Para el presidente García no existen los trabajadores
El triunfalista y demagógico discurso presidencial nos avizora un panorama conflictivo y carente de diálogo democrático. Al mostrarse sólo resultados numéricos y ningún enfoque para garantizar el aumento de empleo de calidad y la protección de la población frente a la crisis económica internacional, el gobernante manifiesta que su prioridad es la alianza con los “ricos” por encima de las necesidades de las grandes mayorías.El tema laboral fue casi ausente en el mensaje. García considera un éxito legalizar las formas de explotación que se ejercen en el propio Estado como es el caso del CAS (Contrato Administrativo de Servicio), antes SNP, con la finalidad de abaratar la mano de obra, además de generar diferencias en el ejercicio de los derechos laborales entre los trabajadores públicos. Este abuso afecta la calidad de vida de más de 80 mil familias.Respecto al tema de la tercerización, su desinformación es evidente. Sería bueno, para citar un ejemplo, que García visite a los trabajadores que laboran para Sedapal, en condiciones indignas, vulnerándose las normas nacionales e internacionales. A pesar que está demostrado cómo se viola la ley en la empresa, debido a que el personal realiza labor permanente cuando su relación es de contratado, las diversas gestiones administrativas prefieren mantener este abuso contra peruanos pobres.Estos son algunos hechos concretos que dejan evidencia del desinterés de García para solucionar la problemática de los trabajadores. Su objetivo es defender, cueste lo que cueste, el actual modelo económico siempre excluyente y concentrador de la riqueza en pocas manos y en momentos de crisis, socializador de las pérdidas en toda la sociedad. Asimismo, el mandatario no dijo nada sobre aumento de salarios y pensiones y se arrogó el éxito de miles de jubilados que lograron su nivelación a través del Poder Judicial. Habló sobre las trabajadoras del hogar que también tienen derechos recortados y omitió pronunciarse sobre la Ley General de Trabajo, otra promesa electoral que quedó en el olvido.Al ser más de lo mismo, el discurso presidencial genera nuevas condiciones para el conflicto social, debido a que se mantienen las recetas que no solucionan la pobreza en el país por más que se maquillen las cifras. La CGTP evaluará en su próxima asamblea las medidas que tomará para enfrentar este desafío, lanzado por García contra la democracia y la justicia social en el Perú.
El triunfalista y demagógico discurso presidencial nos avizora un panorama conflictivo y carente de diálogo democrático. Al mostrarse sólo resultados numéricos y ningún enfoque para garantizar el aumento de empleo de calidad y la protección de la población frente a la crisis económica internacional, el gobernante manifiesta que su prioridad es la alianza con los “ricos” por encima de las necesidades de las grandes mayorías.El tema laboral fue casi ausente en el mensaje. García considera un éxito legalizar las formas de explotación que se ejercen en el propio Estado como es el caso del CAS (Contrato Administrativo de Servicio), antes SNP, con la finalidad de abaratar la mano de obra, además de generar diferencias en el ejercicio de los derechos laborales entre los trabajadores públicos. Este abuso afecta la calidad de vida de más de 80 mil familias.Respecto al tema de la tercerización, su desinformación es evidente. Sería bueno, para citar un ejemplo, que García visite a los trabajadores que laboran para Sedapal, en condiciones indignas, vulnerándose las normas nacionales e internacionales. A pesar que está demostrado cómo se viola la ley en la empresa, debido a que el personal realiza labor permanente cuando su relación es de contratado, las diversas gestiones administrativas prefieren mantener este abuso contra peruanos pobres.Estos son algunos hechos concretos que dejan evidencia del desinterés de García para solucionar la problemática de los trabajadores. Su objetivo es defender, cueste lo que cueste, el actual modelo económico siempre excluyente y concentrador de la riqueza en pocas manos y en momentos de crisis, socializador de las pérdidas en toda la sociedad. Asimismo, el mandatario no dijo nada sobre aumento de salarios y pensiones y se arrogó el éxito de miles de jubilados que lograron su nivelación a través del Poder Judicial. Habló sobre las trabajadoras del hogar que también tienen derechos recortados y omitió pronunciarse sobre la Ley General de Trabajo, otra promesa electoral que quedó en el olvido.Al ser más de lo mismo, el discurso presidencial genera nuevas condiciones para el conflicto social, debido a que se mantienen las recetas que no solucionan la pobreza en el país por más que se maquillen las cifras. La CGTP evaluará en su próxima asamblea las medidas que tomará para enfrentar este desafío, lanzado por García contra la democracia y la justicia social en el Perú.
Mario Huamán Rivera
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