viernes, 17 de diciembre de 2010

EL CONDOR PASA

El creador de “El cóndor pasa”, Daniel Alomía Robles, recibe un justo homenaje musical de parte del Club Huamalíes de Huánuco. El tributo a su talento se realiza esta noche en la sede del Club, en San Miguel.

A los 13 años de edad, Daniel Alomía Robles fue enviado por sus padres de su natal Huánuco a Lima, para alentar su talento en el campo de la pintura y las artes manuales. En 1884, esa era la imagen de la capital del Perú. Daniel estudia en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe. Tres años después, el compositor Manuel de la Cruz Panizo lo instruyó en solfeo y canto coral. Sin embargo, decidió, con soltura adolescente, estudiar en la Escuela de Medicina de San Fernando de la Universidad de San Marcos y viajó a la selva persiguiendo los secretos de la curación de la uta con hierbas salvajes. El destino le jugó una buena pasada. Conoció al padre franciscano Gabriel Sala en el Monasterio de los Padres Descalzos de San Luis de Shuaro, quien, se dice, lo reencaminó en su destino. Es ahí cuando deja el estudio de la medicina para dedicarse de lleno a la Música. Sin embargo, sería injusto marcar este límite cronológico. Desde los 15 años de edad, apenas un adolescente en ciernes, ya era un viajero que coleccionaba instrumentos musicales, la Música y las canciones tradicionales y leyendas de las épocas incaica y colonial, ceramios de las antiguas culturas peruanas, y todo un Arsenal cultural que le serviría más adelante para concentrar en sus composiciones el alma del Perú que conoció. En 1897 se casa con la pianista cubana Sebastiana Godoy, de cuya unión nacieron diez hijos; el cineasta peruano Armando Robles Godoy fue uno de ellos.

Uno de los momentos más interesantes de su carrera sucedió en 1910, cuando el padre Alberto Villalba Muñoz lo presenta como uno de los descubridores de la escala pentafónica de los incas, en la Universidad de San Marcos. Noticia mundial. Las casas RCA Víctor y Brunswich grabaron en 24 discos sus principales obras, entre las que incluyeron “El Cóndor Pasa”. Alomía Robles no pudo prever que su “cóndor” cruzaría la estratósfera. En 1977, la Música fue enviada en las sondas espaciales Voyager al espacio, como parte del patrimonio musical que representaría a la humanidad ante especies extraterrestres. Volviendo a la Tierra, la belleza de “El cóndor pasa” significó que sea declarada Patrimonio Cultural de la Nación peruana en 2004. Entre sus más grandes composiciones se incluyen “Himno al Sol” y “Amanecer Andino”. Falleció en 1942, a los 71 años de edad.

Como un tributo a su talento, el Club Huamalíes de Huánuco presentará un homenaje al músico hoy a las 7 de la noche, en la sede ubicada en el Jr. Aviación 151, urbanización Maranga (altura cuadra 24 de la Av. La Paz), San Miguel. La parte artística estará a cargo del cantautor Jilguero de Llata, compañías de negrerías de Huánuco y la banda La Nueva Koka.

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