsabilidad de la Municipalidad de Lima –y de nadie más– cerrar esta grosera brecha entre discurso y realidad. La salida lógica es dejar sin efecto el actual Reglamento de Usos del Suelo (que se aprueba por Ordenanza metropolitana) y que se sustituya por otro.
Estableciendo la intangibilidad como principio y las condiciones para las excepciones.
Ya que, como parece, el Alcalde de Lima y sus asesores están atareados con lo del Metropolitano, las actuales normas al menos se podrían suspender – y de inmediato– fijando un plazo para la puesta en vigencia de otras. La intangibilidad de la zona paisajística no puede seguir siendo palabra hueca ni la autoridad metropolitana puede abdicar de su responsabilidad en la protección del medio ambiente
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“Hago lo que me de la gana”, vicio nacional añejo. Ejemplos sobran. Me refiero a otro – y serio– que toca no sólo a los vecinos de Barranco sino a toda la ciudad. La prensa ya se ha referido a la mole de concreto que una prepotente señora pretende perpetrar en la zona virgen de los acantilados de Barranco; ya ha avanzado en destruir un pedazo del malecón Pazos. Contando, por cierto, con la lenidad municipal y la cómplice firma de un arquitecto inescrupuloso presto a cumplir el papel de Atila.
Y no me refiero a proyectos sobre los acantilados en los que ya había construcciones durante el siglo XX (ahora mutando hacia discutibles edificios). Sino a la zona aún libre ubicada entre Armendáriz y el Malecón Junín. “Encementando” esa área se destruiría una de las pocas zonas paisajistas con las que cuentan los ocho millones de habitantes de Lima.
Esta historia tiene que ver, como en otros casos, con irregulares licencias de construcción, el mal uso del “silencio positivo”, acciones de amparo y la debilidad de la administración distrital. Sin embargo, la responsabilidad central en este caso es de la Municipalidad de Lima. Veamos por qué. El 2006 se aprobó una nueva y razonable “visión” metropolitana de la Costa Verde preparada por Augusto Ortiz de Zevallos. Pocos meses después el Alcalde de Lima declaró que los acantilados eran intangibles. Hasta allí todo bien, … pero sólo en apariencia.
La “visión” y la declaración discursiva sobre intangibilidad no pasaron de ser un saludo a la bandera pues no se tocó el viejo Plan Maestro ni el esperpéntico Reglamento de Usos del Suelo. Y allí está la madre del cordero. Nada tienen que ver la “intangibilidad” ni la “visión” con ese Reglamento. Que permite que se construya en los acantilados zoológicos, peñas, casinos, hoteles, centros comerciales y moles residenciales de alta densidad. De “intangible”, pues, nada.
Es responsabilidad de la Municipalidad de Lima –y de nadie más– cerrar esta grosera brecha entre discurso y realidad. La salida lógica es dejar sin efecto el actual Reglamento de Usos del Suelo (que se aprueba por Ordenanza metropolitana) y que se sustituya por otro.
Estableciendo la intangibilidad como principio y las condiciones para las excepciones.
Ya que, como parece, el Alcalde de Lima y sus asesores están atareados con lo del Metropolitano, las actuales normas al menos se podrían suspender – y de inmediato– fijando un plazo para la puesta en vigencia de otras. La intangibilidad de la zona paisajística no puede seguir siendo palabra hueca ni la autoridad metropolitana puede abdicar de su responsabilidad en la protección del medio ambienteDiego García-Sayán
“Hago lo que me de la gana”, vicio nacional añejo. Ejemplos sobran. Me refiero a otro – y serio– que toca no sólo a los vecinos de Barranco sino a toda la ciudad. La prensa ya se ha referido a la mole de concreto que una prepotente señora pretende perpetrar en la zona virgen de los acantilados de Barranco; ya ha avanzado en destruir un pedazo del malecón Pazos. Contando, por cierto, con la lenidad municipal y la cómplice firma de un arquitecto inescrupuloso presto a cumplir el papel de Atila.
Y no me refiero a proyectos sobre los acantilados en los que ya había construcciones durante el siglo XX (ahora mutando hacia discutibles edificios). Sino a la zona aún libre ubicada entre Armendáriz y el Malecón Junín. “Encementando” esa área se destruiría una de las pocas zonas paisajistas con las que cuentan los ocho millones de habitantes de Lima.
Esta historia tiene que ver, como en otros casos, con irregulares licencias de construcción, el mal uso del “silencio positivo”, acciones de amparo y la debilidad de la administración distrital. Sin embargo, la responsabilidad central en este caso es de la Municipalidad de Lima. Veamos por qué. El 2006 se aprobó una nueva y razonable “visión” metropolitana de la Costa Verde preparada por Augusto Ortiz de Zevallos. Pocos meses después el Alcalde de Lima declaró que los acantilados eran intangibles. Hasta allí todo bien, … pero sólo en apariencia.
La “visión” y la declaración discursiva sobre intangibilidad no pasaron de ser un saludo a la bandera pues no se tocó el viejo Plan Maestro ni el esperpéntico Reglamento de Usos del Suelo. Y allí está la madre del cordero. Nada tienen que ver la “intangibilidad” ni la “visión” con ese Reglamento. Que permite que se construya en los acantilados zoológicos, peñas, casinos, hoteles, centros comerciales y moles residenciales de alta densidad. De “intangible”, pues, nada.
Es responsabilidad de la Municipalidad de Lima –y de nadie más– cerrar esta grosera brecha entre discurso y realidad. La salida lógica es dejar sin efecto el actual Reglamento de Usos del Suelo (que se aprueba por Ordenanza metropolitana) y que se sustituya por otro.
Estableciendo la intangibilidad como principio y las condiciones para las excepciones.
Ya que, como parece, el Alcalde de Lima y sus asesores están atareados con lo del Metropolitano, las actuales normas al menos se podrían suspender – y de inmediato– fijando un plazo para la puesta en vigencia de otras. La intangibilidad de la zona paisajística no puede seguir siendo palabra hueca ni la autoridad metropolitana puede abdicar de su responsabilidad en la protección del medio ambienteSáb, 24/04/Diego García-Sayán
“Hago lo que me de la gana”, vicio nacional añejo. Ejemplos sobran. Me refiero a otro – y serio– que toca no sólo a los vecinos de Barranco sino a toda la ciudad. La prensa ya se ha referido a la mole de concreto que una prepotente señora pretende perpetrar en la zona virgen de los acantilados de Barranco; ya ha avanzado en destruir un pedazo del malecón Pazos. Contando, por cierto, con la lenidad municipal y la cómplice firma de un arquitecto inescrupuloso presto a cumplir el papel de Atila.
Y no me refiero a proyectos sobre los acantilados en los que ya había construcciones durante el siglo XX (ahora mutando hacia discutibles edificios). Sino a la zona aún libre ubicada entre Armendáriz y el Malecón Junín. “Encementando” esa área se destruiría una de las pocas zonas paisajistas con las que cuentan los ocho millones de habitantes de Lima.
Esta historia tiene que ver, como en otros casos, con irregulares licencias de construcción, el mal uso del “silencio positivo”, acciones de amparo y la debilidad de la administración distrital. Sin embargo, la responsabilidad central en este caso es de la Municipalidad de Lima. Veamos por qué. El 2006 se aprobó una nueva y razonable “visión” metropolitana de la Costa Verde preparada por Augusto Ortiz de Zevallos. Pocos meses después el Alcalde de Lima declaró que los acantilados eran intangibles. Hasta allí todo bien, … pero sólo en apariencia.
La “visión” y la declaración discursiva sobre intangibilidad no pasaron de ser un saludo a la bandera pues no se tocó el viejo Plan Maestro ni el esperpéntico Reglamento de Usos del Suelo. Y allí está la madre del cordero. Nada tienen que ver la “intangibilidad” ni la “visión” con ese Reglamento. Que permite que se construya en los acantilados zoológicos, peñas, casinos, hoteles, centros comerciales y moles residenciales de alta densidad. De “intangible”, pues, nada.
Es responsabilidad de la Municipalidad de Lima –y de nadie más– cerrar esta grosera brecha entre discurso y realidad. La salida lógica es dejar sin efecto el actual Reglamento de Usos del Suelo (que se aprueba por Ordenanza metropolitana) y que se sustituya por otro.
Estableciendo la intangibilidad como principio y las condiciones para las excepciones.
Ya que, como parece, el Alcalde de Lima y sus asesores están atareados con lo del Metropolitano, las actuales normas al menos se podrían suspender – y de inmediato– fijando un plazo para la puesta en vigencia de otras. La intangibilidad de la zona paisajística no puede seguir siendo palabra hueca ni la autoridad metropolitana puede abdicar de su responsabilidad en la protección del medio ambiente
VUELVE LA IZQUIERDA
Reagrupamiento de izquierdas
Lun, 19/04/2010 - 22:26
)
Javier Diez Canseco
Han pasado más de 20 años de la fractura de Izquierda Unida (IU). Un terremoto político –se ve claro hoy, a diferencia de entonces– que dio curso a una profunda disgregación y desdibujamiento de las fuerzas socialistas. Dos décadas para finalmente dar paso a un espacio de articulación política de izquierdas dirigido a superar la nefasta etapa de “restar y dividir” por la lógica de “sumar y multiplicar”: el I Encuentro Nacional de Izquierdas por la Refundación de la República.
El Encuentro requirió de preámbulos, como la experiencia de la Coordinadora Político Social que permitió un importante espacio de debate y unidad de acción de organizaciones de izquierda, progresistas y movimientos sociales, y de condiciones políticas nacionales: la combinación de una creciente conflictividad social contra la política neoliberal del Perro del Hortelano, junto a un escenario electoral que llama a definiciones y propuestas alternativas. Ha exigido plantearse la articulación como espacio de adhesión personal –sin cuestionar militancias políticas– y la amplitud de convocar a los sectores independientes, no partidarizados (sin duda bastante más amplios que los partidarizados), y a sectores que no han sido parte de espacios como la CPS.
En la Casa del Maestro de Lima –entre abrazos y re-conocimientos, recuerdos e historias de vida, acercamientos e intercambios entre fuerzas generacionales entre los jóvenes y los “jóvenes de espíritu”– se reencontraron cerca de 600 izquierdistas a convocatoria de un amplio Grupo de Iniciativa. Muchos independientes junto a militantes socialistas, comunistas, verdes (como Tierra y Libertad), descentralistas (como Fuerza Social), de redes y movimientos de jóvenes, de mujeres (desde feministas hasta líderes del Vaso de Leche, los Comedores Populares y las Trabajadoras del Hogar), ecologistas, culturales y de la diversidad sexual.
De 9 am a 6 pm el Encuentro fue un hormiguero de propuestas y esperanza unitaria. Ni un almuerzo ausente provocó malestar o empañó el entusiasmo de dar lugar a un reagrupamiento y refundación de las izquierdas. Un intenso trabajo de comisiones aportó a una creativa declaración de principios sobre nuestra identidad socialista, debatió lineamientos de un programa que da la visión del Perú que queremos y contenido a la Refundación de la República que nos une como propuesta de desarrollo soberano con justicia social y respeto a nuestra biodiversidad. Se debatió un Plan de Acción y de Campañas que –bajo la orientación estratégica de construir y conquistar Poder y Gobierno popular, democrático y por el cambio– busca, por un lado, organizar eventos similares en todas las regiones y dar curso a un II Encuentro con presencia de efectivas delegaciones de ellas; y, por otro lado, desarrollar 3 ejes de campaña: a) la recuperación de efectiva soberanía sobre nuestros recursos naturales, la determinación de su uso, transformación y de la renta que generan en función de los intereses nacionales, el respeto a los derechos de los pueblos y la preservación de nuestros sistemas ecológicos, hídricos y medioambientales, b) enfrentar la galopante corrupción del régimen apro-fujimorista que agobia al país con total impunidad; y, c) la batalla por la conquista de una Asamblea Constituyente, combinando la lucha política de masas con la lucha legal, electoral y de un referéndum nacional, así como con una batalla de ideas ligada a los problemas concretos de la gente y alternativas de respuesta, buscando que la Asamblea sea la herramienta para la Refundación de la República por un canal político: el poder radica en la voluntad soberana del pueblo. Ciertamente, se reafirmó la necesidad de candidaturas unitarias por el cambio en las elecciones futuras.
Un actor político que jugará importante papel: rearticular fuerzas sociales y políticas dispersas que han constituido base de proyectos políticos que han frustrado expectativas creando condiciones para una fuerza que se plantee Peruanizar el Perú y Refundar la República.
Lun, 19/04/2010 - 22:26
)
Javier Diez Canseco
Han pasado más de 20 años de la fractura de Izquierda Unida (IU). Un terremoto político –se ve claro hoy, a diferencia de entonces– que dio curso a una profunda disgregación y desdibujamiento de las fuerzas socialistas. Dos décadas para finalmente dar paso a un espacio de articulación política de izquierdas dirigido a superar la nefasta etapa de “restar y dividir” por la lógica de “sumar y multiplicar”: el I Encuentro Nacional de Izquierdas por la Refundación de la República.
El Encuentro requirió de preámbulos, como la experiencia de la Coordinadora Político Social que permitió un importante espacio de debate y unidad de acción de organizaciones de izquierda, progresistas y movimientos sociales, y de condiciones políticas nacionales: la combinación de una creciente conflictividad social contra la política neoliberal del Perro del Hortelano, junto a un escenario electoral que llama a definiciones y propuestas alternativas. Ha exigido plantearse la articulación como espacio de adhesión personal –sin cuestionar militancias políticas– y la amplitud de convocar a los sectores independientes, no partidarizados (sin duda bastante más amplios que los partidarizados), y a sectores que no han sido parte de espacios como la CPS.
En la Casa del Maestro de Lima –entre abrazos y re-conocimientos, recuerdos e historias de vida, acercamientos e intercambios entre fuerzas generacionales entre los jóvenes y los “jóvenes de espíritu”– se reencontraron cerca de 600 izquierdistas a convocatoria de un amplio Grupo de Iniciativa. Muchos independientes junto a militantes socialistas, comunistas, verdes (como Tierra y Libertad), descentralistas (como Fuerza Social), de redes y movimientos de jóvenes, de mujeres (desde feministas hasta líderes del Vaso de Leche, los Comedores Populares y las Trabajadoras del Hogar), ecologistas, culturales y de la diversidad sexual.
De 9 am a 6 pm el Encuentro fue un hormiguero de propuestas y esperanza unitaria. Ni un almuerzo ausente provocó malestar o empañó el entusiasmo de dar lugar a un reagrupamiento y refundación de las izquierdas. Un intenso trabajo de comisiones aportó a una creativa declaración de principios sobre nuestra identidad socialista, debatió lineamientos de un programa que da la visión del Perú que queremos y contenido a la Refundación de la República que nos une como propuesta de desarrollo soberano con justicia social y respeto a nuestra biodiversidad. Se debatió un Plan de Acción y de Campañas que –bajo la orientación estratégica de construir y conquistar Poder y Gobierno popular, democrático y por el cambio– busca, por un lado, organizar eventos similares en todas las regiones y dar curso a un II Encuentro con presencia de efectivas delegaciones de ellas; y, por otro lado, desarrollar 3 ejes de campaña: a) la recuperación de efectiva soberanía sobre nuestros recursos naturales, la determinación de su uso, transformación y de la renta que generan en función de los intereses nacionales, el respeto a los derechos de los pueblos y la preservación de nuestros sistemas ecológicos, hídricos y medioambientales, b) enfrentar la galopante corrupción del régimen apro-fujimorista que agobia al país con total impunidad; y, c) la batalla por la conquista de una Asamblea Constituyente, combinando la lucha política de masas con la lucha legal, electoral y de un referéndum nacional, así como con una batalla de ideas ligada a los problemas concretos de la gente y alternativas de respuesta, buscando que la Asamblea sea la herramienta para la Refundación de la República por un canal político: el poder radica en la voluntad soberana del pueblo. Ciertamente, se reafirmó la necesidad de candidaturas unitarias por el cambio en las elecciones futuras.
Un actor político que jugará importante papel: rearticular fuerzas sociales y políticas dispersas que han constituido base de proyectos políticos que han frustrado expectativas creando condiciones para una fuerza que se plantee Peruanizar el Perú y Refundar la República.
Fondo de “sinceramiento” de precios de los combustibles
Humberto Campodónico
Las recientes modificaciones al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles del Decreto de Urgencia 027-2010 parten de una constatación: el precio internacional del petróleo ha vuelto a subir (está en US$ 82/barril) y los pronósticos indican que seguirá subiendo.
Así, las deudas del Fondo con las refinerías (para que no suban los precios al consumidor) son del orden de S/. 650 millones, ya que los precios están “atrasados” en 20 a 25% con respecto a los precios internacionales. Si el precio del petróleo se mantiene, la deuda del Fondo seguiría aumentando en S/. 160 millones mensuales.
Por ello, el DU-027 establece que los precios de los combustibles se “sinceren”. El primer aumento ha sido de 7% para las gasolinas y el diesel y luego vendrán aumentos de 5% cada dos meses hasta que los precios queden completamente “sincerados”. Así, el Fondo ya no estabiliza sino “sincera”. De la mano con esta píldora amarga, el DU 027 establece que los mineros, pesqueros y cementeros, ya no estén en el Fondo. Eso está muy bien, pero no nos hace olvidar que los subsidios a esos sectores han sido más de S/. 600 millones, justo cuando sus utilidades volaban por los altos precios internacionales y el crecimiento económico (ojo, solo se les ha adelantado en 6 meses el “sinceramiento”, lapso en el cual todos pagaremos los mismos precios).
No solo eso. A pesar de que desde hace años se venía pidiendo que los excluyan del Fondo, su peso “lobbysta” los mantuvo adentro (hasta Alan García, en agosto del 2008, dijo que debían salir, pero nada; ver “Los infiltrados siguen allí”, www.cristaldemira.com, 20/08/2008).
En este caso, los economistas que se rasgan las vestiduras denunciando a los “infiltrados” en el Vaso de Leche porque “el programa no está bien focalizado” (la toman niños mayores de 7 años, cuando la edad máxima es de 6 años) se callan la boca y nada dijeron de la “no focalización” del Fondo de los Combustibles. Dos varas y dos medidas. ¡Qué vergüenza!
El DU establece que el GLP tenga alzas mínimas (bien), una pequeña compensación en la factura eléctrica a los más pobres (bien), una nueva banda de precios (más acotada) y una comisión consultiva para “actualizar los precios”, presidida por Osinergmin, con el MEM, el MEF y las productoras e importadoras de combustibles (antes las decisiones quedaban a la discreción de la Dirección General de Hidrocarburos). No participan las asociaciones de defensa del consumidor.
EL DU mantiene la fórmula de los Precios de Paridad de Importación, que establece que los precios en el Perú sean iguales a los de EEUU, más el costo del flete. Esto es absurdo, porque el 50% proviene del petróleo peruano y los líquidos del gas de Camisea, mientras que el otro 50% viene de Colombia y Ecuador, principalmente, cuyos precios son inferiores a los que rigen en EEUU.
Toda esta problemática nos hace ver la importancia del gas de Camisea, sustituto del petróleo que no está sujeto a los precios del petróleo y que es barato. Sin embargo, se va a exportar a México y se raciona al mercado peruano. Es en ese contexto que debemos analizar el porqué de los “atrasos” en los precios y los problemas del Fondo. A mayor consumo de gas, habría menos dependencia del petróleo caro e importado.
Resumiendo: en los próximos 6 u 8 meses las gasolinas y el diesel subirán 20 a 25%, lo que impactará en la inflación y generará presiones al alza de los pasajes urbanos y del transporte interprovincial. Para “dorar la píldora” se ha mejorado el Fondo que, sin embargo, cuando se “sinceren” los precios, ya no tendrá razón de ser. Existen otras alternativas de política de precios, las que tienen como punto de partida la eliminación de la Paridad de Importación y la masificación del consumo del gas natural lo que, hoy, exige que no se exporte el gas a México
Las recientes modificaciones al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles del Decreto de Urgencia 027-2010 parten de una constatación: el precio internacional del petróleo ha vuelto a subir (está en US$ 82/barril) y los pronósticos indican que seguirá subiendo.
Así, las deudas del Fondo con las refinerías (para que no suban los precios al consumidor) son del orden de S/. 650 millones, ya que los precios están “atrasados” en 20 a 25% con respecto a los precios internacionales. Si el precio del petróleo se mantiene, la deuda del Fondo seguiría aumentando en S/. 160 millones mensuales.
Por ello, el DU-027 establece que los precios de los combustibles se “sinceren”. El primer aumento ha sido de 7% para las gasolinas y el diesel y luego vendrán aumentos de 5% cada dos meses hasta que los precios queden completamente “sincerados”. Así, el Fondo ya no estabiliza sino “sincera”. De la mano con esta píldora amarga, el DU 027 establece que los mineros, pesqueros y cementeros, ya no estén en el Fondo. Eso está muy bien, pero no nos hace olvidar que los subsidios a esos sectores han sido más de S/. 600 millones, justo cuando sus utilidades volaban por los altos precios internacionales y el crecimiento económico (ojo, solo se les ha adelantado en 6 meses el “sinceramiento”, lapso en el cual todos pagaremos los mismos precios).
No solo eso. A pesar de que desde hace años se venía pidiendo que los excluyan del Fondo, su peso “lobbysta” los mantuvo adentro (hasta Alan García, en agosto del 2008, dijo que debían salir, pero nada; ver “Los infiltrados siguen allí”, www.cristaldemira.com, 20/08/2008).
En este caso, los economistas que se rasgan las vestiduras denunciando a los “infiltrados” en el Vaso de Leche porque “el programa no está bien focalizado” (la toman niños mayores de 7 años, cuando la edad máxima es de 6 años) se callan la boca y nada dijeron de la “no focalización” del Fondo de los Combustibles. Dos varas y dos medidas. ¡Qué vergüenza!
El DU establece que el GLP tenga alzas mínimas (bien), una pequeña compensación en la factura eléctrica a los más pobres (bien), una nueva banda de precios (más acotada) y una comisión consultiva para “actualizar los precios”, presidida por Osinergmin, con el MEM, el MEF y las productoras e importadoras de combustibles (antes las decisiones quedaban a la discreción de la Dirección General de Hidrocarburos). No participan las asociaciones de defensa del consumidor.
EL DU mantiene la fórmula de los Precios de Paridad de Importación, que establece que los precios en el Perú sean iguales a los de EEUU, más el costo del flete. Esto es absurdo, porque el 50% proviene del petróleo peruano y los líquidos del gas de Camisea, mientras que el otro 50% viene de Colombia y Ecuador, principalmente, cuyos precios son inferiores a los que rigen en EEUU.
Toda esta problemática nos hace ver la importancia del gas de Camisea, sustituto del petróleo que no está sujeto a los precios del petróleo y que es barato. Sin embargo, se va a exportar a México y se raciona al mercado peruano. Es en ese contexto que debemos analizar el porqué de los “atrasos” en los precios y los problemas del Fondo. A mayor consumo de gas, habría menos dependencia del petróleo caro e importado.
Resumiendo: en los próximos 6 u 8 meses las gasolinas y el diesel subirán 20 a 25%, lo que impactará en la inflación y generará presiones al alza de los pasajes urbanos y del transporte interprovincial. Para “dorar la píldora” se ha mejorado el Fondo que, sin embargo, cuando se “sinceren” los precios, ya no tendrá razón de ser. Existen otras alternativas de política de precios, las que tienen como punto de partida la eliminación de la Paridad de Importación y la masificación del consumo del gas natural lo que, hoy, exige que no se exporte el gas a México
CORRUPCION EN PERU
Martín Tanaka
Los recientes “destapes” de (probables) casos de corrupción esbozan un panorama confuso para quien quiere entenderlo analizando la evidencia disponible, y no dejándose llevar por sus convicciones o prejuicios. Una de las fuentes de confusión es que las hipótesis existentes están atravesadas por disputas y celos entre periodistas y empresas periodísticas. Otro problema es que prima la especulación, y parece no haber mejor remedio cuando las evidencias se desaparecen o falsean, o cuando las pistas terminan en versiones contrapuestas, la palabra de uno frente a la del otro, resolviéndose según la credibilidad personal de cada quien.
Quizá ayude a la comprensión de todo esto ubicarnos en marcos más amplios de análisis. ¿Qué es lo que tenemos? Para empezar, empresas que compiten no mediante mecanismos de mercado, sino usando información consecuencia de actividades de espionaje.
Este da cuenta además de actos ilícitos o sospechosos entre empresas, lobbistas, políticos y funcionarios, que llegan hasta personajes de muy alto nivel. Toda la información registrada permite que se haya establecido firmemente en el país el mecanismo de dirimir intereses o diferencias políticas recurriendo a una denuncia periodística que los medios siguen con entusiasmo (basta que sea escandalosa, no necesariamente que sea cierta). Esto es parte de la herencia del fujimontesinismo.
Considerar los antecedentes es clave: hemos tenido una liberalización económica sin tener mercados verdaderamente competitivos, con actores privados todavía acostumbrados a funcionar al amparo de favores del Estado, con instituciones débiles, sin partidos democráticos, sin una oposición con suficiente capacidad de presión y fiscalización. En este marco llegó al poder un partido debilitado, pero con una amplia red de operadores en busca de oportunidades de negocio de todo tipo, con buenas relaciones con el poder, aunque no necesariamente articulados con este.
Frente a esta realidad, el gobierno ha sido muy displicente. La lógica ha sido más bien retroceder ante cada escándalo puntual que aparece; cancelar compras y operaciones, renuncias de funcionarios, evitar que las cosas lleguen a mayores. Esta lógica sugiere que los operadores de la corrupción, si bien están cerca, no serían parte del núcleo gubernamental, a diferencia de lo que ocurría con el fujimorismo, caracterizado por un manejo centralizado de los grandes negocios. Y a diferencia de los casos del corrupción durante el toledismo, habría una red mucho más grande y articulada, consecuencia del distinto grado de consolidación de los operadores de cada partido. Finalmente, la diferencia de la corrupción actual con la del primer gobierno de García estaría en el cambio en los roles del Estado: antes los negocios estaban en el manejo de regulaciones y empresas estatales, ahora en oportunidades de inversión en un contexto de crecimiento de la inversión pública.
Los recientes “destapes” de (probables) casos de corrupción esbozan un panorama confuso para quien quiere entenderlo analizando la evidencia disponible, y no dejándose llevar por sus convicciones o prejuicios. Una de las fuentes de confusión es que las hipótesis existentes están atravesadas por disputas y celos entre periodistas y empresas periodísticas. Otro problema es que prima la especulación, y parece no haber mejor remedio cuando las evidencias se desaparecen o falsean, o cuando las pistas terminan en versiones contrapuestas, la palabra de uno frente a la del otro, resolviéndose según la credibilidad personal de cada quien.
Quizá ayude a la comprensión de todo esto ubicarnos en marcos más amplios de análisis. ¿Qué es lo que tenemos? Para empezar, empresas que compiten no mediante mecanismos de mercado, sino usando información consecuencia de actividades de espionaje.
Este da cuenta además de actos ilícitos o sospechosos entre empresas, lobbistas, políticos y funcionarios, que llegan hasta personajes de muy alto nivel. Toda la información registrada permite que se haya establecido firmemente en el país el mecanismo de dirimir intereses o diferencias políticas recurriendo a una denuncia periodística que los medios siguen con entusiasmo (basta que sea escandalosa, no necesariamente que sea cierta). Esto es parte de la herencia del fujimontesinismo.
Considerar los antecedentes es clave: hemos tenido una liberalización económica sin tener mercados verdaderamente competitivos, con actores privados todavía acostumbrados a funcionar al amparo de favores del Estado, con instituciones débiles, sin partidos democráticos, sin una oposición con suficiente capacidad de presión y fiscalización. En este marco llegó al poder un partido debilitado, pero con una amplia red de operadores en busca de oportunidades de negocio de todo tipo, con buenas relaciones con el poder, aunque no necesariamente articulados con este.
Frente a esta realidad, el gobierno ha sido muy displicente. La lógica ha sido más bien retroceder ante cada escándalo puntual que aparece; cancelar compras y operaciones, renuncias de funcionarios, evitar que las cosas lleguen a mayores. Esta lógica sugiere que los operadores de la corrupción, si bien están cerca, no serían parte del núcleo gubernamental, a diferencia de lo que ocurría con el fujimorismo, caracterizado por un manejo centralizado de los grandes negocios. Y a diferencia de los casos del corrupción durante el toledismo, habría una red mucho más grande y articulada, consecuencia del distinto grado de consolidación de los operadores de cada partido. Finalmente, la diferencia de la corrupción actual con la del primer gobierno de García estaría en el cambio en los roles del Estado: antes los negocios estaban en el manejo de regulaciones y empresas estatales, ahora en oportunidades de inversión en un contexto de crecimiento de la inversión pública.
CIPRIANI
Principal
Cardenal Cipriani
Dom, 25/04/2010 - 20:13
Alberto Massa
Seguramente alentado por el grito del Presidente de la República, dando vivas al Papa, terminado un servicio litúrgico que el Cardenal ofició; o correspondiendo a sus inquietudes montesinistas, el Primado del Perú cometió la ligereza de aludir a Lourdes Flores Nano en un programa radial, pidiéndole que no se ponga el letrero de decente, incorrupta y honesta, pues es una forma de atacar a su contendiente. No tuvo vergüenza en lucir el uniforme fujimorista, ni en abogar indirectamente por el candidato Alex Kouri.
Debe recordar este Richelieu menoscabado, que su labor es solo pastoral. Si desea hurgar en temas ajenos a su competencia, que se informe del “affaire” CONVIAL, que engrosa los pasajes canallescos de la historia. Que se avergüence del papel que le cupo, como atisbador e informante, durante los sucesos en la Embajada del Japón. Que recuerde a sus antecesores con hábito, los jesuitas, expulsados de España entre 1759 y 1768, y después de Francia y Portugal, por enriquecerse y meterse en temas gubernamentales.
Que sepa que la honestidad es una categoría que se esconde dentro de las extremidades femeninas. Por su cultura “ecuménica” debe saber que hay diferencia de matices entre honestidad y honradez. La honestidad en su acepción cristiana está vinculada al decoro y al pudor. Posiblemente la falta de honestidad u honradez, que se puede traducir en corrupción, le haga recordar la bandera que enarbola su protegido político.
Leí a los congresistas Eguren y Galarreta, quienes dicen respetar pero no compartir las declaraciones del religioso. Como peatón, no comparto ni respeto dichas declaraciones y confío que el próximo Jefe de Estado equipare, en términos económicos, a todas las confesiones.
Cardenal Cipriani
Dom, 25/04/2010 - 20:13
Alberto Massa
Seguramente alentado por el grito del Presidente de la República, dando vivas al Papa, terminado un servicio litúrgico que el Cardenal ofició; o correspondiendo a sus inquietudes montesinistas, el Primado del Perú cometió la ligereza de aludir a Lourdes Flores Nano en un programa radial, pidiéndole que no se ponga el letrero de decente, incorrupta y honesta, pues es una forma de atacar a su contendiente. No tuvo vergüenza en lucir el uniforme fujimorista, ni en abogar indirectamente por el candidato Alex Kouri.
Debe recordar este Richelieu menoscabado, que su labor es solo pastoral. Si desea hurgar en temas ajenos a su competencia, que se informe del “affaire” CONVIAL, que engrosa los pasajes canallescos de la historia. Que se avergüence del papel que le cupo, como atisbador e informante, durante los sucesos en la Embajada del Japón. Que recuerde a sus antecesores con hábito, los jesuitas, expulsados de España entre 1759 y 1768, y después de Francia y Portugal, por enriquecerse y meterse en temas gubernamentales.
Que sepa que la honestidad es una categoría que se esconde dentro de las extremidades femeninas. Por su cultura “ecuménica” debe saber que hay diferencia de matices entre honestidad y honradez. La honestidad en su acepción cristiana está vinculada al decoro y al pudor. Posiblemente la falta de honestidad u honradez, que se puede traducir en corrupción, le haga recordar la bandera que enarbola su protegido político.
Leí a los congresistas Eguren y Galarreta, quienes dicen respetar pero no compartir las declaraciones del religioso. Como peatón, no comparto ni respeto dichas declaraciones y confío que el próximo Jefe de Estado equipare, en términos económicos, a todas las confesiones.
ALERTA SOBRE EL AGUA
Principal
Juan de la Puente (*)
El PNUD presentó esta semana el Informe de Desarrollo Humano denominado “Por una Densidad del Estado al Servicio de la Gente”, quizás el más revelador de los últimos años. Su mayor novedad es el Índice de Densidad del Estado (IDE), un instrumento que permite medir la capacidad de gestión del Estado en el territorio, en este caso en el ámbito provincial, a través de la provisión de servicios básicos.
El IDE resuelve la dicotomía obsoleta entre Estado grande vs. Estado pequeño, o entre Estado fuerte vs. Estado débil, situando la discusión en términos de la cobertura y de la calidad de los servicios. El concepto de densidad, usado en las ciencias exactas para estimar el contenido de un volumen, importado al análisis del Estado implica apreciar si el Estado cubre el territorio y la eficiencia de su desempeño. Para medir esa eficiencia el PNUD ha tomado cinco indicadores: identidad, salud, educación, agua y saneamiento y electrificación. Las críticas podrán señalar el número de indicadores faltantes; no obstante, el IDE peruano ha empezado a construirse y es de esperar que los siguientes incluyan otras variables.
El informe cruza los Índices de Desarrollo Humano (IDH) y el IDE, encontrando que las desigualdades son resistentes allí donde lo público deja de intervenir con eficiencia. Ratifica el carácter crucial de la intervención del Estado como distribuidor u orientador de los beneficios del crecimiento, conclusión que cuestiona, una vez más, la utopía arcaica del mercado como único repartidor de bienestar.
En la perspectiva del informe, las desigualdades territoriales implican brechas a llenar con la acción del Estado, la sociedad civil y el mercado.
Los primeros IDE revelan una frágil y poco equilibrada relación entre el Estado y el territorio. Registran una mayor densidad de servicios en la costa, en zonas inmediatas a Lima, en las capitales de departamento y en ciudades principales. En ese marco, los IDE más altos los tienen Lima, Arequipa y Tacna. En cambio, hay una baja densidad estatal en la sierra central (Huancavelica y Huánuco), en la sierra norte (Cajamarca) y en la selva central y nororiental (Ucayali, San Martín, Loreto y Amazonas).
Según el informe estos desequilibrios se reproducen en cada departamento. Por ejemplo, en La Libertad el Estado es más eficiente en las 5 provincias costeras que en las 7 provincias andinas. Otro dato crucial, que cuestiona el egoísmo de las facultades de medicina que se oponen a la creación de otras nuevas, es que solo 42 provincias alcanzan o superan el estándar internacional de 10 médicos por 10 mil habitantes. La provincia de Anta (Cusco), por ejemplo, tiene 1,5 médicos por 10 mil habitantes.
El informe lanza una alerta grave sobre el problema del agua. El recurso hídrico peruano es abundante (por ahora), pero mal distribuido. Tenemos el 4,6% del agua del planeta pero 18 millones de peruanos consumen casi el 2% del agua en el Perú. ¿Dónde va el resto? En la costa se arroja al mar el 53% del agua, mientras que once cuencas del Pacífico peruano, entre las que se encuentran las cuencas Motupe, Chillón, Rímac, Ica, Chili y Caplina están en condición de escasez.
En esa perspectiva habría que recordar que desde diversos sectores se identifica al agua como un problema macroeconómico, luego de hacerse patente la ecuación explosiva deshielo/riego/población. La Autoridad Autónoma del Agua (ANA) ha señalado que el 2009 se detectaron en el país 244 conflictos hídricos, de los cuales 58% corresponden al uso, 19% a la gestión, 18% a la disponibilidad y 5% al acceso
Juan de la Puente (*)
El PNUD presentó esta semana el Informe de Desarrollo Humano denominado “Por una Densidad del Estado al Servicio de la Gente”, quizás el más revelador de los últimos años. Su mayor novedad es el Índice de Densidad del Estado (IDE), un instrumento que permite medir la capacidad de gestión del Estado en el territorio, en este caso en el ámbito provincial, a través de la provisión de servicios básicos.
El IDE resuelve la dicotomía obsoleta entre Estado grande vs. Estado pequeño, o entre Estado fuerte vs. Estado débil, situando la discusión en términos de la cobertura y de la calidad de los servicios. El concepto de densidad, usado en las ciencias exactas para estimar el contenido de un volumen, importado al análisis del Estado implica apreciar si el Estado cubre el territorio y la eficiencia de su desempeño. Para medir esa eficiencia el PNUD ha tomado cinco indicadores: identidad, salud, educación, agua y saneamiento y electrificación. Las críticas podrán señalar el número de indicadores faltantes; no obstante, el IDE peruano ha empezado a construirse y es de esperar que los siguientes incluyan otras variables.
El informe cruza los Índices de Desarrollo Humano (IDH) y el IDE, encontrando que las desigualdades son resistentes allí donde lo público deja de intervenir con eficiencia. Ratifica el carácter crucial de la intervención del Estado como distribuidor u orientador de los beneficios del crecimiento, conclusión que cuestiona, una vez más, la utopía arcaica del mercado como único repartidor de bienestar.
En la perspectiva del informe, las desigualdades territoriales implican brechas a llenar con la acción del Estado, la sociedad civil y el mercado.
Los primeros IDE revelan una frágil y poco equilibrada relación entre el Estado y el territorio. Registran una mayor densidad de servicios en la costa, en zonas inmediatas a Lima, en las capitales de departamento y en ciudades principales. En ese marco, los IDE más altos los tienen Lima, Arequipa y Tacna. En cambio, hay una baja densidad estatal en la sierra central (Huancavelica y Huánuco), en la sierra norte (Cajamarca) y en la selva central y nororiental (Ucayali, San Martín, Loreto y Amazonas).
Según el informe estos desequilibrios se reproducen en cada departamento. Por ejemplo, en La Libertad el Estado es más eficiente en las 5 provincias costeras que en las 7 provincias andinas. Otro dato crucial, que cuestiona el egoísmo de las facultades de medicina que se oponen a la creación de otras nuevas, es que solo 42 provincias alcanzan o superan el estándar internacional de 10 médicos por 10 mil habitantes. La provincia de Anta (Cusco), por ejemplo, tiene 1,5 médicos por 10 mil habitantes.
El informe lanza una alerta grave sobre el problema del agua. El recurso hídrico peruano es abundante (por ahora), pero mal distribuido. Tenemos el 4,6% del agua del planeta pero 18 millones de peruanos consumen casi el 2% del agua en el Perú. ¿Dónde va el resto? En la costa se arroja al mar el 53% del agua, mientras que once cuencas del Pacífico peruano, entre las que se encuentran las cuencas Motupe, Chillón, Rímac, Ica, Chili y Caplina están en condición de escasez.
En esa perspectiva habría que recordar que desde diversos sectores se identifica al agua como un problema macroeconómico, luego de hacerse patente la ecuación explosiva deshielo/riego/población. La Autoridad Autónoma del Agua (ANA) ha señalado que el 2009 se detectaron en el país 244 conflictos hídricos, de los cuales 58% corresponden al uso, 19% a la gestión, 18% a la disponibilidad y 5% al acceso
Plagiar en la universidad
Luis Jaime Cisneros
Los 60 años de docencia que he cumplido en la Católica constituyen razón suficiente para que escriba estas líneas que, porque son de solidaridad, son también de protesta. Me refiero a la resolución administrativa de un organismo de la Asamblea Nacional de Rectores, por la que se reduce el castigo aplicado a dos estudiantes por plagio, a una simple amonestación, con argumentos carentes de respaldo académico. Tal organismo está integrado por docentes que “han ejercido cargos de autoridad en sus respectivas instituciones”.
¿Por qué castiga la PUC el plagio? Lo explica en documento que los alumnos conocen desde el ingreso: “porque es equivalente a negarnos a pensar por nosotros mismos, porque es una actitud que retrasa el progreso del conocimiento de la humanidad, porque con ello se niega la esencia misma del trabajo universitario, y porque es profundamente inmoral”. Ese documento del vicerrectorado académico lo conoce todo estudiante desde la hora inicial, porque desde ese momento a la universidad le interesa ayudar al estudiante en la búsqueda del conocimiento mediante una lectura atenta de los textos y una actitud crítica alerta y realista.
Descubrirse y valorarse, a la luz de principios fundamentales, es condición primera para asumir una espontánea y correcta actitud intelectual. Cuando el alumno se enfrenta a cursos de argumentación, no solamente tropieza con temas arduos y novedosos. Se enfrenta consigo mismo: con sus posibilidades y sus aptitudes; con sus aficiones y sus desacuerdos. Se enfrenta también con modos lingüísticos que nunca le fueron frecuentes, y a veces quiere apropiárselos y otras veces apenas si se arriesga a simular su manejo.
Ahí está la universidad para ayudarlo a vencer las dudas y los tropiezos, cuando llega la hora del trabajo monográfico, resueltas ya las primeras dudas sobre el plan que se va a seguir.
La PUC anuncia a sus alumnos cuatro razones por las que el plagio es condenable en un universitario. “La primera razón consiste en que quien plagia se niega a pensar por su cuenta. Y como es verdad que todo cuanto hemos progresado en tecnología y en humanidades se debe a los que nos ha permitido el pensamiento de los científicos, es natural que la tercera razón de la PUC para condenar el plagio esté referida a la tarea universitaria por excelencia. A la universidad venimos para ayudarla a cumplir su misión. Y misión específica de la universidad “es pensar para hacer progresar el conocimiento”. Es responsabilidad de maestros y alumnos.
La cuarta razón por la que en la PUC condenamos el plagio es esencial para la vida universitaria. Y es que desde los romanos el plagio estuvo vinculado con el robo. Un “comportamiento contrario a la ética”. “El plagio –dice la universidad– es una forma de hurto.
Conlleva intención de mentir, de ocultar, de fingir. Ningún plagio es excusable, permisible o tolerable”. Al perder este contacto con la ética, se ha perdido todo contacto con la universidad. Este es el punto esencial. Pueden ignorarlo quienes incurren en el error. No pueden ignorarlo los miembros del Consejo de Asuntos Contenciosos Universitarios. Pero el documento por el que modifica la sanción impuesta por la PUC a sus estudiantes maneja argumentos “académicamente descalificados” y se convierte, como afirma la PUC, en un “grave peligro” para el trabajo a que se ven convocadas las universidades. Por lo pronto, desfigura la calidad de la sanción si se desentiende de los valores morales.
Aprender a citar ideas ajenas aprende uno en sus primeros años de vida universitaria. A tal procedimiento recurre si debe reseñar un libro y conviene reproducir una o dos frases. Asimismo, si en una monografía debe confrontar dos o tres ideas de autores diversos.
Poner comillas a lo ajeno es una manera de prepararse para independizar lo propio con firmeza. Y así vamos abriendo paso a la esfera creadora, la propia, que es lo que la universidad necesita que perfilemos para enrumbar hacia el conocimiento.
Los 60 años de docencia que he cumplido en la Católica constituyen razón suficiente para que escriba estas líneas que, porque son de solidaridad, son también de protesta. Me refiero a la resolución administrativa de un organismo de la Asamblea Nacional de Rectores, por la que se reduce el castigo aplicado a dos estudiantes por plagio, a una simple amonestación, con argumentos carentes de respaldo académico. Tal organismo está integrado por docentes que “han ejercido cargos de autoridad en sus respectivas instituciones”.
¿Por qué castiga la PUC el plagio? Lo explica en documento que los alumnos conocen desde el ingreso: “porque es equivalente a negarnos a pensar por nosotros mismos, porque es una actitud que retrasa el progreso del conocimiento de la humanidad, porque con ello se niega la esencia misma del trabajo universitario, y porque es profundamente inmoral”. Ese documento del vicerrectorado académico lo conoce todo estudiante desde la hora inicial, porque desde ese momento a la universidad le interesa ayudar al estudiante en la búsqueda del conocimiento mediante una lectura atenta de los textos y una actitud crítica alerta y realista.
Descubrirse y valorarse, a la luz de principios fundamentales, es condición primera para asumir una espontánea y correcta actitud intelectual. Cuando el alumno se enfrenta a cursos de argumentación, no solamente tropieza con temas arduos y novedosos. Se enfrenta consigo mismo: con sus posibilidades y sus aptitudes; con sus aficiones y sus desacuerdos. Se enfrenta también con modos lingüísticos que nunca le fueron frecuentes, y a veces quiere apropiárselos y otras veces apenas si se arriesga a simular su manejo.
Ahí está la universidad para ayudarlo a vencer las dudas y los tropiezos, cuando llega la hora del trabajo monográfico, resueltas ya las primeras dudas sobre el plan que se va a seguir.
La PUC anuncia a sus alumnos cuatro razones por las que el plagio es condenable en un universitario. “La primera razón consiste en que quien plagia se niega a pensar por su cuenta. Y como es verdad que todo cuanto hemos progresado en tecnología y en humanidades se debe a los que nos ha permitido el pensamiento de los científicos, es natural que la tercera razón de la PUC para condenar el plagio esté referida a la tarea universitaria por excelencia. A la universidad venimos para ayudarla a cumplir su misión. Y misión específica de la universidad “es pensar para hacer progresar el conocimiento”. Es responsabilidad de maestros y alumnos.
La cuarta razón por la que en la PUC condenamos el plagio es esencial para la vida universitaria. Y es que desde los romanos el plagio estuvo vinculado con el robo. Un “comportamiento contrario a la ética”. “El plagio –dice la universidad– es una forma de hurto.
Conlleva intención de mentir, de ocultar, de fingir. Ningún plagio es excusable, permisible o tolerable”. Al perder este contacto con la ética, se ha perdido todo contacto con la universidad. Este es el punto esencial. Pueden ignorarlo quienes incurren en el error. No pueden ignorarlo los miembros del Consejo de Asuntos Contenciosos Universitarios. Pero el documento por el que modifica la sanción impuesta por la PUC a sus estudiantes maneja argumentos “académicamente descalificados” y se convierte, como afirma la PUC, en un “grave peligro” para el trabajo a que se ven convocadas las universidades. Por lo pronto, desfigura la calidad de la sanción si se desentiende de los valores morales.
Aprender a citar ideas ajenas aprende uno en sus primeros años de vida universitaria. A tal procedimiento recurre si debe reseñar un libro y conviene reproducir una o dos frases. Asimismo, si en una monografía debe confrontar dos o tres ideas de autores diversos.
Poner comillas a lo ajeno es una manera de prepararse para independizar lo propio con firmeza. Y así vamos abriendo paso a la esfera creadora, la propia, que es lo que la universidad necesita que perfilemos para enrumbar hacia el conocimiento.
LOCURA Y CIVILIZACION
La depresión y la psicosis han acompañado al ser humano en las más diversas civilizaciones. Su presencia generó temor, superchería y distintas prácticas para erradicarlas. En algunos casos, se llegó a la trepanación craneana para liberar “los espíritus malignos”.
Por: Enrique Galli*
La psicosis —aquello que comúnmente es llamado locura—, la depresión y quienes padecen de estas enfermedades mentales demuestran cómo lo “distinto”, es decir, el cambio nos atemoriza. Este temor lleva a la estigmatización, aislamiento, marginación de quienes sufren dichos males e inclusive a la negación de la sola idea de que alguien cercano o uno mismo pueda verse afectado por una enfermedad mental.
Extraña fascinaciónHay en algunas pocas personas una fascinación por la psicosis y la depresión. Algunos llegan a inducirse alucinaciones mediante drogas como el LSD, entre otras, que producen psicosis. No faltan quienes se refugian en su locura (psicótica y/o depresiva) para su realización profesional o artística.
Razón que excluyeLa racionalidad, en plena era posmoderna del siglo XXI, lleva a que el alienado y/o depresivo sea excluido de la sociedad con el argumento de que son “una amenaza a nuestra seguridad y a la de nuestro entorno” (una pseudología falaz o mentira patológica). Se dice que la depresión o la locura son peligrosas para nuestra realidad bio- psicosocial, asumiéndose que ambas “están en el otro”, pero no en nosotros mismos y menos en nuestra familia. A ellos se los esconde, se los encierra, se los echa.
Castigo de DiosA través de las civilizaciones, poco ha cambiado la actitud hacia estos discapacitados. El hombre primitivo creía que los trastornos mentales eran causados por la influencia de espíritus y la magia era parte del diagnóstico y tratamiento. Tanto en el Perú como en Asia Menor se han encontrado cráneos trepanados para liberar “espíritus malignos”, y así mitigar la depresión y la locura. En tratados prebíblicos los trastornos psiquiátricos son considerados castigo de Dios: los locos dejan de ser malignos para convertirse en endemoniados y transgresores de la ética religiosa. El Talmud las considera verdaderas enfermedades que deben ser atendidas por un médico. La Biblia les ofrece la fe, la esperanza y la caridad. Los musulmanes creían que los trastornos psiquiátricos eran castigos de Alá y se purificaban con la oración; sus hospitales se describen como: “ambientes naturales con jardines, fuentes, música y perfumes”.
La cultura grecorromana fue la primera en estudiar los trastornos mentales como enfermedades médicas, resaltando entre ellos Hipócrates. De los griegos conservamos los términos manía, melancolía y paranoia.
OscurantismoEn la Edad Media entramos en una etapa de oscurantismo donde la posesión diabólica era la supuesta responsable de la enfermedad mental. Muchos fueron quemados en la hoguera catalogados como brujos y brujas. En el Renacimiento se desplaza la conceptualización religiosa hacia un entendimiento médico, pero de la condición de endemoniados pasan a la condición de incurables. Es así como en el siglo XVIII a los pacientes se los deposita en asilos cerrados, junto con criminales, ladrones, prostitutas y hasta con enemigos políticos.
Tratamiento moralHacia 1785, Chiarugi en Florencia, posteriormente Pinel en París y luego Tucke en Londres, revolucionan el tratamiento psiquiátrico denominándolo “tratamiento moral”. Se escriben los primeros tratados de psiquiatría. Para el siglo XIX esta disciplina se dedica particularmente a clasificar a los enfermos psiquiátricos y a usar tratamientos como baños de agua helada, la silla giratoria, el ahogamiento, purgantes, sustancias opioides, entre otras.
La comprensiónEn la segunda mitad del siglo XX, se desarrollan psicofármacos eficientes. Ya en el siglo XXI el mejor entendimiento de sus mecanismos de acción y los diversos estudios biomoleculares, inmunoendocrinológicos y genéticos, nos permiten avanzar hacía una psiquiatría personalizada (en el diagnóstico y el tratamiento). El temor y el estigma hacia la enfermedad mental, sin embargo, perduran, particularmente en los países subdesarrollados, y desgraciadamente con mucho énfasis en nuestro país.
Locura genialCuántos iluminados y genios durante todas las civilizaciones han poblado nuestro planeta. Desde el rey Saúl hasta Demócrito, pasando por Alejandro Magno; César y otros emperadores romanos; santos iluminados; pintores como Goya, Van Gogh, políticos como Churchill; escritores como Baudelaire, Hemingway, Wilde, Arguedas y muchos otros. Hombres excepcionales de la filosofía, la poesía e incluso la medicina y la psiquiatría rompieron las barreras de la cordura y, sin embargo, dejaron una huella indeleble en nuestras civilizaciones. Siguiendo en la línea del gran humanista de finales de la Edad Media, don Erasmo de Rotterdam en su obra “Elogio a la locura”, debemos revalorizar la depresión y la psicosis del genio, y del hombre común y corriente.
El psicoanálisis y másEn el siglo XX, Freud y el psicoanálisis humanizan la comprensión de la enfermedad mental, y recurren al análisis y terapéuticas psicológicas en los primeros 50 años; aunque vemos aún su influjo en la actualidad. Bertrand Russell diría al respecto: “el psicoanálisis ha aterrorizado al consciente de los padres ante el daño que pueden hacer a sus hijos inconscientemente”. Honorio Delgado, el introductor del psicoanálisis en habla hispana, lo abandonaría después por discrepancias con la metodología freudiana y su falta de respuesta terapéutica. Por esos años también se recurrieron a terapias infrahumanas como las inyecciones de trementina para hacer abscesos, el shock cardiazólico (ataque epiléptico inducido), el coma insulínico, la lobectomía, entre otros.
[*] Profesor y doctor en Psiquiatría
Por: Enrique Galli*
La psicosis —aquello que comúnmente es llamado locura—, la depresión y quienes padecen de estas enfermedades mentales demuestran cómo lo “distinto”, es decir, el cambio nos atemoriza. Este temor lleva a la estigmatización, aislamiento, marginación de quienes sufren dichos males e inclusive a la negación de la sola idea de que alguien cercano o uno mismo pueda verse afectado por una enfermedad mental.
Extraña fascinaciónHay en algunas pocas personas una fascinación por la psicosis y la depresión. Algunos llegan a inducirse alucinaciones mediante drogas como el LSD, entre otras, que producen psicosis. No faltan quienes se refugian en su locura (psicótica y/o depresiva) para su realización profesional o artística.
Razón que excluyeLa racionalidad, en plena era posmoderna del siglo XXI, lleva a que el alienado y/o depresivo sea excluido de la sociedad con el argumento de que son “una amenaza a nuestra seguridad y a la de nuestro entorno” (una pseudología falaz o mentira patológica). Se dice que la depresión o la locura son peligrosas para nuestra realidad bio- psicosocial, asumiéndose que ambas “están en el otro”, pero no en nosotros mismos y menos en nuestra familia. A ellos se los esconde, se los encierra, se los echa.
Castigo de DiosA través de las civilizaciones, poco ha cambiado la actitud hacia estos discapacitados. El hombre primitivo creía que los trastornos mentales eran causados por la influencia de espíritus y la magia era parte del diagnóstico y tratamiento. Tanto en el Perú como en Asia Menor se han encontrado cráneos trepanados para liberar “espíritus malignos”, y así mitigar la depresión y la locura. En tratados prebíblicos los trastornos psiquiátricos son considerados castigo de Dios: los locos dejan de ser malignos para convertirse en endemoniados y transgresores de la ética religiosa. El Talmud las considera verdaderas enfermedades que deben ser atendidas por un médico. La Biblia les ofrece la fe, la esperanza y la caridad. Los musulmanes creían que los trastornos psiquiátricos eran castigos de Alá y se purificaban con la oración; sus hospitales se describen como: “ambientes naturales con jardines, fuentes, música y perfumes”.
La cultura grecorromana fue la primera en estudiar los trastornos mentales como enfermedades médicas, resaltando entre ellos Hipócrates. De los griegos conservamos los términos manía, melancolía y paranoia.
OscurantismoEn la Edad Media entramos en una etapa de oscurantismo donde la posesión diabólica era la supuesta responsable de la enfermedad mental. Muchos fueron quemados en la hoguera catalogados como brujos y brujas. En el Renacimiento se desplaza la conceptualización religiosa hacia un entendimiento médico, pero de la condición de endemoniados pasan a la condición de incurables. Es así como en el siglo XVIII a los pacientes se los deposita en asilos cerrados, junto con criminales, ladrones, prostitutas y hasta con enemigos políticos.
Tratamiento moralHacia 1785, Chiarugi en Florencia, posteriormente Pinel en París y luego Tucke en Londres, revolucionan el tratamiento psiquiátrico denominándolo “tratamiento moral”. Se escriben los primeros tratados de psiquiatría. Para el siglo XIX esta disciplina se dedica particularmente a clasificar a los enfermos psiquiátricos y a usar tratamientos como baños de agua helada, la silla giratoria, el ahogamiento, purgantes, sustancias opioides, entre otras.
La comprensiónEn la segunda mitad del siglo XX, se desarrollan psicofármacos eficientes. Ya en el siglo XXI el mejor entendimiento de sus mecanismos de acción y los diversos estudios biomoleculares, inmunoendocrinológicos y genéticos, nos permiten avanzar hacía una psiquiatría personalizada (en el diagnóstico y el tratamiento). El temor y el estigma hacia la enfermedad mental, sin embargo, perduran, particularmente en los países subdesarrollados, y desgraciadamente con mucho énfasis en nuestro país.
Locura genialCuántos iluminados y genios durante todas las civilizaciones han poblado nuestro planeta. Desde el rey Saúl hasta Demócrito, pasando por Alejandro Magno; César y otros emperadores romanos; santos iluminados; pintores como Goya, Van Gogh, políticos como Churchill; escritores como Baudelaire, Hemingway, Wilde, Arguedas y muchos otros. Hombres excepcionales de la filosofía, la poesía e incluso la medicina y la psiquiatría rompieron las barreras de la cordura y, sin embargo, dejaron una huella indeleble en nuestras civilizaciones. Siguiendo en la línea del gran humanista de finales de la Edad Media, don Erasmo de Rotterdam en su obra “Elogio a la locura”, debemos revalorizar la depresión y la psicosis del genio, y del hombre común y corriente.
El psicoanálisis y másEn el siglo XX, Freud y el psicoanálisis humanizan la comprensión de la enfermedad mental, y recurren al análisis y terapéuticas psicológicas en los primeros 50 años; aunque vemos aún su influjo en la actualidad. Bertrand Russell diría al respecto: “el psicoanálisis ha aterrorizado al consciente de los padres ante el daño que pueden hacer a sus hijos inconscientemente”. Honorio Delgado, el introductor del psicoanálisis en habla hispana, lo abandonaría después por discrepancias con la metodología freudiana y su falta de respuesta terapéutica. Por esos años también se recurrieron a terapias infrahumanas como las inyecciones de trementina para hacer abscesos, el shock cardiazólico (ataque epiléptico inducido), el coma insulínico, la lobectomía, entre otros.
[*] Profesor y doctor en Psiquiatría
Los festivales de Puruchuco
Gestor. Recuperamos un texto del gran investigador Arturo Jiménez Borja, aparecido en este suplemento en 1964 (*) y que nos enseña a valorar y usar nuestro patrimonio ancestral.
Por: Arturo Jiménez Borja
Al llegar a Lima el verano el museo de Puruchuco presenta los sábados por la noche espectáculos de música y danza indígenas. Se utiliza como escenario la serena belleza de las ruinas de Puruchuco y los cerros y roquedales que enmarcan el sitio. Antorchas y fogatas iluminan el conjunto y se logra poder evocativo.
Puruchuco es un palacio prehispánico probablemente de fines del siglo XII. Ha sido restaurado y el patio principal del edificio se presta de maravilla a este género de veladas. En Roma, Atenas y Ciudad de México, las ruinas se utilizan con propósitos semejantes.
Intervienen en estos festivales bailarines y músicos indígenas. Estos artistas aportan patrones culturales rígidos: la coreografía está construida para ser vista como un monumento, desde todos los ángulos; la duración de la danza es ilimitada, dura lo que duran las fuerzas del bailarín; el paso del baile es muy fácil pues está destinado al regocijo y participación colectiva. El traslado de estos valores a la escena exige cambios. El diseño de la danza debe ser reconsiderado, pues, los espectadores están ordenados en un solo frente y de no serlo espectarían el baile unilateralmente. La duración de cada danza debe ser limitada. El baile tradicional casi siempre forma parte de un ceremonial y se descompone en momentos llamados “mudanzas”. Cada una de ellas, tiene lugar de acuerdo con distintos momentos de la ceremonia. La exposición integral del baile —muy dilatada— atentaría contra la ligereza de un espectáculo destinado a un público general. Un espectáculo así considerado se inspira en el folclor, pero no es folclor; por tanto no se puede exigir el rigor de una demostración académica.
***
El nuevo planteamiento no es una estilización ni una re-creación. Aspira a la adecuada instalación del arte popular en un ambiente que no es el tradicional. La coreografía salta de un terreno a otro. Del campo libre a un espacio ilusorio. De la claridad del día a la luz artificial. Este traslado naturalmente entraña alteraciones. El quehacer juicioso está en salvar el mensaje popular de modo tal que no resulte vanamente mutilado. Los artistas populares tienen por lo general un repertorio limitado. Ejecutan danzas y aires propios de la región de origen. Halla explicación este comportamiento en arcaicas pautas culturales según las cuales: vestidos, bailes, aires y cantos no se podían trastocar. Cada región tenía lo suyo y no está permitido cambiarlos.
***
Estimo honesto exponer todo esto a fin de que los festivales de Puruchuco sean tomados rectamente. Festival según el diccionario de la Real Academia es: fiesta especialmente musical. El museo de Puruchuco no se propone solo entretener. Aspira a algo más trascendente. De allí que estos festivales estén sostenidos por explicaciones lo más honestas y vertidas, esforzadamente, en un lenguaje lo más claro posible. Vestidos, máscaras e instrumentos músicos han sido recogidos con toda seriedad a través de muchos años en las distintas regiones del país. Presentan una imagen de lo más veraz posible de la suntuaria indígena. En suma los festivales de Puruchuco representan un esfuerzo por presentar un espectáculo refinado y digno. A ello se añade la satisfacción de saber que con ello se ayuda al museo de Puruchuco a la continuación de obras arqueológicas en Lima.
[*] El Dominical, 9 de febrero de 1964
El autorArturo Jiménez Borja fue médico cirujano, graduado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, pero su labor mayor estuvo en la investigación de nuestras culturas ancestrales, en sus colecciones de máscaras, vestidos y arte popular. Fue uno de los gestores de la recuperación de Puruchuco, el centro arqueológico ubicado en la Carretera Central a pocos kilómetros de Lima.
También trabajó en Paramonga y Pachacámac. Jiménez Borja descendía de primer orden del último curaca indígena de Tacna, Toribio Aya.
Fue director del Museo de la Nación. Sus colecciones pueden verse en las universidades de San Marcos y la Católica.
Por: Arturo Jiménez Borja
Al llegar a Lima el verano el museo de Puruchuco presenta los sábados por la noche espectáculos de música y danza indígenas. Se utiliza como escenario la serena belleza de las ruinas de Puruchuco y los cerros y roquedales que enmarcan el sitio. Antorchas y fogatas iluminan el conjunto y se logra poder evocativo.
Puruchuco es un palacio prehispánico probablemente de fines del siglo XII. Ha sido restaurado y el patio principal del edificio se presta de maravilla a este género de veladas. En Roma, Atenas y Ciudad de México, las ruinas se utilizan con propósitos semejantes.
Intervienen en estos festivales bailarines y músicos indígenas. Estos artistas aportan patrones culturales rígidos: la coreografía está construida para ser vista como un monumento, desde todos los ángulos; la duración de la danza es ilimitada, dura lo que duran las fuerzas del bailarín; el paso del baile es muy fácil pues está destinado al regocijo y participación colectiva. El traslado de estos valores a la escena exige cambios. El diseño de la danza debe ser reconsiderado, pues, los espectadores están ordenados en un solo frente y de no serlo espectarían el baile unilateralmente. La duración de cada danza debe ser limitada. El baile tradicional casi siempre forma parte de un ceremonial y se descompone en momentos llamados “mudanzas”. Cada una de ellas, tiene lugar de acuerdo con distintos momentos de la ceremonia. La exposición integral del baile —muy dilatada— atentaría contra la ligereza de un espectáculo destinado a un público general. Un espectáculo así considerado se inspira en el folclor, pero no es folclor; por tanto no se puede exigir el rigor de una demostración académica.
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El nuevo planteamiento no es una estilización ni una re-creación. Aspira a la adecuada instalación del arte popular en un ambiente que no es el tradicional. La coreografía salta de un terreno a otro. Del campo libre a un espacio ilusorio. De la claridad del día a la luz artificial. Este traslado naturalmente entraña alteraciones. El quehacer juicioso está en salvar el mensaje popular de modo tal que no resulte vanamente mutilado. Los artistas populares tienen por lo general un repertorio limitado. Ejecutan danzas y aires propios de la región de origen. Halla explicación este comportamiento en arcaicas pautas culturales según las cuales: vestidos, bailes, aires y cantos no se podían trastocar. Cada región tenía lo suyo y no está permitido cambiarlos.
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Estimo honesto exponer todo esto a fin de que los festivales de Puruchuco sean tomados rectamente. Festival según el diccionario de la Real Academia es: fiesta especialmente musical. El museo de Puruchuco no se propone solo entretener. Aspira a algo más trascendente. De allí que estos festivales estén sostenidos por explicaciones lo más honestas y vertidas, esforzadamente, en un lenguaje lo más claro posible. Vestidos, máscaras e instrumentos músicos han sido recogidos con toda seriedad a través de muchos años en las distintas regiones del país. Presentan una imagen de lo más veraz posible de la suntuaria indígena. En suma los festivales de Puruchuco representan un esfuerzo por presentar un espectáculo refinado y digno. A ello se añade la satisfacción de saber que con ello se ayuda al museo de Puruchuco a la continuación de obras arqueológicas en Lima.
[*] El Dominical, 9 de febrero de 1964
El autorArturo Jiménez Borja fue médico cirujano, graduado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, pero su labor mayor estuvo en la investigación de nuestras culturas ancestrales, en sus colecciones de máscaras, vestidos y arte popular. Fue uno de los gestores de la recuperación de Puruchuco, el centro arqueológico ubicado en la Carretera Central a pocos kilómetros de Lima.
También trabajó en Paramonga y Pachacámac. Jiménez Borja descendía de primer orden del último curaca indígena de Tacna, Toribio Aya.
Fue director del Museo de la Nación. Sus colecciones pueden verse en las universidades de San Marcos y la Católica.
El poeta y el hombre. El 15 de abril se cumplieron 72 años de la muerte de César Vallejo. Una exposición reúne fotografías, videos e instalaciones, y nos acerca a estos tiempos al fundamental autor de
Existen dos etapas definidas en la vida de César Vallejo, como un antes y un después. La primera va desde su niñez en la sierra liberteña en una familia humilde y numerosa (eran once hermanos), hasta la publicación de sus primeros libros, “Los heraldos negros” (1918) y “Trilce” (1922). A estos años corresponden su participación en la bohemia norteña, bajo los impulsos de Antenor Orrego, su gran amigo y mentor, su labor como maestro de escuela y el inicio de su actividad poética y periodística. Este momento concluye con un hecho dramático, que se suma a otras angustias vividas por el poeta: su injusto encierro en prisión, acusado sin pruebas de participar en el incendio y saqueo de un almacén de mercaderías en Santiago de Chuco, su pueblo natal.
Y el segundo período se inicia en junio de 1923. Ese año Vallejo parte rumbo a París para no volver más al Perú. Se lleva consigo sentimientos encontrados, desde las penurias económicas y personales ocasionadas por la muerte de su madre, por su encierro, por su cese como maestro y por la pérdida de su gran amigo, Abraham Valdelomar, hasta las angustias por la incomprensión que generaba su obra entre sus coetáneos, especialmente “Trilce”, ese espléndido y hermético libro en el que lleva el lenguaje hasta límites insospechados. Es conmovedor lo que le escribe a Antenor Orrego, en octubre de 1922: “¡Dios sabe cuánto he sufrido para que el ritmo no traspasara esa libertad y cayera en el libertinaje! ¡Dios sabe hasta qué bordes espeluznantes me he asomado, colmado de miedo, temeroso de que todo se vaya a morir a fondo para mi pobre ánima viva!”.
***
En el Viejo Continente, Vallejo realizará múltiples empleos: será corresponsal de diversas publicaciones (en 1929 envía artículos para El Comercio), incursionará con poco éxito en géneros como la narrativa y el teatro, viajará a Rusia, se afiliará al socialismo, tomará contacto con la vanguardia artística y literaria y conocerá a Georgette Phillippart, su compañera hasta su muerte en 1938. En este último tramo de su vida escribirá la mayor parte de su obra poética, perturbado por hechos dramáticos como la guerra civil española y tal vez por la intuición de que su fin estaba próximo. Estos poemas —publicados póstumamente— corresponden a un período de urgencias materiales y existenciales, que calarán en una poesía menos experimental que “Trilce”, pero profundamente más humana.
***
Estas dos épocas, vitales y creativas, están claramente marcadas en la exposición “César Vallejo: el poeta y el hombre”, desplegada en los dos pisos de la galería del centro cultural de la Católica. Cada uno corresponde a un período específico. La curaduría, diseño y montaje corresponden a Ricardo Silva Santisteban, uno de los más acuciosos investigadores de la obra de Vallejo, y a Ana Osorio y Alan Malcolm.
En el primer nivel, se exhiben fotografías, cartas, postales, las primeras ediciones de “Los heraldos negros” y “Trilce” y manuscritos con tachaduras y enmiendas que demuestran su vocación por la corrección, por ir depurando sus versos hacia las fronteras del lenguaje, algo que caracterizó a toda su obra. El punto culminante de esta sección es, justamente, la instalación que evoca la celda del poeta, donde permaneció encerrado durante ciento doce días, entre el 6 de noviembre de 1920 y el 26 de febrero de 1921, hecho calificado por él mismo como la experiencia más grave de su vida.
Luego, en el segundo piso, uno asciende al ciclo no menos intenso de su estancia europea, donde Vallejo exorciza su propia existencia a través de una obra que va desde lo hondo de lo cotidiano hasta alcanzar el valor de lo universal.
Como quien cierra el círculo, la exposición culmina con la videoinstalación “Un poema sonoro: Vallejo eterno”, de Santi Zegarra y Rubén Romero, dos jóvenes artistas que recrean la tumba en Montparnasse donde yacen los restos del poeta, mientras en una pantalla se proyectan, como fantasmas, las figuras de nueve actores que declaman en seis lenguas distintas el intenso poema “Los nueve monstruos”. Una alegoría gótica, impregnada de esa obsesión vallejiana por la existencia y el dolor como símbolos de nuestro tiempo, como él mismo lo escribió: “jamás, señor ministro de salud, fue la salud más mortal”.
+ info“César Vallejo: el poeta y el hombre”LUGAR: Centro cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Av. Camino Real 1075, San Isidro). HORARIO: De lunes a domingo de 10 a.m. a 10 p.m.ENTRADA: Ingreso libre. Hasta el 13 de junio del 2010.JORGE PAREDES
Existen dos etapas definidas en la vida de César Vallejo, como un antes y un después. La primera va desde su niñez en la sierra liberteña en una familia humilde y numerosa (eran once hermanos), hasta la publicación de sus primeros libros, “Los heraldos negros” (1918) y “Trilce” (1922). A estos años corresponden su participación en la bohemia norteña, bajo los impulsos de Antenor Orrego, su gran amigo y mentor, su labor como maestro de escuela y el inicio de su actividad poética y periodística. Este momento concluye con un hecho dramático, que se suma a otras angustias vividas por el poeta: su injusto encierro en prisión, acusado sin pruebas de participar en el incendio y saqueo de un almacén de mercaderías en Santiago de Chuco, su pueblo natal.
Y el segundo período se inicia en junio de 1923. Ese año Vallejo parte rumbo a París para no volver más al Perú. Se lleva consigo sentimientos encontrados, desde las penurias económicas y personales ocasionadas por la muerte de su madre, por su encierro, por su cese como maestro y por la pérdida de su gran amigo, Abraham Valdelomar, hasta las angustias por la incomprensión que generaba su obra entre sus coetáneos, especialmente “Trilce”, ese espléndido y hermético libro en el que lleva el lenguaje hasta límites insospechados. Es conmovedor lo que le escribe a Antenor Orrego, en octubre de 1922: “¡Dios sabe cuánto he sufrido para que el ritmo no traspasara esa libertad y cayera en el libertinaje! ¡Dios sabe hasta qué bordes espeluznantes me he asomado, colmado de miedo, temeroso de que todo se vaya a morir a fondo para mi pobre ánima viva!”.
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En el Viejo Continente, Vallejo realizará múltiples empleos: será corresponsal de diversas publicaciones (en 1929 envía artículos para El Comercio), incursionará con poco éxito en géneros como la narrativa y el teatro, viajará a Rusia, se afiliará al socialismo, tomará contacto con la vanguardia artística y literaria y conocerá a Georgette Phillippart, su compañera hasta su muerte en 1938. En este último tramo de su vida escribirá la mayor parte de su obra poética, perturbado por hechos dramáticos como la guerra civil española y tal vez por la intuición de que su fin estaba próximo. Estos poemas —publicados póstumamente— corresponden a un período de urgencias materiales y existenciales, que calarán en una poesía menos experimental que “Trilce”, pero profundamente más humana.
***
Estas dos épocas, vitales y creativas, están claramente marcadas en la exposición “César Vallejo: el poeta y el hombre”, desplegada en los dos pisos de la galería del centro cultural de la Católica. Cada uno corresponde a un período específico. La curaduría, diseño y montaje corresponden a Ricardo Silva Santisteban, uno de los más acuciosos investigadores de la obra de Vallejo, y a Ana Osorio y Alan Malcolm.
En el primer nivel, se exhiben fotografías, cartas, postales, las primeras ediciones de “Los heraldos negros” y “Trilce” y manuscritos con tachaduras y enmiendas que demuestran su vocación por la corrección, por ir depurando sus versos hacia las fronteras del lenguaje, algo que caracterizó a toda su obra. El punto culminante de esta sección es, justamente, la instalación que evoca la celda del poeta, donde permaneció encerrado durante ciento doce días, entre el 6 de noviembre de 1920 y el 26 de febrero de 1921, hecho calificado por él mismo como la experiencia más grave de su vida.
Luego, en el segundo piso, uno asciende al ciclo no menos intenso de su estancia europea, donde Vallejo exorciza su propia existencia a través de una obra que va desde lo hondo de lo cotidiano hasta alcanzar el valor de lo universal.
Como quien cierra el círculo, la exposición culmina con la videoinstalación “Un poema sonoro: Vallejo eterno”, de Santi Zegarra y Rubén Romero, dos jóvenes artistas que recrean la tumba en Montparnasse donde yacen los restos del poeta, mientras en una pantalla se proyectan, como fantasmas, las figuras de nueve actores que declaman en seis lenguas distintas el intenso poema “Los nueve monstruos”. Una alegoría gótica, impregnada de esa obsesión vallejiana por la existencia y el dolor como símbolos de nuestro tiempo, como él mismo lo escribió: “jamás, señor ministro de salud, fue la salud más mortal”.
+ info“César Vallejo: el poeta y el hombre”LUGAR: Centro cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Av. Camino Real 1075, San Isidro). HORARIO: De lunes a domingo de 10 a.m. a 10 p.m.ENTRADA: Ingreso libre. Hasta el 13 de junio del 2010.JORGE PAREDES
REDOBLE POR RANCAS
En “Redoble por Rancas” el escritor Manuel Scorza (1928-1983) eleva a la ficción literaria la tragedia desatada un 2 de mayo de hace medio siglo. Rancas simboliza el coraje de un pueblo dispuesto a defender sus tierras y su tradicional forma de vida hasta las últimas consecuen
¿Cómo recordar eventos y fechas que no nos obligan a memorizar? ¿Qué acciones y nombres deberíamos recordar? La historia de América Latina está tejida sobre luchas y sangre, sobre desigualdades y abusos. En el Perú, el nacimiento de la república solamente tiene el mérito de exacerbar la fragmentación social. Quienes se atribuyeron la voz para decidir el futuro republicano hablaron del “problema del indio”; pero nunca dialogaron con el “indio”. Más aun, diseñaron sesudos estudios para desaparecerlo.
Los invisiblesDurante mucho tiempo, se pretendió invisibilizar a un gran sector de la población, definitivamente el más numeroso; subestimando su capacidad de organización y concepción política. Nos han enseñado a olvidar, silenciando la historia gestada por los pueblos en la reivindicación por sus derechos. Nadie nos ha obligado a recordar a hombres y mujeres que en madrugadas gélidas tragaban la amarga saliva de la injusticia. La lucha por la recuperación de tierras por el campesinado peruano es una parte de la historia que los documentos oficiales y textos escolares no se ocupan de detallar.
Aquel 2 de mayoEran más o menos las tres de la tarde del 2 de mayo de 1960 cuando desde las pampas de Huayllacancha los comuneros de Rancas, encabezados por el personero Gabriel Gora y el alcalde de la ciudad minera Genaro Ledesma, se dirigieron a Cerro de Pasco. En la pampa quedaban los restos de las chozas —instaladas el día anterior para retomar sus tierras— que fueron quemadas por las fuerzas policiales.
“Rompepatas”En la zona, la Cerro de Pasco Corporation además de desarrollar actividades de extracción minera había adquirido grandes extensiones de tierras en las que criaba ganado y cuya lana era exportada. En su papel de “hacendada” extendió su cerco sobre los terrenos de la comunidad campesina San Antonio de Rancas. El abuso de los administradores y caporales de esta hacienda, y la de Pacoyán, era frecuente. A los comuneros se les quitaba el ganado si estos traspasaban el cerco, sometiéndolos a largas horas de trabajo para su devolución y colocando “rompepatas” en el camino para deshacerse del ganado.
HuayllacanchaAquella mañana, estaban reunidos hombres, mujeres y niños dispuestos a recuperar sus terrenos. Dos ex alumnos del colegio de la comunidad se ubicaron en las partes altas para dar aviso cuando llegaran las fuerzas policiales (de la cual habían sido advertidos el día anterior). Cuando arribaron montados a caballo, las cornetas sonaron y los comuneros se congregaron dirigidos por su presidente Alfonso Rivera. Los uniformados, al mando del comandante Vaudenay, convencidos de que esas tierras eran propiedad de la Cerro de Pasco Corporation, descargaron sus armas sobre los comuneros. Se desató una lucha desigual: balas contra piedras y palos. Los caballos atropellaban a las mujeres y esparcían el ganado, en medio del caos murió enfundado en la bandera peruana, el presidente de la comunidad, en otro lado yacía muerto Teófilo Huamán, y Silveria Tufino mal herida fue trasladada al hospital, donde falleció. Así marcharon a Cerro de Pasco, en el camino se les iban uniendo trabajadores que salían de la empresa después de su jornada laboral. Pobladores de Champamarca, Yurajhuanca y Quiulacocha les daban el alcance en bicicletas, en carros, a caballo. La multitud se fue uniendo con destino a la prefectura a reclamar justicia por los muertos, heridos y detenidos en el calabozo de Cerro de Pasco.
Problema vigenteEl enfrentamiento podría haber generado más muertes de no haber llegado al lugar el alcalde Genaro Ledesma, quien plantándose frente al comandante Vaudenay lo obligó a retirar a su contingente. Se fueron dejando tres muertos, más de 60 heridos, consternación por el atropello y la represalia pendiente para Ledesma y los dirigentes ranqueños. Después de 50 años, es necesario reflexionar sobre estos sucesos, más aun en un espacio como Cerro de Pasco donde la explotación minera carcome indolente la ciudad. Donde se proponen negociaciones desiguales a las comunidades, negando responsabilidades sobre la tierra muerta, las aguas y la sangre contaminadas. ¿Para qué tantas muertes, si finalmente regresamos al inicio de la historia? ¿Si el despojo de las tierras continúa?
Mito e historiaRancas no es un lugar inventado, no es un espacio donde “flota lo real maravilloso”. Y aunque le debemos a la pluma literaria de Scorza el testimonio de esta gesta, queda mucha historia por estudiar; ya que Rancas fue uno de los hitos más importantes en el movimiento campesino peruano que llevó a la Reforma Agraria.
Los testigos y protagonistas de la masacre, a pesar de los años transcurridos, recuerdan con dolor aquel momento; imposible olvidar cuando las secuelas quedan marcadas en los cuerpos como cicatrices y en el alma como orfandad.
Rancas es una comunidad que lucha contra la amenaza de la descomposición comunal generada por intereses externos. La fuerza de empuje y cohesión bajo la cual se ha constituido radica, sobre todo, en el suceso del 2 de mayo de 1960.
La historia de Rancas es una de las tantas historias que no se nos obliga a memorizar pero el pueblo sabio no permite el olvido de sus luchas. Tras 50 años, los niños y niñas de Rancas hoy no entienden muy bien lo que pasó y ven el suceso como algo lejano y mítico pero entonan canciones que garantizan la permanencia de la memoria, de lo que significó: “Un 2 mayo fueron a luchar los comuneros con gran valentía / ellos defendieron con hondas y palos / recuperaron todas nuestras tierras / en la pampa de Huayllacancha mataron a una gaviota /de su buche sacaron a un hombre muy valiente”.
[*] Desarrolla investigación cultural y social sobre la comunidad de Rancas desde el 2003.
¿Cómo recordar eventos y fechas que no nos obligan a memorizar? ¿Qué acciones y nombres deberíamos recordar? La historia de América Latina está tejida sobre luchas y sangre, sobre desigualdades y abusos. En el Perú, el nacimiento de la república solamente tiene el mérito de exacerbar la fragmentación social. Quienes se atribuyeron la voz para decidir el futuro republicano hablaron del “problema del indio”; pero nunca dialogaron con el “indio”. Más aun, diseñaron sesudos estudios para desaparecerlo.
Los invisiblesDurante mucho tiempo, se pretendió invisibilizar a un gran sector de la población, definitivamente el más numeroso; subestimando su capacidad de organización y concepción política. Nos han enseñado a olvidar, silenciando la historia gestada por los pueblos en la reivindicación por sus derechos. Nadie nos ha obligado a recordar a hombres y mujeres que en madrugadas gélidas tragaban la amarga saliva de la injusticia. La lucha por la recuperación de tierras por el campesinado peruano es una parte de la historia que los documentos oficiales y textos escolares no se ocupan de detallar.
Aquel 2 de mayoEran más o menos las tres de la tarde del 2 de mayo de 1960 cuando desde las pampas de Huayllacancha los comuneros de Rancas, encabezados por el personero Gabriel Gora y el alcalde de la ciudad minera Genaro Ledesma, se dirigieron a Cerro de Pasco. En la pampa quedaban los restos de las chozas —instaladas el día anterior para retomar sus tierras— que fueron quemadas por las fuerzas policiales.
“Rompepatas”En la zona, la Cerro de Pasco Corporation además de desarrollar actividades de extracción minera había adquirido grandes extensiones de tierras en las que criaba ganado y cuya lana era exportada. En su papel de “hacendada” extendió su cerco sobre los terrenos de la comunidad campesina San Antonio de Rancas. El abuso de los administradores y caporales de esta hacienda, y la de Pacoyán, era frecuente. A los comuneros se les quitaba el ganado si estos traspasaban el cerco, sometiéndolos a largas horas de trabajo para su devolución y colocando “rompepatas” en el camino para deshacerse del ganado.
HuayllacanchaAquella mañana, estaban reunidos hombres, mujeres y niños dispuestos a recuperar sus terrenos. Dos ex alumnos del colegio de la comunidad se ubicaron en las partes altas para dar aviso cuando llegaran las fuerzas policiales (de la cual habían sido advertidos el día anterior). Cuando arribaron montados a caballo, las cornetas sonaron y los comuneros se congregaron dirigidos por su presidente Alfonso Rivera. Los uniformados, al mando del comandante Vaudenay, convencidos de que esas tierras eran propiedad de la Cerro de Pasco Corporation, descargaron sus armas sobre los comuneros. Se desató una lucha desigual: balas contra piedras y palos. Los caballos atropellaban a las mujeres y esparcían el ganado, en medio del caos murió enfundado en la bandera peruana, el presidente de la comunidad, en otro lado yacía muerto Teófilo Huamán, y Silveria Tufino mal herida fue trasladada al hospital, donde falleció. Así marcharon a Cerro de Pasco, en el camino se les iban uniendo trabajadores que salían de la empresa después de su jornada laboral. Pobladores de Champamarca, Yurajhuanca y Quiulacocha les daban el alcance en bicicletas, en carros, a caballo. La multitud se fue uniendo con destino a la prefectura a reclamar justicia por los muertos, heridos y detenidos en el calabozo de Cerro de Pasco.
Problema vigenteEl enfrentamiento podría haber generado más muertes de no haber llegado al lugar el alcalde Genaro Ledesma, quien plantándose frente al comandante Vaudenay lo obligó a retirar a su contingente. Se fueron dejando tres muertos, más de 60 heridos, consternación por el atropello y la represalia pendiente para Ledesma y los dirigentes ranqueños. Después de 50 años, es necesario reflexionar sobre estos sucesos, más aun en un espacio como Cerro de Pasco donde la explotación minera carcome indolente la ciudad. Donde se proponen negociaciones desiguales a las comunidades, negando responsabilidades sobre la tierra muerta, las aguas y la sangre contaminadas. ¿Para qué tantas muertes, si finalmente regresamos al inicio de la historia? ¿Si el despojo de las tierras continúa?
Mito e historiaRancas no es un lugar inventado, no es un espacio donde “flota lo real maravilloso”. Y aunque le debemos a la pluma literaria de Scorza el testimonio de esta gesta, queda mucha historia por estudiar; ya que Rancas fue uno de los hitos más importantes en el movimiento campesino peruano que llevó a la Reforma Agraria.
Los testigos y protagonistas de la masacre, a pesar de los años transcurridos, recuerdan con dolor aquel momento; imposible olvidar cuando las secuelas quedan marcadas en los cuerpos como cicatrices y en el alma como orfandad.
Rancas es una comunidad que lucha contra la amenaza de la descomposición comunal generada por intereses externos. La fuerza de empuje y cohesión bajo la cual se ha constituido radica, sobre todo, en el suceso del 2 de mayo de 1960.
La historia de Rancas es una de las tantas historias que no se nos obliga a memorizar pero el pueblo sabio no permite el olvido de sus luchas. Tras 50 años, los niños y niñas de Rancas hoy no entienden muy bien lo que pasó y ven el suceso como algo lejano y mítico pero entonan canciones que garantizan la permanencia de la memoria, de lo que significó: “Un 2 mayo fueron a luchar los comuneros con gran valentía / ellos defendieron con hondas y palos / recuperaron todas nuestras tierras / en la pampa de Huayllacancha mataron a una gaviota /de su buche sacaron a un hombre muy valiente”.
[*] Desarrolla investigación cultural y social sobre la comunidad de Rancas desde el 2003.
EMILIO SALGARI
Un 25 de abril de 1911, al verse embestido por la pobreza y la pena por la locura de su esposa, la actriz de teatro Ida Peruzzi, uno de los más grandes escritores de novelas de aventuras se suicidó con el mortal rito japonés del harakiri. Emilio Salgari nació en Verona, Italia, y escribió una prolífica obra de alrededor de 84 novelas, convertidas inmediatamente en best sellers de grandes tirajes, e innumerables relatos cortos. Recordados personajes —cuyas hazañas serán acompañadas de una crítica al colonialismo inglés— como Corsario Negro, el vengador del asesinato de sus hermanos, y Sandokán, el Tigre de Malasia, fueron dibujados por la pluma de Salgari en los ciclos “Los piratas de las Antillas” y “Los piratas de Malasia”, respectivamente. Se vio influenciado por el mar y los lugares exóticos, espacios por donde transcurren sus historias de valientes hombres bronceados, piratas, batallas y brisa marina. La desgracia persiguió al escritor italiano quien nunca alcanzó riqueza a pesar de su enorme popularidad. A sus editores les deja una carta de despedida antes de su suicidio: “A vosotros, que os habéis enriquecido con mi piel, manteniéndome a mí y a mi familia en una continua semimiseria o aun peor, solo os pido que en compensación por las ganancias que os he proporcionado, os ocupéis de los gastos de mis funerales. Os saludo rompiendo la pluma. Emilio Salgari”. Las obras de Salgari han sido adaptadas al cine y al cómic para admiración de muchas generaciones.
PALMA Y VALLEJO
Nacido en las alturas de La Libertad, en Santiago de Chuco, es considerado uno los mayores innovadores del lenguaje poético del siglo XX. Fue aquí en Lima —donde por estos días se le rinde homenaje con una completa exposición, que es motivo de nuestro informe central— que publicó sus poemarios germinales: “Los Heraldos Negros“ (1918) y “Trilce“ (1922), libro con el que crea un lenguaje propio cuya audacia lo convierte en una obra cumbre de la Vanguardia poética (incomprendido hasta su reedición en 1930 en España). Vallejo se codeó con los principales intelectuales de su época, tanto en Trujillo como en Lima. La tristeza era su dueña, su sello fue la melancolía y su desaprensión por quienes lo quisieron. Hombre complejo de espíritu. Su trabajo recibió duras críticas.
“¿Ud. cree señor Vallejo que colocar una imbecilidad encima de otra es hacer poesía?”, dijo Clemente Palma de su “Poema a mi amada”, el primer envío del joven provinciano a Lima. Años más tarde dejaría perplejos y en silencio a sus detractores y seguidores quienes no alcanzaron a comprender la genialidad de “Trilce”, donde escribió “El compañero de prisión comía el trigo de las lomas,/ con mi propia cuchara,/cuando, a la mesa de mis padres, niño,/me quedaba dormido masticando”.
Sufrió cárcel y persistió en la exploración de la palabra como camino de liberación. Después de su muerte se publicarían “Poemas Humanos” y “España, aparta de mi este cáliz”. Su evolución ideológica y de estilo se aprecia en su trabajo poético y narrativo: “Escalas melografiadas”, “Fabla salvaje”, Hacia el reino de los Sciris, para entrar en el llamado “realismo socialista“ con El Tungsteno y Paco Yunque. Dejó el Perú para afincarse en Europa, en París hizo su vida con Georgette y siguió hurgando todo el dolor que puede contener un alma, ese dolor que lo enfermó y le arrancó la vida tempranamente.
“¿Ud. cree señor Vallejo que colocar una imbecilidad encima de otra es hacer poesía?”, dijo Clemente Palma de su “Poema a mi amada”, el primer envío del joven provinciano a Lima. Años más tarde dejaría perplejos y en silencio a sus detractores y seguidores quienes no alcanzaron a comprender la genialidad de “Trilce”, donde escribió “El compañero de prisión comía el trigo de las lomas,/ con mi propia cuchara,/cuando, a la mesa de mis padres, niño,/me quedaba dormido masticando”.
Sufrió cárcel y persistió en la exploración de la palabra como camino de liberación. Después de su muerte se publicarían “Poemas Humanos” y “España, aparta de mi este cáliz”. Su evolución ideológica y de estilo se aprecia en su trabajo poético y narrativo: “Escalas melografiadas”, “Fabla salvaje”, Hacia el reino de los Sciris, para entrar en el llamado “realismo socialista“ con El Tungsteno y Paco Yunque. Dejó el Perú para afincarse en Europa, en París hizo su vida con Georgette y siguió hurgando todo el dolor que puede contener un alma, ese dolor que lo enfermó y le arrancó la vida tempranamente.
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