Omar Mariluz, enviado especial.
¿Qué es lo que tiene el profesor de Harvard, Michael Porter, que cada vez que viene al Perú levanta más de un elogio y no pocas críticas? Sus planteamientos sobre la competitividad y el desarrollo son simples, no abundan en complejas teorías económicas y como dardos certeros van directo a la yugular del problema en el Perú.
La clave de la competitividad, según asegura Porter, se basa en la productividad, y esta a su vez depende de condiciones básicas que el Estado debe establecer en combinación con el sector privado.
El desarrollo sostenible, según su teoría, comienza por disminuir las enormes desigualdades que persisten en el Perú. Para ello, es indispensable diversificar nuestra economía y, por ende, dejar de ser tan dependientes de los precios de las materias primas.
Además se requiere desarrollar actividades económicas que demanden mayor mano de obra; esto con la finalidad de que el crecimiento llegue a más personas. “El crecimiento debe estar basado en la actividad que se realiza en todo el país y varias ramas distintas para que sea sostenible”, afirma.
Modelo por mejorar
Algunas cifras corroboran la tesis del profesor de Harvard: desde 1950 a la fecha, más del 80% del valor exportado son materias o productos primarios (agrícolas, mineros y pesqueros), y del 20% restante, la mayoría de productos industriales son tradicionales, con un bajo nivel de procesamiento.
También, en la mayoría de sectores existe una alta concentración de la producción. Así, por ejemplo, 10 firmas producen cerca del 20% del valor de producción de manufacturas y exportan cerca de la mitad del valor de exportaciones.
Es justamente por esto que Porter insiste en que la concentración de la población y de la producción en Lima y su heterogeneidad en relación con el resto de las regiones representa una de las grandes debilidades del Perú, en el camino a la productividad y, por consecuencia, a la competitividad.
Respaldo y críticas a Porter
Más de un analista respalda la visión de Porter sobre la competitividad, pero también hay quienes creen que no conoce a profundidad la realidad del Perú. Entre los primeros se encuentra Adolfo Chiri, presidente de Cambridge Insight, quien con la misma severidad que Porter critica que el modelo peruano aún sea primario exportador.
Chiri advierte que los países que solo exportan materias primas no tienen posibilidad de mover sus economías a niveles superiores de desarrollo. “Sin embargo, esta situación no es un destino inevitable. Hay países, que tomando como base la producción minera, han sabido usar a esta como plataforma para el desarrollo económico regional y nacional”, afirma Chiri.
La tarea es más difícil
Por su parte, Mario Tello, investigador del Centro de Negocios de la Universidad Católica (CENTRUM), afirma que no es tan sencillo como lo plantea Porter. El analista cree que mejorar la infraestructura, invertir en educación y respetar el estado de derecho no es suficiente para lograr los cambios en la estructura productiva.
“Las condiciones en el interior de las empresas, las interrelaciones de las unidades económicas con otros entes del mercado, la capacidad empresarial y el activo rol del sector privado para lograr los cambios estructurales, entre otros, son aspectos esenciales para alcanzar las metas de calidad de vida que desean y aspiran los peruanos”.
En tanto, el consultor internacional, Alejandro Indacochea, asegura que hay una serie de planteamientos críticos al modelo porteriano, que según afirma solo tiene vigencia bajo ciertas condiciones del mercado.
Indacochea mencionó que además se debe tomar en cuenta que en la realidad del comercio internacional no depende solo de las ventajas competitivas de las naciones, destacó que también influyen los mercados oligopólicos y las prácticas proteccionistas adoptadas principalmente por los países desarrollados. “La aplicación ciega del modelo de Porter puede llevar a distorsiones y equivocaciones”, advirtió.
Preservar recursos naturales
Sin embargo, existen temas en los que nadie puede discrepar con el gurú de la competitividad por más optimista o pesimista que sea en el terreno económico.
Porter puntualizó que los objetivos nacionales deberían estar enfocados en preservar los recursos naturales y culturales para darnos sostenibilidad; incentivar la cultura de paz que favorezca la actividad económica y reducir la corrupción y la ilegalidad, además de impulsar los desarrollos regionales.
“Perú necesita realmente tener una estrategia económica. Tenemos que saber adónde vamos como país, dónde podemos ser competitivos, así como cuáles son los reales activos y fortalezas que tenemos”, subrayó Porter.
La clave
Palacio. La última vez que Porter visitó nuestro país y expuso su visión crítica sobre el desarrollo de la economía peruana, el presidente Alan García, con un evidente tono de molestia, arremetió contra el analista. “Por más gurú y reconocido que sea un economista, tampoco tengo que aceptar de rodillas cualquier receta que trae, cuando es igual a la que da a otros países del mundo”. Otra vez, Porter ha puesto el dedo en la llaga. ¿Aceptará García ahora las recomendaciones?
Las metas del Perú con miras al Bicentenario
1] Durante su participación en la 48 Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE) 2010, que se desarrolló hasta ayer en el Valle Urubamba, Cusco, Michael Porter propuso metas muy claras que el Perú debería trazarse para los próximos 10 años, si desea convertirse en un país realmente competitivo. El profesor de la Universidad de Harvard destacó que el Perú tiene las condiciones para convertirse al año 2021, cuando se celebre el Bicentenario de la Independencia, en el primer país receptor de Inversión Extranjera Directa (IED) entre los países de la costa del Pacífico de Sudamérica.
2] “Otra de las metas es que al 2021, Perú se ubicará en el tercio de los países de ingreso medio, con un ingreso per cápita de US$ 10,000. Para lograr ello, el único camino a seguir es el mismo que hasta ahora se ha recorrido”, subrayó en su ponencia de casi hora y media.
3] También resaltó la importancia de reducir el nivel de pobreza del país al 20% en el mencionado período, mientras que la desnutrición se debería reducir a menos de 10%. Ya al final, pero no menos importante, Porter sostuvo que ya es hora de que el país decida poner un alto al flagelo de la corrupción que afecta tanto al Estado como a los ciudadanos.
domingo, 14 de noviembre de 2010
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