domingo, 31 de enero de 2010

Las aguas calientes

Hace unos días por estos pagos celebraban “La Semana del Chilcano” –trago de abolengo y solera limeña, piscos y borracheras– y supongo que la ‘cuchipanda’ duró más de 7 días. El 5 de febrero está decretado festejar “El Día del Pisco Sour”, cóctel amanerado que suele tomarse para abrir los esfínteres más fieros antes de que el bolo alimenticio penetre el virginal ‘tonjore’ gracias al huevo y el limón. Acabo de leer que en esa fecha, Ocrospoma, alcalde del distrito de Jesús María, ya decretó “El día del Cebi-Pisco”. El aquelarre se realizará en el Parque de Los Próceres y sale con retreta, lisonja y francachela.

No estoy en contra de la juerga. Es lo mío. Pero párenla ya. El otro día preguntaba en mi Facebook cuándo celebramos el “día de la caca peruana” y me dijeron de marica para abajo. No es dable. Reclamaba que en mi país, donde dramáticamente este gobierno no puede detener el crecimiento de la extrema pobreza, el asunto no está para jaleos y jaranas. Advierto que es una paradoja que en el Perú, que tiene niveles de miseria muy cercanos a los de Haití, la comida peruana vive desde un tiempo en el “boom de una cocina superlativa”. No quiero recordar que un grupo de ayayeros propuso al atosigante Gastón Acurio –lo veo hasta en la sopa– a ser candidato presidencial como el estólido de Jaime Bayly. No, señora, no se preocupe. No quiero ser aguafiestas ni estoy en contra de la política del señor Martín Pérez del Mincetur. No, él tiene su negocio.

Pero la “Marca Perú” de la señora Aráoz suena más bamba que el “Perú avanza” y como dirían en la combi: “avanza pa’ atrás”. Lo ocurrido en el Cusco con los 2,000 turistas es una vergüenza. En CNN, esta semana, saltaban de la tragedia de Haití a la de Machu Picchu. Y aquí, América Noticias no salía del tema Abencia Meza. Y así como el digitalizado paladín de la PCM, Velásquez Quesquén, salió en la foto entregando una Kola Real al presidente de Haití, el presidente del Congreso, Alva Castro, quiso ser solidario y por un pelo no se embarcó a Puerto Príncipe para el respectivo figuretismo obsceno. Qué pasó. Lo mismo de siempre. Mucha farra y falta de previsión, escasa reacción y alucinante torpeza, hija natural de una soberbia diseñada por el líder del partido de gobierno.

La cultura de la previsión, dicen por ahí. Yo observo la continuidad de los conflictos sociales y la chilla generalizada sin interlocutores. Ese libre mercado contra los recursos naturales, los derechos comunales y regionales versus las concesiones y privatizaciones. Pregunto, qué nos convierte en cebicheros y pisqueros y de dónde, tanta algarabía y batahola.

Sé que hay varios Perús en mi Perú. Que hay emprendedores y nuevos ricos. Pero sé también que Romero, los Brescia y los Galsky siguen siendo los dueños de mi país como decía Carlos Malpica. No envidio a uno que tiene su 4x4, su casa en ‘Eisha’, mira como un bobalicón el “Canal Fem” y lo retratan toneando en la revista Cosas. Lo que me jode es la insensibilidad del ‘alpinchista’ y el ‘quechuchista’. Ese que festeja a Bayly y revende entradas de Metallica. El pendejo, el vivazo. Aviso, Vargas Llosa era fijo en 1990 y la turba asqueada de esa prédica neoliberal lo tumbó y creó un monstruo que hoy felizmente está en la cárcel. Pero cuidado que sale otro.


Por Eloy Jáuregui

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