El presidente Alan García pidió ayer a la Policía Nacional que dispare perdigones contra los integrantes de las denominadas barras bravas de los equipos de fútbol para, según indicó, hacerlos probar de su propia medicina.Tal vez sin medir sus palabras y exaltando la violencia policial contra los barristas, García sostuvo que “éstos van robando las casas y faltando el respeto a las personas conforme avanzan por las calles”, y por lo cual dijo que la Policía tendría que poner más mano fuerte contra ellos. “Yo siempre he pedido mano dura para las barras bravas”, señaló.El mandatario sostuvo que “un poco de ‘perdigoneo’ de vez en cuando a estos vándalos les haría sentir de su propia medicina después de romper los vidrios de las casas y de faltar el respeto a las personas”.El jefe de Estado se manifestó en tales términos, tal vez con el afán de ganarse la simpatía de la ciudadanía que se encuentra indignada por la forma en que perdió la vida la joven contadora María Paola Vargas, presuntamente fallecida por un golpe sufrido al ser lanzada de una combi por barristas del club Universitario.El jefe de Estado, tras lamentar la muerte, saludó la decisión de la víctima indicada en su documento nacional de identidad y la de su familia, de donar sus órganos para salvar las vidas de otras personas.Vilma Escalante Redacción
viernes, 30 de octubre de 2009
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