.Por Javier Diez Canseco
Lo imposible se hizo realidad. Los mineros –articulados en la Sociedad Nacional de Minería– abrieron la billetera para el crecimiento con inclusión. Sacaron 3,000 millones de soles anuales, si los precios de los minerales se mantienen, como aporte adicional y fresco al presupuesto nacional, bajo el nombre de gravamen.
¿Por qué? Pues por el triunfo electoral de Ollanta Humala y Gana Perú, con un claro mensaje, expresando una coalición en la que destacan elementos políticos y sociales claramente comprometidos con el cambio. Y es que, más allá de los personajes que hoy representan los puntos de vista e intereses del gran capital en el BCR, el MEF u otro ministerio, hay un gobierno amplio pero que no es un Estado privatizado, servil a los más poderosos. Además, resulta evidente el peso de un movimiento social con alta expectativa y vigilante al cumplimiento de los compromisos asumidos:
Lo que García prometió e incumplió, el fantasmal impuesto a las sobreganancias mineras, se hizo realidad. ¿Espontánea inspiración de los poderosos? No: cambio político y social en el proceso electoral reciente y una fuerte presión de una vasta opinión pública que dio fuerza a la voluntad política del gobierno de comenzar a cumplir con lo ofrecido.
Cierto, varios pensamos que la cantidad debe ser mayor, pasando de los actuales 3,000 millones de soles a más de S/.6,000 millones dadas las gigantes utilidades que han acumulado. Creemos que debe ser un porcentaje de las ventas mineras y no de sus utilidades, siempre maquilladas. ¿No sabemos que Antamina ha tenido ventas por unos 3,000 millones de dólares con costos operativos de apenas $600 millones y utilidades brutas de más de 2,400 millones de dólares el 2010? Pero, es un avance. Como lo deberá ser el cobro de las regalías mineras que no han pagado las empresas que tenían contratos de estabilidad tributaria a pesar de que el TC dispuso que debieran pagarlas. Son muchos millones que podrían servir a la educación, salud, infraestructura o el apoyo al agro y las PYMES del país. Y claro, sigue pendiente el tema de services y contratas abusivas.
Lo que García no cumplió en 5 años se hizo realidad en un mes. Este no es el gobierno del Perro del Hortelano y de los petroaudios. Por eso también se aprobó la Ley de la Consulta Previa a las comunidades indígenas amazónicas y andinas, retenida y dilatada años por un engorroso debate, a pesar de la concertación con las organizaciones representativas de los pueblos originarios. ¡Con voto unánime!, sumando al fujimorismo, el APRA y la derecha más cavernaria que lo habían impedido. Claro que los Mulder y Eguren argumentaron contra la necesidad de la ley su papel de espantapájaros de los inversionistas o de promotora y azuzadora de conflictos más que de canal de solución y respeto a los pueblos. Pero al votar, lo hicieron a favor.
Sin embargo, no todo el gran capital juega con la misma estrategia. El mensaje del gabinete Lerner dejó claro que el Consorcio de Camisea no quería retornar a la norma que reservaba todo el gas del lote 88 para consumo nacional y no para exportación. Y que tampoco abrían las puertas a bajar el precio de un gas caro que nos venden a precio de gas importado aunque sea nacional. En verdad, más allá de la decisión gubernamental y de sus importantes compromisos de llevar adelante el gasoducto del sur, decuplicar el abastecimiento domiciliario y fortalecer las empresas públicas de energía, el Consorcio de Camisea sigue terco. Nos muestra que no todos los lobos juegan a corderos ahora.
Muestra los colmillos, pero, no lo dudo, encontrará respuesta no solo en el gobierno, sino en la gente de a pie que ya sabe que su fuerza social y política no solo es real y puede obtener cambios, sino que está harta de ser ninguneada por quienes obtuvieron privilegios indebidos gracias a sus padrinos en el Estado. Y es que muchos esperan el fin del Estado privatizado y están dispuestos a hacer respetar sus derechos y su soberanía. El Consorcio de Camisea haría bien en entenderlo de una buena vez, pues pronto podrían estar viendo a varios de sus padrinos en el banquillo de acusados, como parece anunciarlo el caso BTR.
lunes, 29 de agosto de 2011
6.5 veces mas que ALAN
.
por Augusto Álvarez Rodrich
Minería: por qué Ollanta logró 6.5 veces más que Alan.
La sorpresa principal de la presentación del gabinete Lerner en el Congreso no solo fue el cierre de la negociación con el sector minero sobre un aporte extraordinario de sus empresas, sino el monto pactado, superior en 6.5 veces al conseguido durante el gobierno aprista.
Ello se logró gracias al establecimiento de “un gravamen adicional al sector minero –que incluye empresas con y sin convenio de estabilidad– que incrementará la recaudación en S/.3,000 millones anuales”, es decir, unos S/.15,000 millones que hacen que lo conseguido por el gobierno de Alan García –S/.2,283 millones en el lustro– parezca, por comparación, un ‘óbolo’.
Según las partes, el acuerdo genera mayores ingresos para el fisco sin perjudicar la competitividad de la minería peruana; ni afectar la inversión del sector –prevista en US$ 30,000 millones en el lustro–; y respetando los convenios de estabilidad.
Es decir, todo lo que el aprismo puso como excusa para no conseguir un monto mayor. ¿Cómo explicar la gran diferencia? Hay varias hipótesis no necesariamente excluyentes.
Según Mauricio Mulder, los mineros cedieron porque el gobierno les puso una pistola en la cabeza. Quizá pueden haberse apurado en cerrar el pacto cuando ofrecían S/.2,500 millones al año y el gobierno pedía S/.3,000 millones y, ante la falta de acuerdo, el presidente Ollanta Humala propuso enviar el tema al Congreso. Entonces, los mineros deben haber pensado que eso equivalía a poner el tema a consideración del Larco Herrera. Eliminar ese riesgo bien valía los S/.500 millones adicionales, pero eso no parece chantaje sino habilidad negociadora.
Segunda explicación: la visión de los negociadores del gobierno, con una posición más independiente que los que ponía el gobierno aprista, y que no estuvieran a la caza de un acercamiento con la empresa privada para buscar algún beneficio.
Tercera hipótesis: el enfoque aplicado para la negociación. Mientras García solo buscó un monto que había fijado previamente, esta vez se trabajó una fórmula atada a resultados, lo cual volvía a las empresas y el gobierno en aliados. Asimismo, debe tenerse en cuenta que hoy la minería peruana es mucho más grande y tiene mejor perspectiva que hace cinco años.
La cuarta hipótesis es que hoy existe una mayor consciencia en el sector empresarial que opera en el país –nacional y extranjero– sobre la necesidad de la inclusión social.
Quinto, el hecho destacado por Carlos Castro ayer en su columna: la voluntad política del gobierno de Humala para obtener esos recursos.
Son hipótesis y explicaciones no necesariamente excluyentes y, eventualmente complementarias. Lo importante ahora, sin embargo, es que el gobierno use bien esos recursos. Ojalá que, entonces, tenga la misma destreza que tuvo para conseguirlos.
por Augusto Álvarez Rodrich
Minería: por qué Ollanta logró 6.5 veces más que Alan.
La sorpresa principal de la presentación del gabinete Lerner en el Congreso no solo fue el cierre de la negociación con el sector minero sobre un aporte extraordinario de sus empresas, sino el monto pactado, superior en 6.5 veces al conseguido durante el gobierno aprista.
Ello se logró gracias al establecimiento de “un gravamen adicional al sector minero –que incluye empresas con y sin convenio de estabilidad– que incrementará la recaudación en S/.3,000 millones anuales”, es decir, unos S/.15,000 millones que hacen que lo conseguido por el gobierno de Alan García –S/.2,283 millones en el lustro– parezca, por comparación, un ‘óbolo’.
Según las partes, el acuerdo genera mayores ingresos para el fisco sin perjudicar la competitividad de la minería peruana; ni afectar la inversión del sector –prevista en US$ 30,000 millones en el lustro–; y respetando los convenios de estabilidad.
Es decir, todo lo que el aprismo puso como excusa para no conseguir un monto mayor. ¿Cómo explicar la gran diferencia? Hay varias hipótesis no necesariamente excluyentes.
Según Mauricio Mulder, los mineros cedieron porque el gobierno les puso una pistola en la cabeza. Quizá pueden haberse apurado en cerrar el pacto cuando ofrecían S/.2,500 millones al año y el gobierno pedía S/.3,000 millones y, ante la falta de acuerdo, el presidente Ollanta Humala propuso enviar el tema al Congreso. Entonces, los mineros deben haber pensado que eso equivalía a poner el tema a consideración del Larco Herrera. Eliminar ese riesgo bien valía los S/.500 millones adicionales, pero eso no parece chantaje sino habilidad negociadora.
Segunda explicación: la visión de los negociadores del gobierno, con una posición más independiente que los que ponía el gobierno aprista, y que no estuvieran a la caza de un acercamiento con la empresa privada para buscar algún beneficio.
Tercera hipótesis: el enfoque aplicado para la negociación. Mientras García solo buscó un monto que había fijado previamente, esta vez se trabajó una fórmula atada a resultados, lo cual volvía a las empresas y el gobierno en aliados. Asimismo, debe tenerse en cuenta que hoy la minería peruana es mucho más grande y tiene mejor perspectiva que hace cinco años.
La cuarta hipótesis es que hoy existe una mayor consciencia en el sector empresarial que opera en el país –nacional y extranjero– sobre la necesidad de la inclusión social.
Quinto, el hecho destacado por Carlos Castro ayer en su columna: la voluntad política del gobierno de Humala para obtener esos recursos.
Son hipótesis y explicaciones no necesariamente excluyentes y, eventualmente complementarias. Lo importante ahora, sin embargo, es que el gobierno use bien esos recursos. Ojalá que, entonces, tenga la misma destreza que tuvo para conseguirlos.
domingo, 28 de agosto de 2011
HUMOR GRAFICO EN LIMA
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El 1 de Setiembre se inaugura la cuarta edición del Salón Internacional del Humor Gráfico - Lima 2011, organizado por la empresa de Comunicación Activa con el tópico "Defendamos la no contaminación de la tierra".
Reuniendo 120 dibujos provenientes de 50 países del orbe, la inauguración de la muestra se realizará en el Parque Andrés Avelino Cáceres de San Isidro a las 7 de la noche. Los participantes podrán disfrutar de un amplio despliegue artístico y entretenimientos para todas las edades.
Entre los peruanos que han puesto su granito de arena para hacer posible esta muestra se encuentran Carlos Dávila, Carlos Nava, Christian Ayuní, Pepe San Martín, María Isabel Ramos, Hernán Castro, Eduardo Barreto, Deborah Vásquez, José Almeyda, entre otros.
CARDENAL CRUZADO
.Por Carlos Reyna
Mirando con realismo el último episodio de la cruzada que ha emprendido el cardenal Cipriani para tomar control de la Universidad Católica, da la impresión que ya fue demasiado lejos.
El Cardenal y sus voceros pretenden ahora que la Iglesia es la dueña de la Universidad, que su rector debe ser puesto por Roma, y que sus profesores deben prácticamente garantizar catolicismo en sus clases. Esto no solamente podría carecer de sustento jurídico sino también de legitimidad social para prosperar.
Estas pretensiones resultan de un clericalismo educativo que ya no tiene acogida en estos tiempos. Menos aún lo tiene entre los jóvenes, y en particular no lo tiene entre los estudiantes universitarios de la misma PUCP.
Estos estudiantes no ven mal la cercanía de la “Cato”, como la llaman, con el Vaticano. Tampoco su obvia y respetable vocación católica. En el centro del campus hay una capilla muy activa que hace evidente esa vocación. Y entre los conferencistas más escuchados está Gustavo Gutiérrez, el teólogo que cuando aparece abarrota de muchachos y profesores el recinto más grande.
Al mismo tiempo, sin embargo, estoy seguro de que si uno hace una encuesta a los estudiantes de la PUCP, o a sus padres, respecto a si ellos estudian allí porque se trata de una universidad pontificia, católica, o simplemente porque es una buena universidad, la gran mayoría respondería que es, sobre todo, por lo tercero.
Y es una buena Universidad porque, teniendo una vocación institucional católica, sin embargo ha alentado y practicado el pluralismo académico, ideológico e incluso el político. Cada corriente de ideas, sea de ciencias o de humanidades, tiene allí un buen lugar de intercambio.
Tan solo uno de los símbolos juveniles de este pluralismo, de esta diversidad y buena convivencia entre tradición, religión y libertades modernas que hay en la PUCP, son los breves conciertos de rock que los jueves al mediodía ocurren al lado de la capilla y de la Biblioteca Central. Por cierto hay más de esos símbolos.
Este clima no es exclusivo de la PUCP, por supuesto. Predomina en todas las universidades, y lo sabe y aprecia la gran mayoría de la opinión pública. Por eso, esta última e irreal cruzada del Cardenal podría ser al final una derrota para él mismo.
Mirando con realismo el último episodio de la cruzada que ha emprendido el cardenal Cipriani para tomar control de la Universidad Católica, da la impresión que ya fue demasiado lejos.
El Cardenal y sus voceros pretenden ahora que la Iglesia es la dueña de la Universidad, que su rector debe ser puesto por Roma, y que sus profesores deben prácticamente garantizar catolicismo en sus clases. Esto no solamente podría carecer de sustento jurídico sino también de legitimidad social para prosperar.
Estas pretensiones resultan de un clericalismo educativo que ya no tiene acogida en estos tiempos. Menos aún lo tiene entre los jóvenes, y en particular no lo tiene entre los estudiantes universitarios de la misma PUCP.
Estos estudiantes no ven mal la cercanía de la “Cato”, como la llaman, con el Vaticano. Tampoco su obvia y respetable vocación católica. En el centro del campus hay una capilla muy activa que hace evidente esa vocación. Y entre los conferencistas más escuchados está Gustavo Gutiérrez, el teólogo que cuando aparece abarrota de muchachos y profesores el recinto más grande.
Al mismo tiempo, sin embargo, estoy seguro de que si uno hace una encuesta a los estudiantes de la PUCP, o a sus padres, respecto a si ellos estudian allí porque se trata de una universidad pontificia, católica, o simplemente porque es una buena universidad, la gran mayoría respondería que es, sobre todo, por lo tercero.
Y es una buena Universidad porque, teniendo una vocación institucional católica, sin embargo ha alentado y practicado el pluralismo académico, ideológico e incluso el político. Cada corriente de ideas, sea de ciencias o de humanidades, tiene allí un buen lugar de intercambio.
Tan solo uno de los símbolos juveniles de este pluralismo, de esta diversidad y buena convivencia entre tradición, religión y libertades modernas que hay en la PUCP, son los breves conciertos de rock que los jueves al mediodía ocurren al lado de la capilla y de la Biblioteca Central. Por cierto hay más de esos símbolos.
Este clima no es exclusivo de la PUCP, por supuesto. Predomina en todas las universidades, y lo sabe y aprecia la gran mayoría de la opinión pública. Por eso, esta última e irreal cruzada del Cardenal podría ser al final una derrota para él mismo.
MARCA PERU
.Por: Roberto Ochoa B.
Editor de Andares
Más allá del fiasco que ha significado la celebración del centenario de Machu Picchu, el nuevo gobierno debería aprovechar la Ley de Consulta Previa para colocar la “Marca Perú “ en el exclusivo grupo de países civilizados que respetan a su población nativa y a su entorno ambiental antes de explotar a la mala sus recursos naturales.
Desde que algún cretino acuñó aquello de que el Perú es un mendigo sentado en un banco de oro (y su nueva versión del “perro del hortelano”), nuestro país ganó fama internacional de simple (o simplón) exportador de materias primas.
Poco a poco hemos demostrado, sin embargo, que nuestra cultura viva, nuestra portentosa geografía, nuestra prodigiosa gastronomía y nuestras exportaciones “no tradicionales”, no solo son las columnas de la Marca Perú sino que también inflaron nuestro ego colectivo como para recordar que no en vano el Perú es cuna de civilizaciones.
La noticia de la aprobación de la Ley de Consulta Previa no solo rebotó en todo el mundo, sino que provocó saludos y felicitaciones de la Organización de las Naciones Unidas, y de las principales organizaciones ambientalistas del mundo .
Y esta es una oportunidad que no se debe perder.
La citada Ley fue aprobada por el Congreso de la República (un punto a favor de los otorongos) pero su promulgación por el Ejecutivo debe merecer una ceremonia con la presencia de la prensa extranjera, representantes de las principales agencias de turismo, directivos de las ONG ambientalistas más influyentes del mundo y de personajes mediáticos de la talla de Sting, James Cameron, Angelina Jolie,Q’orianka Kilcher y otros que garanticen el rebote internacional de una Ley que ha marcado un antes y un después en la accidentada historia política y económica del Perú.
De paso puede servir para cerrar heridas internas.
A diferencia de algunos países vecinos, en el Perú se materializó el milagro de San Martín de Porres, donde perro, gato y pericote se pusieron de acuerdo para el pago de un nuevo gravamen a las sobreganancias mineras.
Bien por los mineros. Bien por el gobierno. Bien por el Perú. Ahora solo falta declarar una guerra abierta contra la minería informal y sus socios dentro y fuera del gobierno, sobre todo, en el Ministerio de Energía y Minas.
NEGOCIAR NO ES TRAICIONAR
.
.Por Carlos Castro
La noticia llegó cerca de las 3 de la madrugada del último jueves, cuando la edición ya estaba en prensa: El acuerdo con las mineras se cerró a las dos de la madrugada. Horas después, el premier Salomón Lerner lo confirmó en su primer mensaje ante el Congreso. El reporte publicado por este diario revela que las negociaciones, entre el gobierno y los empresarios mineros, fueron difíciles, duras y cargadas de tensión, en las que la palabra final la tuvo el presidente Humala. Los mineros no querían pagar más de mil millones de soles al año, y el principal argumento, según decían era que si en el gobierno aprista aportaron más de 2 mil millones con el famoso óbolo voluntario (el monto total en el quinquenio de García fue de 2 mil 283 millones de soles) por qué debían entregar ahora hasta cinco veces más. Al final doblaron el codo y firmaron el Acta de Entendimiento.
Para lograrla, el gobierno, con espíritu concertador, también bajó sus expectativas iniciales de 5 mil millones de soles al año a 3 mil millones, eliminó la denominación impuesto a las sobreganancias, cambiándola por gravamen (tomando como base las utilidades operativas) y reiteró por escrito su respeto a los contratos de estabilidad que tienen varias mineras. Pero aclaró que los futuros proyectos mineros estarán también sujetos a este gravamen. Los empresarios mineros dejaron por su lado a sus “tradicionales” voceros, que anduvieron muy activos durante el quinquenio aprista, y se metieron –con su presidente, Pedro Martínez– a negociar en directo. Sabían que si el país ha votado por el cambio en democracia su actitud debe ser diferente y que no pueden seguir ofreciendo migajas frente a los miles de millones de dólares que obtienen anualmente en utilidades. Un ejemplo: cinco de las empresas mineras lograron en el quinquenio del 2005 al 2010 utilidades netas por más de 24 mil millones de dólares, según cifras oficiales de la SNMPE. Negarse esta vez habría sido una burla.
Es, sin duda, un buen acuerdo. No con una pistola en mano, como insinuó un dirigente aprista, sino con algo simple y fundamental que le faltó a García frente al gran empresario: decisión política. El líder aprista se contentó, como bien lo sintetizó Lourdes Flores, con pasar el sombrero ante los empresarios, en lugar de actuar como mandatario (para cumplir con el mandato del pueblo) y exigir lo que por justicia le correspondía al país. ¿Imaginan cuántas postas, hospitales o colegios, etc., se podrían haber construido con una contribución adicional de 10 mil millones de soles?
Es indudable que el aporte anual de 3 mil millones de soles será de gran ayuda para los programas de inclusión social en los que está comprometido el gobierno de Humala. Y así lo han expresado los mineros. Pero los problemas van más allá. Son estructurales y vienen de hace décadas. El premier Lerner los graficó y planteó metas de gobierno sumamente ambiciosas. ¿Las cumplirán? Difícil, pero lo importante es ponerlas en marcha. Acabar con la desnutrición infantil o reducir la mortalidad infantil, o universalizar la educación inicial, combatir la inequidad, la pobreza extrema que está por encima del 60% en el área rural, y poner al Estado al servicio de una sociedad más segura y equitativa, son grandes retos.
Voluntad hay, por lo menos por lo visto hasta ahora. Decisión política también. Los cuadros que se están integrando al sector público son profesionales de reconocida solvencia y honestidad. Con el nuevo gobierno hay, ahora sí, un nuevo estilo de gobernante. De hablar poco, a diferencia de García que se robaba todos los micros y tenía a sus ministros de teloneros. Ahora, los ministros son los protagonistas de sus respectivos sectores. Solo esperemos que el Presidente no opte por silencios prolongados y termine atrapado en Palacio. Algo que prometió no hacer. Hasta el próximo domingo.
.Por Carlos Castro
La noticia llegó cerca de las 3 de la madrugada del último jueves, cuando la edición ya estaba en prensa: El acuerdo con las mineras se cerró a las dos de la madrugada. Horas después, el premier Salomón Lerner lo confirmó en su primer mensaje ante el Congreso. El reporte publicado por este diario revela que las negociaciones, entre el gobierno y los empresarios mineros, fueron difíciles, duras y cargadas de tensión, en las que la palabra final la tuvo el presidente Humala. Los mineros no querían pagar más de mil millones de soles al año, y el principal argumento, según decían era que si en el gobierno aprista aportaron más de 2 mil millones con el famoso óbolo voluntario (el monto total en el quinquenio de García fue de 2 mil 283 millones de soles) por qué debían entregar ahora hasta cinco veces más. Al final doblaron el codo y firmaron el Acta de Entendimiento.
Para lograrla, el gobierno, con espíritu concertador, también bajó sus expectativas iniciales de 5 mil millones de soles al año a 3 mil millones, eliminó la denominación impuesto a las sobreganancias, cambiándola por gravamen (tomando como base las utilidades operativas) y reiteró por escrito su respeto a los contratos de estabilidad que tienen varias mineras. Pero aclaró que los futuros proyectos mineros estarán también sujetos a este gravamen. Los empresarios mineros dejaron por su lado a sus “tradicionales” voceros, que anduvieron muy activos durante el quinquenio aprista, y se metieron –con su presidente, Pedro Martínez– a negociar en directo. Sabían que si el país ha votado por el cambio en democracia su actitud debe ser diferente y que no pueden seguir ofreciendo migajas frente a los miles de millones de dólares que obtienen anualmente en utilidades. Un ejemplo: cinco de las empresas mineras lograron en el quinquenio del 2005 al 2010 utilidades netas por más de 24 mil millones de dólares, según cifras oficiales de la SNMPE. Negarse esta vez habría sido una burla.
Es, sin duda, un buen acuerdo. No con una pistola en mano, como insinuó un dirigente aprista, sino con algo simple y fundamental que le faltó a García frente al gran empresario: decisión política. El líder aprista se contentó, como bien lo sintetizó Lourdes Flores, con pasar el sombrero ante los empresarios, en lugar de actuar como mandatario (para cumplir con el mandato del pueblo) y exigir lo que por justicia le correspondía al país. ¿Imaginan cuántas postas, hospitales o colegios, etc., se podrían haber construido con una contribución adicional de 10 mil millones de soles?
Es indudable que el aporte anual de 3 mil millones de soles será de gran ayuda para los programas de inclusión social en los que está comprometido el gobierno de Humala. Y así lo han expresado los mineros. Pero los problemas van más allá. Son estructurales y vienen de hace décadas. El premier Lerner los graficó y planteó metas de gobierno sumamente ambiciosas. ¿Las cumplirán? Difícil, pero lo importante es ponerlas en marcha. Acabar con la desnutrición infantil o reducir la mortalidad infantil, o universalizar la educación inicial, combatir la inequidad, la pobreza extrema que está por encima del 60% en el área rural, y poner al Estado al servicio de una sociedad más segura y equitativa, son grandes retos.
Voluntad hay, por lo menos por lo visto hasta ahora. Decisión política también. Los cuadros que se están integrando al sector público son profesionales de reconocida solvencia y honestidad. Con el nuevo gobierno hay, ahora sí, un nuevo estilo de gobernante. De hablar poco, a diferencia de García que se robaba todos los micros y tenía a sus ministros de teloneros. Ahora, los ministros son los protagonistas de sus respectivos sectores. Solo esperemos que el Presidente no opte por silencios prolongados y termine atrapado en Palacio. Algo que prometió no hacer. Hasta el próximo domingo.
TREINTA DIAS DE ´PERU
El primer mes del gobierno de Ollanta Humala.
El balance del primer mes del gobierno del presidente Ollanta Humala es satisfactorio, y un indicador de dicho resultado es la actitud cambiante que están mostrando los principales sectores que se opusieron a su candidatura, y de los que hasta pretendieron demolerla.
Empezando por los medios que orquestaron la campaña en su contra, cuyos titulares moderados –y algunos hasta entusiastas– al día siguiente de la presentación del gabinete Lerner ante el Congreso, para obtener un voto de confianza, fueron una evidencia de que el cataclismo que anunciaron que ocurriría si ganaba Humala está cada vez más lejos de producirse.
Incluso los medios a los que el triunfo de Humala les produjo pataleta, los llevó a pintarse la cara en son de guerra, y algunos hasta negarse a recibir al presidente electo, hoy acomodan sus posiciones y guardan a sus elementos más recalcitrantes.
Algo parecido, pero a ritmo más acelerado, ocurre en el sector empresarial, donde la desconfianza va cayendo a medida que aparecen señales de que la moderación anunciada por Humala en su Hoja de Ruta era real: las designaciones ministeriales en cargos vinculados a la economía, el mensaje presidencial de Fiestas Patrias, o la presentación del jueves del gabinete.
En este contexto, el acuerdo con el sector minero para que sus empresas contribuyan con un gravamen de alrededor de S/.3.000 millones anuales durante el lustro es un avance significativo para generar confianza y derrumbar prejuicios mutuos, lo cual es indispensable para construir una relación armoniosa que, de volverse más sólida, puede ser decisiva para que este lustro político sea un período beneficioso para el país.
Esto significaría, en los hechos, que la inclusión social sea real y que la población la sienta, empezando –naturalmente– por los segmentos más pobres. También, que las empresas puedan desarrollar sus negocios con igual o más posibilidades que en la década pasada. Y, también, por supuesto, que el gobierno obtenga beneficios políticos de todo este proceso, tales como una aprobación razonablemente positiva a su desempeño.
Hay muchos riesgos por sortear, desde la conflictividad social hasta el eventual efecto de una crisis económica o política en las posiciones iniciales del gobierno del presidente Humala que lo hagan retroceder a paradigmas trasnochados.
Pero el panorama que se percibe hoy alienta la posibilidad de que se aproveche la gran oportunidad que se le presenta al Perú en este lustro: que un gobierno de ‘izquierda’ –como parece el actual– sea exitoso en el logro de objetivos cruciales como inclusión social, la seguridad ciudadana y el fortalecimiento institucional y democrático. Si eso ocurre, la perspectiva de largo plazo del Perú será mucho más auspiciosa que hasta ahora. Lo bueno es que cada día que pasa se ve más gente en esa apuesta
LAS 5 MACRORREGIONES
.
Francesca García.
Las explicaciones que faltaban respecto a su anuncio de llevar al país hacia una nueva demarcación territorial fueron dadas ayer por el premier Salomón Lerner, quien sustentó esta necesidad en la urgencia de acabar con la desigualdad que muestra la actual división del país en departamentos ricos y departamentos pobres.
Según Lerner Ghitis, la nueva demarcación que propondrá el gobierno será el punto de partida de macrorregiones transversales, las cuales tendrán autonomía política, económica y social.
Previamente, según el premier, se consultará y dialogará de manera amplia y democrática con las autoridades locales y regionales, y especialmente con la población. “No será una imposición desde arriba porque eso no funciona”, recalcó.
Con ello se reafirma lo propuesto por Ollanta Humala durante su campaña, en la que ofreció “potenciar los territorios nacionales” a través de la conformación de seis macrorregiones transversales, con las que se unirán las regiones para compensar las diferencias entre unas y otras.
Estas serían la macrorregión norte; la macrorregión amazónica; la macrorregión sur; y la macrorregión centro, centro andino y Lima-Callao.
Propuesta se hará en 2012
Recordemos lo que el jefe del gabinete dijo ante el Congreso: “Se propondrá a inicios del 2012 un nuevo plan nacional de descentralización y regionalización, que será sometido a un debate nacional”. Además señaló que se impulsaría la aprobación de la Ley de Ordenamiento Territorial.
Al respecto, Javier Azpur, experto en temas de descentralización, resaltó la iniciativa del Ejecutivo de fundar bases para un debate nacional que incluya no solo a las autoridades de gobiernos regionales y de los empresarios, sino representantes políticos y sociales.
“Creo que es un paso muy positivo para que se entienda que la regionalización debe ser una política de Estado”, acotó.
En cuanto a la conformación de las macrorregiones –basada en la propuesta de 1984 del geógrafo Javier Pulgar Vidal–, Azpur sostuvo que antes de evaluar la conformación de bloques territoriales se debe conocer cuáles son las dinámicas que hay entre las regiones.
“Se debe contar con un centro de planeamiento al servicio de las autoridades regionales, que les permita coordinar grandes proyectos en conjunto”, anotó.
Falta superar diferencias
En opinión del coordinador de la Asamblea de Gobiernos Regionales, Vladimir Cerrón, la propuesta de macrorregiones transversales sería un acierto en el sentido geográfico, pero advirtió que aún existe resistencia de cohesión entre las regiones que generan más recursos de las que no. “Si no se resuelve el tema económico integracional y si no se toma en cuenta las vías que interconectan las regiones, la posibilidad de crear macrorregiones es aún cuestionable”, manifestó.
“Nuestro primer punto es la descentralización fiscal y la redistribución del canon minero, pues hay regiones que no cuentan con esos recursos y hay quienes se oponen a redistribuir este dinero”, finalizó.
Pueblos decidirán con quién unirse
El presidente de la Comisión de Descentralización, Mariano Portugal, se mostró a favor de la conformación de macrorregiones transversales, pero advirtió que debe iniciarse un trabajo de concientización para que “sean los pueblos los que decidan con quién unirse”. “Estamos proponiendo una reforma del Estado donde los pueblos tengan autonomía”, dijo antes de recalcar que convocarán al Congreso a los ministros para que expongan a través de audiencias públicas lo avanzado a nivel de descentralización.
Vladimir Cerrón, quien además es presidente de la región Junín, saludó el reconocimiento de la ANGR como ente gubernamental por parte del gobierno.
La idea de estructurar las macrorregiones de modo transversal es para que todas tengan territorios en la costa, sierra y selva.
Francesca García.
Las explicaciones que faltaban respecto a su anuncio de llevar al país hacia una nueva demarcación territorial fueron dadas ayer por el premier Salomón Lerner, quien sustentó esta necesidad en la urgencia de acabar con la desigualdad que muestra la actual división del país en departamentos ricos y departamentos pobres.
Según Lerner Ghitis, la nueva demarcación que propondrá el gobierno será el punto de partida de macrorregiones transversales, las cuales tendrán autonomía política, económica y social.
Previamente, según el premier, se consultará y dialogará de manera amplia y democrática con las autoridades locales y regionales, y especialmente con la población. “No será una imposición desde arriba porque eso no funciona”, recalcó.
Con ello se reafirma lo propuesto por Ollanta Humala durante su campaña, en la que ofreció “potenciar los territorios nacionales” a través de la conformación de seis macrorregiones transversales, con las que se unirán las regiones para compensar las diferencias entre unas y otras.
Estas serían la macrorregión norte; la macrorregión amazónica; la macrorregión sur; y la macrorregión centro, centro andino y Lima-Callao.
Propuesta se hará en 2012
Recordemos lo que el jefe del gabinete dijo ante el Congreso: “Se propondrá a inicios del 2012 un nuevo plan nacional de descentralización y regionalización, que será sometido a un debate nacional”. Además señaló que se impulsaría la aprobación de la Ley de Ordenamiento Territorial.
Al respecto, Javier Azpur, experto en temas de descentralización, resaltó la iniciativa del Ejecutivo de fundar bases para un debate nacional que incluya no solo a las autoridades de gobiernos regionales y de los empresarios, sino representantes políticos y sociales.
“Creo que es un paso muy positivo para que se entienda que la regionalización debe ser una política de Estado”, acotó.
En cuanto a la conformación de las macrorregiones –basada en la propuesta de 1984 del geógrafo Javier Pulgar Vidal–, Azpur sostuvo que antes de evaluar la conformación de bloques territoriales se debe conocer cuáles son las dinámicas que hay entre las regiones.
“Se debe contar con un centro de planeamiento al servicio de las autoridades regionales, que les permita coordinar grandes proyectos en conjunto”, anotó.
Falta superar diferencias
En opinión del coordinador de la Asamblea de Gobiernos Regionales, Vladimir Cerrón, la propuesta de macrorregiones transversales sería un acierto en el sentido geográfico, pero advirtió que aún existe resistencia de cohesión entre las regiones que generan más recursos de las que no. “Si no se resuelve el tema económico integracional y si no se toma en cuenta las vías que interconectan las regiones, la posibilidad de crear macrorregiones es aún cuestionable”, manifestó.
“Nuestro primer punto es la descentralización fiscal y la redistribución del canon minero, pues hay regiones que no cuentan con esos recursos y hay quienes se oponen a redistribuir este dinero”, finalizó.
Pueblos decidirán con quién unirse
El presidente de la Comisión de Descentralización, Mariano Portugal, se mostró a favor de la conformación de macrorregiones transversales, pero advirtió que debe iniciarse un trabajo de concientización para que “sean los pueblos los que decidan con quién unirse”. “Estamos proponiendo una reforma del Estado donde los pueblos tengan autonomía”, dijo antes de recalcar que convocarán al Congreso a los ministros para que expongan a través de audiencias públicas lo avanzado a nivel de descentralización.
Vladimir Cerrón, quien además es presidente de la región Junín, saludó el reconocimiento de la ANGR como ente gubernamental por parte del gobierno.
La idea de estructurar las macrorregiones de modo transversal es para que todas tengan territorios en la costa, sierra y selva.
jueves, 25 de agosto de 2011
AFRODESCENDIENTES
Afrodescendientes y Medicina Peruana
Afroperuano/a es un término que designa a la cultura de los descendientes de las diversas etnias africanas que llegaron al Perú durante la Colonia, logrando una uniformidad cultural.
Primeros afroperuanos
La población afroperuana se halla, principalmente en la costa surcentral, especialmente en Lima, Callao, y en las provincias de Cañete, Chincha, Ica, y Nasca. El otro segmento importante de población afroperuana se encuentra en la costa norte ubicada mayoritariamente en la zona septentrional, entre Lambayeque (Zaña, Cayaltí), Piura y en menor medida Tumbes. En Piura se encuentra Yapatera, la ciudad con el mayor porcentaje de población afroperuana del país.
Los términos afroperuano y afroperuana están más relacionados con la cultura desarrollada por los actuales descendienes de los negros coloniales que con un concepto puramente étnico, ya que las poblaciones africanas que arribaron al Perú durante la Colonia experimentaron a través de los siglos un profundo mestizaje con la población criolla y nativa.
Se estima que el total de la población de origen afroperuano oscila en 7% del total nacional, la mayoría se encuentra amestizada, es decir, zambos, mulatos y negros conforman un 7% del total nacional.
Ya en un artículo anterior, se relata la historia y vida de quizás, el primer afroperuano que utilizó la medicina con destreza, aunque sin los estudios científicos rigurosos, Fray Martín de Porres ("El Enfermero Martín").
El Dr. Uriel García Cáceres, médico, investigador científico, político e historiador de la medicina peruana, hace una entrega publicada el día de ayer en el Diario "El Comercio", sobre la historia de los afrodescendientes en la medicina peruana; que como sanadores, aunque poco se mencione, durante el Virreinato y en la época republicana, hasta mediados del siglo XIX, jugaron un papel importante como profesionales de la salud. Aquí colocamos el texto completo de su artículo:
Desde la época de los reyes católicos se prohibió, en España, el ingreso a las universidades a los no descendientes de españoles. Esto para imposibilitar que judíos y árabes se titulasen como profesionales de cualquier clase. Resultaba, sin embargo, que los mejores médicos, sobre todo los que atendían a la nobleza, pertenecían a esas etnias.
La especialización
En España, y solo allí, las profesiones médicas se clasificaron como: doctores o físicos –el grado máximo–, eran sometidos a examen después de estudiar en la universidad; cirujanos latinos: obtenían grado de bachiller en una universidad con dominio del latín –la lengua académica–, además, aprendían anatomía y la supuesta curación de las enfermedades de la piel; cirujanos romancistas: una suerte de enfermeros sin autorización para recetar ni manejar el latín; finalmente los sangradores: que seguían un curso de reconocimiento de las venas superficiales para extraer sangre del sitio escogido y en la cantidad indicada por el médico tratante. Esto diferenció a los españoles del resto de países en los que cirujanos podían ser barberos.
San Fernando: formador de médicos en el Perú
Protomedicato peruano
En nuestro país, con varios siglos de adelanto, se creó una institución descentralizada que calificaba a los profesionales de la salud y vigilaba su adecuado comportamiento. Estos fueron los llamados Tribunales del Protomedicato. Los historiadores desconocedores del protomedicato creen que en España y sus colonias los cirujanos eran solamente barberos y sangradores.
En América, sin embargo, se cometía la injusticia de exigirse un ominoso certificado de pureza de sangre, para entrar a la universidad y poder obtener los títulos de doctor o cirujano latino, pues no podían admitirse a personas que “avergonzaran” a sus compañeros por pertenecer a castas inferiores (como reza textualmente una pragmática de Felipe III, del siglo XVIII).
Médicos de estas tierras
Pese a todo, en las colonias españolas de América, y en especial en el Perú, ocurrió algo singular. Los afrodescendientes fueron admitidos para obtener el título de cirujano latino, profesión que casi ningún criollo deseaba (los hijos de íberos puros no deseaban ser cirujanos latinos).
Los únicos blancos fueron los cirujanos españoles adscritos a los batallones militares de ocupación. Para atender la demanda por este tipo de profesionales, el Real Protomedicato de Lima tuvo que admitir a los descendientes africanos como cirujanos latinos.
Por alguna razón, quizá por la innata habilidad manual, se prefirió a los afros para amputar piernas o brazos, drenar panadizos, suturar piel y tejidos desgarrados o practicar necropsias. No se hizo lo mismo con los amerindios o sus mezclados.
Hijo de esclavizado
Pedro de Utrilla ‘El Joven’ fue un cirujano latino graduado en San Marcos, hijo de un esclavo liberto de quien se dice que fue también cirujano (aunque no hay pruebas como sí las hay de ‘El Joven’).
Ejerció su profesión brillantemente, con fama y prestancia. Sus sucesores constituyeron una tradición de cirujanos de esa etnia hasta mediados del siglo XIX. Existe prueba documental de las importantes operaciones y autopsias que realizó DeUtrilla en Lima.
Fue el único que se salvó de la diatriba mordaz de Caviedes, quien le compuso un vejamen –texto burlesco que se redactaba para un recién graduado– en el que alabó sus virtudes sin dejar de zaherirlo con maestría:
A una mujer abrió en suma
Por la parte que no cierra
Y una piedra le sacó
Que pesaba libra y media
La mujer no murió, por
Estar de Dios que viviera […]
El ‘Cachorro’, como motejó De Utrilla al poeta, fue un notable cirujano con bien ganado prestigio. Hay que destacar que esto mismo no ocurrió en otros lares. En Norteamérica hubiese sido imposible que un africano ejerciera legalmente la profesión médica.
Dr. Eugenio Espejo
El doctor Espejo
El doctor Eugenio Espejo, de nombre “remodelado” para bautizarlo (en realidad Eugenio Francisco Xavier de Santa Cruz y Espejo), fue un sobresaliente hombre –mitificado y desfigurado– que hasta en sus retratos aparece cambiada su apariencia facial.
Fue hijo de un indio quechua de Cajamarca –Luis Chuzigin– y de una esclava liberta –Catalina Aldás– de Quito.
Espejo fue prócer médico y de la libertad de la entonces Capitanía de Quito, primero en el virreinato, del Perú y luego de Nueva Granada.
Vivió en los tiempos de Unanue y aunque no hay evidencia de que se conocieran, ambos postularon los cambios climáticos como factores en la génesis de enfermedades. Murió en prisión por ser un sincero anticolonialista.
Profundizar estudios
Hay pocos datos concretos sobre los médicos de ascendencia africana. El primero que se encuentra –gracias al gran historiador Guillermo Lohmann Villena– es el doctor Juan Llano Jaraba, quien en 1695 obtuvo la borla doctoral. Era hijo ilegítimo de un noble español y de madre cuarterona (hija de español con mestiza).
El virrey Conde de la Moncloa ordenó al protomedicato dispensarlo del certificado de pureza de sangre por su sobresaliente rendimiento académico. No hay bibliografía sobre él, pero sí evidencia documental de que durante varios años fue protomédico y catedrático. Juan del Valle y Caviedes lo menciona hasta tres veces y en su famosa obra manuscrita “Hazañas de la Ignorancia”, lo atacó en una extenso Romance, diciendo que solicitó a Llano curarle una fiebre terciana y criticó despiadadamente sus recetas.
El gran Dávalos
José Manuel Dávalos (1758-1821), hijo de un importante español con una esclava liberta, fue –como Hipólito Unanue– seminarista y cursó latinidad, filosofía y artes. Pasó a San Marcos para cursar la carrera de cirujano latino (la única que podía seguir). Su padre pidió permiso para que viajase a Europa, donde ingresó a la prestigiosa Universidad de Montpellier, Francia, y fue discípulo de prominentes figuras científicas, como Lavoisier.
Se graduó con honores con una tesis sobre las enfermedades vistas en Lima durante su ejercicio. Su tesis, en correcto latín, fue publicada en francés por varias revistas científicas. En Montpellier siguió cursos de botánica médica. De vuelta a Lima fue maltratado por la universidad y recurrió a la Corte Real para revalidar su título francés de doctor.
Al crearse la cátedra de botánica médica se presentó al concurso, pero perdió ante un dibujante (ex soldado raso de un regimiento español sin título académico), protegido de Unanue. Aceptó enseñar gratis mientras durase la ausencia del titular que trabajaba dibujando para una misión botánica.
Cuando Hipólito Unanue intentó ser protomédico, la universidad utilizó a Dávalos para contrarrestarlo. El currículo del doctor era imbatible y la universidad lo nombró provisoriamente. El virrey Abascal, entonces un virtual rey de la América del Sur hispana, colaboró con Unanue para atropellar a la universidad y al doctor Dávalos. Unanue fue nombrado protomédico por decreto virreinal y sin concurso. El único médico peruano alabado por Alexander von Humboldt fue este afroperuano.
Afroperuano/a es un término que designa a la cultura de los descendientes de las diversas etnias africanas que llegaron al Perú durante la Colonia, logrando una uniformidad cultural.
Primeros afroperuanos
La población afroperuana se halla, principalmente en la costa surcentral, especialmente en Lima, Callao, y en las provincias de Cañete, Chincha, Ica, y Nasca. El otro segmento importante de población afroperuana se encuentra en la costa norte ubicada mayoritariamente en la zona septentrional, entre Lambayeque (Zaña, Cayaltí), Piura y en menor medida Tumbes. En Piura se encuentra Yapatera, la ciudad con el mayor porcentaje de población afroperuana del país.
Los términos afroperuano y afroperuana están más relacionados con la cultura desarrollada por los actuales descendienes de los negros coloniales que con un concepto puramente étnico, ya que las poblaciones africanas que arribaron al Perú durante la Colonia experimentaron a través de los siglos un profundo mestizaje con la población criolla y nativa.
Se estima que el total de la población de origen afroperuano oscila en 7% del total nacional, la mayoría se encuentra amestizada, es decir, zambos, mulatos y negros conforman un 7% del total nacional.
Ya en un artículo anterior, se relata la historia y vida de quizás, el primer afroperuano que utilizó la medicina con destreza, aunque sin los estudios científicos rigurosos, Fray Martín de Porres ("El Enfermero Martín").
El Dr. Uriel García Cáceres, médico, investigador científico, político e historiador de la medicina peruana, hace una entrega publicada el día de ayer en el Diario "El Comercio", sobre la historia de los afrodescendientes en la medicina peruana; que como sanadores, aunque poco se mencione, durante el Virreinato y en la época republicana, hasta mediados del siglo XIX, jugaron un papel importante como profesionales de la salud. Aquí colocamos el texto completo de su artículo:
Desde la época de los reyes católicos se prohibió, en España, el ingreso a las universidades a los no descendientes de españoles. Esto para imposibilitar que judíos y árabes se titulasen como profesionales de cualquier clase. Resultaba, sin embargo, que los mejores médicos, sobre todo los que atendían a la nobleza, pertenecían a esas etnias.
La especialización
En España, y solo allí, las profesiones médicas se clasificaron como: doctores o físicos –el grado máximo–, eran sometidos a examen después de estudiar en la universidad; cirujanos latinos: obtenían grado de bachiller en una universidad con dominio del latín –la lengua académica–, además, aprendían anatomía y la supuesta curación de las enfermedades de la piel; cirujanos romancistas: una suerte de enfermeros sin autorización para recetar ni manejar el latín; finalmente los sangradores: que seguían un curso de reconocimiento de las venas superficiales para extraer sangre del sitio escogido y en la cantidad indicada por el médico tratante. Esto diferenció a los españoles del resto de países en los que cirujanos podían ser barberos.
San Fernando: formador de médicos en el Perú
Protomedicato peruano
En nuestro país, con varios siglos de adelanto, se creó una institución descentralizada que calificaba a los profesionales de la salud y vigilaba su adecuado comportamiento. Estos fueron los llamados Tribunales del Protomedicato. Los historiadores desconocedores del protomedicato creen que en España y sus colonias los cirujanos eran solamente barberos y sangradores.
En América, sin embargo, se cometía la injusticia de exigirse un ominoso certificado de pureza de sangre, para entrar a la universidad y poder obtener los títulos de doctor o cirujano latino, pues no podían admitirse a personas que “avergonzaran” a sus compañeros por pertenecer a castas inferiores (como reza textualmente una pragmática de Felipe III, del siglo XVIII).
Médicos de estas tierras
Pese a todo, en las colonias españolas de América, y en especial en el Perú, ocurrió algo singular. Los afrodescendientes fueron admitidos para obtener el título de cirujano latino, profesión que casi ningún criollo deseaba (los hijos de íberos puros no deseaban ser cirujanos latinos).
Los únicos blancos fueron los cirujanos españoles adscritos a los batallones militares de ocupación. Para atender la demanda por este tipo de profesionales, el Real Protomedicato de Lima tuvo que admitir a los descendientes africanos como cirujanos latinos.
Por alguna razón, quizá por la innata habilidad manual, se prefirió a los afros para amputar piernas o brazos, drenar panadizos, suturar piel y tejidos desgarrados o practicar necropsias. No se hizo lo mismo con los amerindios o sus mezclados.
Hijo de esclavizado
Pedro de Utrilla ‘El Joven’ fue un cirujano latino graduado en San Marcos, hijo de un esclavo liberto de quien se dice que fue también cirujano (aunque no hay pruebas como sí las hay de ‘El Joven’).
Ejerció su profesión brillantemente, con fama y prestancia. Sus sucesores constituyeron una tradición de cirujanos de esa etnia hasta mediados del siglo XIX. Existe prueba documental de las importantes operaciones y autopsias que realizó DeUtrilla en Lima.
Fue el único que se salvó de la diatriba mordaz de Caviedes, quien le compuso un vejamen –texto burlesco que se redactaba para un recién graduado– en el que alabó sus virtudes sin dejar de zaherirlo con maestría:
A una mujer abrió en suma
Por la parte que no cierra
Y una piedra le sacó
Que pesaba libra y media
La mujer no murió, por
Estar de Dios que viviera […]
El ‘Cachorro’, como motejó De Utrilla al poeta, fue un notable cirujano con bien ganado prestigio. Hay que destacar que esto mismo no ocurrió en otros lares. En Norteamérica hubiese sido imposible que un africano ejerciera legalmente la profesión médica.
Dr. Eugenio Espejo
El doctor Espejo
El doctor Eugenio Espejo, de nombre “remodelado” para bautizarlo (en realidad Eugenio Francisco Xavier de Santa Cruz y Espejo), fue un sobresaliente hombre –mitificado y desfigurado– que hasta en sus retratos aparece cambiada su apariencia facial.
Fue hijo de un indio quechua de Cajamarca –Luis Chuzigin– y de una esclava liberta –Catalina Aldás– de Quito.
Espejo fue prócer médico y de la libertad de la entonces Capitanía de Quito, primero en el virreinato, del Perú y luego de Nueva Granada.
Vivió en los tiempos de Unanue y aunque no hay evidencia de que se conocieran, ambos postularon los cambios climáticos como factores en la génesis de enfermedades. Murió en prisión por ser un sincero anticolonialista.
Profundizar estudios
Hay pocos datos concretos sobre los médicos de ascendencia africana. El primero que se encuentra –gracias al gran historiador Guillermo Lohmann Villena– es el doctor Juan Llano Jaraba, quien en 1695 obtuvo la borla doctoral. Era hijo ilegítimo de un noble español y de madre cuarterona (hija de español con mestiza).
El virrey Conde de la Moncloa ordenó al protomedicato dispensarlo del certificado de pureza de sangre por su sobresaliente rendimiento académico. No hay bibliografía sobre él, pero sí evidencia documental de que durante varios años fue protomédico y catedrático. Juan del Valle y Caviedes lo menciona hasta tres veces y en su famosa obra manuscrita “Hazañas de la Ignorancia”, lo atacó en una extenso Romance, diciendo que solicitó a Llano curarle una fiebre terciana y criticó despiadadamente sus recetas.
El gran Dávalos
José Manuel Dávalos (1758-1821), hijo de un importante español con una esclava liberta, fue –como Hipólito Unanue– seminarista y cursó latinidad, filosofía y artes. Pasó a San Marcos para cursar la carrera de cirujano latino (la única que podía seguir). Su padre pidió permiso para que viajase a Europa, donde ingresó a la prestigiosa Universidad de Montpellier, Francia, y fue discípulo de prominentes figuras científicas, como Lavoisier.
Se graduó con honores con una tesis sobre las enfermedades vistas en Lima durante su ejercicio. Su tesis, en correcto latín, fue publicada en francés por varias revistas científicas. En Montpellier siguió cursos de botánica médica. De vuelta a Lima fue maltratado por la universidad y recurrió a la Corte Real para revalidar su título francés de doctor.
Al crearse la cátedra de botánica médica se presentó al concurso, pero perdió ante un dibujante (ex soldado raso de un regimiento español sin título académico), protegido de Unanue. Aceptó enseñar gratis mientras durase la ausencia del titular que trabajaba dibujando para una misión botánica.
Cuando Hipólito Unanue intentó ser protomédico, la universidad utilizó a Dávalos para contrarrestarlo. El currículo del doctor era imbatible y la universidad lo nombró provisoriamente. El virrey Abascal, entonces un virtual rey de la América del Sur hispana, colaboró con Unanue para atropellar a la universidad y al doctor Dávalos. Unanue fue nombrado protomédico por decreto virreinal y sin concurso. El único médico peruano alabado por Alexander von Humboldt fue este afroperuano.
TOM ZUIDEMA
Historia, mitos y arqueología del Cusco *
Por: Tom Zuidema. Doctor en antropología.
En primer lugar muchas gracias por esas palabras, estoy alegre de estar en San Marcos y tengo que decir también, que cuando yo llegué por primera vez a Perú fui muy bien recibido en la Casona de San Marcos y en mis primeros años quien me ayudó mucho con su crítica fue el doctor Porras Barrenechea, de quien tengo todavía las mejores memorias. Recuerdo que reunía a sus estudiantes en su casa con largas discusiones que iban hasta las 4 ó 5 de la mañana.
Después cuando me fui al Cusco, el doctor Porras iba a dar una charla magistral en la universidad. Él tuvo la gentileza de guardar, para el doctor Chávez Ballón y para mí, copias de ceques y desde entonces traté de localizar huacas con él . Puedo decir que fue Porras Barrenechea quien me empujó a esto; claro no puedo negar que yo sabía algo respecto al tema y como a él le interesaba mucho decidimos realizar este trabajo de campo.
Para mí siempre ha tenido una gran importancia la historia inca, por eso decidí estudiarla, pero lo que yo quería era estudiar el sistema social, ritual, etc. y es la base que podemos utilizar para eso.
Estos últimos años he trabajado mucho en la reconstrucción del calendario inca. Éste es mucho más importante de lo que parece. En primer lugar porque es distinto de lo que dijeron los cronistas españoles, lo que sí podemos rescatar es que nos brinda bastante información, lo suficiente como para reconstruirlo. Este calendario es en cierto modo diferente a un calendario Europeo, Azteca o Maya.
Pero para estudiarlo tuve que reconstruir también muchos otros aspectos de la cultura inca, y sobre esto les hablaré muy brevemente. Me referiré a la Historia, Mitos y Arqueología de Cusco; y no es que yo sepa mucho de arqueología pero con lo que sé espero que alguna vez podamos entender e integrar mejor la historia y mitos con la arqueología.
A continuación voy a hablar primero de la Historia Inca. Este problema es muy grande, no se puede decir nada en otros aspectos si no discutimos a fondo este problema.
La idea que se ha formado la cultura peruana actual de la dinastía inca es que había reyes y que cada uno iba a formar su propio grupo de descendientes, es decir su panaca. Por ejemplo, Huayna Cápac y sus hijos Huáscar y Atahualpa, pero ellos no entran en el juego de lo que voy a hablar.
Esta es la idea que ustedes han aprendido en la escuela, cada rey elige un sucesor, y que todos los demás hijos iban a pertenecer a un grupo que se llamaba la panaca y así se iba a llegar al final, a un conjunto de diez panacas.
Cuando empecé a estudiar a los incas, desde el principio yo no creía eso, pues ello me parecía imposible y lo iba a descubrir por crónicas que no se habían publicado. Está muy claro que una colonización de diez panacas siempre existió como tal, y entonces en la historia inca es un hecho mitológico que el rey Pachacútec haya formado una colonización social en el Cusco de diez panacas. Pero esto cambia en la primera gran crónica sobre los incas en la que se habla de Pachacútec y en el cual se dice que él se iba a casar con la Colla o quizás con más mujeres, pero que también se iba a casar con mujeres de todos los grupos políticos que él dominaba y así iba a ser un sistema social político de relación entre el rey y todos estos grupos del cual estas mujeres llamadas Curaca-Yucao, iban a ser las representantes en la corte militar inca.
Esta es una representación distinta de lo que se aprende en la escuela, entonces no es una cosa formada en un proceso histórico y se conforma de lo que yo en un principio como antropólogo revisaba.
Esta es básicamente imposible en una población tan casual con crecimiento de panacas. Podemos decir que sí, efectivamente, este conjunto de diez panacas fue una colonización estricta; en términos sociales eran mas rituales y calendáricos. Por ejemplo, lo que varios cronistas dicen al tiempo de la llegada de los españoles, es que cada panaca tenía una función ritual en un mes determinado, entonces fue una colonización temporal, calendárica también, y esto no se puede conformar en un proceso histórico.
Otra cosa, por ejemplo, es que el Cusco esta dividido en dos mitades, Hanan -arriba y Urin- abajo; y que cinco panacas pertenecen a Hanan y cinco a Urin. Una oposición tan fundamental nunca se puede producir y no hay ningún ejemplo histórico de que esto se iba a formar de esa manera. Entonces es un problema histórico, porque el primer cronista importante habla de una organización de diez panacas como tal con toda su importancia política, social y ritual; y un cronista años más tarde como Sarmiento de Gamboa dice que esto fue un proceso histórico.
Yo no voy a entrar en detalles técnicos pero voy a dar un resumen de lo que pasaba en 1550 y en los tiempos de Sarmiento en 1572.
Los españoles vieron que el sistema político de los incas fue un sistema basado en la poligamia, aquél que se casa con mujeres de todos los grupos representantes en su reino. Esto enseguida lo prohibieron; lo que ellos querían era que un rey o curaca negase a todas sus esposas excepto a una, ellos querían obligar a que este hombre se quede con la primera mujer con la que se había casado.
En la historia personal de un rey o curaca, éste se casaba con su primera mujer cuando no tenia importancia política. Luego cuando crecía en importancia se casaba con otras mujeres. Y cuando llegaba a la cumbre del poder se casaba con una mujer muy importante. Esta mujer le daba un mayor rango ya que ella provenía de un grupo de mucho poder.
Al verse obligados a renunciar o negar a sus otras esposas, lo que ellos querían como curacas era quedarse con la más joven, pero también con la de más influencia y esto los puso en un gran problema.
Los españoles no se conformaron con esto y lo que ellos también quisieron fue quebrar todo el sistema político. Es así que en el año 1569, el futuro virrey del Perú don Francisco de Toledo en una reunión en Madrid, decidió que ya no podía existir poligamia y que además se iba a reescribir, en parte, la historia inca.
Pero esta obligación tuvo consecuencias muy curiosas, pues los españoles se dieron cuenta de que un hombre estaba casado con diferentes mujeres, y con todas ellas tenía hijos, lo que indicaba que siempre iba a haber una pelea por el poder, y es lo que vemos en el caso de Huáscar y Atahualpa.
Y como consecuencia de esto, Sarmiento de Gamboa, por orden del virrey Toledo tuvo que escribir la historia inca como una historia dinástica parecida al modelo europeo, es decir una sucesión de padre a hijo y nada más. Si se leen bien las 500 crónicas entonces se ve que había bastante evidencia de que existía una sucesión de hermanos. El mayor asumía el poder cuando el padre lo decidía y luego éste recaía en el siguiente hijo y así sucesivamente, pero desde Sarmiento ya no se menciona nada.
Además se puede decir que el rey puso a sus hijos por jerarquía según la jerarquía de sus esposas y así les daba también funciones administrativas dentro del valle, especialmente en 10 grupos locales. Este sistema tuvo una gran importancia socio política.
Sarmiento ya no menciona esta distribución en el Valle del Cusco, tampoco menciona la función calendárica de estos grupos, mucho menos la función que tenía cada panaca en un mes. Entonces la historia va a ser distinta desde Sarmiento, y en este sentido también es curioso observar cómo él la ha cambiado tanto. Cronistas posteriores se refieren todavía a las panakas pero no le dan la debida importancia, porque ya habían perdido sus funciones rituales, a la manera española como lo hemos visto en muchos otros casos, por ejemplo en tribus de sudamérica cambian la distribución local de grupos y de este modo rompen su sistema religioso.
El problema con el calendario fue esta organización de diez panacas, importantes por sus ritos, mitos, etc, y comprobar que esto fue una realidad histórica; y mi principal disputa ideológica con historiadores es que ellos siguen aceptando la construcción dinástica de la historia inca.
Pero hay un problema: si digo que no existió esta dinastía inca, entonces la pregunta es ¿Qué existió en su lugar? Por eso me ha interesado en los últimos años el problema de un pueblo como los incas, sin escritura construyeron la memoria de su pasado y sin instrumento de una dinastía real, que fue la base de su historia. Para darme cuenta de lo que sí podía existir me ayudó mucho estudiar cómo otros pueblos de Sudamérica construyeron su pasado con métodos muy distintos...
Otra cosa que encontré en un pueblo de Ayacucho es un sistema de rotación en el cual llevaban su ganado de un lugar a otro. Creo que esas costumbres se han heredado por generaciones. Como buen antropólogo pregunté a las gentes cuáles eran sus tierras, pero no querían decirme pues creían que era un abogado y que se las podía quitar, por eso había muchas dificultades...
Para mí la reconstrucción del calendario se basó también en ¿Cuál era el rito que tenía cada panaca? Aunque los cronistas en general no lo dicen , hay varios datos de los ritos, mitos, etc. que nos permiten reconstruir este sistema; además quiero decir que una propiedad se basa en el sistema de seques, que es un sistema de cuarenta direcciones.
Entonces sabemos por la descripción de este sistema dónde estaban colocadas las panacas, así había una lectura del sistema en la misma dirección del reloj. Ahora el profesor John... observó lo mismo y sacó una conclusión histórica de esto, las panacas están distribuidas sobre este reloj, o calendario. Pero también existen cuatro suyos, los que señalaban hacia los puntos cardinales como son: norte, sur, este y oeste.
Viendo la jerarquía de estos cuatro suyos y creyendo en la dinastía se observa que las primeras panacas estaban colocadas en el Contisuyo, y las siguientes en el Collasuyo, las otras estaban en el Antisuyo y finalmente las últimas, ubicadas en Chinchaysuyo.
Me parece ilógico e imposible que los incas realicen sus primeras conquistas hacia el Contisuyo, Collasuyo, Antisuyo y Chinchaysuyo, en ese orden, esto no tiene ninguna estrategia lógica, pero lo que sí podemos ver es que hay una relación mitológica. Esto fue un ... es así que otros cronistas han hecho propuestas similares y que también se mantiene esta secuencia dinástica de las panacas.
Muchas veces la antigüedad es totalmente distinta de lo que dice la arqueología y lo que se quería es que la mitología sea interpretada como historia inca. Así hay muchas aspectos de la historia inca que reflejan los ritos, ojalá en estos pocos términos les haya podido explicar algo de la relación de estos mitos con el calendario.Otra cosa muy peculiar es que los incas construyeron muros y edificios de carácter ceremonial. Así hay muchos datos que se relacionan con la historia inca.
Además, la historia cómica cuenta que Lloque Yupanqui fue un sacerdote mayor, que no tuvo hijos y como rey debía tenerlos, para ello le llevaron a una mujer para procrear, esto es cómico pero se relaciona con ciertos ritos que todavía existen. Llegado este hijo algo más viril, él fue para su padre el primer conquistador. Se dice que él inventó el dinero real y llevó esa costumbre a Cusco. También se dice que impuso la perforación de las orejas como signo de nobles y lo aprendió de los pueblos que había conquistado.
Quiero terminar con algo simple, con la relación de Chinchaysuyo, con los ritos del solsticio en diciembre. El mes más importante inca se llamó Capac Raimy, la fiesta real, que fue celebrada en primer lugar con la nobleza alta, los que fueron denominados como Capac Churin, los hijos reales; ellos celebraron los ritos...
Espero de este modo haberles explicado un poco, la relación del calendario con la historia inca, que no es la historia que se nos cuenta en los libros de la escuela; es mucho más pues vemos cómo los incas construyeron con sus propias técnicas y a través de sus memorias sus rituales e intereses políticos. Es decir cómo estas formas de vida son mucho más ricas de lo que se dice de ellas. Puedo concluir que todos estos ritos y mitos se integran en un sistema bien definido como es el calendario inca
NUEVA VISION DE LA GUERRA
Carmen Mc Evoy y la nueva visión de la Guerra del Pacífico
Alejandro San Francisco, profesor del Instituto de Historia de la PUC Chile y especialista en la Revolución de 1891, ha publicado un interesante artículo en la revista chilena Capital, en el que elabora un balance de las nuevas publicaciones sobre la Guerra del Pacífico y cómo estas han permitido un replanteamiento de dicho episodio respecto a las visiones anteriores.
Y en este revisionismo, San Francisco destaca los estudios de nuestra compatriota Carmen Mc Evoy sobre el tema, especialmente su artículo “De la mano de Dios: el nacionalismo católico chileno y la Guerra del Pacífico, 1879-1881″, publicado en el n. 5 de la revista Bicentenario. Revista de Historia de Chile y América (vol. 5, n. 1, 2006) y reeditado en Histórica (vol. 28, n. 2, 2004).
La nota hace especial referencia a la nacionalidad peruana de Mc Evoy y su aporte al debate sobre un tema de permanente actualidad. El texto incluye asimismo una bibliografía muy útil de la producción historiográfica chilena sobre la Guerra del Pacífico.
“Ciento treinta años despues de su inicio, el conflicto belico que enfrento a Chile con Peru y Bolivia inspira nuevos ensayos y libros de historia, que entregan perspectivas diferentes y dan luces sobre aspectos poco conocidos de la contienda y sus derivados sociales. La efemeride es una buena oportunidad para revisar los principales aportes recientes sobre un tema que aun saca chispas. Por Alejandro San Francisco.
Un notable artículo de Carmen Mc Evoy, publicado en Bicentenario. Revista de Historia de Chile y América, ilustra muy bien las nuevas aproximaciones que se han producido en el estudio de un tema tan controvertido como clave. De la mano de Dios: el nacionalismo católico chileno y la Guerra del Pacífico, 1879-1881 es el título de la investigación, cuya autora, curiosamente para muchos, es de nacionalidad peruana. En su texto aborda el papel de la Iglesia Católica y de algunos de sus sacerdotes en el conflicto bélico, a través de la movilización de la sociedad mediante el discurso patriótico. En su interpretación, una de las motivaciones de la Iglesia era defender su preeminencia como referente cultural, frente a otros actores que buscaban disputar “su hegemonía”, a pocos años de la aprobación de las leyes laicistas de 1883-1884, aprobadas bajo el gobierno de Domingo Santa María, de matrimonio civil, registro civil y cementerios.
Dentro de la misma disputa entre la Iglesia y el Estado de esos años se inscribe también el estudio de David Home sobre Los huérfanos de la Guerra del Pacífico: el ‘Asilo de la Patria’, 1879-1885. La institución de dicho asilo surgió con el fin de acoger y educar a los hijos de quienes habían muerto por Chile en los campos de batalla; una iniciativa marcada por el espíritu de unidad, que terminó con una fuerte división: administrado por la Iglesia, el Asilo dejó de recibir subvención estatal, en una nueva consecuencia de las disputas secularizadoras.
No es la única línea novedosa en la investigación reciente sobre el conflicto internacional. Desde variados puntos de vistas, el tema ha dado origen a diversos ensayos e investigaciones que vale la pena revisar, sobre todo cuando aún hay aspectos derivados de la contienda que marcan las relaciones entre los países involucrados.
Así, por ejemplo, los autores Julio Pinto, Verónica Valdivia y Pablo Artaza publicaron en 2003 un texto interesantísimo en la revista Historia, de la Universidad Católica: Patria y clase en la identidad pampina (1860-1890). El estudio argumenta que tanto la nación como el sentimiento de clase de los obreros del salitre permitieron configurar la identidad en una dualidad que a veces coexistía con tensiones. Durante la Guerra del Pacífico, las autoridades chilenas procuraron generar una verdadera lealtad nacional, para lo cual la propaganda presentó la civilización (Chile) como contrapunto de la barbarie (sus adversarios). En la misma línea se habló de una superioridad racial chilena; finalmente hubo un discurso democratizador, para que los peones fueran parte de la construcción nacional. Después de la guerra llegó “el pago de Chile”: los que lucharon no fueron retribuidos como correspondía y ello dio lugar a un eclipe del nacionalismo, en favor de lo que podría denominarse un “internacionalismo obrero”.
La suerte de los veteranos del 79 ha sido precisamente la línea de trabajo que ha seguido ya por muchos años Carlos Méndez Notari, reflejado en dos estudios complementarios del mayor interés: Héroes del silencio. Los veteranos de la Guerra del Pacífico y Desierto de Esperanzas. De la gloria al abandono. Los veteranos chilenos y peruanos de la Guerra del 79. Como se puede apreciar en los títulos, el segundo libro amplía la investigación, pues el historiador chileno decide incursionar también en el caso de Perú, con una revisión de archivos en el país vecino y comparando las experiencias de la posguerra para ambas naciones. De esta forma concluye en que los dos casos presentan interesantes coincidencias a pesar de los disímiles resultados del conflicto. El trabajo de Méndez se inserta dentro de la historia social e ilustra las dificultades que vivieron los que quedaron postrados o inválidos por su patria, además de los esfuerzos –no siempre consistentes ni generosos– realizados por los gobiernos para ir en auxilio de sus veteranos.
El interés por conocer la Guerra del Pacífico desde perspectivas diferentes se aprecia en otros acercamientos muy originales. Por ejemplo, el excelente esfuerzo de Cristián Gazmuri y Rafael Sagredo por presentar la Historia de la Vida Privada en Chile, en tres volúmenes, considera también el tema que comentamos. Al respecto, los historiadores Ricardo Couyoumdjiam y Carlos Donoso escribieron De soldado orgulloso a veterano indigente. La Guerra del Pacífico, que aborda numerosos aspectos de la vida cotidiana: los enganches, la preparación y disciplina, la presencia femenina, la vida en el desierto, los suministros, la asistencia espiritual, la vida en territorio enemigo (incluida la ocupación de Lima), hasta el regreso y, una vez más, “el pago de Chile”.
Y la lista continúa con visiones focalizadas del conflicto, como demuestran los estudios de Paz Larraín sobre la presencia de la mujer en la Guerra del Pacífico; la edición de un anecdotario por parte de ella misma y de Angel Soto; y un segundo volumen de Anécdotas preparado por Mauricio Pelayo y Rafael Mellafe; la recuperación de la labor de los capellanes castrenses realizada durante mucho tiempo por Joaquín Matte Varas; sin mencionar otros trabajos de Carmen Mc Evoy sobre el discurso republicano en la Guerra del Pacífico o el interesante ensayo de Michel Cluny titulado Atacama, referido a las causas y consecuencias del conflicto internacional.
Todo lo anterior demuestra la existencia de una interesante vitalidad de los estudios sobre la Guerra del Pacífico. La lista no es definitiva, pero evidencia la actualidad de un asunto histórico que sigue causando interés entre los escritores y los lectores.
Dos historias generales nos sirven para concluir esta sucinta exposición. Rafael Mellafe y Mauricio Pelayo, han presentado La Guerra del Pacífico en imágenes, relatos… testimonios, que ya va en la tercera edición. Se trata de una obra muy completa e informada, que puede servir de introducción al tema desde una perspectiva amplia y abarcadora, además de servir como referencia para solucionar dudas, recabar datos, orientar cronológicamente y ordenar la información existente. El otro libro es del historiador norteamericano William Sater: Andean tragedy. Fighting the War of the Pacific, 1879-1884, aparecido en los Estados Unidos. El texto presenta una visión de conjunto, que sigue a los estudios previos de Sater sobre la misma guerra y acerca de una de sus figuras fundamentales, Arturo Prat. En este trabajo, fruto de una consulta en archivos, prensa de la época y conocimiento de la voluminosa bibliografía existente, el autor presenta un análisis riguroso de las campañas militares y navales de la guerra. El libro, dedicado a “los hombres y mujeres que sacrificaron su salud, sus vidas y su juventud protegiendo sus respectivas patrias”, merece una pronta traducción al español, para hacerlo accesible a un público más numeroso en Chile y en América hispana en general”.
Alejandro San Francisco, profesor del Instituto de Historia de la PUC Chile y especialista en la Revolución de 1891, ha publicado un interesante artículo en la revista chilena Capital, en el que elabora un balance de las nuevas publicaciones sobre la Guerra del Pacífico y cómo estas han permitido un replanteamiento de dicho episodio respecto a las visiones anteriores.
Y en este revisionismo, San Francisco destaca los estudios de nuestra compatriota Carmen Mc Evoy sobre el tema, especialmente su artículo “De la mano de Dios: el nacionalismo católico chileno y la Guerra del Pacífico, 1879-1881″, publicado en el n. 5 de la revista Bicentenario. Revista de Historia de Chile y América (vol. 5, n. 1, 2006) y reeditado en Histórica (vol. 28, n. 2, 2004).
La nota hace especial referencia a la nacionalidad peruana de Mc Evoy y su aporte al debate sobre un tema de permanente actualidad. El texto incluye asimismo una bibliografía muy útil de la producción historiográfica chilena sobre la Guerra del Pacífico.
“Ciento treinta años despues de su inicio, el conflicto belico que enfrento a Chile con Peru y Bolivia inspira nuevos ensayos y libros de historia, que entregan perspectivas diferentes y dan luces sobre aspectos poco conocidos de la contienda y sus derivados sociales. La efemeride es una buena oportunidad para revisar los principales aportes recientes sobre un tema que aun saca chispas. Por Alejandro San Francisco.
Un notable artículo de Carmen Mc Evoy, publicado en Bicentenario. Revista de Historia de Chile y América, ilustra muy bien las nuevas aproximaciones que se han producido en el estudio de un tema tan controvertido como clave. De la mano de Dios: el nacionalismo católico chileno y la Guerra del Pacífico, 1879-1881 es el título de la investigación, cuya autora, curiosamente para muchos, es de nacionalidad peruana. En su texto aborda el papel de la Iglesia Católica y de algunos de sus sacerdotes en el conflicto bélico, a través de la movilización de la sociedad mediante el discurso patriótico. En su interpretación, una de las motivaciones de la Iglesia era defender su preeminencia como referente cultural, frente a otros actores que buscaban disputar “su hegemonía”, a pocos años de la aprobación de las leyes laicistas de 1883-1884, aprobadas bajo el gobierno de Domingo Santa María, de matrimonio civil, registro civil y cementerios.
Dentro de la misma disputa entre la Iglesia y el Estado de esos años se inscribe también el estudio de David Home sobre Los huérfanos de la Guerra del Pacífico: el ‘Asilo de la Patria’, 1879-1885. La institución de dicho asilo surgió con el fin de acoger y educar a los hijos de quienes habían muerto por Chile en los campos de batalla; una iniciativa marcada por el espíritu de unidad, que terminó con una fuerte división: administrado por la Iglesia, el Asilo dejó de recibir subvención estatal, en una nueva consecuencia de las disputas secularizadoras.
No es la única línea novedosa en la investigación reciente sobre el conflicto internacional. Desde variados puntos de vistas, el tema ha dado origen a diversos ensayos e investigaciones que vale la pena revisar, sobre todo cuando aún hay aspectos derivados de la contienda que marcan las relaciones entre los países involucrados.
Así, por ejemplo, los autores Julio Pinto, Verónica Valdivia y Pablo Artaza publicaron en 2003 un texto interesantísimo en la revista Historia, de la Universidad Católica: Patria y clase en la identidad pampina (1860-1890). El estudio argumenta que tanto la nación como el sentimiento de clase de los obreros del salitre permitieron configurar la identidad en una dualidad que a veces coexistía con tensiones. Durante la Guerra del Pacífico, las autoridades chilenas procuraron generar una verdadera lealtad nacional, para lo cual la propaganda presentó la civilización (Chile) como contrapunto de la barbarie (sus adversarios). En la misma línea se habló de una superioridad racial chilena; finalmente hubo un discurso democratizador, para que los peones fueran parte de la construcción nacional. Después de la guerra llegó “el pago de Chile”: los que lucharon no fueron retribuidos como correspondía y ello dio lugar a un eclipe del nacionalismo, en favor de lo que podría denominarse un “internacionalismo obrero”.
La suerte de los veteranos del 79 ha sido precisamente la línea de trabajo que ha seguido ya por muchos años Carlos Méndez Notari, reflejado en dos estudios complementarios del mayor interés: Héroes del silencio. Los veteranos de la Guerra del Pacífico y Desierto de Esperanzas. De la gloria al abandono. Los veteranos chilenos y peruanos de la Guerra del 79. Como se puede apreciar en los títulos, el segundo libro amplía la investigación, pues el historiador chileno decide incursionar también en el caso de Perú, con una revisión de archivos en el país vecino y comparando las experiencias de la posguerra para ambas naciones. De esta forma concluye en que los dos casos presentan interesantes coincidencias a pesar de los disímiles resultados del conflicto. El trabajo de Méndez se inserta dentro de la historia social e ilustra las dificultades que vivieron los que quedaron postrados o inválidos por su patria, además de los esfuerzos –no siempre consistentes ni generosos– realizados por los gobiernos para ir en auxilio de sus veteranos.
El interés por conocer la Guerra del Pacífico desde perspectivas diferentes se aprecia en otros acercamientos muy originales. Por ejemplo, el excelente esfuerzo de Cristián Gazmuri y Rafael Sagredo por presentar la Historia de la Vida Privada en Chile, en tres volúmenes, considera también el tema que comentamos. Al respecto, los historiadores Ricardo Couyoumdjiam y Carlos Donoso escribieron De soldado orgulloso a veterano indigente. La Guerra del Pacífico, que aborda numerosos aspectos de la vida cotidiana: los enganches, la preparación y disciplina, la presencia femenina, la vida en el desierto, los suministros, la asistencia espiritual, la vida en territorio enemigo (incluida la ocupación de Lima), hasta el regreso y, una vez más, “el pago de Chile”.
Y la lista continúa con visiones focalizadas del conflicto, como demuestran los estudios de Paz Larraín sobre la presencia de la mujer en la Guerra del Pacífico; la edición de un anecdotario por parte de ella misma y de Angel Soto; y un segundo volumen de Anécdotas preparado por Mauricio Pelayo y Rafael Mellafe; la recuperación de la labor de los capellanes castrenses realizada durante mucho tiempo por Joaquín Matte Varas; sin mencionar otros trabajos de Carmen Mc Evoy sobre el discurso republicano en la Guerra del Pacífico o el interesante ensayo de Michel Cluny titulado Atacama, referido a las causas y consecuencias del conflicto internacional.
Todo lo anterior demuestra la existencia de una interesante vitalidad de los estudios sobre la Guerra del Pacífico. La lista no es definitiva, pero evidencia la actualidad de un asunto histórico que sigue causando interés entre los escritores y los lectores.
Dos historias generales nos sirven para concluir esta sucinta exposición. Rafael Mellafe y Mauricio Pelayo, han presentado La Guerra del Pacífico en imágenes, relatos… testimonios, que ya va en la tercera edición. Se trata de una obra muy completa e informada, que puede servir de introducción al tema desde una perspectiva amplia y abarcadora, además de servir como referencia para solucionar dudas, recabar datos, orientar cronológicamente y ordenar la información existente. El otro libro es del historiador norteamericano William Sater: Andean tragedy. Fighting the War of the Pacific, 1879-1884, aparecido en los Estados Unidos. El texto presenta una visión de conjunto, que sigue a los estudios previos de Sater sobre la misma guerra y acerca de una de sus figuras fundamentales, Arturo Prat. En este trabajo, fruto de una consulta en archivos, prensa de la época y conocimiento de la voluminosa bibliografía existente, el autor presenta un análisis riguroso de las campañas militares y navales de la guerra. El libro, dedicado a “los hombres y mujeres que sacrificaron su salud, sus vidas y su juventud protegiendo sus respectivas patrias”, merece una pronta traducción al español, para hacerlo accesible a un público más numeroso en Chile y en América hispana en general”.
HAYA SEGUN MANRIQUE
El problema son los interpretes de Haya - Nelson Manrique | .Por: Nelson Manrique
Respondo al artículo de Daniel Parodi “Haya no es el problema” (LR, 19/8/11). En artículo anterior, Parodi, refiriéndose a la Constitución de 1979, la presentó como la realización de las posiciones que Haya defendió en El Antimperialismo y el Apra (EAA), en 1928: “Sostuvo el joven Haya que había que entenderse con el imperialismo”. Me ratifico en que está equivocado. Como he documentado, en 1928 Haya descartaba cualquier entendimiento con el imperialismo, como lo sostiene todavía en febrero de 1930: “para nosotros, con Marx y con Lenin, el imperialismo es el capitalismo en su forma más moderna, y el capitalismo es la explotación en su forma más refinada, y si nosotros no combatimos al imperialismo, entonces no combatimos al capitalismo, y si no combatimos al capitalismo, entonces no luchamos contra la explotación, y si no luchamos contra la explotación no tenemos derecho de llamarnos ni socialistas, ni comunistas, ni revolucionarios. El Apra es antimperialista porque es anticapitalista”.
Según Parodi, yo presento a Haya “revolcándose en su maquiavelismo y frotándose las manos esperando la muerte de Mariátegui para entonces ejecutar su sibilino plan de virar hacia la derecha”. Como recurso polémico, este es más bien penoso. Es obvio que, salvo que convirtiéramos a Haya en adivino, ni él ni nadie podía saber que JCM moriría en abril de 1930, y Haya, como todos sus contemporáneos, lamentó la muerte de su brillante opositor.
Lo que he sostenido es que la muerte de Mariátegui dejó a Haya sin ningún oponente de peso, lo que facilitó que luego abandonara el discurso radical. Recién en 1931, un año después de la muerte de JCM, Haya incorporó en su discurso el argumento de que el imperialismo tiene un “lado bueno” y otro “malo”, y que se debe negociar con él. Este abandono de su discurso radical abrió el camino a otros virajes más, entre los cuales se incluyó la reunión confidencial con el embajador de EEUU, Fred M. Dearing, para asegurarle que los yanquis no tenían nada que temer de su discurso encendido; el abandono del punto 1º de su programa de 1926 (“acción contra el imperialismo yanqui”) y su reemplazo por el “interamericanismo democrático sin imperio”; su respaldo a las intervenciones norteamericanas en Corea, Guatemala, Argentina y Cuba, para llegar en los 60 a sostener que el imperialismo ya no existía.
Parodi no ha rebatido mis afirmaciones y se ha limitado a acusarme de “denigrar” a Haya. Como historiadores, más allá de apologías o descalificaciones fáciles, debiera interesarnos reconstruir de la manera más fidedigna posible la historia del Apra, por su evidente impacto en la historia política del Perú contemporáneo.
El equívoco histórico sobre la fecha de la 1ª edición de EAA fue alimentado por el propio Haya. Esta salió en Santiago de Chile en marzo de 1936 (no en 1935: véase EAA 2ª ed., 1936, p. 29, y las decenas de páginas que Haya dedica al tema en su correspondencia con L.A. Sánchez, VRHT y LAS, Correspondencia, vol. 1, 1982, pp. 173-216, y 255). Haya recibió el libro en mayo de ese mismo año y casi inmediatamente empezó a preparar la segunda edición, que salió pocos meses después (ídem, p. 279). Cuando Haya habla de EAA jamás menciona la 1ª edición de Santiago y sólo se refiere a la 2ª, de tal manera que, al escribir sobre su “libro de México, de 1928”, invita a creer que ese año salió la primera edición. Véase la referencia bibliográfica que pone en Treinta años de aprismo: «El Antimperialismo y el Apra, México 1928. 2ª ed. Ercilla, Santiago de Chile, 1936» (VRHT, 1956, p. 19). En las páginas siguientes Haya escribe decenas de veces sobre «mi libro de 1928» (ídem, pp. 23 y ss.). Mal puede llamarse “libro” al manuscrito que afirma haber redactado en esa fecha. Inclusive en un párrafo que Parodi cita, tomado del prólogo a la 3ª ed., de 1970, Haya reitera esta estrategia: “Cuarenta y dos años después de escrito este libro y a los treinta y cuatro de su segunda edición, se publica ahora en una tercera” (el subrayado es mío).
Haya, como todo humano, más allá de ser un gran líder, tuvo virtudes y defectos. Sólo restituyéndole su dimensión humana podrá valorárserlo cabalmente.
Respondo al artículo de Daniel Parodi “Haya no es el problema” (LR, 19/8/11). En artículo anterior, Parodi, refiriéndose a la Constitución de 1979, la presentó como la realización de las posiciones que Haya defendió en El Antimperialismo y el Apra (EAA), en 1928: “Sostuvo el joven Haya que había que entenderse con el imperialismo”. Me ratifico en que está equivocado. Como he documentado, en 1928 Haya descartaba cualquier entendimiento con el imperialismo, como lo sostiene todavía en febrero de 1930: “para nosotros, con Marx y con Lenin, el imperialismo es el capitalismo en su forma más moderna, y el capitalismo es la explotación en su forma más refinada, y si nosotros no combatimos al imperialismo, entonces no combatimos al capitalismo, y si no combatimos al capitalismo, entonces no luchamos contra la explotación, y si no luchamos contra la explotación no tenemos derecho de llamarnos ni socialistas, ni comunistas, ni revolucionarios. El Apra es antimperialista porque es anticapitalista”.
Según Parodi, yo presento a Haya “revolcándose en su maquiavelismo y frotándose las manos esperando la muerte de Mariátegui para entonces ejecutar su sibilino plan de virar hacia la derecha”. Como recurso polémico, este es más bien penoso. Es obvio que, salvo que convirtiéramos a Haya en adivino, ni él ni nadie podía saber que JCM moriría en abril de 1930, y Haya, como todos sus contemporáneos, lamentó la muerte de su brillante opositor.
Lo que he sostenido es que la muerte de Mariátegui dejó a Haya sin ningún oponente de peso, lo que facilitó que luego abandonara el discurso radical. Recién en 1931, un año después de la muerte de JCM, Haya incorporó en su discurso el argumento de que el imperialismo tiene un “lado bueno” y otro “malo”, y que se debe negociar con él. Este abandono de su discurso radical abrió el camino a otros virajes más, entre los cuales se incluyó la reunión confidencial con el embajador de EEUU, Fred M. Dearing, para asegurarle que los yanquis no tenían nada que temer de su discurso encendido; el abandono del punto 1º de su programa de 1926 (“acción contra el imperialismo yanqui”) y su reemplazo por el “interamericanismo democrático sin imperio”; su respaldo a las intervenciones norteamericanas en Corea, Guatemala, Argentina y Cuba, para llegar en los 60 a sostener que el imperialismo ya no existía.
Parodi no ha rebatido mis afirmaciones y se ha limitado a acusarme de “denigrar” a Haya. Como historiadores, más allá de apologías o descalificaciones fáciles, debiera interesarnos reconstruir de la manera más fidedigna posible la historia del Apra, por su evidente impacto en la historia política del Perú contemporáneo.
El equívoco histórico sobre la fecha de la 1ª edición de EAA fue alimentado por el propio Haya. Esta salió en Santiago de Chile en marzo de 1936 (no en 1935: véase EAA 2ª ed., 1936, p. 29, y las decenas de páginas que Haya dedica al tema en su correspondencia con L.A. Sánchez, VRHT y LAS, Correspondencia, vol. 1, 1982, pp. 173-216, y 255). Haya recibió el libro en mayo de ese mismo año y casi inmediatamente empezó a preparar la segunda edición, que salió pocos meses después (ídem, p. 279). Cuando Haya habla de EAA jamás menciona la 1ª edición de Santiago y sólo se refiere a la 2ª, de tal manera que, al escribir sobre su “libro de México, de 1928”, invita a creer que ese año salió la primera edición. Véase la referencia bibliográfica que pone en Treinta años de aprismo: «El Antimperialismo y el Apra, México 1928. 2ª ed. Ercilla, Santiago de Chile, 1936» (VRHT, 1956, p. 19). En las páginas siguientes Haya escribe decenas de veces sobre «mi libro de 1928» (ídem, pp. 23 y ss.). Mal puede llamarse “libro” al manuscrito que afirma haber redactado en esa fecha. Inclusive en un párrafo que Parodi cita, tomado del prólogo a la 3ª ed., de 1970, Haya reitera esta estrategia: “Cuarenta y dos años después de escrito este libro y a los treinta y cuatro de su segunda edición, se publica ahora en una tercera” (el subrayado es mío).
Haya, como todo humano, más allá de ser un gran líder, tuvo virtudes y defectos. Sólo restituyéndole su dimensión humana podrá valorárserlo cabalmente.
CATOLICA UNIVERSIDAD
Abajo el liberalismo progresista
Raúl Wiener
POLITIKA Analista
“La Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) tiene como génesis la coyuntura social de inicios del siglo XX, tiempo en el cual imperaba el pensamiento positivista, el liberalismo progresista y el racionalismo, desdeñándose las enseñanzas de la fe católica y el pensamiento de los hombres de la Iglesia, lo que primaba en la enseñanza superior. Esto implicaba que los alumnos, luego de dejar las aulas escolares, se declaraban agnósticos o indiferentes con la religión”.
“Por ello, la Arquidiócesis de Lima, tomando en cuenta el Concilio Plenario Latinoamericano de 1899 (Roma, Papa León XIII), decidió que este problema podía ser resuelto fortaleciendo la Educación católica de manera que… en cada país de nuestro hemisferio hubiese un centro de enseñanza superior regido por autoridades clericales”. “Así nace la PUCP, con un vínculo no escindible, desde su inicio, con la Iglesia peruana”.
Juan Luis Cipriani
Con la verdad ante todo: La fidelidad a la Iglesia une, no divide
“Correo” 20.08.11
El texto que reproducimos es el manifiesto más conservador y reaccionario que se ha leído en los últimos años. La Universidad Católica nació para enfrentar el desarrollo del positivismo, el liberalismo progresista y el racionalismo, en nombre de la fe de la Iglesia. Y no importa cuánta historia ha habido desde entonces, cuántos cambios haya habido en el mundo, el pensamiento, el sistema educativo y la iglesia misma, lo que importa es que en el Vaticano y en una esquina de la Plaza de Armas de Lima, ha regresado la Santa Inquisición y está a la caza de herejes.
Y si alguien quiere una Educación más plural y abierta a todas las ideas, que se vaya a buscar otras opciones, que es como cuando el mismo periodista al que nos referimos recomienda usar el control remoto para encontrar en la televisión todas las corrientes políticas, por ejemplo la del actual Presidente de la República, elegido por la mayoría de los peruanos al que todos los canales siguen tratando como si todavía fuera el “candidato antisistema” al que tanto temían.
El supuesto liberal que cede su espacio a Cipriani para que agite contra el liberalismo, sabe que el problema es que en muchos años la Universidad Católica se ha hecho un lugar en el país y que ese ya no es el de expresar el anti San Marcos, y que esto no fue una consecuencia de la ideología de tal o cual autoridad sino de un movimiento profundo y sostenido de estudiantes, profesores, graduados, trabajadores y de la sociedad que valoró cada vez más su contribución a la Educación y la democracia.
Para el director de “Correo” y para el monseñor del Opus Dei, la universidad del Fundo Pando es uno de los símbolos de la fuerza que el pensamiento progresista adquirió en el país, en la Educación universitaria y en la propia Iglesia.
De ahí que en estos días haya personajes preguntándose cómo es posible que una casa de estudios que se denomina “Pontificia” reciba alumnos de diversas confesiones religiosas o ateos, socialistas o nacionalistas, y que haya pluralidad en la enseñanza.
Pues bien, ese fue un logro de la comunidad universitaria que hizo que muchos que no hemos pertenecido a sus aulas la respetemos como un sólido centro de investigación y pensamiento. Otro, por supuesto, es el tema de los bienes, que demuestra que en nombre de la santa iglesia siempre se puede hablar de millones.
Y DESPUES DE LA CRISIS
Jueves 25 de agosto del 2011 | Columna del Director | Imprimir | Compartir | 1100 Lecturas
¿Y después de la crisis, qué?
César Lévano
Eric Hobsbawm, el gran historiador, ha publicado un libro en el que reflexiona sobre las perspectivas de la actual crisis. “La posibilidad de una desintegración, incluso de un desmoronamiento, del sistema existente ya no se puede descartar”, escribe.
El libro, titulado Cómo cambiar el mundo, adelanta previsiones basadas en hechos e ideas realmente existentes. Señala, por ejemplo, que “el riesgo de un acusado desplazamiento de la política hacia una derecha radical demagógica confesional o nacionalista es probablemente mayor en los antiguos países comunistas de Europa y Asia occidental y del sur, y menor en América Latina”.
La agudeza del juicio se ve confirmada en varios escenarios del mundo. El semanario estadounidense Newsweek incluye en su edición del 15 de agosto un amplio informe con un inquietante titular de portada: “¿Rusia fascista?”.
No sólo el epígrafe es perturbador. El texto refiere que grupos ultranacionalistas rusos aplauden a Anders Breivik, el terrorista que el 22 de julio asesinó a decenas de jóvenes socialistas en Oslo, Noruega. Los extremistas rusos rinden culto a Hitler y se distinguen por su odio a los inmigrantes, a los que asesinan mientras gritan: “¡Rusia para los rusos!”. Son gente armada, que dispone de fondos de origen inexplicado.
Sergei Markov, diputado de la Duma (Parlamento), compara la escena rusa con la que reinaba en Alemania antes del ascenso de Hitler al poder: “La situación es similar a la que existía durante la República de Weimar: una ideología estatal cero, profundo desequilibrio social y una debilidad general de las instituciones del Estado”, expresa.
Las autoridades rusas no parecen decididas a luchar contra la amenaza fascista. Los autores del informe, que han relatado crímenes y entrevistado a criminales, señalan que Vladímir Putin, quien es el poder detrás del trono en Rusia, ha establecido una norma respecto a las bandas ultras: “trátenlos con respeto y busquen ganarlos”.
Frente a un panorama tan turbio, Hobsbawm precisa que el puro colectivismo y el puro individualismo no han sobrevivido a la manifiesta bancarrota de la economía soviética y a las crisis del fundamentalismo del mercado. Ninguno de esos absolutos puede volver.
Los socialistas, considera Hobsbawm, se han quedado sin su tradicional alternativa al capitalismo, “a menos que o hasta que reflexionen sobre lo que querían decir con el término “socialismo” y abandonen la presunción de que la clase obrera (manual) será necesariamente el principal agente de la transformación social”.
Desde la altura de sus 94 años de edad, el historiador indica que el liberalismo político y económico no pueden dar solución a los problemas del siglo XXI. “Una vez más”, concluye, “ha llegado la hora de tomarse en serio a Marx”.
LA CRUZ DE LA CATOLICA
La Católica en la cruz de la razón
César Lévano
El cardenal Cipriani pertenece al sector clerical más conservador y recalcitrante. No en vano estudió filosofía y teología en la Universidad de Navarra, feudo académico del Opus Dei, que fue puntal del dictador fascista Francisco Franco.
Poco después, Cipriani fue nombrado Vicario Regional del Opus Dei en el Perú. Su afán de injerirse en la dirección de la Universidad Católica tiene ese signo político.
El otro lado del litigio es la fortuna dineraria que maneja la Católica. Su bonanza se inició gracias al legado de José de la Riva Agüero, quien le dejó propiedades urbanas de alto valor. Las autoridades académicas han manejado esos bienes hasta superar ampliamente lo heredado. Sus activos están valorizados en cerca de 400 millones de dólares. No es poca cosa.
El drama se desató cuando la Congregación para la Educación Católica, órgano del Vaticano fuertemente influido por el Opus Dei, ordenó un cambio en los estatutos de la Católica. Tiene el Arzobispo actualmente el título honorífico de Gran Canciller de la Universidad, pero el Vaticano quiere que en adelante tenga también la facultad de escoger Rector de una terna propuesta por la Asamblea Universitaria.
Marcial Rubio, rector de la Universidad Católica, ha declarado que no va a acatar la orden vaticana, porque ese centro de estudios se rige por la Ley Universitaria, la cual señala que la elección de Rector la hace la Asamblea Universitaria, integrada por docentes y alumnos.
La Asamblea Universitaria ha respaldado a su Rector y expresado su decisión de defender la autonomía universitaria y el patrimonio de la institución.
En más de una oportunidad, los estudiantes han manifestado su rechazo a los manejos de Cipriani.
La pretensión de Cipriani acerca de la Pontificia encarna una vuelta a la Edad Media y al oscurantismo virreinal. En mayo de este año, en el marco de las celebraciones por el 460 aniversario de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el Centro Cultural sanmarquino editó el vasto volumen La Casona de San Marcos en tres tiempos. Publiqué allí un ensayo sobre la historia política de San Marcos que tiene, creo, relevancia al respecto.
Inicié mi texto con esta cita de Julio C. Tello, el padre de la arqueología peruana, proveniente de un estudio de Tello publicado en febrero de 1928 en la revista Mercurio Peruano:
“En la historia evolutiva de la Universidad, en general, cabe distinguir tres tipos: la Universidad Teológica, la Universidad profesional y la Universidad Científica”.
Una intromisión mayor de Cipriani en la Católica haría girar para atrás la máquina del tiempo
good BYE MR
Adiós al viejo orden
César Lévano
Razón Social cesar.levano@diariolaprimeraperu.com
La crisis que agobia a Europa y Estados Unidos no amaina. Bloomberg Businessweek, portavoz de los grandes negocios estadounidenses, dice en el primer párrafo de su columna central de esta semana: “Los economistas de la Reserva Federal y de otros lugares estudian si el lento crecimiento de hoy es precursor de una recesión completa –y, si lo es, por qué–”.
International Herald Tribune expresó anteayer en su editorial: “El Desempleo en Estados Unidos es de 9.1 por ciento, pero sería 16.1 por ciento, o 21.5 millones, si se incluye a los que sólo tienen trabajo a tiempo parcial y a aquellos que han abandonado la búsqueda de empleo. Durante los dos años y medio últimos ha habido más de cuatro desempleados por cada nuevo empleo, un récord altísimo. En un mercado sano, la proporción sería uno a uno”.
“Los republicanos”, prosigue el diario, “se obstinan en la austeridad y parecen pensar que el alto Desempleo perjudicará políticamente al Presidente Obama más que a ellos, por lo cual se opondrán a los esfuerzos por crear empleos”.
Austeridad, ¡cuantos crímenes se cometen en tu nombre! En el mismo diario, que es la edición global del New York Times, Gordon Brown, exprimer ministro de Gran Bretaña, recuerda que durante meses se ha dicho que en la austeridad está la salvación de Europa. El remedio ha sido peor que la enfermedad.
“Las dificultades de Europa no han surgido meramente del problema unidimensional de los déficit, sino de una desastrosa configuración tridimensional que es financiera, económica y fiscal”, señala Brown.
“El final de Europa”, titula el semanario Time su análisis de este fin de semana sobre la catástrofe europea. El epígrafe remata: “Su unión económica se despedaza, Londres se incendia, y Estados Unidos, otrora socio confiable, es demasiado débil para salvar el día o el euro. Hay que decir adiós al viejo orden”.
La reunión del martes último de Angela Merkel, canciller de Alemania, y Nicolas Sarkozy, Presidente de Francia, produjo un parto de los montes. Sarkozy retiró su propuesta de que la deuda soberana de varios países europeos sea asumida por los estados que comparten el área del euro.
Una de las novedades anunciadas el lunes 15 ha sido que el Banco Central Europeo ha comprado 22 mil millones en bonos de España e Italia, a fin de salvar a estos países. En las dos penínsulas los programas de austeridad han sido aplaudidos por la derecha mundial, y rechazados con ira por los trabajadores y las capas medias.
En Le Monde del martes 16, Harald Hau, profesor de la Universidad de Ginebra, examina la “solución” para la deuda griega, y la califica de impostura: gran parte de los 200 mil millones de euros concedidos a Grecia irán a las escarcelas (los bolsillos) de los millonarios dueños de capitales financieros. Eso es el viejo orden.
martes, 16 de agosto de 2011
ADELA MONTESINOS
Este 2 de abril se conmemoran los 32 años de la muerte de Adela Montesinos, pionera en la lucha por los derechos de las mujeres y de los trabajadores del Perú, periodista y poeta.
Adela Montesinos y Montesinos nació en Lima el 12 de setiembre de 1910, en el seno de una numerosa y acomodada familia de destacados intelectuales arequipeños.
Lectora impenitente, desde muy joven se rebeló contra las injusticias, En 1930, es decir a los 19 años, fue la primera mujer en escribir artículos para el diario Noticias de Arequipa. En ese artículo, titulado “Feminismo”, Adela, con el seudónimo de Alma Moreva traza lo que sería la línea directriz de su vida: luchar por la igualdad de derechos y oportunidades para las mujeres.
En total fueron seis los artículos sobre feminismo. Sostenía ella que las mujeres no podían seguir dependientes del padre, el esposo o el hermano, que debían prepararse y tener su dinero propio y no estar atadas por una dependencia económica. Que no era posible continuar discriminando a la madre soltera. Que había que acabar con la sociedad patriarcal para pasar a una familia horizontal, dónde ambos cónyuges compartan por igual derechos y deberes.
Numerosas cartas llegaron a la redacción apoyando a Alma Moreva y solidarizándose con las nuevas ideas. Finalmente, ella, dio por concluida la polémica, pues no tenía objeto discutir con quien no iba a cambiar. y partió rumbo a Lima.
Adela había estado vinculada en Arequipa a los círculos intelectuales progresistas. Llegando a Lima se vinculó con Angela Ramos, Zoila Aurora Cáceres, las hermanas Bustamante, Carmen Saco y otras mujeres cercanas a Mariátegui.
Se casó con Pompeyo Herrera Mejía, dirigente estudiantil comunista, quien fue apresado a los pocos meses, internado en el Frontón, donde contrajo tuberculosos y finalmente desterrado a Chile. Hasta allí fue Adela con su pequeño hijo Guillermo, también enfermo. Allí se quedó viuda un 11 de setiembre en vísperas de cumplir 23 años.
En ese momento en Chile tenía gran vigencia el Movimiento por la Emancipación de la mujer chilena (MEMCH) al que se adscribió Adela y donde trabajó junto a Elena Caffarena y Martha Vergara para unificar a las mujeres. Con el seudónimo de Fernanda Martínez escribió numerosos artículos periodísticos: “Las mujeres contra el fascismo”, “Porque las mujeres queremos la paz” “Levántate y anda”, “Los hijos legítimos e ilegítimos son todos iguales, hijos de la vida”, etc.
Vivió en Arequipa del 48 al 55, tuvo dos hijos más: Dunia y Gustavo y en 1955 viene a Lima. Fue fundadora de la Anea, donde trabajó como bibliotecaria. Transmitía por Radio Nacional del Perú primero el “Boletín Cultural de la Semana” y luego el Boletín Cultura, diario Fue de las primeras mujeres en enrolarse para atender la distribución del vaso de leche en los colegios.
Adela sufría de un enfisema pulmonar, producto de las dos cajetillas de cigarrillos “Inca” que fumaba a diario. Eso le impidió estar presente en la vida cultural de Lima, sin embargo ella se dio maña para allegar la cultura a su mesa. Cada día el almuerzo en su casa se hacía más interesante pues siempre se encontraba allí a Magda Portal, Catalina Recavarren, Carmen Luz Bejarano, Emilio Adolfo Westphalen, Ernesto More, Ana María Portugal y muchos otros.
Adela ha dejado una basta obra poética, incluso poesía infantil, cuentos, obras de teatro inconclusas. Esta obra, esta actualmente en recopilación para ser editada. Adela Montesinos no amaneció el 2 de ebril de 1976, su espíritu sigue con nosotros.
SEÑOR DE WARI
ESCRIBE: LUIS ARISTA MONTOYA
El gran hallazgo arqueológico del año pasado fue la tumba
del Señor de Kuélap en Chachapoyas, perteneciente
a un gobernante de élite durante la ocupación inca del
territorio de los Sachapuyo. El hallazgo del presente año lo
acaba de dar a conocer Noé Huamán -parsimonioso e insomne
arqueólogo-, que luego de largos años de excavaciones ha
descubierto en la selva cusqueña parte importante del ajuar
funerario del Señor de Wari (o de Vilca), en el yacimiento arqueológico
inca de Espíritu Pampa, en el distrito de Vilcabamba,
perteneciente a la provincia de La Convención.
En julio del año pasado primero encontró una vasija, tres
hojas de hachas de cobre y 17 piezas de plata. Estos vestigios
aguzaron su intuición investigadora. Luego, en octubre,
estaba ante la evidencia de que se trataba de vestigios de
la cultura militar Wari: Noé y su equipo encontraron nueve
tumbas: una principal, en la que se encontró dos dientes del
Señor de Wari, una máscara antropomorfa y un pectoral de
plata, collares, brazaletes de oro con figuras de felinos y dos
báculos de chonta forrados de plata; y otras ocho tumbas pertenecientes
a su séquito. ¿Es posible que esos báculos sean
antecesores de los varayocs incas?, planteo esta interrogante
a los investigadores.
LOS SECRETOS DE ESPÍRITU PAMPA
Misterioso
Señor de Wari
Las grandes investigaciones arqueológicas
siempre son lentas, sus resultados tardan,
pero llegan, y conmocionan, obligando a los
científicos a refutar conjeturas propias o
ajenas; los textos escolares y las guías de
turismo también deben ponerse al día.
Lunes 7 de marzo de 2011 • 7
ARQUEOLOGÍA
IMPERIO WARI
La tumba dataría del año mil de nuestra era. Hasta antes de
este hallazgo, los científicos estimaban que el Imperio Wari solo
se había extendido hacia la selva no más allá del actual territorio
de Ayacucho (epicentro y cruce de caminos); y que Vilcabamba
fue el refugio de incas rebeldes contra el poder español; y que
según la Instrucción de Tito Cussi Yupanqui, Vilcabamba habría
sido identificada en el caserío de Espíritu Pampa. Ahora esta
hipótesis queda falseada.
El Imperio Wari se extendió hacia el sur andino hasta Arequipa
e Ilo (cultura Chiribaya), hacia Lima (Pachacámac; Pucllana,
aquí se encontró en 2008 un fardo funerario de "La Dama de la
máscara") y hacia el norte (Lambayeque, Cajamarca, y Choctamal
en Chachapoyas).
Fue producto de una síntesis de tres culturas locales: la cultura
Huarpa (Ayacucho), Nazca (costa sur) y Tiawanaco (altiplano
Perú-Bolivia); se desarrolló entre los 700 a 1,200 años d.C.;
esas influencias culturales están presentes en su arquitectura,
escultura, cerámica (fina y polícroma) y textiles. Característica
del culto a sus muertos fue construir tumbas como parte de la
arquitectura de sus ciudades, para preservar la memoria de sus
dignatarios. Junto a los centros administrativos y de vivienda de
los uspa qoto y capillayoq estaban los cheqowasi, especie de
cajas de piedras labradas, tipo mausoleos con varias cámaras
subterráneas. Lo encontrado por Huamán no es pues un entierro
de paso. Espíritu Pampa era ámbito territorial Wari: está a 250
km de Pikillacta, anterior límite de ese territorio.
¿Cuánto territorio inca fue ocupado por los wari? ¿Ocuparon
Cusco, Machu Picchu? Este hallazgo podría demostrar que las
relaciones que pudo haber entre las fronteras wari y otras culturas
locales no eran seguras. Y desmitificará en parte al poder inca.
LA CAPITAL WARI
La ciudad capital Wari y Viñaque, que se encuentra cerca de
la Pampa de la Quinua (donde ocurrió la Batalla de Ayacucho en
1824), fue uno de los centros clásicos del urbanismo andino; su
zona central era de cerca de 400 hectáreas, con monumentales
construcciones que "evidencian el empleo de mano de obra
masiva", dice Pablo Macera (en este artículo sigo sus textos);
controlando una periferia de 1,600 hectáreas (posiblemente
para 100 mil residentes). Julio C. Tello, en 1942 fue el primero
en estudiarla; luego vendrían los de Luis Guillermo Lumbreras
y otros más.
CADÁVER DESCABEZADO
Allí el edificio dominante fue el gran Templo Wari (10,000 m2)
con paredes rojas y blancas, y con cheqowasis donde enterraban
cadáveres descabezados (quizá por eso es que solo se han
encontrado algunos dientes del Señor de Wari), una costumbre
funeraria que proviene de la cultura Chavín (ejemplo: las Mujeres
Descabezadas del Templo Wiqchana).
La gran planificación urbana, su visión militar y dominante fue
lo que más caracterizó a Wari. Durante su etapa expansionista
crearon Centros Urbanos para mejor administrar y controlar
territorios, como lo hicieron los míticos Incas. Es posible que
Espíritu Pampa haya sido uno de esos centros urbanos y la sede
selvática de Wari y cerca del Cusco, y no Pikillacta como conjeturaban
algunos arqueólogos. Su diseño urbanista comprendía
plazas, canchones, corredores, casas cuadradas y rectangulares,
galerías estrechas, patios abiertos, cámaras funerarias y templos
subterráneos; acueductos y canales subterráneos; y barrios
artesanales de tejedores, escultores, alfareros (ancestros de los
actuales artesanos huamanguinos).
EL DIOS VIROLO
Wari contó con una extendida y eficaz red de caminos
que le permitía obtener información adecuada para la toma de
decisiones. "Muchos de los caminos atribuidos a los Incas son
en realidad caminos Wari, rehabilitados después por el Cusco"
(Macera) (¿Algunos de los caminos inca de acceso a la ciudadela
de Machu Picchu pueden ser antiguos caminos wari, usados para
asediarla y administrarla?, pregunto nomás); y por ese tiempo
empezó a difundirse el quechua por el Perú. "Es posible también
que en esa época Wari se iniciara el uso de los Quipus". Todas
las sociedades andinas acarrean la impronta wari-tiawanaco; y
"que en muchos aspectos, no siempre muy visibles, todos los
peruanos tenemos algo de Chavín, o de Wari o de Inca", porque
somos portadores de varias identidades que jamás se sintetizarán
en una sola, como sueñan ciertos utopistas ontológicos de la
identidad peruana.
El "Dios Bizco" wari podría ser el símbolo de ese gran poder
administrativo. Sus ojos virolos (bizcos) expresan las dos fases
de la luna: la creciente (representa a plantas cuyos frutos crecen
encima del suelo, como el maíz) y la menguante (tiene que ver
con los tubérculos, como la papa). "Así podríamos decir que el
Dios Wari tiene un ojo de maíz y un ojo de papa. Un ojo Chavín
y un ojo Cusco". Dios con mirada torva que controlaba.
En el caserío de Espíritu Pampa debe construirse un museo
de sitio para albergar estos hallazgos y seguir investigando,
abriríamos un nuevo destino turístico, para desarrollar la zona
y descongestionar la afluencia de turistas a Cusco y Machu
Picchu.
El gran hallazgo arqueológico del año pasado fue la tumba
del Señor de Kuélap en Chachapoyas, perteneciente
a un gobernante de élite durante la ocupación inca del
territorio de los Sachapuyo. El hallazgo del presente año lo
acaba de dar a conocer Noé Huamán -parsimonioso e insomne
arqueólogo-, que luego de largos años de excavaciones ha
descubierto en la selva cusqueña parte importante del ajuar
funerario del Señor de Wari (o de Vilca), en el yacimiento arqueológico
inca de Espíritu Pampa, en el distrito de Vilcabamba,
perteneciente a la provincia de La Convención.
En julio del año pasado primero encontró una vasija, tres
hojas de hachas de cobre y 17 piezas de plata. Estos vestigios
aguzaron su intuición investigadora. Luego, en octubre,
estaba ante la evidencia de que se trataba de vestigios de
la cultura militar Wari: Noé y su equipo encontraron nueve
tumbas: una principal, en la que se encontró dos dientes del
Señor de Wari, una máscara antropomorfa y un pectoral de
plata, collares, brazaletes de oro con figuras de felinos y dos
báculos de chonta forrados de plata; y otras ocho tumbas pertenecientes
a su séquito. ¿Es posible que esos báculos sean
antecesores de los varayocs incas?, planteo esta interrogante
a los investigadores.
LOS SECRETOS DE ESPÍRITU PAMPA
Misterioso
Señor de Wari
Las grandes investigaciones arqueológicas
siempre son lentas, sus resultados tardan,
pero llegan, y conmocionan, obligando a los
científicos a refutar conjeturas propias o
ajenas; los textos escolares y las guías de
turismo también deben ponerse al día.
Lunes 7 de marzo de 2011 • 7
ARQUEOLOGÍA
IMPERIO WARI
La tumba dataría del año mil de nuestra era. Hasta antes de
este hallazgo, los científicos estimaban que el Imperio Wari solo
se había extendido hacia la selva no más allá del actual territorio
de Ayacucho (epicentro y cruce de caminos); y que Vilcabamba
fue el refugio de incas rebeldes contra el poder español; y que
según la Instrucción de Tito Cussi Yupanqui, Vilcabamba habría
sido identificada en el caserío de Espíritu Pampa. Ahora esta
hipótesis queda falseada.
El Imperio Wari se extendió hacia el sur andino hasta Arequipa
e Ilo (cultura Chiribaya), hacia Lima (Pachacámac; Pucllana,
aquí se encontró en 2008 un fardo funerario de "La Dama de la
máscara") y hacia el norte (Lambayeque, Cajamarca, y Choctamal
en Chachapoyas).
Fue producto de una síntesis de tres culturas locales: la cultura
Huarpa (Ayacucho), Nazca (costa sur) y Tiawanaco (altiplano
Perú-Bolivia); se desarrolló entre los 700 a 1,200 años d.C.;
esas influencias culturales están presentes en su arquitectura,
escultura, cerámica (fina y polícroma) y textiles. Característica
del culto a sus muertos fue construir tumbas como parte de la
arquitectura de sus ciudades, para preservar la memoria de sus
dignatarios. Junto a los centros administrativos y de vivienda de
los uspa qoto y capillayoq estaban los cheqowasi, especie de
cajas de piedras labradas, tipo mausoleos con varias cámaras
subterráneas. Lo encontrado por Huamán no es pues un entierro
de paso. Espíritu Pampa era ámbito territorial Wari: está a 250
km de Pikillacta, anterior límite de ese territorio.
¿Cuánto territorio inca fue ocupado por los wari? ¿Ocuparon
Cusco, Machu Picchu? Este hallazgo podría demostrar que las
relaciones que pudo haber entre las fronteras wari y otras culturas
locales no eran seguras. Y desmitificará en parte al poder inca.
LA CAPITAL WARI
La ciudad capital Wari y Viñaque, que se encuentra cerca de
la Pampa de la Quinua (donde ocurrió la Batalla de Ayacucho en
1824), fue uno de los centros clásicos del urbanismo andino; su
zona central era de cerca de 400 hectáreas, con monumentales
construcciones que "evidencian el empleo de mano de obra
masiva", dice Pablo Macera (en este artículo sigo sus textos);
controlando una periferia de 1,600 hectáreas (posiblemente
para 100 mil residentes). Julio C. Tello, en 1942 fue el primero
en estudiarla; luego vendrían los de Luis Guillermo Lumbreras
y otros más.
CADÁVER DESCABEZADO
Allí el edificio dominante fue el gran Templo Wari (10,000 m2)
con paredes rojas y blancas, y con cheqowasis donde enterraban
cadáveres descabezados (quizá por eso es que solo se han
encontrado algunos dientes del Señor de Wari), una costumbre
funeraria que proviene de la cultura Chavín (ejemplo: las Mujeres
Descabezadas del Templo Wiqchana).
La gran planificación urbana, su visión militar y dominante fue
lo que más caracterizó a Wari. Durante su etapa expansionista
crearon Centros Urbanos para mejor administrar y controlar
territorios, como lo hicieron los míticos Incas. Es posible que
Espíritu Pampa haya sido uno de esos centros urbanos y la sede
selvática de Wari y cerca del Cusco, y no Pikillacta como conjeturaban
algunos arqueólogos. Su diseño urbanista comprendía
plazas, canchones, corredores, casas cuadradas y rectangulares,
galerías estrechas, patios abiertos, cámaras funerarias y templos
subterráneos; acueductos y canales subterráneos; y barrios
artesanales de tejedores, escultores, alfareros (ancestros de los
actuales artesanos huamanguinos).
EL DIOS VIROLO
Wari contó con una extendida y eficaz red de caminos
que le permitía obtener información adecuada para la toma de
decisiones. "Muchos de los caminos atribuidos a los Incas son
en realidad caminos Wari, rehabilitados después por el Cusco"
(Macera) (¿Algunos de los caminos inca de acceso a la ciudadela
de Machu Picchu pueden ser antiguos caminos wari, usados para
asediarla y administrarla?, pregunto nomás); y por ese tiempo
empezó a difundirse el quechua por el Perú. "Es posible también
que en esa época Wari se iniciara el uso de los Quipus". Todas
las sociedades andinas acarrean la impronta wari-tiawanaco; y
"que en muchos aspectos, no siempre muy visibles, todos los
peruanos tenemos algo de Chavín, o de Wari o de Inca", porque
somos portadores de varias identidades que jamás se sintetizarán
en una sola, como sueñan ciertos utopistas ontológicos de la
identidad peruana.
El "Dios Bizco" wari podría ser el símbolo de ese gran poder
administrativo. Sus ojos virolos (bizcos) expresan las dos fases
de la luna: la creciente (representa a plantas cuyos frutos crecen
encima del suelo, como el maíz) y la menguante (tiene que ver
con los tubérculos, como la papa). "Así podríamos decir que el
Dios Wari tiene un ojo de maíz y un ojo de papa. Un ojo Chavín
y un ojo Cusco". Dios con mirada torva que controlaba.
En el caserío de Espíritu Pampa debe construirse un museo
de sitio para albergar estos hallazgos y seguir investigando,
abriríamos un nuevo destino turístico, para desarrollar la zona
y descongestionar la afluencia de turistas a Cusco y Machu
Picchu.
ARGUEDAS CANTUTA
ESCRIBE: JOSÉ VADILLO VILA
FOTO: VIDAL TARQUI PALOMINO
¿Por qué José María Arguedas dejó con la mano
en el aire a Jorge Basadre? ¿Por qué este entendió
el desaire y fue a disculparse con Arguedas,
diciendo que cuando fue ministro se equivocó con el
tema de La Cantuta?
Un machote que lleva por título Arguedas en La
Cantuta, es la creación del profesor Raúl Jurado Párraga.
Ahí están algunas de las respuestas.
Ese conjunto de hojas anilladas, resume el trabajo al
que le ha dedicado el catedrático los tiempos libres de
los pasados tres años que le deja su labor docente. Así,
ha investigado la relación entre José María Arguedas y
la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán
y Valle (UNE), La Cantuta.
Para Jurado Párraga, quien también dirige la revista
Sol de Ciegos, tanto la relación del autor con la UNE como
con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos no
han sido exploradas debidamente.
Ha buceado en los archivos para conocer más la relación
entre el sujeto y el docente Arguedas. Dice que la relación
del escritor andahuaylino con la famosa universidad de la
sierra de Lima se remonta a los años cuando La Cantuta
quedaba en Lima, se llamaba Instituto Superior de Varones,
y funcionaba en el colegio Fanning, en Jesús María.
AÑOS DE ENSEÑANZA
Al poco tiempo de licenciarse en Literatura por la universidad
de San Marcos, el escritor se fue a trabajar al
colegio Mateo Pumacahua, de Sicuani, Cusco, donde
enseñó los cursos de Castellano y Geografía, entre
1939 y 1941.
SU PASO POR LA UNIVERSIDAD LA CANTUTA
El Arguedas
olvidado
Casi todas las áreas
de la vida de José
María Arguedas,
desde su personalidad
depresiva hasta
el legado de sus
trabajos literarios
han sido estudiadas
a plenitud. Un
investigador escarba
el paso del autor por
la Universidad de La
Cantuta y recuerda al
Arguedas educador.
ESCRITOR.
José María
Arguedas vivió
dos etapas en
La Cantuta.
Primero como
profesor de
quechua y
luego como
docente de
Castellano.
PERSONAJE
Lunes 25 de abril de 2011 13
Para el profesor Julio Yovera Ballena, el protagonista
Rendón Willka, de la novela Todas las sangres (1964),
igual que el de Paco Yunque (1931), de César Vallejo,
son personajes producto de la sociedad compleja y la
diversidad étnica en el Perú.
Explica que Willka encarna el trauma de la asimilación,
el alumno indígena insultado por los otros niños, mestizos
y blancos, y ante los cuales no puede defenderse ("la
boca del indio no puede", le grita a Rendón, uno de los
intérpretes, cuando este habla mal el castellano).
Pero hay un detonante más importante para el personaje
de Todas las sangres, dice Yovera, y es la relación
del escritor con los alumnos. Para Yovera es en este lugar
donde desarrolla su didáctica en la capacidad de comunicarse
con los demás, "una enseñanza de comunicación
no vertical sino como actividad de diálogo e integración:
Willka y Yunque nos invitan a no permanecer con los
brazos cruzados", opina.
PERSONAJE DEL MUNDO EDUCATIVO
Después de esa experiencia, el narrador vino a Lima
y fue docente en el colegio Guadalupe entre 1945 y 1948.
Cuenta Jurado que, tanto sus años por este centro de
estudios como los del año siguiente, cuando enseñó
en el colegio Alfonso Ugarte, son "pasos invisibles",
porque no queda registro de ello.
Entre 1949 y 1953, José María enseñó Quechua
en la universidad de San Marcos. Es en 1951 y 1952,
que Arguedas inicia su relación con La Cantuta, que se
denominaba Instituto Pedagógico Nacional de Varones
(el que, junto al Pedagógico de Mujeres, se trasladarían
a la Escuela Normal Central, que sería La Cantuta).
Ahí, José María enseña por horas los cursos de
Quechua y El Perú y sus problemas culturales, invitado
por el filósofo y educador Walter Peñaloza Ramella,
quien conocía a José María desde los tiempos de estudiante
en San Marcos y luego frecuentaron juntos la
peña Pancho Fierro.
UN APORTE EN LAS SOMBRAS
Después, José María vuelve a La Cantuta, ya movilizada
a su sede en Chosica, entre 1956 y 1959. A la vez enseña
en San Marcos entre 1958 y 1959, y en 1962 es
nombrado profesor en la universidad La Molina.
"Junto a maestros como Luis Jaime Cisneros, Arguedas
aportó a la renovación de la enseñanza del
castellano también desde el colegio experimental que
había en La Cantuta. Hay un 'fantasma pedagógico', un
libro que necesitamos buscar para ver si es real, que se
dice escribieron a partir de esas experiencias Arguedas,
Cisneros y otros", cuenta Jurado.
El principal problema para su investigación es que,
a diferencia de lo que sucede en la universidad Agraria,
en La Cantuta no hay archivos de los documentos "de
ida y vuelta", y registros de notas. Probablemente en
el traslado de una sede a otra, cree, se perdieron o se
quemaron muchos de ellos.
"Creo que por lo menos los documentos de los
nombres importantes deberían de mantener las universidades
y los colegios. El caso de La Molina es muy
distinto. Sí hay un buen registro de los memos y de
las notas, hasta cuando se suicida en 1969; se sabe
de lo irregular que es su estancia porque siempre está
viajando por salud o trabajo, y se conoce, en las cartas
personales publicadas, de su malestar cuando no le
quieren dar permiso".
A la ausencia de documentos se suma que no todos
"los viejitos" que dicen que fueron discípulos de Arguedas,
realmente lo fueron. Para eso se necesita rastrear
las actas de alumnos, que muchas veces también se
han perdido. "En el caso del colegio Guadalupe, por
ejemplo, se conoce por alumnos que hablan sobre su
maestro, pero son impresiones a la distancia".
ANÉCDOTA CON BASADRE
"Creo que más que laboral, la cercanía con La Cantuta fue
muy amical, de compromiso", opina Jurado. "Arguedas
fue profesor de La Cantuta por horas (lo cual era la forma
común en que trabajaban los maestros en esa época),
pero venía mucho a la casa del poeta Manuel Moreno
Jimeno (1913-1993), aquí en la universidad, donde
escribió parte de sus obras", cuenta Jurado.
Y el compromiso de Arguedas con el profesorado de
La Cantuta se resume en el encontronazo que tuvo con
Jorge Basadre. En una reunión, a inicios de la década
de mil novecientos sesenta, Arguedas dejó con la mano
en el aire al historiador.
El autor de Perú, problema y posibilidad, lejos de
molestarse, se acercó a José María y le pidió disculpas,
porque fue durante sus años como ministro de Educación
de Manuel Prado, entre 1956 y 1958, que a la
Escuela Normal Central (Cantuta) se le quitó el rango
universitario y la autonomía, a través de una norma
aprobada en esa época.
APORTE OLVIDADO
El doctor Walter Peñaloza Ramella, en un texto titulado
José María Arguedas en mi recuerdo, recordó que
recién en la Reforma Educativa de 1972 se tomó en
consideración para el curso de Lenguaje el método
educativo de hablar, leer y escribir, "dedicando tres
de las cuatro horas del curso a la práctica de la
lectura en clase, la elocución oral y la redacción,
y solo una hora de nociones gramaticales básicas".
Sin embargo, dice el propio Peñaloza, este método
novedoso había sido aplicado ya treinta años atrás
por el ministro Oliveira, a sugerencia de José María
Arguedas,
FOTO: VIDAL TARQUI PALOMINO
¿Por qué José María Arguedas dejó con la mano
en el aire a Jorge Basadre? ¿Por qué este entendió
el desaire y fue a disculparse con Arguedas,
diciendo que cuando fue ministro se equivocó con el
tema de La Cantuta?
Un machote que lleva por título Arguedas en La
Cantuta, es la creación del profesor Raúl Jurado Párraga.
Ahí están algunas de las respuestas.
Ese conjunto de hojas anilladas, resume el trabajo al
que le ha dedicado el catedrático los tiempos libres de
los pasados tres años que le deja su labor docente. Así,
ha investigado la relación entre José María Arguedas y
la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán
y Valle (UNE), La Cantuta.
Para Jurado Párraga, quien también dirige la revista
Sol de Ciegos, tanto la relación del autor con la UNE como
con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos no
han sido exploradas debidamente.
Ha buceado en los archivos para conocer más la relación
entre el sujeto y el docente Arguedas. Dice que la relación
del escritor andahuaylino con la famosa universidad de la
sierra de Lima se remonta a los años cuando La Cantuta
quedaba en Lima, se llamaba Instituto Superior de Varones,
y funcionaba en el colegio Fanning, en Jesús María.
AÑOS DE ENSEÑANZA
Al poco tiempo de licenciarse en Literatura por la universidad
de San Marcos, el escritor se fue a trabajar al
colegio Mateo Pumacahua, de Sicuani, Cusco, donde
enseñó los cursos de Castellano y Geografía, entre
1939 y 1941.
SU PASO POR LA UNIVERSIDAD LA CANTUTA
El Arguedas
olvidado
Casi todas las áreas
de la vida de José
María Arguedas,
desde su personalidad
depresiva hasta
el legado de sus
trabajos literarios
han sido estudiadas
a plenitud. Un
investigador escarba
el paso del autor por
la Universidad de La
Cantuta y recuerda al
Arguedas educador.
ESCRITOR.
José María
Arguedas vivió
dos etapas en
La Cantuta.
Primero como
profesor de
quechua y
luego como
docente de
Castellano.
PERSONAJE
Lunes 25 de abril de 2011 13
Para el profesor Julio Yovera Ballena, el protagonista
Rendón Willka, de la novela Todas las sangres (1964),
igual que el de Paco Yunque (1931), de César Vallejo,
son personajes producto de la sociedad compleja y la
diversidad étnica en el Perú.
Explica que Willka encarna el trauma de la asimilación,
el alumno indígena insultado por los otros niños, mestizos
y blancos, y ante los cuales no puede defenderse ("la
boca del indio no puede", le grita a Rendón, uno de los
intérpretes, cuando este habla mal el castellano).
Pero hay un detonante más importante para el personaje
de Todas las sangres, dice Yovera, y es la relación
del escritor con los alumnos. Para Yovera es en este lugar
donde desarrolla su didáctica en la capacidad de comunicarse
con los demás, "una enseñanza de comunicación
no vertical sino como actividad de diálogo e integración:
Willka y Yunque nos invitan a no permanecer con los
brazos cruzados", opina.
PERSONAJE DEL MUNDO EDUCATIVO
Después de esa experiencia, el narrador vino a Lima
y fue docente en el colegio Guadalupe entre 1945 y 1948.
Cuenta Jurado que, tanto sus años por este centro de
estudios como los del año siguiente, cuando enseñó
en el colegio Alfonso Ugarte, son "pasos invisibles",
porque no queda registro de ello.
Entre 1949 y 1953, José María enseñó Quechua
en la universidad de San Marcos. Es en 1951 y 1952,
que Arguedas inicia su relación con La Cantuta, que se
denominaba Instituto Pedagógico Nacional de Varones
(el que, junto al Pedagógico de Mujeres, se trasladarían
a la Escuela Normal Central, que sería La Cantuta).
Ahí, José María enseña por horas los cursos de
Quechua y El Perú y sus problemas culturales, invitado
por el filósofo y educador Walter Peñaloza Ramella,
quien conocía a José María desde los tiempos de estudiante
en San Marcos y luego frecuentaron juntos la
peña Pancho Fierro.
UN APORTE EN LAS SOMBRAS
Después, José María vuelve a La Cantuta, ya movilizada
a su sede en Chosica, entre 1956 y 1959. A la vez enseña
en San Marcos entre 1958 y 1959, y en 1962 es
nombrado profesor en la universidad La Molina.
"Junto a maestros como Luis Jaime Cisneros, Arguedas
aportó a la renovación de la enseñanza del
castellano también desde el colegio experimental que
había en La Cantuta. Hay un 'fantasma pedagógico', un
libro que necesitamos buscar para ver si es real, que se
dice escribieron a partir de esas experiencias Arguedas,
Cisneros y otros", cuenta Jurado.
El principal problema para su investigación es que,
a diferencia de lo que sucede en la universidad Agraria,
en La Cantuta no hay archivos de los documentos "de
ida y vuelta", y registros de notas. Probablemente en
el traslado de una sede a otra, cree, se perdieron o se
quemaron muchos de ellos.
"Creo que por lo menos los documentos de los
nombres importantes deberían de mantener las universidades
y los colegios. El caso de La Molina es muy
distinto. Sí hay un buen registro de los memos y de
las notas, hasta cuando se suicida en 1969; se sabe
de lo irregular que es su estancia porque siempre está
viajando por salud o trabajo, y se conoce, en las cartas
personales publicadas, de su malestar cuando no le
quieren dar permiso".
A la ausencia de documentos se suma que no todos
"los viejitos" que dicen que fueron discípulos de Arguedas,
realmente lo fueron. Para eso se necesita rastrear
las actas de alumnos, que muchas veces también se
han perdido. "En el caso del colegio Guadalupe, por
ejemplo, se conoce por alumnos que hablan sobre su
maestro, pero son impresiones a la distancia".
ANÉCDOTA CON BASADRE
"Creo que más que laboral, la cercanía con La Cantuta fue
muy amical, de compromiso", opina Jurado. "Arguedas
fue profesor de La Cantuta por horas (lo cual era la forma
común en que trabajaban los maestros en esa época),
pero venía mucho a la casa del poeta Manuel Moreno
Jimeno (1913-1993), aquí en la universidad, donde
escribió parte de sus obras", cuenta Jurado.
Y el compromiso de Arguedas con el profesorado de
La Cantuta se resume en el encontronazo que tuvo con
Jorge Basadre. En una reunión, a inicios de la década
de mil novecientos sesenta, Arguedas dejó con la mano
en el aire al historiador.
El autor de Perú, problema y posibilidad, lejos de
molestarse, se acercó a José María y le pidió disculpas,
porque fue durante sus años como ministro de Educación
de Manuel Prado, entre 1956 y 1958, que a la
Escuela Normal Central (Cantuta) se le quitó el rango
universitario y la autonomía, a través de una norma
aprobada en esa época.
APORTE OLVIDADO
El doctor Walter Peñaloza Ramella, en un texto titulado
José María Arguedas en mi recuerdo, recordó que
recién en la Reforma Educativa de 1972 se tomó en
consideración para el curso de Lenguaje el método
educativo de hablar, leer y escribir, "dedicando tres
de las cuatro horas del curso a la práctica de la
lectura en clase, la elocución oral y la redacción,
y solo una hora de nociones gramaticales básicas".
Sin embargo, dice el propio Peñaloza, este método
novedoso había sido aplicado ya treinta años atrás
por el ministro Oliveira, a sugerencia de José María
Arguedas,
LUIS E
ESCRIBE: JESÚS RAYMUNDO TAIPE
Los tiempos han cambiado en el país. Gracias al indigenismo,
los pueblos andinos y sus culturas participan en
la vida nacional y ya no se piensa, como antaño, que el
indio o el cholo son razas degeneradas. Hoy, los intelectuales,
los políticos y la sociedad urbana le prestan mayor atención a
este segmento de la población nacional que había sido relegado
por mucho tiempo.
MUNDOS OPUESTOS
A inicios del siglo pasado no existía en el país una corriente de pensamiento
que rescatara los valores del indio y nadie se preocupaba
por defenderlo. Luis Eduardo Valcárcel, figura emblemática de la
escuela indigenista cusqueña, cuenta en Memorias, que tuvieron
que luchar contra el prejuicio generalizado sobre la inferioridad del
indio y la fatalidad de su condición. "Hubo que batallar firmemente
para abrirse paso en ambiente tan adverso".
La vida en las comunidades indígenas era paupérrima,
incluso peor que en la época de la Colonia. Los indios pagaban
tributos en las haciendas y prestaban servicios en las casas de
los patronos. Los peones de los campos eran castigados cuando
incumplían órdenes o robaban un producto, y los sirvientes de la
REIVINDICACIÓN EN LOS ANDES
Tiempo de cambios
El indigenismo es el
acontecimiento cultural
más importante de la
historia republicana.
Sus aportes han
sido acogidos por los
intelectuales peruanos,
se proyectaron en
diversas esferas y
han influido en la
interpretación de la
realidad del Perú. Su
figura central es el
intelectual moqueguano
Luis E. Valcárcel.
Lunes 14 de marzo de 2011 • 7
APORTE
(EL INDIGENISMO) SE CONVIRTIÓ EN UNA DOCTRINA Y EN UNA
VISIÓN DEL MUNDO QUE VALORIZABA A LOS POBLADORES
INDÍGENAS COMO HEREDERA DE LA CIVILIZACIÓN INCAICA Y
RESCATABA SUS APORTES A LA CULTURA UNIVERSAL.
ciudad recibían palizas y azotes cada vez que se equivocaban.
Sin embargo, las voces de protestas eran escasas.
José Tamayo Herrera comenta, en su obra Historia del
indigenismo cuzqueño, que hasta los primeros años del siglo
pasado el indio era visto sin ninguna dignidad ni importancia. "Era
considerado como el residuo de una raza que había degenerado
y para la cual no se veía ninguna esperanza de redención o
mejoramiento. La explotación del indio era considerada como
necesaria, natural e inevitable".
El surgimiento de la corriente indigenista cusqueña fue estimulada
por dos grandes coyunturas. El primero fue el incremento
de las demandas regionalistas y anticentralistas en el sur del Perú.
La segunda fueron las reformas y las innovaciones en el interior
de los círculos y las instituciones académicas, en las que se
introdujeron el positivismo y el evolucionismo spenceriano. Influyó
también el aumento de los medios de difusión cultural.
TEMPESTAD EN EL SUR
La primera huelga universitaria del Sudamérica se realizó en el
Cusco el 7 de mayo de 1909. Fue el inicio del gran cambio. Un
grupo de estudiantes de la Universidad Nacional San Antonio Abad
del Cusco buscaba transformar las estructuras de la enseñanza.
Después editaron el boletín La Sierra, donde participaron Luis E.
Valcárcel y otros jóvenes intelectuales que formaron la Escuela
Cusqueña, que puso al indigenismo en el centro del debate
político e ideológico del país.
Valcárcel recuerda que al reabrirse la universidad la difusión
del indigenismo fue más amplia. "Paulatinamente dejó de ser
simplemente la defensa de las comunidades y la denuncia
de los ataques que sufrían por parte de los gamonales o de
las autoridades". Se convirtió en una doctrina y en una visión
del mundo que valorizaba a los pobladores indígenas como
heredera de la civilización incaica y rescataba sus aportes a la
cultura universal.
Su figura es central en la historia del indigenismo en el Perú.
Su nombre figura en todos los estudios y ensayos que se han
redactado sobre el tema. A los 16 años colaboraba con artículos
literarios y ensayos históricos en El Sol y El Comercio de Cusco.
En 1917 fue catedrático de historia de la universidad donde
estudió y en 1920 asumió la dirección del Museo Arqueológico.
En 1930 cambió de residencia, al ser nombrado director del
Museo Bolivariano, en Lima.
En su juventud se indignó ante el maltrato que recibían
los indígenas y el abandono en la que vivían. Karina Pacheco
Medrano, autora de Incas, indios y fiestas, lo califica como un
"indigenista radical, beligerante y no pocas veces panfletario".
Una muestra de esta etapa es Tempestad en los Andes, en que
auguraba que un día alumbrará el Sol de Sangre (Yawar Inti) y
las aguas se teñirán de rojo, porque sangra el dolor del pueblo,
entonces surgirá la venganza.
En la obra plantea drásticamente un antilimeñismo y reclama
para los cusqueños la predominancia en la conducción del país.
"El Cuzco y Lima son, por la naturaleza de las cosas, dos focos
opuestos de la nacionalidad. El Cuzco representa la cultura madre,
la herencia de los Inkas milenarios. Lima es el anhelo de adaptación
a la cultura europea. Y es que el Cuzco preexistía cuando llegó
el Conquistador y Lima fue creada por él, ex nihilo".
MIRADA TELÚRICA
El paso del tiempo y el cambio de residencia influyeron
en Valcárcel, quien no solo moderó su tono radical, sino
también amplió y enriqueció sus análisis históricos con sus
estudios de la cultura andina. Javier Ávila Molero afirma en
No hay país más diverso que Valcárcel concebía al Perú
casi como dos países diferentes y antagónicos. En la costa
se ubicaba el moderno e histórico, y en la sierra florecía el
indio y natural.
En un contexto en que un grupo de intelectuales asociaba lo
esplendoroso con los incas y lo despreciable con los indígenas,
insistió en la continuidad entre el pasado inca y el presente
indio. Para el investigador indigenista, los cursos de Historia
del Perú se caracterizaban por una visión que enfatizaba los
acontecimientos políticos y militares. Por eso apostó por un
cambio en el enfoque, que se basó en la perspectiva etnológica
para estudiar el pasado.
En Lima, desde que hace un siglo se encendió el debate
en torno a la esencia del Perú, si es nación o país, se ha
avanzado en el reconocimiento de las diferentes tradiciones
culturales que construyen su historia. Hoy, la postura de los
intelectuales conocidos como "la generación del 900", que
defendían la ruptura entre el pasado incaico y el presente
indígena, carece de sentido en el imaginario nacional.
LA GRANDEZA DEL INTELECTUAL
Luis E. por dentro
ESCRIBE: JOSÉ VADILLO VILA
EPÍGRAFE
El Perú es indio y lo será mientras haya cuatro millones
de hombres que así lo sientan, y mientras haya una
brizna de ambiente andino, saturado de las leyendas
de cien siglos.
¡El Perú es indio!
Tempestad en los Andes, Luis E. Valcárcel.
1Tal vez siguiendo a su padre, que firmaba como Domingo
L., lo de Eduardo lo redujo a una simple E secundada
por un punto. Y pasó con esa peculiaridad a posar para la
eternidad: Luis E. Valcárcel, antropólogo e historiador de
letra mayúscula.
Como Luis E. rubricó los documentos oficiales y también
los escritos familiares, como las partidas de sus hijos, Ana,
Frank y Margot, que llevan esa E. distintiva.
Los tres hijos de Valcárcel viven. Margot, la menor, es una
señora que ronda los 80 años de edad. En su departamento
sanisidrino, deshilvana con nosotros el recuerdo del padre
intelectual.
Sí, los Valcárcel son longevos. Don Luis falleció hace más
de dos décadas, tras la Navidad de 1987, en Lima, tenía 96 años
de edad. Salvo los últimos dos años de su vida, el historiador
siempre se mantuvo lúcido. Lo que le desmejoró, cuentan, fue
la muerte de su esposa Martha, con quien estuvo casado por
más de 60 años, desde que él tenía 23 años y ella, 16.
"Ella siempre estuvo a su lado, aunque no viajaba con
él", comenta Margot, quien se convirtió en el brazo derecho
del padre porque Ada, la mayor, se casó muy joven, y Frank
Por más de medio
siglo XX, Luis E.
Valcárcel fue uno de
los intelectuales más
respetados del país.
Puso el tema del indio
en la agenda del país.
Ahora se celebran 120
años de su nacimiento.
8 • VARIEDADES
PERFIL
viajó a Estados Unidos, de donde volvería solo muchos años
más tarde.
Margot había aprendido con los peones de la hacienda
familiar cusqueña el quechua de los indígenas y en el colegio,
el francés y el inglés, y acompañó a su padre a sus viajes, o
cuando fue profesor en la universidad de Cornell, en Harvard,
en Columbia e inclusive dictó un curso en Bonn, Alemania.
La señora Valcárcel se ríe porque ella, la hija del famoso
defensor del indigenismo, paradójicamente se casó con un
español. Y su padre había escrito en su famoso Tempestad
en los Andes (1927): "Nuestra historia es la tragedia de esta
lucha. El hombre de ultramar y el aborigen, en este duelo
gigantesco, no cejan en su empeño de afirmar su ser, sin
doblegarse a la fatalidad del sino."
En cambio, Martha, la esposa, era muy casera. Prefería
la hacienda en el Cusco (el único recuerdo de esa hacienda
es una cruz que doña Margot tiene en su sala). Y cuando
Luis E. fue llamado para que dirija el Museo Bolivariano y
dicte cátedra en la universidad de San Marcos, y la familia
HAY IMÁGENES DE
VALCÁRCEL EN MACHU
PICCHU, CIUDADELA QUE
VISITÓ INNUMERABLES
VECES, PARA
ESTUDIARLA Y DIFUNDIR
LA CULTURA INCAICA.
SI BIEN EL EXPLORADOR
GRINGO HIRAM BINGHAM
PUBLICÓ LIBROS SOBRE
MACHU PICCHU,
EL DE VALCÁRCEL FUE
EL PRIMER ESTUDIO DE
UN PERUANO Y SUS
APORTES HASTA AHORA
CONTINÚAN...
se mudó al limeño distrito de Miraflores, la esposa siempre
prefirió quedarse dirigiendo la casa.
2"¿Sabe usted que mi padre se batió a duelo?", me pregunta
risueña la señora Margot. Y no puedo imaginarme al intelectual
en medio de un duelo con espadas. Sí, Valcárcel se
batió a duelo en su juventud con un tío lejano. Debió ser por
un asunto de damas, que solo entienden los caballeros. Claro,
al maestro no le gustaba mucho que se hable de ese episodio
de su juventud, pero las anécdotas en su vida lo siguieron, a
pesar de su reserva.
Valcárcel, para lograr la prolijidad –escribió alrededor
de 30 libros, además de innumerables artículos en diversos
diarios–, tuvo un horario para cada cosa. Inclusive de anciano:
los domingos eran familiares, y llevaba a sus nietos a cortarles
el cabello en el jirón de la Unión, me dice Fernando Brugué,
el menor de los ocho nietos, quien ha retornado al Perú para
celebrar a lo grande los 120 años del natalicio de su abuelo.
Siempre que no estaba de viaje o dictaba clases, Luis E.
Valcárcel desayunaba a la misma hora y luego trabajaba en
su estudio por unas horas, sin encerrarse, solo pidiendo que
en casa no haya mucho ruido.
"Era callado, tranquilo y pacífico aún en los peores momentos,
pero al mismo tiempo siempre estaba pensando", lo
recuerda doña Margot. Evoca la casa en Miraflores donde
cada domingo por la tarde el maestro Valcárcel recibía a los
universitarios sanmarquinos que le requerían. Como era muy
correcto y trataba a todos con respeto, venía también mucha
gente a pedirle consejos.
3 Valcárcel decía que era un hombre que había vivido tres
siglos: había nacido en el siglo XIX, vivió todo el siglo XX
y se proyectaba al siglo XXI.
Y su archivo va con el tamaño de su obra. Más de 35
mil documentos que la familia ha puesto bajo custodia en la
Biblioteca Nacional de San Borja. Con ellas están ocho mil
imágenes, consideradas la colección fotográfica antropológica
más importante del país, con imágenes de Chambi, Loayza
y otros.
Hay imágenes de Valcárcel en Machu Picchu, ciudadela
que visitó innumerables veces, para estudiarla y difundir la
cultura incaica. Si bien el explorador gringo Hiram Bingham
publicó libros sobre Machu Picchu, el de Valcárcel fue el primer
estudio de un peruano y sus aportes hasta ahora continúan:
tanto su carácter mágico-religioso como la teoría que fue
construida por Pachacútec.
4Cusco fue una palabra sagrada para este intelectual moqueguano.
Ahí aprendió algunas palabras en quechua,
lo acercó a la realidad de los indígenas y aprendió de las
grandezas de la cultura andina milenaria.
El destino le dio muchos nexos familiares e intelectuales
con la urbe incaica. Su esposa y sus tres hijos nacieron en el
Cusco; con José Uriel García y Félix Cossío formó el grupo
Resurgimiento, que levantó la ciudad pidiendo al Gobierno
Central una reforma de la universidad del Cusco, que estudie
la realidad peruana y cusqueña.
RECUERDOS
Lunes 14 de marzo de 2011 • 9
REEDICIONES
EN CAMINO
Por los 120 años del nacimiento de Valcárcel, el Fondo
Editorial del Congreso publicará Del nacionalismo
andino a la antropología peruana, una antología de
textos esenciales de Valcárcel; la editorial Bruño hará
una edición para estudiantes del ensayo Ruta cultural
del Perú (1945), en la que el intelectual analizó el nacimiento
de la palabra Perú y se adelantó en el análisis
de la gastronomía nacional. Dicho libro tuvo prólogo
de José Carlos Mariátegui y colofón de Luis Alberto
Sánchez. El Fondo de Cultura Económica publicará
en 10 países su libro Historia del Perú antiguo.
APUNTES
• Desde el viernes 4 de
marzo, la Casa de la
Literatura Peruana (Jr.
Áncash 207, Estación
de Desamparados,
Lima) presenta el
Homenaje a Luis E.
Valcárcel. La muestra
temporal, en la Sala
15, estará abierta
hasta el 5 de junio.
Ingreso libre.
• A partir del jueves
17, el cuarto piso
del Museo de la
Cultura Peruana
también presentará la
exposición temporal
denominada Luis E.
Valcárcel, un forjador
del Perú.
COMO PERIODISTA, AYUDÓ A DIFUNDIR LOS APORTES DE LA CULTURA INCAICA LOGRANDO SER
CONSIDERADO EL GRAN DIFUSOR DE LA CULTURA PERUANA EN LA DÉCADA DE 1930. VALCÁRCEL
TAMBIÉN LLEGÓ AL FRENTE DE LA DELEGACIÓN PERUANA QUE SE PRESENTÓ POR MÁS DE UN MES
EN EL TEATRO COLÓN DE BUENOS AIRES...
Fernando Brugué, nieto de Luis E., explica que en Cusco,
Valcárcel vio la llegada de la modernidad, del telégrafo, del
ferrocarril, de la electricidad, a inicios del siglo pasado. Fundó
el Instituto Histórico del Cusco para controlar el tráfico de
piezas arqueológicas, y como instructor departamental del
Cusco, defendió las zonas arqueológicas y los muros incas
de la ciudad.
Aunque llegaron a tener con los años una relación cortés,
Valcárcel tuvo entre ceja y ceja al gringo Hiram Bingham cuando
este llegó al frente de la expedición de la universidad de Yale;
Valcárcel denunció que los de Yale exploraban zonas en las que
no habían pedido permiso, y persistió para solo prestar las piezas
incas a Yale, aunque los gringos no cumplieron su palabra.
5Como periodista (fue director de El Comercio del Cusco y
corresponsal de La Prensa de Buenos Aires por 12 años,
entre otros trabajos periodísticos), ayudó a difundir los aportes
de la cultura incaica logrando ser considerado el gran difusor
de la cultura peruana en la década de 1930. Valcárcel también
llegó al frente de la delegación peruana que se presentó por
más de un mes en el teatro Colón de Buenos Aires, y luego
recorrió La Paz, Montevideo y México, dando a conocer la
cultura inca.
Parecía que había sido buena idea no hacerle caso a su
padre, que quería que fuera cura. Y haber tenido un espíritu
interdisciplinario, estudiando letras, jurisprudencia, ciencias
políticas y administrativas, le permitió fundar la etnología, que
permite estudiar a culturas ágrafas, como la peruana, con base
en una mirada que integra varias ramas del saber.
Y el grito en defensa del indio de este, el único catedrático
emérito de todos los museos del Perú, remeció hasta la lejana
Lima que solo sabía mirar a Europa. Los peruanos aprendimos
a mirar tierra adentro.
Los tiempos han cambiado en el país. Gracias al indigenismo,
los pueblos andinos y sus culturas participan en
la vida nacional y ya no se piensa, como antaño, que el
indio o el cholo son razas degeneradas. Hoy, los intelectuales,
los políticos y la sociedad urbana le prestan mayor atención a
este segmento de la población nacional que había sido relegado
por mucho tiempo.
MUNDOS OPUESTOS
A inicios del siglo pasado no existía en el país una corriente de pensamiento
que rescatara los valores del indio y nadie se preocupaba
por defenderlo. Luis Eduardo Valcárcel, figura emblemática de la
escuela indigenista cusqueña, cuenta en Memorias, que tuvieron
que luchar contra el prejuicio generalizado sobre la inferioridad del
indio y la fatalidad de su condición. "Hubo que batallar firmemente
para abrirse paso en ambiente tan adverso".
La vida en las comunidades indígenas era paupérrima,
incluso peor que en la época de la Colonia. Los indios pagaban
tributos en las haciendas y prestaban servicios en las casas de
los patronos. Los peones de los campos eran castigados cuando
incumplían órdenes o robaban un producto, y los sirvientes de la
REIVINDICACIÓN EN LOS ANDES
Tiempo de cambios
El indigenismo es el
acontecimiento cultural
más importante de la
historia republicana.
Sus aportes han
sido acogidos por los
intelectuales peruanos,
se proyectaron en
diversas esferas y
han influido en la
interpretación de la
realidad del Perú. Su
figura central es el
intelectual moqueguano
Luis E. Valcárcel.
Lunes 14 de marzo de 2011 • 7
APORTE
(EL INDIGENISMO) SE CONVIRTIÓ EN UNA DOCTRINA Y EN UNA
VISIÓN DEL MUNDO QUE VALORIZABA A LOS POBLADORES
INDÍGENAS COMO HEREDERA DE LA CIVILIZACIÓN INCAICA Y
RESCATABA SUS APORTES A LA CULTURA UNIVERSAL.
ciudad recibían palizas y azotes cada vez que se equivocaban.
Sin embargo, las voces de protestas eran escasas.
José Tamayo Herrera comenta, en su obra Historia del
indigenismo cuzqueño, que hasta los primeros años del siglo
pasado el indio era visto sin ninguna dignidad ni importancia. "Era
considerado como el residuo de una raza que había degenerado
y para la cual no se veía ninguna esperanza de redención o
mejoramiento. La explotación del indio era considerada como
necesaria, natural e inevitable".
El surgimiento de la corriente indigenista cusqueña fue estimulada
por dos grandes coyunturas. El primero fue el incremento
de las demandas regionalistas y anticentralistas en el sur del Perú.
La segunda fueron las reformas y las innovaciones en el interior
de los círculos y las instituciones académicas, en las que se
introdujeron el positivismo y el evolucionismo spenceriano. Influyó
también el aumento de los medios de difusión cultural.
TEMPESTAD EN EL SUR
La primera huelga universitaria del Sudamérica se realizó en el
Cusco el 7 de mayo de 1909. Fue el inicio del gran cambio. Un
grupo de estudiantes de la Universidad Nacional San Antonio Abad
del Cusco buscaba transformar las estructuras de la enseñanza.
Después editaron el boletín La Sierra, donde participaron Luis E.
Valcárcel y otros jóvenes intelectuales que formaron la Escuela
Cusqueña, que puso al indigenismo en el centro del debate
político e ideológico del país.
Valcárcel recuerda que al reabrirse la universidad la difusión
del indigenismo fue más amplia. "Paulatinamente dejó de ser
simplemente la defensa de las comunidades y la denuncia
de los ataques que sufrían por parte de los gamonales o de
las autoridades". Se convirtió en una doctrina y en una visión
del mundo que valorizaba a los pobladores indígenas como
heredera de la civilización incaica y rescataba sus aportes a la
cultura universal.
Su figura es central en la historia del indigenismo en el Perú.
Su nombre figura en todos los estudios y ensayos que se han
redactado sobre el tema. A los 16 años colaboraba con artículos
literarios y ensayos históricos en El Sol y El Comercio de Cusco.
En 1917 fue catedrático de historia de la universidad donde
estudió y en 1920 asumió la dirección del Museo Arqueológico.
En 1930 cambió de residencia, al ser nombrado director del
Museo Bolivariano, en Lima.
En su juventud se indignó ante el maltrato que recibían
los indígenas y el abandono en la que vivían. Karina Pacheco
Medrano, autora de Incas, indios y fiestas, lo califica como un
"indigenista radical, beligerante y no pocas veces panfletario".
Una muestra de esta etapa es Tempestad en los Andes, en que
auguraba que un día alumbrará el Sol de Sangre (Yawar Inti) y
las aguas se teñirán de rojo, porque sangra el dolor del pueblo,
entonces surgirá la venganza.
En la obra plantea drásticamente un antilimeñismo y reclama
para los cusqueños la predominancia en la conducción del país.
"El Cuzco y Lima son, por la naturaleza de las cosas, dos focos
opuestos de la nacionalidad. El Cuzco representa la cultura madre,
la herencia de los Inkas milenarios. Lima es el anhelo de adaptación
a la cultura europea. Y es que el Cuzco preexistía cuando llegó
el Conquistador y Lima fue creada por él, ex nihilo".
MIRADA TELÚRICA
El paso del tiempo y el cambio de residencia influyeron
en Valcárcel, quien no solo moderó su tono radical, sino
también amplió y enriqueció sus análisis históricos con sus
estudios de la cultura andina. Javier Ávila Molero afirma en
No hay país más diverso que Valcárcel concebía al Perú
casi como dos países diferentes y antagónicos. En la costa
se ubicaba el moderno e histórico, y en la sierra florecía el
indio y natural.
En un contexto en que un grupo de intelectuales asociaba lo
esplendoroso con los incas y lo despreciable con los indígenas,
insistió en la continuidad entre el pasado inca y el presente
indio. Para el investigador indigenista, los cursos de Historia
del Perú se caracterizaban por una visión que enfatizaba los
acontecimientos políticos y militares. Por eso apostó por un
cambio en el enfoque, que se basó en la perspectiva etnológica
para estudiar el pasado.
En Lima, desde que hace un siglo se encendió el debate
en torno a la esencia del Perú, si es nación o país, se ha
avanzado en el reconocimiento de las diferentes tradiciones
culturales que construyen su historia. Hoy, la postura de los
intelectuales conocidos como "la generación del 900", que
defendían la ruptura entre el pasado incaico y el presente
indígena, carece de sentido en el imaginario nacional.
LA GRANDEZA DEL INTELECTUAL
Luis E. por dentro
ESCRIBE: JOSÉ VADILLO VILA
EPÍGRAFE
El Perú es indio y lo será mientras haya cuatro millones
de hombres que así lo sientan, y mientras haya una
brizna de ambiente andino, saturado de las leyendas
de cien siglos.
¡El Perú es indio!
Tempestad en los Andes, Luis E. Valcárcel.
1Tal vez siguiendo a su padre, que firmaba como Domingo
L., lo de Eduardo lo redujo a una simple E secundada
por un punto. Y pasó con esa peculiaridad a posar para la
eternidad: Luis E. Valcárcel, antropólogo e historiador de
letra mayúscula.
Como Luis E. rubricó los documentos oficiales y también
los escritos familiares, como las partidas de sus hijos, Ana,
Frank y Margot, que llevan esa E. distintiva.
Los tres hijos de Valcárcel viven. Margot, la menor, es una
señora que ronda los 80 años de edad. En su departamento
sanisidrino, deshilvana con nosotros el recuerdo del padre
intelectual.
Sí, los Valcárcel son longevos. Don Luis falleció hace más
de dos décadas, tras la Navidad de 1987, en Lima, tenía 96 años
de edad. Salvo los últimos dos años de su vida, el historiador
siempre se mantuvo lúcido. Lo que le desmejoró, cuentan, fue
la muerte de su esposa Martha, con quien estuvo casado por
más de 60 años, desde que él tenía 23 años y ella, 16.
"Ella siempre estuvo a su lado, aunque no viajaba con
él", comenta Margot, quien se convirtió en el brazo derecho
del padre porque Ada, la mayor, se casó muy joven, y Frank
Por más de medio
siglo XX, Luis E.
Valcárcel fue uno de
los intelectuales más
respetados del país.
Puso el tema del indio
en la agenda del país.
Ahora se celebran 120
años de su nacimiento.
8 • VARIEDADES
PERFIL
viajó a Estados Unidos, de donde volvería solo muchos años
más tarde.
Margot había aprendido con los peones de la hacienda
familiar cusqueña el quechua de los indígenas y en el colegio,
el francés y el inglés, y acompañó a su padre a sus viajes, o
cuando fue profesor en la universidad de Cornell, en Harvard,
en Columbia e inclusive dictó un curso en Bonn, Alemania.
La señora Valcárcel se ríe porque ella, la hija del famoso
defensor del indigenismo, paradójicamente se casó con un
español. Y su padre había escrito en su famoso Tempestad
en los Andes (1927): "Nuestra historia es la tragedia de esta
lucha. El hombre de ultramar y el aborigen, en este duelo
gigantesco, no cejan en su empeño de afirmar su ser, sin
doblegarse a la fatalidad del sino."
En cambio, Martha, la esposa, era muy casera. Prefería
la hacienda en el Cusco (el único recuerdo de esa hacienda
es una cruz que doña Margot tiene en su sala). Y cuando
Luis E. fue llamado para que dirija el Museo Bolivariano y
dicte cátedra en la universidad de San Marcos, y la familia
HAY IMÁGENES DE
VALCÁRCEL EN MACHU
PICCHU, CIUDADELA QUE
VISITÓ INNUMERABLES
VECES, PARA
ESTUDIARLA Y DIFUNDIR
LA CULTURA INCAICA.
SI BIEN EL EXPLORADOR
GRINGO HIRAM BINGHAM
PUBLICÓ LIBROS SOBRE
MACHU PICCHU,
EL DE VALCÁRCEL FUE
EL PRIMER ESTUDIO DE
UN PERUANO Y SUS
APORTES HASTA AHORA
CONTINÚAN...
se mudó al limeño distrito de Miraflores, la esposa siempre
prefirió quedarse dirigiendo la casa.
2"¿Sabe usted que mi padre se batió a duelo?", me pregunta
risueña la señora Margot. Y no puedo imaginarme al intelectual
en medio de un duelo con espadas. Sí, Valcárcel se
batió a duelo en su juventud con un tío lejano. Debió ser por
un asunto de damas, que solo entienden los caballeros. Claro,
al maestro no le gustaba mucho que se hable de ese episodio
de su juventud, pero las anécdotas en su vida lo siguieron, a
pesar de su reserva.
Valcárcel, para lograr la prolijidad –escribió alrededor
de 30 libros, además de innumerables artículos en diversos
diarios–, tuvo un horario para cada cosa. Inclusive de anciano:
los domingos eran familiares, y llevaba a sus nietos a cortarles
el cabello en el jirón de la Unión, me dice Fernando Brugué,
el menor de los ocho nietos, quien ha retornado al Perú para
celebrar a lo grande los 120 años del natalicio de su abuelo.
Siempre que no estaba de viaje o dictaba clases, Luis E.
Valcárcel desayunaba a la misma hora y luego trabajaba en
su estudio por unas horas, sin encerrarse, solo pidiendo que
en casa no haya mucho ruido.
"Era callado, tranquilo y pacífico aún en los peores momentos,
pero al mismo tiempo siempre estaba pensando", lo
recuerda doña Margot. Evoca la casa en Miraflores donde
cada domingo por la tarde el maestro Valcárcel recibía a los
universitarios sanmarquinos que le requerían. Como era muy
correcto y trataba a todos con respeto, venía también mucha
gente a pedirle consejos.
3 Valcárcel decía que era un hombre que había vivido tres
siglos: había nacido en el siglo XIX, vivió todo el siglo XX
y se proyectaba al siglo XXI.
Y su archivo va con el tamaño de su obra. Más de 35
mil documentos que la familia ha puesto bajo custodia en la
Biblioteca Nacional de San Borja. Con ellas están ocho mil
imágenes, consideradas la colección fotográfica antropológica
más importante del país, con imágenes de Chambi, Loayza
y otros.
Hay imágenes de Valcárcel en Machu Picchu, ciudadela
que visitó innumerables veces, para estudiarla y difundir la
cultura incaica. Si bien el explorador gringo Hiram Bingham
publicó libros sobre Machu Picchu, el de Valcárcel fue el primer
estudio de un peruano y sus aportes hasta ahora continúan:
tanto su carácter mágico-religioso como la teoría que fue
construida por Pachacútec.
4Cusco fue una palabra sagrada para este intelectual moqueguano.
Ahí aprendió algunas palabras en quechua,
lo acercó a la realidad de los indígenas y aprendió de las
grandezas de la cultura andina milenaria.
El destino le dio muchos nexos familiares e intelectuales
con la urbe incaica. Su esposa y sus tres hijos nacieron en el
Cusco; con José Uriel García y Félix Cossío formó el grupo
Resurgimiento, que levantó la ciudad pidiendo al Gobierno
Central una reforma de la universidad del Cusco, que estudie
la realidad peruana y cusqueña.
RECUERDOS
Lunes 14 de marzo de 2011 • 9
REEDICIONES
EN CAMINO
Por los 120 años del nacimiento de Valcárcel, el Fondo
Editorial del Congreso publicará Del nacionalismo
andino a la antropología peruana, una antología de
textos esenciales de Valcárcel; la editorial Bruño hará
una edición para estudiantes del ensayo Ruta cultural
del Perú (1945), en la que el intelectual analizó el nacimiento
de la palabra Perú y se adelantó en el análisis
de la gastronomía nacional. Dicho libro tuvo prólogo
de José Carlos Mariátegui y colofón de Luis Alberto
Sánchez. El Fondo de Cultura Económica publicará
en 10 países su libro Historia del Perú antiguo.
APUNTES
• Desde el viernes 4 de
marzo, la Casa de la
Literatura Peruana (Jr.
Áncash 207, Estación
de Desamparados,
Lima) presenta el
Homenaje a Luis E.
Valcárcel. La muestra
temporal, en la Sala
15, estará abierta
hasta el 5 de junio.
Ingreso libre.
• A partir del jueves
17, el cuarto piso
del Museo de la
Cultura Peruana
también presentará la
exposición temporal
denominada Luis E.
Valcárcel, un forjador
del Perú.
COMO PERIODISTA, AYUDÓ A DIFUNDIR LOS APORTES DE LA CULTURA INCAICA LOGRANDO SER
CONSIDERADO EL GRAN DIFUSOR DE LA CULTURA PERUANA EN LA DÉCADA DE 1930. VALCÁRCEL
TAMBIÉN LLEGÓ AL FRENTE DE LA DELEGACIÓN PERUANA QUE SE PRESENTÓ POR MÁS DE UN MES
EN EL TEATRO COLÓN DE BUENOS AIRES...
Fernando Brugué, nieto de Luis E., explica que en Cusco,
Valcárcel vio la llegada de la modernidad, del telégrafo, del
ferrocarril, de la electricidad, a inicios del siglo pasado. Fundó
el Instituto Histórico del Cusco para controlar el tráfico de
piezas arqueológicas, y como instructor departamental del
Cusco, defendió las zonas arqueológicas y los muros incas
de la ciudad.
Aunque llegaron a tener con los años una relación cortés,
Valcárcel tuvo entre ceja y ceja al gringo Hiram Bingham cuando
este llegó al frente de la expedición de la universidad de Yale;
Valcárcel denunció que los de Yale exploraban zonas en las que
no habían pedido permiso, y persistió para solo prestar las piezas
incas a Yale, aunque los gringos no cumplieron su palabra.
5Como periodista (fue director de El Comercio del Cusco y
corresponsal de La Prensa de Buenos Aires por 12 años,
entre otros trabajos periodísticos), ayudó a difundir los aportes
de la cultura incaica logrando ser considerado el gran difusor
de la cultura peruana en la década de 1930. Valcárcel también
llegó al frente de la delegación peruana que se presentó por
más de un mes en el teatro Colón de Buenos Aires, y luego
recorrió La Paz, Montevideo y México, dando a conocer la
cultura inca.
Parecía que había sido buena idea no hacerle caso a su
padre, que quería que fuera cura. Y haber tenido un espíritu
interdisciplinario, estudiando letras, jurisprudencia, ciencias
políticas y administrativas, le permitió fundar la etnología, que
permite estudiar a culturas ágrafas, como la peruana, con base
en una mirada que integra varias ramas del saber.
Y el grito en defensa del indio de este, el único catedrático
emérito de todos los museos del Perú, remeció hasta la lejana
Lima que solo sabía mirar a Europa. Los peruanos aprendimos
a mirar tierra adentro.
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