sábado, 31 de julio de 2010

FALSEDADES DEL 28

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Por Roberto Ochoa B.Editor de ANDARES
Además de mentir sobre el trasfondo de la exportación de gas natural, de inflar las cifras de atención médica y de inventar logros de lucha contra la pobreza, el presidente Alan García imaginó una meta de 10 millones de turistas en el Perú.
Casi de inmediato, la Comisión de Turismo de la Cámara de Comercio de Lima y la propia Cámara Nacional de Turismo pusieron las cosas en su sitio: el Perú sí puede atraer a más de diez millones de turistas, “pero NO con la política que se aplica en la actualidad” (sic).
Más claro ni el agua.
Pero el mandatario volvió a anunciar en su discurso la inminente construcción del aeropuerto internacional en Chincheros, en Cusco.
Espero que se cumplan sus buenos deseos, pero me preocupa saber qué harán los cusqueños con el enorme terreno que dejará la actual pista de aterrizaje ubicada en el ombligo del ombligo del mundo.
En Lima ya se habla de “megaproyectos” urbanísticos –mismo Collique– con granjerías de por medio, que solo servirán para incrementar el caos urbano del Cusco.
Pero lo que Cusco necesita es un enorme pulmón de áreas verdes que permita respirar en una ciudad cada vez más contaminada por el caótico tráfico vehicular, la antigüedad de su parque automotor –abunda la chatarra de “timón volteado”– y la desorganizada expansión urbana.
Cusco debe aprovechar los actuales terrenos de su aeropuerto para construir un gran parque central que sirva para recuperar los espacios de ocio y distracción de sus propios habitantes. Los turistas ya tienen suficientes lugares para distraerse.

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