MARIO HUAMAN
Dentro de pocos días se cerrarán las inscripciones de las planchas presidenciales y el país viene siendo testigo como los candidatos del continuismo son denunciados por corrupción. Más allá del crecimiento económico que pregona el presidente García, queda demostrado que la “sacada de vuelta” a las leyes y principios democráticos (corrupción) son las acciones políticas que los grupos económicos y los partidos de derecha ejecutan para que nada cambie.
El caso de la candidata a la segunda vicepresidencia en las filas Luis Castañeda demostraría como se subastan las postulaciones, lo que hace recordar el caso “Comunicore” y las acusaciones de sobrevaloración en la construcción del “Metropolitano”. La extraña plancha de Solidaridad Nacional no sería resultado de promover a los mejores cuadros sino a quienes tienen “más plata” y “vinculaciones familiares”, como ocurrió con la elección del hijo de Castañeda como regidor en la lista de Lourdes Flores.
Otro caso, es la crisis que se ha generado en el APRA por la presencia en la lista congresal de Jorge del Castillo, célebre visitante de la suite de Fortunato Canaán y uno de los protagonistas del mayor escándalo de corrupción del presente gobierno, conocido como los “petroaudios”. Sin embargo, también es bueno mencionar la presencia de Mercedes Cabanillas una de las responsables del “Baguazo”, entre otros postulantes, protegidos y promovidos por la Comisión Política que preside Velásquez, incondicional del Presidente García.
Los otros partidos que defienden el sistema como el Fujimorismo, Perú Posible y la llamada Gran Alianza por el Cambio y hasta la candidata aprista, Mercedes Aráoz, ahora tratan de enarbolar las demandas de las grandes mayorías pero cuando estuvieron en el gobierno se opusieron al aumento de salarios y pensiones, a la generación de trabajo con derechos y brindar servicios públicos de calidad. Por el contrario, pregonaron la defensa de los privilegios de los “ricos” de siempre.
Para Keiko Fujimori su única bandera política es la liberación de su padre, preso por corrupción y crímenes de lesa humanidad; Toledo mantiene la misma perspectiva de profundizar el modelo y anuncia medidas que en su gobierno nunca ejecutó; y el ex ministro y ciudadano norteamericano Pedro Kuczynsky, su principal activo político es su cuestionada presencia en los grandes negociados entre Estado y diversas transnacionales, como ocurrió con el gas de Camisea, etc.
Los trabajadores y trabajadoras no podemos ser ajenos a los intereses que encierran estas candidaturas que traerán al país inestabilidad y precariedad social y laboral, despidos, magros salarios y pensiones y una mayor pobreza. Urge respaldar una propuesta de cambio que promueva un desarrollo y crecimiento económico para todos los peruanos y peruanas (principalmente jóvenes y mujeres), sin exclusiones, ni discriminaciones. De nuestro voto depende.
domingo, 9 de enero de 2011
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