Wiki roches
.Por Nelson Manrique
La difusión de los wikileaks relacionados con el Perú viene provocando variadas conmociones en el escenario electoral. El que más tinta ha hecho correr es el que expone el pedido que hicieron ex funcionarios del gobierno de Toledo –Fernando Rospigliosi, ex ministro del Interior y su jefe de campaña hasta el mes pasado, y Rubén Vargas, ex director de Defensa Nacional y hoy miembro de su equipo de plan de gobierno– a la embajada de los EEUU para que montara una campaña propagandística contra Ollanta Humala durante las elecciones del 2006. Rospigliosi ha reconocido la totalidad de lo que transcribe el cable, es decir, que hubo peruanos que pidieron a los norteamericanos que intervinieran en nuestros asuntos internos.
Lo que sigue siendo materia de debate es la participación de Alejandro Toledo en la trama. Para Humala es él el verdadero artífice de la traición a la patria, mientras que Toledo –como era de esperar– sostiene que todo fue iniciativa de Rospigliosi y Vargas y que él no estaba enterado. Sobre la voluntad del gobierno de Toledo de intervenir o no contra Ollanta Humala durante las pasadas elecciones es pertinente el testimonio que ha publicado el domingo Augusto Álvarez Rodrich, que cuenta que cuando dirigía Perú.21 lo llamó un alto funcionario del gobierno de Toledo para pedirle “que ‘colaborara’ en una campaña informativa que alertara que el dólar se dispararía a cuatro o cinco soles –y que el BCR no debía impedirlo– si Humala seguía creciendo”. AAR rechazó el pedido, pero constató que El Comercio y Correo, entre otros, se incorporaron entusiastamente a la guerra sucia.
La otra afectada por los destapes es Keiko Fujimori. Hace unos días ella lamentó que “información confidencial de una embajada esté interfiriendo en un proceso electoral”, apresurándose a asegurar que no había nada destacado en los wikileaks que la aludían: apenas naderías que todo el mundo sabe, como que su respaldo electoral se debe a la popularidad de su papito.
Por supuesto se trataba de algo más sustancial. Un wikileak publicado por EC confirma lo que era un secreto a voces: la alianza establecida entre el Apra y el fujimorismo para cogobernar. Según un informe enviado por la embajada de EEUU hacia la segunda semana de agosto del 2006, Keiko, Santiago Fujimori y Jaime Yoshiyama se reunieron con funcionarios para contarles que iban a otorgarle su apoyo al Apra a cambio de que éste acabe con la “persecución política” contra los fujimoristas y garantizara “imparcialidad” en el proceso de extradición contra Alberto Fujimori, que estaba bajo arresto domiciliario en Santiago desde fines del 2005.
Como era de esperar, Keiko se ha apresurado a asegurar que no entabló ninguna alianza con el Apra y Del Castillo le ha hecho coro. Pero una revisión de los hechos los desmiente. La negociación con García tuvo un final feliz: pocas semanas después de la reunión en la embajada la bancada aprista dio sus votos a los fujimoristas para llevar a Luisa María Cuculiza a la Mesa Directiva y a Rolando Sousa –hasta ese momento abogado defensor de AFF– a la presidencia de la Comisión de RREE: nada menos que la entidad encargada de supervisar el proceso de extradición de Fujimori. Reactivó además la Liga Parlamentaria de Amistad Perú-Chile, dándole su presidencia precisamente a Keiko. A continuación García desmanteló la procuraduría encargada de la extradición y abandonó la política del gobierno de Toledo de solicitar a los gobiernos amigos su apoyo para lograr que Fujimori respondiera a la justicia peruana, con el pretexto de que no quería “politizar el caso”. A ese nivel llegó la “imparcialidad” del Apra con relación al que poco después, intentando evadir la justicia, se convirtió en candidato al senado japonés, jurando dar la vida por Japón (un enlace para refrescar la memoria: http://www.youtube.com/watch?v=lm4MdNHGEZc). Si a pesar de todo Fujimori fue extraditado y condenado fue gracias a jueces probos, que no se sometieron a las presiones del gobierno; es por eso inmoral que Del Castillo pretenda apropiarse de ese logro.
La alianza continúa hoy, con Alberto Fujimori dirigiendo la campaña electoral de su hija desde la Dirandro, con la evidente complicidad del APRA.
domingo, 27 de febrero de 2011
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