martes, 5 de enero de 2010

Rupay: un cómic-documental sobre lo sufrido con Sendero Luminoso

Por Carlos Chávarry Valiente

Casi como una justificación, el libro empieza con un epígrafe de Walter Benjamin: “Jamás se elabora un documento de cultura que no sea, a la vez, uno de barbarie”. Es que, en los 80, un miembro del Ejército Peruano, Telmo Hurtado Hurtado, quiso argumentar la postura criminal de su comando, que había asesinado, en un poblado de Ayacucho, a ancianos y a menores de edad: “Los niños en esa zona eran potenciales terroristas”, dijo.

De ese tipo de situaciones, en las que un simple relativismo en las perspectivas puede ocasionar miles de muertos, trata Rupay: Historias gráficas de la violencia en el Perú (1980-1984), una publicación que, a partir de hoy, podrá leerse también en Europa a través de la editorial La Oveja Roja.

BUSCANDO EL EQUILIBRIO. Jesús Cossío, Alfredo Villar y Luis Rossell son los autores de este libro, que recoge las escenas más simbólicas sufridas durante la época del terrorismo –Uchuraccay, Lucanamarca, Pucayacu, Putis– y que las representa a manera de cómic documental. Para ello se tomaron cuatro años en revisar todas las fuentes sobre lo que ocurrió con Sendero Luminoso.

“Eso sí, no es una copia literal de la CVR sino, más bien, una interpretación, porque nosotros también tenemos críticas a su punto de vista”, aclara Cossío, ilustrador, además, del ensayo Entre cuadernos y barrotes y de la revista underground ¡Pánico!

CONTRA EL PODER. El libro, editado en blanco y negro, solo muestra el color rojo para representar la sangre de las víctimas y la bandera del país –“una manera de relacionar esos conceptos estatales de patria/valor”, explica el autor–, y alterna los dibujos con fotografías de los atentados para mostrar un registro real de la violencia –una imagen de lo que fue el mismo ataque– y sus consecuencias.

¿Por qué narrar hechos tan cruentos a través de viñetas? “Buscamos llamar la atención sobre esa ceguera deliberada y discriminatoria de lo que pasó en esos años. Cuando algunos políticos y periodistas dicen que no hay que escarbar en el pasado, significa que son ellos quienes no tienen nada que escarbar, que no les importa esa gente de provincias, como Ayacucho”, explica Jesús Cossío.

HISTORIETAS EN SERIO. Esta propuesta sigue el patrón del cómic documental que hicieron Art Spiegelman con Maus –ganadora de un Pulitzer en 1992– y Joe Sacco con Palestina, donde se narran las penurias de los judíos y de los habitantes de la franja de Gaza. Ahora, Rupay… –‘fuego’ en quechua– podrá leerse en el extranjero con la versatilidad de las historietas. Porque la memoria histórica merece seguir fluyendo. Por nuestro propio bien.

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