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.Por Humberto Campodónico
Los precios de los productos básicos se han disparado en las últimas semanas y existe una gran preocupación sobre su impacto en la inflación. Existen varios enfoques sobre las razones de esta “disparada”, cuestión que queremos debatir en esta columna debido a la influencia que pueden tener en la inflación nacional.
Uno de los enfoques nos dice que el problema central está referido a problemas de oferta. Así, por ejemplo, el Departamento de Agricultura de EEUU dice que las sequías en América del Sur y las inundaciones en Australia han potenciado la sequía que atacó los campos de trigo de Rusia. A ello se agrega el impacto de las fuertes nevadas recientes en EEUU, que han disminuido los estimados de las cosechas de trigo y soya.
De otro lado, tenemos el aumento de la demanda de productos básicos que vienen de los países emergentes. Dice Bloomberg que la demanda de la China y la India sigue creciendo aceleradamente, sobre todo debido al aumento del consumo de las clases medias de esos países. Agrega Bloomberg que el aumento de la producción de etanol proveniente de la soya también ha contribuido al alza de los precios.
A esto se agrega el hecho de que los mercados de productos básicos están cada vez más influenciados por la entrada de capitales especulativos. Dice el Barclays Bank que los valores en los mercados de commodities crecieron 80% en el 2010 y llegaron a US$ 354,000 millones ese año. Además se estima que en el 2011 llegarán US$ 60,000 millones adicionales a los mercados de commodities.
Esta entrada de capitales especulativos a los mercados de commodities ha preocupado al órgano regulador de EEUU (CFTC, en inglés. Comisión de Comercio de Futuros de materias primas), a tal punto que la próxima semana (el 17 de enero) se vence el plazo que le dio la Ley Dodd-Frank para frenar la especulación en los mercados energéticos y de metales.
El problema de la CFTC es que el mercado de derivados financieros globales (bonos, mercados de valores, tasas de interés, entre otros) es enorme –US$ 583 billones– y no se sabe cuál es la participación exacta de los commodities. Pero la preocupación existe porque se sabe con certeza que existe la especulación financiera en los mercados de commodities).
¿Cuáles son los precios de los metales que van a subir? Bueno, la verdad es que hay para todos los gustos. Pero una de las tendencias principales apunta a los metales preciosos. Así, por ejemplo, la plata aumentaría 37%, llegando hasta US$ 40/onza. De su lado, el oro, según Bloomberg, llegaría hasta US$ 1,700/onza, lo que equivale a un alza del 23%.
¿Por qué suben tanto los metales preciosos? La respuesta tiene que ver con costumbres atávicas que poco o nada tienen que ver con la realidad actual: sucede que los inversionistas buscan seguridad en los lingotes de oro y lo mismo hacen los gobiernos.
Hay también otras causas, más cercanas a la realidad: los programas fiscales de los países industrializados que “bombean” dinero a la economía a veces no llegan a sus destinatarios finales deseados (los consumidores) sino que se quedan a mitad de camino. ¿Dónde? En las manos de los especuladores que los invierten en los mercados de commodities.
Resumiendo, existen razones estructurales (de oferta y demanda) que influyen en los precios de los commodities. Pero también existe especulación financiera en los mercados de commodities, que contribuyó a levantar la burbuja del 2007 y del 2008 y que ha vuelto a las andadas en el 2010 y el 2011. Hay que tener mucho cuidado e identificar bien las causas de la inflación pues no hay que volver a repetir los errores del Mago Valdivieso en el 2008. Sabemos por qué.
domingo, 23 de enero de 2011
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