domingo, 9 de mayo de 2010
ALAN Y EL TIO GEORGE
Hace un tiempo que Jorge del Castillo difunde, a través de medios amigos, la especie que Alan García le tiene inquina y que ésta sería la explicación de diversos acontecimientos que se han producido en los últimos cuatro años. De esta manera, un presidente competitivo con sus propios compañeros se habría empeñado en no dejar levantar cabeza a quien no ha ocultado la aspiración de ser candidato del APRA para 2011. Y en esa misma línea, se habría valido de la situación actual para forzar la salida de Del Castillo de la secretaría general con el argumento de “permitir la investigación de la corrupción”.En el marco de esta interpretación se deslizan dos supuestos que algunos dan como certezas: primero, que el castillismo es diferente a alanismo, en tanto fenómenos políticos que se originan en el APRA, por lo que podría pensarse que en ciertas circunstancias el “Tío George” podría ser una alternativa al actual presidente; segundo, que lo de la corrupción es un “pretexto” para que un sector del APRA se imponga sobre otro, o para que Alan García haga caer a quien no le gusta, o la variante que estuvo diciendo que mientras al ex premier se le echó por meras presunciones a Quesada se le estaba queriendo sostener pese a la inmundicia de Cofopri. Yo no tenía una idea de lo extendido que podía estar el castillismo en los medios de comunicación. Pero lo que más me sorprende son las piruetas que se hacen para separar a dos que son casi tan siameses como los de los 90. Es cierto que sin García, el APRA no hubiera vuelto al gobierno y sin su empuje político no se entenderían las principales decisiones políticas, incluidas las más brutales, y tampoco sus contradicciones. Pero si este ha sido el gobierno de la inversión y del compromiso con determinados grupos empresariales, lo ha podido ser por Jorge del Castillo. El “Tío George” preparó por años un APRA aliada de la gran empresa. Y es evidente que cuando los miembros de la Confiep se revolcaban en la cama por tener que volver a elegir al fallido estatizador de la banca, recuperaban el sueño cuando conversaban al día siguiente con Del Castillo.Es precisamente de ese papel que nacen las enormes relaciones del “Tío George”, incluidos sus contactos de prensa. Y es ese también el origen de los desvíos corruptos que se escuchan en los petroaudios. Porque lo que parece que algunos no entienden es que en el trato directo entre políticos e inversionistas, se intercambian favores que los implicados tienden a tomar casi como naturales, pero que cuando los escuchan terceros se hacen evidentes en su verdadera naturaleza. La única ventaja entre García y Del Castillo está en el hecho que el primero ya entendió completamente que el país no va a creerse eso de que se amarraban con Canaán, Vera, Discovery o Cemex, “por el bien del Perú”, y que Cofopri no tapa petroaudios, porque sólo es una cochinada que se añade a otra. Por no ser tan moscas y no llegar a sacar el cuerpo, los dos secretarios han caído tan dolorosamente.
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