“Chinos como cancha en el paralelo 38” es, por muy lejos, el más importante titular de la historia del periodismo peruano del siglo 20. Fue publicado por el tabloide “Última Hora” que había sido voceado por primera vez en la tarde del 13 de enero de 1950, esto es, hace ya 60 años.
El título fue impreso, sin embargo, varios meses después, el 9 de diciembre y como resultado de un proceso de búsqueda de sintonía con los nuevos lectores de la ciudad que había cambiado de manera radical. La vieja Lima que miraba con desdén al mundo andino había sido invadida por migrantes provincianos que la tomaron literalmente por asalto; y en relativamente pocos años el rostro de la ciudad ya era otro.
Aquellos andinos venían con todo, es decir, costumbres, comida, música, idioma, cultura en suma que debió adaptarse a la encontrada en Lima; y viceversa, la vieja cultura urbana limeña estaba obligada a aceptar a esos serranos que cada vez eran más numerosos y se hacían masa que proponía… y consumía.
Los creadores originales de “Última Hora” no pensaron en aquellos pues tenían la obsesión de la política, la persecución del poder. Pedro Beltrán, el propietario de “La Prensa” y su operador político Eudocio Ravinez encargaron al chileno Orlando Cabrera Leyva la fundación de un vespertino que podría eventualmente ser útil en la política. Pero su producto fue tradicional, sin creatividad, sin nada que ofrecer que lo diferenciara de “La Crónica de la Tarde”, por ejemplo.
Habían decidido cerrar pero hicieron la apuesta final de probar con los veinteañeros Raúl Villarán y Efraín Ruiz Caro, quienes pronto le dieron un aire distinto al tabloide, no sólo en la elección de noticias sino en la contratación de otros jóvenes como ellos que se unieron a un puñado de veteranos para conformar una redacción notable.
Ellos fueron los que percibieron la nueva presencia lectora, el nuevo público limeño y propusieron entonces un diario popular, masivo, liberal en lo cultural, que acogió al huayno y al mambo con igual entusiasmo sin importar la crítica aristocratizante que los acusaba de maltratar al idioma.
“Chinos como cancha en el paralelo 38” fue un titular dramático porque anunciaba la cercanía de la temida Tercera Guerra Mundial. La novedad causó sensación. Por fin un periódico recogía el lenguaje de la calle, de la gente común y corriente, limeña o andina porque la jerga era ya de uso generalizado en las nuevas generaciones.
“Última Hora” es un diario histórico que se debe visitar. Hay colecciones casi completas en la Universidad de San Marcos y la Biblioteca Nacional aunque no incluyen las últimas versiones del tabloide que circuló por última vez en 1992.
Juan Gargurevich
sábado, 9 de enero de 2010
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