Estudio de Impacto Ambiental aún no habría sido aprobado por el ministerio de energía y Minas, a pesar de ello proyecto no se detiene, advierte organización civil CooperAcción.
Si bien la reciente transferencia de la titularidad de las concesiones del proyecto minero Las Bambas a la empresa Xstrata Copper, se constituye en la mayor inversión privada en el Perú, con US$ 4,200 millones, dicho proyecto no cuenta con un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) adecuado e incluso las comunidades campesinas cercanas a las zonas donde se desarrollará el proyecto no han sido informadas correctamente sobre el impacto ambiental del mismo. Así lo advierte la organización civil CooperAcción.
Según la mencionada Organización No Gubernamental, el EIA del proyecto Las Bambas no cuenta con un estudio que analice la calidad de los suelos en relación al contenido metálico; tampoco se han caracterizado las zonas de reservas de agua como las lagunas y bofedales; no se ha hecho un estudio de los impactos a nivel de cuenca y no se ha evaluado el impacto que causará el movimiento y el tráfico de vehículos en las zonas de construcción del mineroducto (vía férrea para transporte de minerales). Todos estos temas deberían ser subsanados.
Añade que las comunidades que se ubican a lo largo del trazo del mineroducto no están adecuadamente informadas y desconocen los posibles impactos del proyecto, que el propio EIA reconoce cuando habla de zonas de influencia directa e indirecta.
Por ello, opina CooperAcción, las autoridades nacionales deberían informar cuanto antes sobre todos estos aspectos del proyecto, pues considera que hay temas ambientales y sociales que deberían ser abordados con objetividad y total imparcialidad.
“Llama la atención que el ministro de energía y Minas, Pedro Sánchez, haya avalado con su presencia la colocación de LA PRIMERA piedra del nuevo poblado de Fuerabamba (ubicado, ahora, en la provincia Cotabambas -Apurímac), sin haberse aprobado todavía el EIA del proyecto. ¿Acaso se está entendiendo que la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental es una mera formalidad y no un momento de evaluación rigurosa que puede permitir aprobar o desaprobar un proyecto minero?”, cuestiona CooperAcción.
Por ello, dice, que es clave analizar cómo se vienen estimando los impactos ambientales y sociales del proyecto. El EIA, presentado en mayo, aún se encuentra en evaluación por la Dirección de Asuntos Ambientales Mineros del ministerio de energía y Minas (MEM).
Megaproyecto
De acuerdo al propio EIA, recalca la organización civil, Las Bambas se presenta como un proyecto que trasciende la región Apurímac y que también tendrá influencia en el Cusco. Si bien el proyecto se ubica en la provincia de Cotabambas en Apurímac, el mineral será transportado a través de un mineroducto hasta la provincia de Espinar en Cusco: es en Espinar y no en Cotabambas, donde se va a procesar el molibdeno que se extraerá en Las Bambas.
El mineroducto tendrá una extensión de aproximadamente 206 kilómetros y como se señala en el EIA, atravesará una provincia de Apurímac (Cotabambas) y dos provincias de Cusco (Chumbivilcas y Espinar). Cabe señalar que de las 20 comunidades afectadas por el derecho de vía del mineroducto (todo indica que serán mucho más comunidades), cuatro se encuentran en Apurímac y el resto están entre Chumbivilcas y Espinar en el Cusco. Además, se construirán nueve estaciones de bombeo que se ubican a lo largo de todo el recorrido del mineroducto, que pasa por cinco cuencas y 17 ríos.
“Si bien nadie se puede oponer al desarrollo de proyectos de inversión, estos deben garantizar que los derechos de las comunidades sean respetados, que se proteja adecuadamente el ambiente y que los beneficios lleguen a las regiones. Se espera que en esta ocasión se manejen todos los temas de manera clara y transparente para que el proyecto pueda realmente beneficiar al sur andino del país”, concluye.
domingo, 19 de septiembre de 2010
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