viernes, 29 de julio de 2011

PESCADITOS

Columnistas Olger Linares |





Los nuevos monstruos




Los monstruos existen desde el alba del tiempo. Ahora los peces estamos viviendo nuestra pesadilla nocturna y final, con esto de la extinción, sufriendo la depredación criminal ejecutada por los nuevos monstruos llamados “harineros”.



Estos monstruos de camisa blanca y corbata, digitan todo desde unas cómodas oficinas, ni siquiera trabajan ellos mismos en los crematorios que han implementado a lo largo de la costa peruana, donde millones y millones de mis congéneres van a parar luego del secuestro efectuado por máquinas de hierro o madera que pescan a lo largo de nuestro mar. En los últimos 13 años, 87 mil millones de kilos de anchoveta han sido capturadas.

Lo peor de estos nuevos monstruos, es que ni siquiera nos capturan para alimentarse ellos mismos, menos aún para darnos como alimento a los peruanos. A pesar de su propia riqueza marina –los peruanos capturan 9% de la pesca mundial- el 50% de sus niños sufren de anemia y el 22% de desnutrición crónica. En América, conjuntamente con Haití y Bolivia, lideran los más altos índices de tuberculosis.

Así y todo, luego de pescarnos, nos bombean al interior de las naves y nos apilan en las bodegas hasta hacernos reventar por el propio peso de nosotras mismas, luego nos incineran, nos embalan en sacos y nos exportan para formar parte de alimentos de pollos, cerdos, peces y otros animales que los extranjeros cultivan para su propio consumo. De cada 4,5 kilos de nosotras se produce solamente 1 kilo de harina de pescado.

Nada los detiene, ni las estadísticas mundiales que muestran que la sobrepesca ha acabado con numerosas especies, ni la reducción del tamaño de las restantes, debido a la pesca selectiva de los individuos de más talla. Ya desaparecieron del mar peruano a la sardina. Destruyendo una industria conservera que daba miles de puestos de trabajo a pobladores del litoral. Hasta pagan a técnicos para que vendan la idea que no es la sobrepesca la que acabó a la sardina. Sino…el llamado Fenómeno del Niño. Claro, en cierta forma tienen razón, su cuento sería como que no son las balas del pelotón las que finalmente matan al fusilado….sino el tiro de gracia del comandante del pelotón. Basta el raciocinio de un pececillo para comprender que, los Fenómenos del Niño han existido y convivido con la sardina por millones de años, y que el último de estos Fenómenos sólo pudo ser nefasto para una población de sardinas ya diezmada por la sobrepesca criminal a la que fue sometida.

Un ministro encargado, rey de la pesquería -quien luego como ministro de Defensa, demostró ser un especialista de la “píldora del día siguiente”- repartió como cuotas o botín de pesca, el 64% de nuestra población, a las 7 compañías dueñas de los más grandes crematorios, esto por 10 años, sólo que quizás nos acaben antes. Dicen que este nuevo gobierno dictará normas –no para protegernos de la extinción- sino para que podamos garantizar la alimentación de las generaciones futuras. Pero esto no se concretizará mientras los mismos nuevos monstruos se reciclen portando otras camisas y corbatas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario