Javier Diez Canseco
Jorge del Castillo y Omar Quezada, secretarios generales del APRA gracias a la alianza que se impuso en el violento y tumultuoso Congreso del partido de la estrella, están en el ojo de la tormenta política por evidencias de corrupción. Uno ¿era? obvio candidato aprista a la Presidencia de la República el 2011, y el otro, probable candidato a Presidente Regional de Ayacucho.
Hoy, el primero se defiende como gato panza arriba de las imputaciones en los petroaudios BTR. Las grabaciones –que hasta ahora ni el Congreso ni el país conocen en su integridad por una curiosa “reserva judicial”– lo acusan del uso de su influencia política como Primer Ministro para favorecer a Canaán, y luego a Vera Gutiérrez, en diversos negocios (petroleros, hospitales y otros).
En un audio, Rómulo León, al contar a Fortunato Canaán su conversación con Del Castillo sobre los negocios a respaldar, es explícito: “…Jorge, quiero que sepas, por lo demás, si los hospitales pueden apoyar para la campaña, este tema no apoya la campaña, ¡Resuelve la campaña!... te pone en Palacio de Gobierno. Entonces se quedó pensando y me dijo ‘¿Qué es lo que hay que hacer?’. Lo que te dije (le recuerda León), hablar con Saba (Perupetro) primero…”. Y Canaán –en medio de la historia– suelta un rotundo: “Le has dicho la verdad”.
La conversación Químper-Saba sobre el pedido del “tío George” para ampliar beneficios en regalías petroleras a un negocio de Vera Gutiérrez es lapidaria. Y va respaldada por acciones concretas. Por un lado, el proyecto de ley de Carrasco Távara en el Congreso para buscar hacerlo realidad. Por otro, el jugoso canje de un departamento de Surco, propiedad de Del Castillo, por otro en San Isidro, frente al Golf, propiedad de Vera Gutiérrez. Ni mencionemos la absurda doble venta del departamento cancelada 4 meses después, ¿sin hablar o suscribir documento alguno con el propietario antes de depositarle el dinero?
Quezada ha renunciado a COFOPRI por la escandalosa venta de 300,000m² de tierras en el km 72 de la Panamericana Sur a S/.4, 908 soles al ex diputado aprista Oswaldo Chauca. Ni él ni Del Castillo se han apartado del cargo partidario que detentan.
Lo curioso es que el Presidente no ha removido a Daniel Saba de Perupetro, dadas las acusaciones, para facilitar la investigación, y que –respecto a Del Castillo– se haya limitado a aludirlo con aquello de “la mujer del César no solo debe ser honesta sino parecerlo”, sin medida concreta alguna.
Y es que, extraídos los pañuelos de color e innumerables palomas del sombrero de mago BTR, parece asomar la cabeza del dueño del circo.
En un audio, Químper le cuenta a Saba que su relación como abogado y lobbista de Vera Gutiérrez se la debe a García. Este, en compensación a la larga defensa gratuita que le hizo, lo conectó con Vera Gutiérrez. Saba, entonces, sabe de dónde viene el mandado de servir a Vera. Por otro lado, Fortunato Canaán es recibido en Palacio por García en octubre 2007 y abril 2008. Por su hotel y suite pasan su secretaria, Mirtha Cunza, el secretario de la Presidencia, Luis Nava (uno de cuyos hijos trabaja en contratos de estos negocios), su Primer Ministro Del Castillo, varios Ministros (Justicia, Interior, Salud, Vivienda y Construcción), mientras otros lo reciben en su despacho. Sus amigos Rómulo León y Químper eran los operadores.
¿Nos gobierna un caído del palto? Cual Fujimori dice de Montesinos, ¿sorprenden a García los arreglos entre su círculo más cercano de colaboradores? ¿Estamos ante un sonso? Si fue el general PNP Hidalgo quien, por órdenes suyas, investigó el caso BTR, ¿cómo es que no sabía nada de los contenidos de los audios y no ha tomado medidas frente a sus íntimos y dirigentes de su partido? ¿Todos sabían menos él? ¿Demasiada ingenuidad la de García o tenía su alita? La incapacidad de García sería discutible: ¿moral o intelectual? Lo indiscutible es su incapacidad de gobernar honestamente.
martes, 27 de abril de 2010
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