Por Roberto Ochoa B.
Tiene razón la prensa alanista cuando afirma que tras las protestas de los pobladores de la provincia de Espinar, y sus consecuencias en el paro regional que afectó todo Cusco, “hay intereses políticos”.
Esos intereses están enquistados en el propio gabinete ministerial -recién juramentado- y en el faenón de ProInversión, que fingió una licitación entre gallos y medianoche para dar la buena pro al proyecto Majes-Siguas II.
Un día antes de su juramentación como ministro de Economía y Finanzas, Ismael Benavides posaba feliz en la foto del recuerdo con los ganadores de la licitación. Y es que esa fue su última gestión como presidente del Comité Pro Agua de ProInversión. O sea, el gato de despensero.
Y es precisamente el Comité Pro Agua el que ha sido duramente cuestionado por las autoridades cusqueñas a raíz del sospechoso apuro por aprobar la buena pro a Majes-Siguas II, sin realizar los análisis técnicos del caso.
Lo curioso, ahora, es escuchar al titular del MEF criticando las protestas cusqueñas, cuando el propio Ismael Benavides fue acusado de azuzar protestas en Paracas a raíz de la pugna por el acuífero que mantiene con la Corporación Aceros Arequipa. Al parecer, el tema del agua persigue al flamante ministro.
Lo patético, empero, es la “preocupación” de la prensa alanista por el turismo en Cusco. En lo que va del año se cuentan por docenas las protestas que han paralizado hasta los aeropuertos de los principales destinos europeos... y los turistas siguen llegando por millones. Deberían preocuparse por el faenón de la nueva carretera que quieren construir en el corazón de Machu Picchu.
martes, 28 de septiembre de 2010
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