viernes, 29 de julio de 2011

BASES

DETALLES DE NOTASHumala ofreció sentar las bases para borrar del país el rostro de la pobreza


Mensaje. Al jurar, líder de Gana Perú invocó principios y valores de constitución del 79. Juramento presidencial provocó las iras del fujimorismo. “No vengo en son de guerra sino de paz, no vengo con rencor”, dijo Ollanta.

Ana Núñez.

A las 10 y 50 de la mañana, hora en la que el hoy presidente Ollanta Humala ingresaba al Congreso tras una breve caminata desde el Palacio de Torre Tagle, se pensaba que las anécdotas de la jornada serían que Alan García nunca llegó a entregar la banda presidencial y que Kenji Fujimori –hijo del encarcelado ex mandatario y hermano de la principal rival electoral del nacionalista– tuvo que darle la bienvenida al dignatario, al ser nombrado parte de la Comisión de Recibo.

Hasta entonces todo transcurrió con “normalidad”: Alejandro Toledo, en primera fila, conversó con algunos amigos –Yehude Simon, Kurt Burneo, Luis Iberico–luego de saludar muy brevemente a Carlos Bruce; los presidentes invitados, también en platea preferencial, conversaban animados a la espera del discurso de su nuevo homólogo; algunos congresistas electos del oficialismo gritaron esporádicas arengas.

Nada hacía presagiar entonces que la frase de juramento de Humala desataría la furia fujimorista, en especial la de Martha Chávez, por hacer mención a la Carta del 79.

Controversia constitucional

“Juro por la Patria que ejerceré fielmente el cargo de Presidente que me ha confiado la Nación para el período presidencial 2011-2016; que defenderé la soberanía nacional, el orden constitucional y la integridad física y moral de la República y sus instituciones democráticas, honrando el espíritu, principios y valores de la Constitución de 1979”, dijo Humala.

Silencio total en el Hemiciclo y luego de un larguísimo segundo, lluvia de gritos fujimoristas versus gritos oficialistas de “sí se pudo”.

El Himno Nacional trajo la calma... temporalmente. El recién juramentado mandatario inició su primer Mensaje a la Nación en medio de los estruendosos gritos de Chávez Cossío: “Esta es la Constitución que vale, usted es un usurpador, juramente primero por la Constitución del 93”.

De poco sirvieron los llamados al orden del notoriamente enfadado presidente del Congreso Daniel Abugattás, por lo que Humala tuvo que seguir con su discurso, mientras la fujimorista se desgañitaba en agravios. Los presidentes visitantes volteaban de tanto en tanto a mirar a la parlamentaria, tratando de entender qué pasaba.

“Recibo con humildad y profundo fervor patriótico este encargo y prometo que sentaremos las bases para borrar de la historia de nuestro país el lacerante rostro de la exclusión y la pobreza”, afirmó el líder nacionalista. Eran poco más de las once de la mañana.

“Usted es un usurpador, es un golpista”, insistía en increpar Chávez desde su escaño y con la Constitución de 1993 en la mano. “¡Ollanta dignidad!, ¡Ollanta dignidad!”, respondía el oficialismo.

El presidente número 17 de nuestra historia republicana reivindicó durante su discurso el pensamiento de José Carlos Mariátegui y de Víctor Raúl Haya de la Torre, hecho que fue retribuido con palmas apristas. Afirmó que la realidad de nuestro país exige transformaciones y el establecimiento de un nuevo contrato social.

“El gran Nelson Mandela, en un discurso pronunciado en el marco de la UNESCO, afirmó que la igualdad, la equidad económica y la justicia social eran la base de toda democracia. Él dijo: No hay democracia con miseria, no hay democracia con asimetrías sociales. Y porque creo en la justicia de esta frase, yo he jurado respetar y defender la democracia”, aseguró.

El flamante jefe del Estado aseguró que las características de su gobierno se podrían resumir en términos como reforma, democracia, libertades, inclusión, redistribución, crecimiento, paz con justicia, seguridad, descentralización, transparencia, soberanía y concertación.

“Quiero que vean en mí a un verdadero soldado de la República, a un celoso guardián del Estado de Derecho y a un defensor de los derechos humanos y de la libertad de prensa y de expresión”, agregó.

Durante su discurso, Humala también respondió a quienes afirmaron que un gobierno de Gana Perú sería similar al que encabeza Hugo Chávez en Venezuela.

“Nuestra voluntad no es la de copiar modelos; queremos, como Basadre, que el Perú deje de ser el espacio problemático que era y sigue siendo; queremos para ello construir un camino propio, un modelo peruano de crecimiento con estabilidad, democracia e inclusión social. Tomaremos como ejemplo lo bueno de otras experiencias, pero como decía Mariátegui, no habrá calco ni copia, sino creación heroica”, enfatizó.

Conflicto inminente

Luego de estos gestos políticos vendrían las referencias a sus promesas y compromisos plasmados en documentos como la Hoja de Ruta. El presidente de la República indicó que su gestión consolidará un crecimiento sano de la economía y sus estándares macroeconómicos, respetará las reglas fiscales para afrontar eventuales crisis externas o desastres naturales, y honrará los acuerdos comerciales con países y bloques amigos.

“Todo cambio para que sea sostenible, tiene que ser gradual y racional”, explicó, y habló de la necesidad de que el Estado tenga un rol promotor no solo del crecimiento sino del desarrollo del país. En ese contexto, anticipó su deseo de crear una línea aérea de bandera.

Quizá el anuncio más concreto fue el aumento del salario mínimo: en agosto se incrementará en 75 soles y en el 2012 habrá un segundo aumento por la misma suma.

“No vengo en son de guerra, sino de paz, sin venganza y sin rencor. A quienes persisten en el encono, les pido que bajen sus espadas”, concluyó. Pero el mensaje de una Martha Chávez sentada de espaldas a él le daba un mensaje claro: los fujimoristas tienen las banderas de guerra alzadas.

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