En octubre de 1982 alguien declaró a este diario que muchas de nuestras universidades “estafan a sus estudiantes porque los licencian o los titulan sin haberlos capacitado en lo más mínimo”. Entonces las universidades eran 33 (23 públicas y 10 privadas) y la educación no estaba aún legalmente mercantilizada. Hoy las universidades son 100 (65 privadas y 35 públicas) y sus vicios y problemas han crecido al par de ellas.
Esa fue, quizá, la primera vez que se habló de la estafa universitaria en un periódico serio. Hoy académicos serios en publicaciones universitarias no por combativas menos serias emiten juicios más duros. Como este, de Marcel Velázquez Castro, investigador de prestigio: “El sistema universitario en el Perú ha colapsado y se ha convertido en una inmensa fábrica de producción de títulos”.
Lo dice en su artículo “La universidad en el Perú o el matrimonio del cinismo y el autismo”, aparecido en De acuerdo, publicación del Movimiento Acuerdo Institucional Sanmarquino (Nº 4, marzo-abril, 2010). No es la única colaboración así de radical en esta entrega, muy crítica, en especial con San Marcos. Y hay motivos para ello, pues nuestra educación superior vive una crisis generalizada y profunda. Con venia y beneplácito, habría que decir (si no fuese así algo harían) de nuestros gobernantes y nuestros legisladores.
Por: Abelardo Oquendo
domingo, 18 de abril de 2010
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