La universidad no es una cojudez
Zenón Depaz Toledo
Opinión Columnista
Siendo una misión de la universidad la formación de los cuadros dirigentes del país en las diversas esferas de actividad, la presencia protagónica de los egresados de la Universidad Católica, tanto en el ámbito de la gestión pública como en el de la empresa privada, da cuenta de la calidad de la formación recibida allí.
Considerando que hoy en día la prioridad acordada a la investigación científica define la calidad y la pertinencia de la actividad universitaria, la Católica, que se halla entre las que más investigan, ha decidido convertirse en una universidad de investigación, entendiéndolo como un modelo institucional, comprometiendo para ello sus recursos y marcando así el rumbo que deberían seguir las principales universidades peruanas.
En un contexto en el que cunde la estafa universitaria favorecida por la ausencia de políticas de Estado para el desarrollo de la universidad y la mercantilización de los servicios universitarios, sin garantías públicas de su calidad, el desarrollo de universidades serias como la Católica debe ser un asunto de interés nacional.
No obstante, somos testigos de cómo su estabilidad institucional se halla, desde hace tiempo, seriamente amenazada por la actitud intervencionista del cardenal Cipriani, que ahora se sustenta en directivas del Vaticano, entidad que para todo efecto práctico es otro Estado, dirigido ahora por un sector militantemente ultra conservador, que se opone a la modernidad desde posiciones regresivas.
Las advertencias altisonantes de Cipriani, tras las directivas del Vaticano, dejan ver con claridad que la intención de aquel es, ante todo, tomar el control de las orientaciones académicas de esa universidad, incluyendo la selección de sus docentes. El cuidado de la calidad académica no es el centro de su atención. Lo deja ver el hecho de que una universidad del norte, identificable como una de las mayores responsables de la estafa universitaria que afecta al país, hace uso nada santo de la denominación de “Universidad Católica”, sin observación alguna de Cipriani.
En tono amenazante, Cipriani ha sustentado su actitud intervencionista, diciendo: “El representante de Cristo soy yo”. Olvida que Cristo dijo: “No todo el que me diga Señor, Señor, entrará al reino de los cielos”… Por lo menos que a la Católica no entre. Le haría un grave daño a esa universidad, cuyo lema, que la caracteriza como “Luz que brilla ante las tinieblas”, nunca fue más pertinente.
miércoles, 21 de septiembre de 2011
SOBREGANANCIAS
Alberto Borea Odría
Palabra Autorizada
La imposición del tributo a las sobreganancias de la minería no acabó con las buenas relaciones entre las empresas mineras y el estado peruano ni ha provocado la estampida que anunciaron quienes a toda costa insisten en no tocar ni con el pétalo de una rosa al gran capital, aunque ello implique dejar de lado la solidaridad esencial para la marcha de una nación.
Por el contrario, la paz social y el desarrollo que se puede alcanzar a través de los frutos de esta contribución van a ayudar a que los peruanos mejoren en sus condiciones de vida y de esa forma puedan, ellos mismos y cada vez con menos apoyo del Estado, ir trazando y alcanzando esas metas propias que La Libertad le permite a los seres humanos que salen de las urgencias propias de la miseria, donde, lamentablemente, sólo se puede atender a la necesidad del día.
Los tres mil millones de soles no son, para lo que ganan las mineras con la extracción de un mineral que no va a poder ser empleado por el país, una inmensa compensación, pero sí hace empalidecer hasta la vergüenza los 500 millones de soles que el APRA presentó como si fuese un gran logro al inicio de su gobierno. ¿Fueron en realidad tan incapaces para obtener lo que ya en todo el mundo se lograba? ¿Les faltó decisión para conseguir aquello que su propio fundador, al que casi han olvidado, les decía que era posible sabiendo plantear bien las cosas? No queremos imaginar otra eventualidad.
Ha quedado demostrado que el impuesto a las sobreganancias mineras es razonable. Nadie quien invierte cuando el precio del mineral está, por decir en doscientos dólares, deja de estimar la ganancia suficiente y el riesgo consecuente para el caso de una rebaja del precio de ese bien. Cualquier cosa por encima de ello es un plus que está muy bien que se perciba, pero que se comparta, puesto que las condiciones que pudo fijar el Estado, por ceder esa riqueza hubieran sido distintas de saberse que el valor de venta del mismo era, por decir, de 1,800. Aquí se produjo lo que los romanos llamaron un cambio fundamental en las circunstancias, que rompe el sinalagma o equilibrio que se debe dar entre las prestaciones y que autoriza, especialmente a la parte menos favorecida que en este caso es el Estado de un país pobre frente a las transnacionales, a volver a discutir los términos en que se pactó.
Por eso es que nadie en verdad se alarmó. Claro está que quienes ganan fortunas posiblemente quisieron seguir ganándolas en tanto los demás no protestaran, pero entendieron lógico que el reclamo se produjese y, así las cosas, mejor es no enervar la paz social que sólo se puede construir sobre la base de la justicia. Paz social, que como señala Stiglitz, es esencial para el desarrollo económico de los países y del propio mundo.
Palabra Autorizada
La imposición del tributo a las sobreganancias de la minería no acabó con las buenas relaciones entre las empresas mineras y el estado peruano ni ha provocado la estampida que anunciaron quienes a toda costa insisten en no tocar ni con el pétalo de una rosa al gran capital, aunque ello implique dejar de lado la solidaridad esencial para la marcha de una nación.
Por el contrario, la paz social y el desarrollo que se puede alcanzar a través de los frutos de esta contribución van a ayudar a que los peruanos mejoren en sus condiciones de vida y de esa forma puedan, ellos mismos y cada vez con menos apoyo del Estado, ir trazando y alcanzando esas metas propias que La Libertad le permite a los seres humanos que salen de las urgencias propias de la miseria, donde, lamentablemente, sólo se puede atender a la necesidad del día.
Los tres mil millones de soles no son, para lo que ganan las mineras con la extracción de un mineral que no va a poder ser empleado por el país, una inmensa compensación, pero sí hace empalidecer hasta la vergüenza los 500 millones de soles que el APRA presentó como si fuese un gran logro al inicio de su gobierno. ¿Fueron en realidad tan incapaces para obtener lo que ya en todo el mundo se lograba? ¿Les faltó decisión para conseguir aquello que su propio fundador, al que casi han olvidado, les decía que era posible sabiendo plantear bien las cosas? No queremos imaginar otra eventualidad.
Ha quedado demostrado que el impuesto a las sobreganancias mineras es razonable. Nadie quien invierte cuando el precio del mineral está, por decir en doscientos dólares, deja de estimar la ganancia suficiente y el riesgo consecuente para el caso de una rebaja del precio de ese bien. Cualquier cosa por encima de ello es un plus que está muy bien que se perciba, pero que se comparta, puesto que las condiciones que pudo fijar el Estado, por ceder esa riqueza hubieran sido distintas de saberse que el valor de venta del mismo era, por decir, de 1,800. Aquí se produjo lo que los romanos llamaron un cambio fundamental en las circunstancias, que rompe el sinalagma o equilibrio que se debe dar entre las prestaciones y que autoriza, especialmente a la parte menos favorecida que en este caso es el Estado de un país pobre frente a las transnacionales, a volver a discutir los términos en que se pactó.
Por eso es que nadie en verdad se alarmó. Claro está que quienes ganan fortunas posiblemente quisieron seguir ganándolas en tanto los demás no protestaran, pero entendieron lógico que el reclamo se produjese y, así las cosas, mejor es no enervar la paz social que sólo se puede construir sobre la base de la justicia. Paz social, que como señala Stiglitz, es esencial para el desarrollo económico de los países y del propio mundo.
IMPACTOS DE LA CRISIS
¿Impactos de la crisis internacional?
Germán Alarco Tosoni
Opinión Investigador CENTRUM Católica
Es un hecho evidente que la economía internacional se está desacelerando y que podríamos arribar a una situación más compleja el próximo año. Es importante diseñar desde ahora diferentes escenarios y prever rumbos alternativos de acción. Ya se inició la discusión entre los que señalan que es necesario actuar, desde ahora, preventivamente, respecto de quienes sostienen que se debe reaccionar recién cuando se manifiesten los efectos de la nueva crisis internacional. A la par de esta sana polémica, es necesario discutir la naturaleza de esta nueva crisis y sus canales de transmisión, ya que no necesariamente serán iguales a lo ocurrido entre 2008 y 2009.
Un error común de los analistas tradicionales consiste en señalar que esta es una nueva crisis caracterizada por los problemas de endeudamiento. Se confunde efecto con causa u origen. La crisis actual es una etapa de la anterior que va mutando en el tiempo y es parte de un fenómeno estructural que se agrava y detona con elementos específicos. Entre 2007 y mediados del 2008 se observó una situación de estanflación moderada. Después vino la etapa recesiva especialmente entre el tercer trimestre del 2008 y durante todo el primer semestre del 2009. Luego como resultado de las intensas políticas monetarias y fiscales anticíclicas aplicadas en el periodo previo se logró una recuperación parcial. Desde inicios del 2011 es clara la marcada desaceleración en el crecimiento económico.
Las condiciones actuales son diferentes a las anteriores. Esta nueva fase se produce cuando ya se han aplicado intensamente políticas monetarias y fiscales anticíclicas. En la detonación previa de 2008 faltaba liquidez internacional y en cambio ahora es muy abundante. Las tasas de interés de referencia se mantienen en sus valores límite inferiores. Ya no se pueden reducir más. El peligro actual de políticas monetarias expansivas, es que ante la incertidumbre, simplemente se alimente el sistema con más liquidez que avive en primera instancia los mercados especulativos de las materias primas. Los escenarios posibles son diversos: estanflación moderada o deflación si predominan las tendencias recesivas.
Se debe internalizar que esta nueva etapa podría ser algo diferente a las anteriores. El impacto del canal financiero sería menor. Los términos de intercambio podrían decrecer por los menores precios internacionales de los metales de uso industrial, aunque contrarrestados por el oro y la plata. Habría una menor demanda para nuestras exportaciones, aunque probablemente no se produciría una depreciación del sol. Sin embargo, no hay que olvidar que todas estas son hipótesis, ya que la economía internacional está cambiando día a día.
Germán Alarco Tosoni
Opinión Investigador CENTRUM Católica
Es un hecho evidente que la economía internacional se está desacelerando y que podríamos arribar a una situación más compleja el próximo año. Es importante diseñar desde ahora diferentes escenarios y prever rumbos alternativos de acción. Ya se inició la discusión entre los que señalan que es necesario actuar, desde ahora, preventivamente, respecto de quienes sostienen que se debe reaccionar recién cuando se manifiesten los efectos de la nueva crisis internacional. A la par de esta sana polémica, es necesario discutir la naturaleza de esta nueva crisis y sus canales de transmisión, ya que no necesariamente serán iguales a lo ocurrido entre 2008 y 2009.
Un error común de los analistas tradicionales consiste en señalar que esta es una nueva crisis caracterizada por los problemas de endeudamiento. Se confunde efecto con causa u origen. La crisis actual es una etapa de la anterior que va mutando en el tiempo y es parte de un fenómeno estructural que se agrava y detona con elementos específicos. Entre 2007 y mediados del 2008 se observó una situación de estanflación moderada. Después vino la etapa recesiva especialmente entre el tercer trimestre del 2008 y durante todo el primer semestre del 2009. Luego como resultado de las intensas políticas monetarias y fiscales anticíclicas aplicadas en el periodo previo se logró una recuperación parcial. Desde inicios del 2011 es clara la marcada desaceleración en el crecimiento económico.
Las condiciones actuales son diferentes a las anteriores. Esta nueva fase se produce cuando ya se han aplicado intensamente políticas monetarias y fiscales anticíclicas. En la detonación previa de 2008 faltaba liquidez internacional y en cambio ahora es muy abundante. Las tasas de interés de referencia se mantienen en sus valores límite inferiores. Ya no se pueden reducir más. El peligro actual de políticas monetarias expansivas, es que ante la incertidumbre, simplemente se alimente el sistema con más liquidez que avive en primera instancia los mercados especulativos de las materias primas. Los escenarios posibles son diversos: estanflación moderada o deflación si predominan las tendencias recesivas.
Se debe internalizar que esta nueva etapa podría ser algo diferente a las anteriores. El impacto del canal financiero sería menor. Los términos de intercambio podrían decrecer por los menores precios internacionales de los metales de uso industrial, aunque contrarrestados por el oro y la plata. Habría una menor demanda para nuestras exportaciones, aunque probablemente no se produciría una depreciación del sol. Sin embargo, no hay que olvidar que todas estas son hipótesis, ya que la economía internacional está cambiando día a día.
COCA
Coca: reducir, no erradicar
Rodrigo Montoya Rojas
“Navegar Río Arriba”
Erradicar es una palabra que proviene del latín erradicare y quiere decir simplemente arrancar de raíz; así de simple, sin ambigüedad alguna ni ninguna otra acepción que dé lugar a posibles malentendidos. El mismo verbo en inglés quiere decir arrancar de raíz y es también sinónimo de extirpar, barrer, limpiar, cancelar, eliminar, exterminar, aniquilar y dejar hecho polvo. Tiene sentido esta mención a la palabra en inglés porque fue sin duda en inglés que se pensó y escribió la política norteamericana sobre la coca y de ahí se tradujo al castellano para que, obedientemente, los funcionarios peruanos del poder colonial sigan esa línea de acción.
De dos cosas una: si se propone erradicar la coca lo que se quiere es extirpar, barrer, limpiar, cancelar, eliminar, exterminar, aniquilar y dejar hecha polvo toda planta y semilla de coca, en otras palabras, no dejar una semilla viva; si se quiere que se siembre menos coca debe hablarse simplemente de reducción o de disminución del área sembrada. Cuando en la política se defienden grandes intereses el doble juego en las palabras que se usan es plenamente intencional. Los yanquis saben muy bien lo que quieren y los funcionarios peruanos encargados de aplicar esa línea de acción no son tontos ni débiles mentales, saben castellano y también algo o mucho de inglés, pero ocurre simplemente que siguen la táctica de la ambigüedad y el doble discurso porque mientras en Estados Unidos la coca es simplemente ilegal -tanto en hojas, en cocaína o en pasta-, en la legislación peruana el cultivo de hojas de coca está reconocido legalmente y contamos con la Empresa Nacional de la Coca, ENACO, que compra y vende hojas de coca y lleva un registro obsoleto de productores cocaleros. Hablar de una erradicación parcial o selectiva es una contradicción porque no se extermina a medias y es bueno seguir el sabio consejo francés, dicho en buen romance, “de no tener el trasero en dos sillas”.
El problema sencillo en Perú es que la mayor parte de la producción de hojas de coca se convierte en pasta y en cocaína que es llevada por narcotraficantes de muchos colores al mundo entero, particularmente a Estados Unidos y que es allí donde queda una buena parte de las extraordinarias ganancias con la complicidad oficial más grande que el tamaño del planeta tierra.
Si para combatir el narcotráfico hay que exterminar las hojas de coca, ese camino lleva al fracaso. Ya quedó demostrado que cuanto más se “erradica”, más se cultiva. Se trata, simplemente, de reducir las áreas sembradas. Para eso sería muy sencillo tener un registro de productores y vendedores legales, luchar en serio contra las mafias de productores, comerciantes y consumidores de cocaína en Perú, Estados Unidos y en todas partes, e industrializar la coca y obtener buenas ganancias con productos alimenticios, medicinales y estéticos para los mercados interno y externo.
Si el gobierno de Humala procede son seriedad y originalidad y no cede al clamor de la derecha para “seguir erradicando”, habrá perdido la guerra sin haber dado una batalla. Si reemplaza erradicar por reducir, habrá dado un gran paso adelante. Le faltará entonces ganar otra batalla frente al viejo y reaccionario acuerdo de Viena: considerar como droga a la cocaína pero no a la hoja de coca. Hace menos de 200 años inventaron la cocaína en Europa. En Perú, tenemos las hojas de coca desde hace cinco mil años y en todo ese tiempo no le han hecho daño a nadie.
Rodrigo Montoya Rojas
“Navegar Río Arriba”
Erradicar es una palabra que proviene del latín erradicare y quiere decir simplemente arrancar de raíz; así de simple, sin ambigüedad alguna ni ninguna otra acepción que dé lugar a posibles malentendidos. El mismo verbo en inglés quiere decir arrancar de raíz y es también sinónimo de extirpar, barrer, limpiar, cancelar, eliminar, exterminar, aniquilar y dejar hecho polvo. Tiene sentido esta mención a la palabra en inglés porque fue sin duda en inglés que se pensó y escribió la política norteamericana sobre la coca y de ahí se tradujo al castellano para que, obedientemente, los funcionarios peruanos del poder colonial sigan esa línea de acción.
De dos cosas una: si se propone erradicar la coca lo que se quiere es extirpar, barrer, limpiar, cancelar, eliminar, exterminar, aniquilar y dejar hecha polvo toda planta y semilla de coca, en otras palabras, no dejar una semilla viva; si se quiere que se siembre menos coca debe hablarse simplemente de reducción o de disminución del área sembrada. Cuando en la política se defienden grandes intereses el doble juego en las palabras que se usan es plenamente intencional. Los yanquis saben muy bien lo que quieren y los funcionarios peruanos encargados de aplicar esa línea de acción no son tontos ni débiles mentales, saben castellano y también algo o mucho de inglés, pero ocurre simplemente que siguen la táctica de la ambigüedad y el doble discurso porque mientras en Estados Unidos la coca es simplemente ilegal -tanto en hojas, en cocaína o en pasta-, en la legislación peruana el cultivo de hojas de coca está reconocido legalmente y contamos con la Empresa Nacional de la Coca, ENACO, que compra y vende hojas de coca y lleva un registro obsoleto de productores cocaleros. Hablar de una erradicación parcial o selectiva es una contradicción porque no se extermina a medias y es bueno seguir el sabio consejo francés, dicho en buen romance, “de no tener el trasero en dos sillas”.
El problema sencillo en Perú es que la mayor parte de la producción de hojas de coca se convierte en pasta y en cocaína que es llevada por narcotraficantes de muchos colores al mundo entero, particularmente a Estados Unidos y que es allí donde queda una buena parte de las extraordinarias ganancias con la complicidad oficial más grande que el tamaño del planeta tierra.
Si para combatir el narcotráfico hay que exterminar las hojas de coca, ese camino lleva al fracaso. Ya quedó demostrado que cuanto más se “erradica”, más se cultiva. Se trata, simplemente, de reducir las áreas sembradas. Para eso sería muy sencillo tener un registro de productores y vendedores legales, luchar en serio contra las mafias de productores, comerciantes y consumidores de cocaína en Perú, Estados Unidos y en todas partes, e industrializar la coca y obtener buenas ganancias con productos alimenticios, medicinales y estéticos para los mercados interno y externo.
Si el gobierno de Humala procede son seriedad y originalidad y no cede al clamor de la derecha para “seguir erradicando”, habrá perdido la guerra sin haber dado una batalla. Si reemplaza erradicar por reducir, habrá dado un gran paso adelante. Le faltará entonces ganar otra batalla frente al viejo y reaccionario acuerdo de Viena: considerar como droga a la cocaína pero no a la hoja de coca. Hace menos de 200 años inventaron la cocaína en Europa. En Perú, tenemos las hojas de coca desde hace cinco mil años y en todo ese tiempo no le han hecho daño a nadie.
COCALES
La reducción de los cocales
Carlos Tapia
Opinión Columnista
1.- Un objetivo central de la política antiDrogas es la reducción de los cultivos de coca. Estos varían en su rendimiento por hectárea; así hay zonas y parcelas donde apenas se consigue una producción de 1 Tm de hoja de coca por hectárea, en cambio en otras zonas y parcelas se llega a producir tres veces más. El promedio nacional se estima en 2.2 Tm.
¿De qué depende el mayor o menor rendimiento? De la calidad de los suelos y de la tecnología empleada; el número de plantones por metro cuadrado (varía de tres a seis), uso de fertilizantes y pesticidas, número de cosechas al año, etc. En realidad, cuando se habla de la reducción del área sembrada de coca habría que tomar en cuenta lo anterior, acaso un mejor rasero sería preguntarse si se trata de las parcelas que tienen un alto o bajo rendimiento. Ya que el objetivo es reducir la producción de hoja de coca.
¿Cuáles son las parcelas con un alto rendimiento? Las que utilizan una moderna tecnología agrícola, uso intensivo de abonos y pesticidas, etc. ¿Quiénes son las que la utilizan? Los que poseen las parcelas más grandes y la producción más extensa, los que saben reducir sus costos unitarios y tienen asegurado la compra, a mejores precios, de la hoja de coca. No tratan con acopiadores menores, sino directamente con los grandes; consiguiendo así un mayor margen de ganancia. Y tienen los recursos para corromper a todo tipo de funcionarios.
2.- Es verdad que la erradicación, forzada o concertada, es indispensable si queremos reducir la producción de coca. Aunque, como hemos visto, se debería poner énfasis en las plantaciones mayores, por dos razones: a) porque se erradican más plantas por hectárea y b) ya que se golpea a los productores que están ligados más cerca a las firmas locales, y obtienen pingues ingresos y no les interesan ningún programa de desarrollo alternativo.
En cambio, los pequeños productores de coca (menos de una hectárea, generalmente asociados con otros cultivos para su alimentación, de baja productividad, etc), apenas consiguen cubrir la deuda contraída con el acopiador que le “adelantó” el pago a cambio de la futura cosecha. Esa pequeña cantidad de dinero les sirve como una caja chica para contingencias familiares. No se enriquecen, son decenas de miles de familias que no tiene otra alternativa económica para literalmente conseguir subsistir y no pueden negociar un mayor precio con los acopiadores. No tienen dinero para corromper a nadie y se organizan en sindicatos y federaciones de cocaleros para defender su fuente de subsistencia. Son los que protestan y bloquean las carreteras ante las amenazas de la erradicación. Como quedó demostrado en el “modelo San Martín”, están dispuestos a acogerse a los beneficios de los cultivos alternativos, es decir, concertar, si se les atiende en sus necesidades y se les demuestra las ventajas para salir de la pobreza en que se encuentran.
3.- La erradicación forzada de los últimos 15 años, principalmente contra los pequeños productores, ha sido ineficiente porque no ha logrado reducir la producción de la coca y sí, en cambio, acentuar los conflictos sociales y producir muchos muertos. Ha faltado una estrategia integral, inversión para el desarrollo alternativo y capacidad del Estado para llegar a un acuerdo con los pequeños productores, aislándolos del narcotráfico, luchar contra la corrupción y golpear a los grandes beneficiaros de la industria del narcotráfico.
¡La nueva administración de DEVIDA ha movido el gallinero!
Carlos Tapia
Opinión Columnista
1.- Un objetivo central de la política antiDrogas es la reducción de los cultivos de coca. Estos varían en su rendimiento por hectárea; así hay zonas y parcelas donde apenas se consigue una producción de 1 Tm de hoja de coca por hectárea, en cambio en otras zonas y parcelas se llega a producir tres veces más. El promedio nacional se estima en 2.2 Tm.
¿De qué depende el mayor o menor rendimiento? De la calidad de los suelos y de la tecnología empleada; el número de plantones por metro cuadrado (varía de tres a seis), uso de fertilizantes y pesticidas, número de cosechas al año, etc. En realidad, cuando se habla de la reducción del área sembrada de coca habría que tomar en cuenta lo anterior, acaso un mejor rasero sería preguntarse si se trata de las parcelas que tienen un alto o bajo rendimiento. Ya que el objetivo es reducir la producción de hoja de coca.
¿Cuáles son las parcelas con un alto rendimiento? Las que utilizan una moderna tecnología agrícola, uso intensivo de abonos y pesticidas, etc. ¿Quiénes son las que la utilizan? Los que poseen las parcelas más grandes y la producción más extensa, los que saben reducir sus costos unitarios y tienen asegurado la compra, a mejores precios, de la hoja de coca. No tratan con acopiadores menores, sino directamente con los grandes; consiguiendo así un mayor margen de ganancia. Y tienen los recursos para corromper a todo tipo de funcionarios.
2.- Es verdad que la erradicación, forzada o concertada, es indispensable si queremos reducir la producción de coca. Aunque, como hemos visto, se debería poner énfasis en las plantaciones mayores, por dos razones: a) porque se erradican más plantas por hectárea y b) ya que se golpea a los productores que están ligados más cerca a las firmas locales, y obtienen pingues ingresos y no les interesan ningún programa de desarrollo alternativo.
En cambio, los pequeños productores de coca (menos de una hectárea, generalmente asociados con otros cultivos para su alimentación, de baja productividad, etc), apenas consiguen cubrir la deuda contraída con el acopiador que le “adelantó” el pago a cambio de la futura cosecha. Esa pequeña cantidad de dinero les sirve como una caja chica para contingencias familiares. No se enriquecen, son decenas de miles de familias que no tiene otra alternativa económica para literalmente conseguir subsistir y no pueden negociar un mayor precio con los acopiadores. No tienen dinero para corromper a nadie y se organizan en sindicatos y federaciones de cocaleros para defender su fuente de subsistencia. Son los que protestan y bloquean las carreteras ante las amenazas de la erradicación. Como quedó demostrado en el “modelo San Martín”, están dispuestos a acogerse a los beneficios de los cultivos alternativos, es decir, concertar, si se les atiende en sus necesidades y se les demuestra las ventajas para salir de la pobreza en que se encuentran.
3.- La erradicación forzada de los últimos 15 años, principalmente contra los pequeños productores, ha sido ineficiente porque no ha logrado reducir la producción de la coca y sí, en cambio, acentuar los conflictos sociales y producir muchos muertos. Ha faltado una estrategia integral, inversión para el desarrollo alternativo y capacidad del Estado para llegar a un acuerdo con los pequeños productores, aislándolos del narcotráfico, luchar contra la corrupción y golpear a los grandes beneficiaros de la industria del narcotráfico.
¡La nueva administración de DEVIDA ha movido el gallinero!
SOBERON
Tráiganme la cabeza de Soberón
Raúl Wiener
POLITIKA Analista
También Alan García ofreció una nueva política antiDrogas porque la que había venido desarrollando Toledo siguiendo la pauta de los Estados Unidos no había tenido resultado. El ministro Salazar que se creyó que esto era serio firmó un acta con los cocaleros del Huallaga que implicaba un alto al fuego en la guerra que se lleva casi exclusivamente contra ellos en la dirección de buscar un acuerdo con el Estado para la reducción de cocales y el aislamiento del narcotráfico.
Pero inmediatamente se desató la batahola. El acta del “chiquitín” Salazar fue calificada de “capitulación” y la prensa que hoy ladra contra Ricardo Soberón lanzó titulares sobre el ministro de Agricultura hasta que finalmente lograron echarlo. Mientras tanto García viajaba a Estados Unidos y se reunía con Bush para proponerle su “nueva política”, luego de lo cual dijo que había llegado a acuerdos para continuar las políticas de erradicación, cultivos alternativos, no empadronamiento de productores y no incorporación a ninguna mesa de diálogo que era lo que se había esbozado en Lima, y para la eventual extradición de narcotraficantes.
Es decir la “nueva política” era igual a la vieja, que a su vez es idéntica a la que se define en Washington. Algo más, para ser coherente, el presidente peruano designó como jefe de Devida, al exministro del Interior de Toledo, Rómulo Pizarro, el que había venido dirigiendo los operativos de erradicación con la Policía militarizada y la DEA. De Pizarro se sabe que ha hecho una gran fortuna personal con su paso por el poder y que en estos días viene impulsando la campaña contra su sucesor en los medios de comunicación al lado de otros personajes que responden a la planilla de la Embajada estadounidense.
El hecho es que García y Pizarro consiguieron recuperar para el país el puesto de primer exportador de cocaína; lograron aumentar el número de hectáreas sembradas por cocales a pesar de las políticas erradicadoras; incrementaron la violencia en el Vrae, pero se dedicaron a perseguir y encarcelar dirigentes de otras cuencas acusándolos de terrorismo para quebrar el diálogo con el Estado. No lograron la captura de ningún capo importante de la droga, ni descubrieron ninguna de las fuentes de lavado de dinero y tampoco cortaron ninguna de las rutas principales de salida de la cocaína.
Pero sí les salpicaron acusaciones de relaciones con acusados e investigados por este delito, García con los Sánchez Paredes, o Pizarro con Zevallos, por mencionar algunos de los asuntos más obvios. Pero los medios nunca se escandalizan demasiado por estas evidencias, aunque una carta de Soberón con dirigentes gremiales sí les merece una grita tremenda y numerosos titulares pidiendo la cabeza del nuevo jefe de Devida. Obviamente que todo lo que vemos es una explosión desaforada de hipocresía. Nadie puede enfrentar el narcotráfico persiguiendo a cocaleros pobres en algunos distritos de la selva, cuando los cocales crecen en todo el país y el narcotráfico mueve insumos, dinero, empresas e influencia política casi a la luz pública.
El ataque a Soberón busca quebrar el vínculo del gobierno de Ollanta con uno de los sectores que le dio el voto y que ha creído nuevamente en el discurso de la nueva política en el tema de la coca y en la inclusión social. Por eso es tan importante defender al presidente de Devida que es una persona honesta con ideas para construir un país mejor.
Raúl Wiener
POLITIKA Analista
También Alan García ofreció una nueva política antiDrogas porque la que había venido desarrollando Toledo siguiendo la pauta de los Estados Unidos no había tenido resultado. El ministro Salazar que se creyó que esto era serio firmó un acta con los cocaleros del Huallaga que implicaba un alto al fuego en la guerra que se lleva casi exclusivamente contra ellos en la dirección de buscar un acuerdo con el Estado para la reducción de cocales y el aislamiento del narcotráfico.
Pero inmediatamente se desató la batahola. El acta del “chiquitín” Salazar fue calificada de “capitulación” y la prensa que hoy ladra contra Ricardo Soberón lanzó titulares sobre el ministro de Agricultura hasta que finalmente lograron echarlo. Mientras tanto García viajaba a Estados Unidos y se reunía con Bush para proponerle su “nueva política”, luego de lo cual dijo que había llegado a acuerdos para continuar las políticas de erradicación, cultivos alternativos, no empadronamiento de productores y no incorporación a ninguna mesa de diálogo que era lo que se había esbozado en Lima, y para la eventual extradición de narcotraficantes.
Es decir la “nueva política” era igual a la vieja, que a su vez es idéntica a la que se define en Washington. Algo más, para ser coherente, el presidente peruano designó como jefe de Devida, al exministro del Interior de Toledo, Rómulo Pizarro, el que había venido dirigiendo los operativos de erradicación con la Policía militarizada y la DEA. De Pizarro se sabe que ha hecho una gran fortuna personal con su paso por el poder y que en estos días viene impulsando la campaña contra su sucesor en los medios de comunicación al lado de otros personajes que responden a la planilla de la Embajada estadounidense.
El hecho es que García y Pizarro consiguieron recuperar para el país el puesto de primer exportador de cocaína; lograron aumentar el número de hectáreas sembradas por cocales a pesar de las políticas erradicadoras; incrementaron la violencia en el Vrae, pero se dedicaron a perseguir y encarcelar dirigentes de otras cuencas acusándolos de terrorismo para quebrar el diálogo con el Estado. No lograron la captura de ningún capo importante de la droga, ni descubrieron ninguna de las fuentes de lavado de dinero y tampoco cortaron ninguna de las rutas principales de salida de la cocaína.
Pero sí les salpicaron acusaciones de relaciones con acusados e investigados por este delito, García con los Sánchez Paredes, o Pizarro con Zevallos, por mencionar algunos de los asuntos más obvios. Pero los medios nunca se escandalizan demasiado por estas evidencias, aunque una carta de Soberón con dirigentes gremiales sí les merece una grita tremenda y numerosos titulares pidiendo la cabeza del nuevo jefe de Devida. Obviamente que todo lo que vemos es una explosión desaforada de hipocresía. Nadie puede enfrentar el narcotráfico persiguiendo a cocaleros pobres en algunos distritos de la selva, cuando los cocales crecen en todo el país y el narcotráfico mueve insumos, dinero, empresas e influencia política casi a la luz pública.
El ataque a Soberón busca quebrar el vínculo del gobierno de Ollanta con uno de los sectores que le dio el voto y que ha creído nuevamente en el discurso de la nueva política en el tema de la coca y en la inclusión social. Por eso es tan importante defender al presidente de Devida que es una persona honesta con ideas para construir un país mejor.
REDISTRIBUCIOIN
¿Redistribución como salida?
Germán Alarco Tosoni
Opinión Investigador CENTRUM Católica
La nueva directora del FMI declaró que el riesgo de la recesión internacional es inminente. Ella comentó que todavía se puede evitar. Señaló asimismo que las opciones del gobierno y los bancos centrales son menores que en el 2009, porque ya han disparado gran parte de su pólvora. Sin embargo, se olvidó la tercera recomendación de J.M. Keynes de redistribuir el ingreso como elemento clave para salir de la crisis de los años treinta y porque no, de esta más reciente.
Las herramientas convencionales de la política monetaria y fiscal anticíclicas son acertadas pero insuficientes. Ya están al borde del agotamiento. La desaceleración en el crecimiento del 2011 se acompaña de importantes déficits fiscales. EE.UU. sólo creció 1.3% el último trimestre, a tasa anualizada, con un déficit del 9% con respecto al PBI. La Eurozona creció sólo 0.7% con un déficit del 4.2% del PBI. El problema se repite en todas partes; hasta China cerraría el año con un déficit público del 1.7% del PBI. Más déficit, equivale a más endeudamiento público. Es difícil conocer cuáles son sus límites, pero estos ahora no parecerían tan lejanos en la mayoría de los países. Por el lado monetario las tasas de interés de referencia y de corto plazo están entre 0 y 0.5%. En Europa en 1.5%; aún las de largo plazo son en términos reales cercanas al cero por ciento y hasta negativas.
En el capítulo 24 de las recomendaciones de la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero se propuso la redistribución del ingreso como una medida para enfrentar la crisis. Keynes señaló la vía de los impuestos a los ingresos y a las herencias que redistribuyen recursos, elevando la propensión a consumir de la sociedad. Esto ocurre al transferir de quienes tienen una menor propensión a quienes tienen una más alta. De esta forma aumentaría el gasto privado, la demanda y el producto.
La información reciente sobre la distribución funcional y personal del ingreso a nivel internacional es clara en el sentido de que durante las últimas décadas se ha reconcentrado a favor del factor capital y de los estratos de mayores recursos. No se trata de reiniciar el socialismo. Simplemente, aun los sectores que podrían ser afectados, deben entender que al igual que Keynes esto se propone para salvar el capitalismo. En enero del 2011 Michael Porter planteó sustituir la responsabilidad social empresarial por la noción del valor compartido. La redistribución del ingreso, más empleos de calidad y un manejo financiero sostenible son componentes esenciales para salir de esta crisis global. Sin estos elementos todo es ficción.
Germán Alarco Tosoni
Opinión Investigador CENTRUM Católica
La nueva directora del FMI declaró que el riesgo de la recesión internacional es inminente. Ella comentó que todavía se puede evitar. Señaló asimismo que las opciones del gobierno y los bancos centrales son menores que en el 2009, porque ya han disparado gran parte de su pólvora. Sin embargo, se olvidó la tercera recomendación de J.M. Keynes de redistribuir el ingreso como elemento clave para salir de la crisis de los años treinta y porque no, de esta más reciente.
Las herramientas convencionales de la política monetaria y fiscal anticíclicas son acertadas pero insuficientes. Ya están al borde del agotamiento. La desaceleración en el crecimiento del 2011 se acompaña de importantes déficits fiscales. EE.UU. sólo creció 1.3% el último trimestre, a tasa anualizada, con un déficit del 9% con respecto al PBI. La Eurozona creció sólo 0.7% con un déficit del 4.2% del PBI. El problema se repite en todas partes; hasta China cerraría el año con un déficit público del 1.7% del PBI. Más déficit, equivale a más endeudamiento público. Es difícil conocer cuáles son sus límites, pero estos ahora no parecerían tan lejanos en la mayoría de los países. Por el lado monetario las tasas de interés de referencia y de corto plazo están entre 0 y 0.5%. En Europa en 1.5%; aún las de largo plazo son en términos reales cercanas al cero por ciento y hasta negativas.
En el capítulo 24 de las recomendaciones de la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero se propuso la redistribución del ingreso como una medida para enfrentar la crisis. Keynes señaló la vía de los impuestos a los ingresos y a las herencias que redistribuyen recursos, elevando la propensión a consumir de la sociedad. Esto ocurre al transferir de quienes tienen una menor propensión a quienes tienen una más alta. De esta forma aumentaría el gasto privado, la demanda y el producto.
La información reciente sobre la distribución funcional y personal del ingreso a nivel internacional es clara en el sentido de que durante las últimas décadas se ha reconcentrado a favor del factor capital y de los estratos de mayores recursos. No se trata de reiniciar el socialismo. Simplemente, aun los sectores que podrían ser afectados, deben entender que al igual que Keynes esto se propone para salvar el capitalismo. En enero del 2011 Michael Porter planteó sustituir la responsabilidad social empresarial por la noción del valor compartido. La redistribución del ingreso, más empleos de calidad y un manejo financiero sostenible son componentes esenciales para salir de esta crisis global. Sin estos elementos todo es ficción.
QUIEN INCLUYE A QUIEN
¿Quién incluye a quién?
Rodrigo Montoya Rojas
“Navegar Río Arriba”
En una reunión de CADE en Arequipa, hace varios años, los empresarios peruanos acordaron que defenderían una política de inclusión para el país, pero de regreso a sus centros de vida y trabajo, olvidaron el tema. Por su parte, el ex presidente Toledo se siente poco menos que dueño de esa iniciativa. Hoy, el verbo incluir está en boca de todos, y quien en el gobierno no la mencione corre el riesgo de haber perdido el tren de la moda.
¿Quién incluye a quién?, ¿a qué?, y ¿para qué? Son las preguntas inevitables si es que tenemos la buena voluntad de entender y, al mismo tiempo, guardamos el ojo crítico para que no nos den gato por liebre.
En una ¨Carta de San Antonio¨ -publicada en la columna de Mirko Lauer en La República, 29 agosto 2011, José Ignacio López Soria menciona lo que el Diccionario de la Real Academia dice del verbo incluir: “Poner una cosa dentro de otra o dentro de sus límites, y agrega, con razón, que “lo puesto (cosa, palabra o persona) es sacado del mundo que le es propio para ser incorporado a un mundo que le es ajeno”. En otras palabras, incluir es una propuesta que quienes gobiernan desde el poder colonial imponen para que los otros, los diferentes, los llamados indios, o indígenas dejen de pensar su realidad en sus propios términos y quieran cambiar sus destinos por su cuenta, como les dé su buena gana, y también para que los llamados ¨pobres¨ acepten la bondad de quienes les dan una mano sin cuestionar la enorme desigualdad social que causa esa pobreza. ¨Usted es la inclusión¨, le habría dicho el presidente Humala a Susana Baca cuando -según la revista Caretas, 8 set 2011- recibió su fajín de ministra. Si la frase fue dicha en verdad, es Susana Baca como persona que es incluida al mundo oficial y no el mundo oficial el que se incluye en el mundo afrodescendiente de ella. No habría, en consecuencia, nada propio del presidente sobre la categoría inclusión.
Cuando se formaba la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana, Evaristo Nunkuag, su primer presidente, preguntó: ¿quién integra a quién? Entonces, 1980, estaba aún vigente la propuesta de ¨integración¨ en boca de los indigenistas, para que los llamados indios aprendan castellano, crean firmemente en el Dios católico, modernicen sus técnicas de cultivo, vayan al hospital oficial y dejen de creer en shamanes y brujerías. En 1980, del mismo modo que en el siglo XVI, los gobernantes veían a los llamados indios como menores de edad y objetos de tutela.
Hoy, los movimientos políticos indígenas tienen su propio proyecto político, no necesitan más de indigenistas de buena voluntad como Toledo y su ¨primera dama¨ y no quieren ser incluidos, es decir, absorbidos, comidos, aculturados y ninguneados como en el pasado. Cuando reclaman inclusión están pensando en los viejos términos de aquel discurso opuesto a la exclusión, para reclamar que parte de la riqueza se redistribuya y algo les llegue de la nueva riqueza, como en el cuento ese del óbolo, aceptado por Alan García de sus amigos empresarios mineros. Cuidado con la inclusión. Si el presidente y los funcionarios del gobierno y los líderes indígenas reproducen el discurso neo liberal y colonial de la inclusión, podrían perder lo poco que los primeros han logrado y lo mucho que los últimos han conquistado en sus 30 años de lucha.
Rodrigo Montoya Rojas
“Navegar Río Arriba”
En una reunión de CADE en Arequipa, hace varios años, los empresarios peruanos acordaron que defenderían una política de inclusión para el país, pero de regreso a sus centros de vida y trabajo, olvidaron el tema. Por su parte, el ex presidente Toledo se siente poco menos que dueño de esa iniciativa. Hoy, el verbo incluir está en boca de todos, y quien en el gobierno no la mencione corre el riesgo de haber perdido el tren de la moda.
¿Quién incluye a quién?, ¿a qué?, y ¿para qué? Son las preguntas inevitables si es que tenemos la buena voluntad de entender y, al mismo tiempo, guardamos el ojo crítico para que no nos den gato por liebre.
En una ¨Carta de San Antonio¨ -publicada en la columna de Mirko Lauer en La República, 29 agosto 2011, José Ignacio López Soria menciona lo que el Diccionario de la Real Academia dice del verbo incluir: “Poner una cosa dentro de otra o dentro de sus límites, y agrega, con razón, que “lo puesto (cosa, palabra o persona) es sacado del mundo que le es propio para ser incorporado a un mundo que le es ajeno”. En otras palabras, incluir es una propuesta que quienes gobiernan desde el poder colonial imponen para que los otros, los diferentes, los llamados indios, o indígenas dejen de pensar su realidad en sus propios términos y quieran cambiar sus destinos por su cuenta, como les dé su buena gana, y también para que los llamados ¨pobres¨ acepten la bondad de quienes les dan una mano sin cuestionar la enorme desigualdad social que causa esa pobreza. ¨Usted es la inclusión¨, le habría dicho el presidente Humala a Susana Baca cuando -según la revista Caretas, 8 set 2011- recibió su fajín de ministra. Si la frase fue dicha en verdad, es Susana Baca como persona que es incluida al mundo oficial y no el mundo oficial el que se incluye en el mundo afrodescendiente de ella. No habría, en consecuencia, nada propio del presidente sobre la categoría inclusión.
Cuando se formaba la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana, Evaristo Nunkuag, su primer presidente, preguntó: ¿quién integra a quién? Entonces, 1980, estaba aún vigente la propuesta de ¨integración¨ en boca de los indigenistas, para que los llamados indios aprendan castellano, crean firmemente en el Dios católico, modernicen sus técnicas de cultivo, vayan al hospital oficial y dejen de creer en shamanes y brujerías. En 1980, del mismo modo que en el siglo XVI, los gobernantes veían a los llamados indios como menores de edad y objetos de tutela.
Hoy, los movimientos políticos indígenas tienen su propio proyecto político, no necesitan más de indigenistas de buena voluntad como Toledo y su ¨primera dama¨ y no quieren ser incluidos, es decir, absorbidos, comidos, aculturados y ninguneados como en el pasado. Cuando reclaman inclusión están pensando en los viejos términos de aquel discurso opuesto a la exclusión, para reclamar que parte de la riqueza se redistribuya y algo les llegue de la nueva riqueza, como en el cuento ese del óbolo, aceptado por Alan García de sus amigos empresarios mineros. Cuidado con la inclusión. Si el presidente y los funcionarios del gobierno y los líderes indígenas reproducen el discurso neo liberal y colonial de la inclusión, podrían perder lo poco que los primeros han logrado y lo mucho que los últimos han conquistado en sus 30 años de lucha.
GARGANTA PROFUNDA
Nunca la veremos en clase….
Juan Gargurevich
Opinión Columnista
Como ayuda para los cursos de periodismo y en particular para los de historia de la profesión, los profesores echamos mano de una extensa filmografía que muestra distintas épocas del ejercicio de nuestro oficio y que han construido una imagen popular del periodismo y los periodistas.
Pero hay un título que no podremos ver jamás en el aula y que no es otro que “Garganta Profunda”, el film que dio su nombre al entonces misterioso informante que hizo posible que los periodistas del “Washington Post” persiguieran de manera implacable al gobierno de Nixon y que provocaron finalmente la renuncia del Presidente de los Estados Unidos.
“Deep throat” se llama en inglés, no sabemos si se consigue en Lima pero nos consta que varios colegas la tienen pero hasta ahora, que sepamos, ninguno se ha atrevido a exhibirla pese a que su fama la logró precisamente el periodismo de investigación. Y viene a cuento porque en unos meses más se cumplirán cuarenta años de su estreno en salas neoyorkinas.
La solemne Wikipedia la describe así: “La protagonista no consigue llegar al orgasmo, por lo que acude a la consulta de un sexólogo. Éste, después del reconocimiento médico, le dice que, por una mutación genética, tiene el clítoris en la garganta…”. Un guión bravazo, sin duda.
Pero el film no es interesante por sus escenas de sexo explícito sino por la enorme influencia que tuvo en su tiempo y al extremo que provocó que el FBI iniciara una investigación por lo que significaba, aseguran los expertos, de auténtica revolución cultural.
“Esa historia es la del último grito de las fuerzas conservadoras contra la revolución sexual y el advenimiento de la entrada de la pornografía…” dijo un profesor de la Universidad de Rutgers que siguió el fenómeno de transición de la elaboración y exhibición clandestina de escenas grotescas a la elaboración de películas como las otras… pero pornográficas. Desde entonces su producción se ha convertido en una importante industria que moviliza mucho dinero.
La actriz principal del film, Linda Lovelace, se hizo famosa aunque después se arrepintió y se retiró del oficio. Su director Gerard Damiano hizo el negocio de su vida porque los 50 mil dólares de inversión inicial se convirtieron en cientos de millones en recaudación pues fue exhibida en cines convencionales, como los de la calle 42 en Nueva York y con enorme éxito.
Total, “Garganta Profunda” hizo la fama de Woodward y Bernstein, de Linda y Damiano, de Mark Felt el informante secreto, etc., y pasó a la historia del periodismo. Pero que me disculpen los estudiantes porque nunca la veremos en la clase…
Juan Gargurevich
Opinión Columnista
Como ayuda para los cursos de periodismo y en particular para los de historia de la profesión, los profesores echamos mano de una extensa filmografía que muestra distintas épocas del ejercicio de nuestro oficio y que han construido una imagen popular del periodismo y los periodistas.
Pero hay un título que no podremos ver jamás en el aula y que no es otro que “Garganta Profunda”, el film que dio su nombre al entonces misterioso informante que hizo posible que los periodistas del “Washington Post” persiguieran de manera implacable al gobierno de Nixon y que provocaron finalmente la renuncia del Presidente de los Estados Unidos.
“Deep throat” se llama en inglés, no sabemos si se consigue en Lima pero nos consta que varios colegas la tienen pero hasta ahora, que sepamos, ninguno se ha atrevido a exhibirla pese a que su fama la logró precisamente el periodismo de investigación. Y viene a cuento porque en unos meses más se cumplirán cuarenta años de su estreno en salas neoyorkinas.
La solemne Wikipedia la describe así: “La protagonista no consigue llegar al orgasmo, por lo que acude a la consulta de un sexólogo. Éste, después del reconocimiento médico, le dice que, por una mutación genética, tiene el clítoris en la garganta…”. Un guión bravazo, sin duda.
Pero el film no es interesante por sus escenas de sexo explícito sino por la enorme influencia que tuvo en su tiempo y al extremo que provocó que el FBI iniciara una investigación por lo que significaba, aseguran los expertos, de auténtica revolución cultural.
“Esa historia es la del último grito de las fuerzas conservadoras contra la revolución sexual y el advenimiento de la entrada de la pornografía…” dijo un profesor de la Universidad de Rutgers que siguió el fenómeno de transición de la elaboración y exhibición clandestina de escenas grotescas a la elaboración de películas como las otras… pero pornográficas. Desde entonces su producción se ha convertido en una importante industria que moviliza mucho dinero.
La actriz principal del film, Linda Lovelace, se hizo famosa aunque después se arrepintió y se retiró del oficio. Su director Gerard Damiano hizo el negocio de su vida porque los 50 mil dólares de inversión inicial se convirtieron en cientos de millones en recaudación pues fue exhibida en cines convencionales, como los de la calle 42 en Nueva York y con enorme éxito.
Total, “Garganta Profunda” hizo la fama de Woodward y Bernstein, de Linda y Damiano, de Mark Felt el informante secreto, etc., y pasó a la historia del periodismo. Pero que me disculpen los estudiantes porque nunca la veremos en la clase…
ESTADO MOVIL
Estado móvil y la inclusión rural
Carlos Tapia
Opinión Columnista
1).- Existe consenso en que la lucha contra la exclusión social debe comenzar por el mundo rural. Con seguridad, los 500 distritos donde más del 70% de sus habitantes son pobres tienen una abrumadora población rural. Es que en nuestro país el hábitat de la pobreza coincide con el mapa de la ausencia del estado. Y es en las zonas rurales donde esto se comprueba fácilmente.
2).- Son cinco los sectores como llega el estado al mundo rural; Educación, salud, seguridad, Justicia e Infraestructura. En salud e Infraestructura el estado llega poco; en Educación llega mal y en seguridad y Justicia no llega. Y, además, su presencia en esas zonas no se presenta de manera articulada; parecieran compartimientos estancos y cada sector con metas propias sin saber aprovechar las sinergias características de la incursión estatal múltiple, cuando se plantea la transformación de una compleja situación económica social.
3).- Ya sea por encontrarse en parajes muy alejados, por temor o por variados factores socio culturales, lo cierto que estas poblaciones muestran muchas dificultades en acercarse a la comisaría o posta médica de la capital del distrito; muy pocos encuentran la forma de que sus hijos estudien en el colegio secundario y todos saben que los jueces dirimen a favor de los notables del pueblo.
4).- El crecimiento con inclusión social, viga maestra del actual gobierno, busca concretizarse en las zonas rurales mediante un Estado móvil, es decir, que acerque sus servicios a los lugares más apartados. Que por fin, y de forma articulada, el estado asuma con iniciativa y responsabilidad la inmensa deuda que se tiene con los campesinos y comunidades nativas de la sierra y la selva. El camino propuesto es utilizar las más de 1,300 redes de la Educación rural que comprenden a 26 mil escuelas- 8 mil unidocentes- para sobre esa base, asentar la red múltiple del Estado móvil, en coordinación y para fortalecer el rol de las municipalidades distritales respectivas.
a.-Que las escuelas unidocentes y las de multigrado sean reforzadas por calificados profesores intinerantes, contando con material y tecnología educativa moderna pero adecuada a la zona.
b.- Que las redes de salud lleguen a todos los hogares como se hace con las campañas de vacunación pero, ahora, también haciendo el seguimiento preventivo o medicado a los pobladores ya sea mediante campañas comunales o en los propios hogares. La supervisión de la nutrición de las madres gestantes y de los recién nacidos hasta los tres años deberá hacerse en sus propios pequeños centros poblados. Que la Reniec haga lo suyo.
c.- Que Policías rurales recorran cotidianamente los más alejados lugares, persiguiendo- con apoyo de las rondas- a los abigeos, participando de asambleas y recibiendo las quejas de violencia familiar y fomentando el respeto a la niñez. Deben ser conocedores de la población, su idioma y su acervo cultural.
d.- Que los jueces de paz, tomando en cuenta el derecho consuetudinario puedan resolver los diferentes tipos de conflictos propios del ámbito rural; litigios por linderos, faltas y delitos menores, etc., ejerciendo justicia rápida y eficaz.
e.- Que las obras de infraestructura que acompañen al Estado móvil, sean planificadas y decididas entre los pobladores, ejecutadas y coordinadas con las municipalidades distritales de las zonas rurales para así convertirlas en un verdadero poder democrático local.
Así, la reforma del estado comenzará “desde abajo y desde adentro”.
Carlos Tapia
Opinión Columnista
1).- Existe consenso en que la lucha contra la exclusión social debe comenzar por el mundo rural. Con seguridad, los 500 distritos donde más del 70% de sus habitantes son pobres tienen una abrumadora población rural. Es que en nuestro país el hábitat de la pobreza coincide con el mapa de la ausencia del estado. Y es en las zonas rurales donde esto se comprueba fácilmente.
2).- Son cinco los sectores como llega el estado al mundo rural; Educación, salud, seguridad, Justicia e Infraestructura. En salud e Infraestructura el estado llega poco; en Educación llega mal y en seguridad y Justicia no llega. Y, además, su presencia en esas zonas no se presenta de manera articulada; parecieran compartimientos estancos y cada sector con metas propias sin saber aprovechar las sinergias características de la incursión estatal múltiple, cuando se plantea la transformación de una compleja situación económica social.
3).- Ya sea por encontrarse en parajes muy alejados, por temor o por variados factores socio culturales, lo cierto que estas poblaciones muestran muchas dificultades en acercarse a la comisaría o posta médica de la capital del distrito; muy pocos encuentran la forma de que sus hijos estudien en el colegio secundario y todos saben que los jueces dirimen a favor de los notables del pueblo.
4).- El crecimiento con inclusión social, viga maestra del actual gobierno, busca concretizarse en las zonas rurales mediante un Estado móvil, es decir, que acerque sus servicios a los lugares más apartados. Que por fin, y de forma articulada, el estado asuma con iniciativa y responsabilidad la inmensa deuda que se tiene con los campesinos y comunidades nativas de la sierra y la selva. El camino propuesto es utilizar las más de 1,300 redes de la Educación rural que comprenden a 26 mil escuelas- 8 mil unidocentes- para sobre esa base, asentar la red múltiple del Estado móvil, en coordinación y para fortalecer el rol de las municipalidades distritales respectivas.
a.-Que las escuelas unidocentes y las de multigrado sean reforzadas por calificados profesores intinerantes, contando con material y tecnología educativa moderna pero adecuada a la zona.
b.- Que las redes de salud lleguen a todos los hogares como se hace con las campañas de vacunación pero, ahora, también haciendo el seguimiento preventivo o medicado a los pobladores ya sea mediante campañas comunales o en los propios hogares. La supervisión de la nutrición de las madres gestantes y de los recién nacidos hasta los tres años deberá hacerse en sus propios pequeños centros poblados. Que la Reniec haga lo suyo.
c.- Que Policías rurales recorran cotidianamente los más alejados lugares, persiguiendo- con apoyo de las rondas- a los abigeos, participando de asambleas y recibiendo las quejas de violencia familiar y fomentando el respeto a la niñez. Deben ser conocedores de la población, su idioma y su acervo cultural.
d.- Que los jueces de paz, tomando en cuenta el derecho consuetudinario puedan resolver los diferentes tipos de conflictos propios del ámbito rural; litigios por linderos, faltas y delitos menores, etc., ejerciendo justicia rápida y eficaz.
e.- Que las obras de infraestructura que acompañen al Estado móvil, sean planificadas y decididas entre los pobladores, ejecutadas y coordinadas con las municipalidades distritales de las zonas rurales para así convertirlas en un verdadero poder democrático local.
Así, la reforma del estado comenzará “desde abajo y desde adentro”.
PRESUPUESTO 2012
Crisis y presupuesto 2012
Javier Azpur
Globalización con equidad Coordinador Ejecutivo Grupo Propuesta Ciudadana
Estamos ante un recrudecimiento de la crisis económica mundial. El estancamiento de Estados Unidos y Japón, la crisis de la deuda y el ajuste en Europa han puesto nuevamente en la agenda la amenaza de la recesión. El descenso de la economía mundial es ya consenso entre los analistas y los organismos internacionales. Lo que está en duda es la dimensión que puede alcanzar, así como su duración. Lo cierto es que el próximo año nos enfrentaremos a un escenario desfavorable, que significará un menor crecimiento del previsto.
Se ha iniciado un debate sobre el tipo de medidas y estrategias a tomar. Es positivo que el gobierno asuma la necesidad de que el Estado cumpla un rol activo y de conducción de la economía para atenuar los efectos de la crisis internacional. Para ello es imprescindible mayor inversión pública, pero también apoyar a sectores productivos demandantes de mano de obra.
Preocupa el discurso del Ministerio de Economía y Finanzas, que insiste en la prudencia fiscal para dotarnos de mayores recursos si se hiciera más aguda la crisis. Este enfoque está recogido explícitamente en la exposición de motivos de la Ley del Presupuesto Público 2012. Este tipo de aproximación nos recuerda la actitud del exministro de economía Luis Valdivieso en la crisis mundial de 2008. Decidió ajustar el gasto a fin de tener recursos para cuando llegara la crisis. Lo que sucedió es que se tuvo que diseñar e implementar aceleradamente un plan anticrisis que, con las limitaciones e ineficiencias de nuestro Estado, tomó mucho tiempo para ejecutarse. El resultado fue cero crecimiento en 2009.
La actitud del ministro Miguel Castilla se refleja claramente en la proyección de los ingresos. Mientras que en el Marco Macroeconómico Multianual, recientemente ajustado, se prevén ingresos por 106.689 millones de soles, el monto presupuestado para el 2012 asciende a 95.535 millones de soles.
Es claro que no se ha tomado la decisión de acelerar el gasto para el próximo año. La otra opción es que el MEF no quiera hacer pública su propuesta para evitar un debate democrático. Consideramos que es un error no hacer explícitas las propuestas para atenuar el impacto de la crisis en nuestra economía. Pero sería más grave que no se tengan planteamientos en este terreno. Los efectos de la inversión pública toman tiempo y no será tarea sencilla alinear a los diversos sectores y niveles de gobierno en una misma orientación.
Más aún, esta actitud debilita el proceso de descentralización, ya que el íntegro de los ingresos adicionales —que según la proyección del MEF estarán por encima de los 8.000 millones de soles— será manejado directamente por el Gobierno nacional. A ello debemos agregar los 3.000 millones anunciados por el presidente del Consejo de Ministros producto del gravamen a las empresas mineras, los cuales tampoco están considerados en el proyecto del presupuesto 2012.
Javier Azpur
Globalización con equidad Coordinador Ejecutivo Grupo Propuesta Ciudadana
Estamos ante un recrudecimiento de la crisis económica mundial. El estancamiento de Estados Unidos y Japón, la crisis de la deuda y el ajuste en Europa han puesto nuevamente en la agenda la amenaza de la recesión. El descenso de la economía mundial es ya consenso entre los analistas y los organismos internacionales. Lo que está en duda es la dimensión que puede alcanzar, así como su duración. Lo cierto es que el próximo año nos enfrentaremos a un escenario desfavorable, que significará un menor crecimiento del previsto.
Se ha iniciado un debate sobre el tipo de medidas y estrategias a tomar. Es positivo que el gobierno asuma la necesidad de que el Estado cumpla un rol activo y de conducción de la economía para atenuar los efectos de la crisis internacional. Para ello es imprescindible mayor inversión pública, pero también apoyar a sectores productivos demandantes de mano de obra.
Preocupa el discurso del Ministerio de Economía y Finanzas, que insiste en la prudencia fiscal para dotarnos de mayores recursos si se hiciera más aguda la crisis. Este enfoque está recogido explícitamente en la exposición de motivos de la Ley del Presupuesto Público 2012. Este tipo de aproximación nos recuerda la actitud del exministro de economía Luis Valdivieso en la crisis mundial de 2008. Decidió ajustar el gasto a fin de tener recursos para cuando llegara la crisis. Lo que sucedió es que se tuvo que diseñar e implementar aceleradamente un plan anticrisis que, con las limitaciones e ineficiencias de nuestro Estado, tomó mucho tiempo para ejecutarse. El resultado fue cero crecimiento en 2009.
La actitud del ministro Miguel Castilla se refleja claramente en la proyección de los ingresos. Mientras que en el Marco Macroeconómico Multianual, recientemente ajustado, se prevén ingresos por 106.689 millones de soles, el monto presupuestado para el 2012 asciende a 95.535 millones de soles.
Es claro que no se ha tomado la decisión de acelerar el gasto para el próximo año. La otra opción es que el MEF no quiera hacer pública su propuesta para evitar un debate democrático. Consideramos que es un error no hacer explícitas las propuestas para atenuar el impacto de la crisis en nuestra economía. Pero sería más grave que no se tengan planteamientos en este terreno. Los efectos de la inversión pública toman tiempo y no será tarea sencilla alinear a los diversos sectores y niveles de gobierno en una misma orientación.
Más aún, esta actitud debilita el proceso de descentralización, ya que el íntegro de los ingresos adicionales —que según la proyección del MEF estarán por encima de los 8.000 millones de soles— será manejado directamente por el Gobierno nacional. A ello debemos agregar los 3.000 millones anunciados por el presidente del Consejo de Ministros producto del gravamen a las empresas mineras, los cuales tampoco están considerados en el proyecto del presupuesto 2012.
CRISIS
Crisis estructural y detonantes
Germán Alarco Tosoni
Opinión Investigador CENTRUM Católica
En este momento se desarrolla una discusión sobre cómo se profundizaría la probable crisis económica internacional. Las opciones más comentadas a propósito de su detonación irían desde la quiebra de un banco comercial europeo importante, a propósito de sus tenencias de deuda pública incobrables y/o la declaración en default de un país como Grecia. Otros en cambio señalan que el proceso puede ser paulatino, transitando de la desaceleración productiva a la recesión. Esta discusión es relevante, pero resultaría más importante señalar cuáles pueden ser sus orígenes estructurales.
En una perspectiva de largo plazo la economía mundial transita en ciclos asociados a grandes oleadas de innovación tecnológica, que ahora se denominan paradigmas tecno-económicos. En los últimos dos siglos se identifican la revolución industrial, el boom victoriano asociado a los ferrocarriles, la “belle epoque” vinculada al acero, la época de oro de la postguerra atada al petróleo. Ahora estamos en un proceso de cambio entre el cuarto y el quinto paradigma que se ligaría a la informática y las telecomunicaciones. Sin embargo, el problema radica en que este paradigma no tendría la capacidad de arrastre de la economía mundial. Sólo como evidencia parcial, toda la producción anual de celulares tiene un valor equivalente al 2% del PBI norteamericano y menos del 0.6% mundial.
A este elemento de largo plazo se sumarían los problemas estructurales de la principal economía del mundo, asociados a la pérdida de su competitividad relativa, desindustrialización, desequilibrio permanente en la cuenta corriente de la balanza de pagos, elevada proclividad para la formación de burbujas y reconcentración del ingreso. Este último fenómeno acrecienta la posibilidad de crisis de demanda efectiva o de sobreproducción que reducen los niveles de inversión, demanda y producción. No comentamos la desaceleración natural de las economías europeas y el Japón asociadas al menor crecimiento poblacional y a sus altos niveles de consumo.
Los detonantes de las crisis han sido y serán muy numerosos. Entre los años recientes destacan la crisis asiática, la explosión de la burbuja asociada al precio de las acciones de las empresas punto dot, cierre de Enron, quiebra de Lehman Brothers por los créditos subprime, entre otros. Ahora estamos en el momento en que los bancos o países pueden entrar en default. Sin embargo, esto no significa que la salida sea simplemente la de reducir gastos y los niveles de endeudamiento. Estamos en una nueva fase de la misma crisis. No confundamos las verdaderas causas con sus manifestaciones coyunturales.
Germán Alarco Tosoni
Opinión Investigador CENTRUM Católica
En este momento se desarrolla una discusión sobre cómo se profundizaría la probable crisis económica internacional. Las opciones más comentadas a propósito de su detonación irían desde la quiebra de un banco comercial europeo importante, a propósito de sus tenencias de deuda pública incobrables y/o la declaración en default de un país como Grecia. Otros en cambio señalan que el proceso puede ser paulatino, transitando de la desaceleración productiva a la recesión. Esta discusión es relevante, pero resultaría más importante señalar cuáles pueden ser sus orígenes estructurales.
En una perspectiva de largo plazo la economía mundial transita en ciclos asociados a grandes oleadas de innovación tecnológica, que ahora se denominan paradigmas tecno-económicos. En los últimos dos siglos se identifican la revolución industrial, el boom victoriano asociado a los ferrocarriles, la “belle epoque” vinculada al acero, la época de oro de la postguerra atada al petróleo. Ahora estamos en un proceso de cambio entre el cuarto y el quinto paradigma que se ligaría a la informática y las telecomunicaciones. Sin embargo, el problema radica en que este paradigma no tendría la capacidad de arrastre de la economía mundial. Sólo como evidencia parcial, toda la producción anual de celulares tiene un valor equivalente al 2% del PBI norteamericano y menos del 0.6% mundial.
A este elemento de largo plazo se sumarían los problemas estructurales de la principal economía del mundo, asociados a la pérdida de su competitividad relativa, desindustrialización, desequilibrio permanente en la cuenta corriente de la balanza de pagos, elevada proclividad para la formación de burbujas y reconcentración del ingreso. Este último fenómeno acrecienta la posibilidad de crisis de demanda efectiva o de sobreproducción que reducen los niveles de inversión, demanda y producción. No comentamos la desaceleración natural de las economías europeas y el Japón asociadas al menor crecimiento poblacional y a sus altos niveles de consumo.
Los detonantes de las crisis han sido y serán muy numerosos. Entre los años recientes destacan la crisis asiática, la explosión de la burbuja asociada al precio de las acciones de las empresas punto dot, cierre de Enron, quiebra de Lehman Brothers por los créditos subprime, entre otros. Ahora estamos en el momento en que los bancos o países pueden entrar en default. Sin embargo, esto no significa que la salida sea simplemente la de reducir gastos y los niveles de endeudamiento. Estamos en una nueva fase de la misma crisis. No confundamos las verdaderas causas con sus manifestaciones coyunturales.
TAPIA ESCRIBE CLARO
¿Qué queda de SL?
Carlos Tapia
1).- La muerte de dos oficiales de nuestro Ejército como producto de un emboscado ataque a un helicóptero en una zona agreste del VRAE, vuelve a poner en los titulares el tema de Sendero Luminoso. Este alevoso atentado ha sido perpetrado por el grupo armado encabezado por los hermanos Quispe Palomino (80-100 efectivos armados y una red de apoyo de 600-800 pobladores), que actúa en el VRAE en una convergencia de intereses con los narcotraficantes de la zona. Son columnas que tienen armas modernas conseguidas en las emboscadas contra las patrullas de nuestras FFAA y la PNP. También poseen ametralladoras con trípode, capturadas cuando fracasó la negociación “Fournier-SL” en 1999 y que fueron utilizadas para derribar el otro helicóptero en el 2009 y también el ataque al último.
Son los rezagos de lo que fue el grupo “Proseguir” liderado desde 1995 hasta 1999 por “Feliciano”, que no aceptó el Acuerdo de Paz propuesto por Abimael Guzmán en complicidad con Montesinos en Octubre de 1,993. Como se sabe, este Acuerdo de Paz, hecho presentado como una rendición por Fujimori ante la Asamblea de la ONU, tenía como objetivo favorecer el triunfo del SÍ en el referéndum de noviembre del mismo año que legitimó la Constitución actual. En realidad, más que remanentes, son una suerte de mutación light del senderismo abimaelita (no matan a campesinos, sólo a las fuerzas del orden); no solo reniegan del “pensamiento Gonzalo”, sino que hasta lo acusan de “terrorista”. Ahora dicen luchar en una “guerra democrática y de resistencia contra el imperialismo yanqui”, aunque enrrolando a niños y manteniendo poblaciones cautivas.
Su objetivo militar es capturar armas de las FFAA, el económico es sacar plata del narcotráfico, y ganarse a los productores cocaleros constituye su principal objetivo político y de masas. Ahora se entenderá lo importante que es una erradicación concertada con los pequeños productores cocaleros del VRAE, ya que la forzada podría entregar el movimiento cocalero al campo del narcotráfico y el terrorismo.
2).- También existen los llamados “acuerdistas” -el otro rezago senderista- que plantean que la lucha armada ya terminó. Mantienen su fundamentalismo al declarar que “la ola revolucionaria mundial que comenzó en 1870 con la Comuna de París, acabó el 12 de setiembre de 1992 con la captura del presidente Gonzalo”. Y que habría que esperar entre 50 a 100 años, para que cuando surja otra ola revolucionaria mundial se generen las condiciones para el reinicio de la lucha armada. Mientras tanto hacen labor proselitista en universidades, sindicatos, pueblos jóvenes, etc. Son entre 2 a 3 mil activistas, algunos de ellos hacen vida pública, dando charlas por doquier.
¡Por eso es que no se atreven a condenar el uso de la violencia armada como opción política para la toma del poder! Sólo admiten que “en la actual coyuntura” ese camino está descartado. Los que se han organizado en el Movadef, su órgano de fachada, piden amnistía para Abimael Guzmán, el Grupo Colina, etc. Creen que la “reconciliación nacional” se logrará cuando logren abrazarse, salidos de prisión, Abimael Guzmán y Vladimiro Montesinos.
3).- Existe, además, el grupo armado de Artemio en el Huallaga que está más perdido que mango en cebiche. Dice continuar la lucha armada en el Huallaga… para que el estado le haga caso a los “acuerdistas”, es decir, a los que ya no quieren continuarla.
Carlos Tapia
1).- La muerte de dos oficiales de nuestro Ejército como producto de un emboscado ataque a un helicóptero en una zona agreste del VRAE, vuelve a poner en los titulares el tema de Sendero Luminoso. Este alevoso atentado ha sido perpetrado por el grupo armado encabezado por los hermanos Quispe Palomino (80-100 efectivos armados y una red de apoyo de 600-800 pobladores), que actúa en el VRAE en una convergencia de intereses con los narcotraficantes de la zona. Son columnas que tienen armas modernas conseguidas en las emboscadas contra las patrullas de nuestras FFAA y la PNP. También poseen ametralladoras con trípode, capturadas cuando fracasó la negociación “Fournier-SL” en 1999 y que fueron utilizadas para derribar el otro helicóptero en el 2009 y también el ataque al último.
Son los rezagos de lo que fue el grupo “Proseguir” liderado desde 1995 hasta 1999 por “Feliciano”, que no aceptó el Acuerdo de Paz propuesto por Abimael Guzmán en complicidad con Montesinos en Octubre de 1,993. Como se sabe, este Acuerdo de Paz, hecho presentado como una rendición por Fujimori ante la Asamblea de la ONU, tenía como objetivo favorecer el triunfo del SÍ en el referéndum de noviembre del mismo año que legitimó la Constitución actual. En realidad, más que remanentes, son una suerte de mutación light del senderismo abimaelita (no matan a campesinos, sólo a las fuerzas del orden); no solo reniegan del “pensamiento Gonzalo”, sino que hasta lo acusan de “terrorista”. Ahora dicen luchar en una “guerra democrática y de resistencia contra el imperialismo yanqui”, aunque enrrolando a niños y manteniendo poblaciones cautivas.
Su objetivo militar es capturar armas de las FFAA, el económico es sacar plata del narcotráfico, y ganarse a los productores cocaleros constituye su principal objetivo político y de masas. Ahora se entenderá lo importante que es una erradicación concertada con los pequeños productores cocaleros del VRAE, ya que la forzada podría entregar el movimiento cocalero al campo del narcotráfico y el terrorismo.
2).- También existen los llamados “acuerdistas” -el otro rezago senderista- que plantean que la lucha armada ya terminó. Mantienen su fundamentalismo al declarar que “la ola revolucionaria mundial que comenzó en 1870 con la Comuna de París, acabó el 12 de setiembre de 1992 con la captura del presidente Gonzalo”. Y que habría que esperar entre 50 a 100 años, para que cuando surja otra ola revolucionaria mundial se generen las condiciones para el reinicio de la lucha armada. Mientras tanto hacen labor proselitista en universidades, sindicatos, pueblos jóvenes, etc. Son entre 2 a 3 mil activistas, algunos de ellos hacen vida pública, dando charlas por doquier.
¡Por eso es que no se atreven a condenar el uso de la violencia armada como opción política para la toma del poder! Sólo admiten que “en la actual coyuntura” ese camino está descartado. Los que se han organizado en el Movadef, su órgano de fachada, piden amnistía para Abimael Guzmán, el Grupo Colina, etc. Creen que la “reconciliación nacional” se logrará cuando logren abrazarse, salidos de prisión, Abimael Guzmán y Vladimiro Montesinos.
3).- Existe, además, el grupo armado de Artemio en el Huallaga que está más perdido que mango en cebiche. Dice continuar la lucha armada en el Huallaga… para que el estado le haga caso a los “acuerdistas”, es decir, a los que ya no quieren continuarla.
CRISIS DEL CAPITALISMO
La actual crisis capitalista y el futuro de la economía de mercado
Oswaldo de Rivero
.
Esta crisis es la del capitalismo norteamericano y europeo por haber orientado su economía de mercado bajo la supremacía de la especulación financiera. Y es por esto que los capitalismos de Estado de China y de Rusia, el capitalismo social escandinavo y también el capitalismo subdesarrollado, exportador primario, de América Latina no sufren los efectos devastadores que tiene hoy la crisis en los Estados Unidos y Europa.
Otra característica de la crisis del capitalismo neoliberal financiero es que no ha causado la destrucción de la economía de mercado. La gente protesta por el Desempleo y para poder consumir como antes pero no pide pasar a otro sistema. Y esto porque el mercado es un instrumento económico muy anterior al capitalismo, y hasta ahora, no existe ningún instrumento económico que pueda reemplazar más de 21 siglos de intercambio de bienes y servicios a través de la moneda.
El mercado no puede suprimirse como creyeron los soviéticos aplicando una planificación central que terminó planificando la escasez. Tampoco dejarlo sin ninguna regulación como creyeron los norteamericanos. El muro de Berlín se derrumbó por falta de mercado y Wall Street colapsó por exceso de mercado.
Hoy para sanear las economías mercado de sus excesos es necesario terminar con la ideología de que el mercado se regula solo. Sobre todo ahora que el reto crucial que enfrenta la economía de mercado es su actual incompatibilidad con la ecología como consecuencia de nuestra insostenible civilización urbana, que bajo la ideología bárbara del constante crecimiento del PBI, se extiende imparable por el mundo, destruyendo tierras agrícolas, succionando el agua para producir alimentos y vomitando gases que recalientan la Tierra.
Así, la crisis mundial actual es más complicada que la de 1929 porque tiene una dimensión ecológica que nos está haciendo ver que la capacidad del planeta para sostener la actividad de la especie humana va a ser un parámetro indispensable para construir la futura economía de mercado y evitar que la crisis de nuestra civilización se agrave por la extinción de los recursos no renovables y por un cambio climático que amenazará nuestra supervivencia.
Hoy existe conciencia en el mundo académico norteamericano y europeo de que sino se aprovecha la crisis para ir haciendo compatible la economía de mercado con la ecología, será el planeta el que se encargará de hacerlo. Que las crecientes catástrofes ecológicas van a obligar a orientar la economía de mercado hacia la ecología y que todo esto puede originar un nuevo “capitalismo green” o tal vez otro sistema económico que nadie puede saber ahora como será.
Oswaldo de Rivero
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Esta crisis es la del capitalismo norteamericano y europeo por haber orientado su economía de mercado bajo la supremacía de la especulación financiera. Y es por esto que los capitalismos de Estado de China y de Rusia, el capitalismo social escandinavo y también el capitalismo subdesarrollado, exportador primario, de América Latina no sufren los efectos devastadores que tiene hoy la crisis en los Estados Unidos y Europa.
Otra característica de la crisis del capitalismo neoliberal financiero es que no ha causado la destrucción de la economía de mercado. La gente protesta por el Desempleo y para poder consumir como antes pero no pide pasar a otro sistema. Y esto porque el mercado es un instrumento económico muy anterior al capitalismo, y hasta ahora, no existe ningún instrumento económico que pueda reemplazar más de 21 siglos de intercambio de bienes y servicios a través de la moneda.
El mercado no puede suprimirse como creyeron los soviéticos aplicando una planificación central que terminó planificando la escasez. Tampoco dejarlo sin ninguna regulación como creyeron los norteamericanos. El muro de Berlín se derrumbó por falta de mercado y Wall Street colapsó por exceso de mercado.
Hoy para sanear las economías mercado de sus excesos es necesario terminar con la ideología de que el mercado se regula solo. Sobre todo ahora que el reto crucial que enfrenta la economía de mercado es su actual incompatibilidad con la ecología como consecuencia de nuestra insostenible civilización urbana, que bajo la ideología bárbara del constante crecimiento del PBI, se extiende imparable por el mundo, destruyendo tierras agrícolas, succionando el agua para producir alimentos y vomitando gases que recalientan la Tierra.
Así, la crisis mundial actual es más complicada que la de 1929 porque tiene una dimensión ecológica que nos está haciendo ver que la capacidad del planeta para sostener la actividad de la especie humana va a ser un parámetro indispensable para construir la futura economía de mercado y evitar que la crisis de nuestra civilización se agrave por la extinción de los recursos no renovables y por un cambio climático que amenazará nuestra supervivencia.
Hoy existe conciencia en el mundo académico norteamericano y europeo de que sino se aprovecha la crisis para ir haciendo compatible la economía de mercado con la ecología, será el planeta el que se encargará de hacerlo. Que las crecientes catástrofes ecológicas van a obligar a orientar la economía de mercado hacia la ecología y que todo esto puede originar un nuevo “capitalismo green” o tal vez otro sistema económico que nadie puede saber ahora como será.
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