Las ganancias extraordinarias e injustificadas de las grandes empresas mineras y de Hidrocarburos, son enormes en nuestro país. Por ejemplo las auríferas, empresas que extraen oro, han quintuplicado sus utilidades en los últimos 5 años; sus ganancias encima de lo normal suman en este tiempo 14 mil millones de dólares, más de 2,700 millones anuales en promedio. El gobierno podría multiplicar por 50 lo que destina al aseguramiento universal en salud, si captara la mitad, solo la mitad, de estas sobreganancias mineras del oro. Y falta el petróleo, el zinc, otras minas de cobre, etcétera.
Pero el “perro del hortelano” no quiere. El matrimonio de Alan García con la Sociedad de Minería y Petróleo, que siguen estrechamente unidos, no quiere que le toquen sus enormes, gigantescas riquezas. Hablan y repiten que su modelo neoliberal es exitosísimo, y que por eso no hay que aumentar impuestos a las mineras.
Sorpresa: el Fondo Monetario Internacional, el centro internacional pro-reinado del capital financiero, el campeón mundial del neoliberalismo, ahora defiende un impuesto a las sobreganancias. Lo hace en un reciente libro cuyo título se traduce como “Los impuestos al petróleo y los minerales: principios, problemas y práctica”. El centro ideológico mundial cuyas ideas siguen Alan y los periodistas pro-modelo, dice lo siguiente sobre el impuesto a las sobreganancias:
“Como las rentas de la extracción pertenecen, enteramente, a los ciudadanos, el gobierno como su agente requiere un régimen tributario que capture esas rentas, adicional y encima a la tributación normal de las ganancias”. Subrayamos: adicional y por encima de la tributación normal de las ganancias; justamente un impuesto a las sobreganancias. ¿Son raros estos impuestos? No. El FMI dice que los hay en Canadá, Rusia, Australia, Papua - Nueva Guinea, Ghana, Tanzania, Madagascar, Namibia, Zimbabwe, Angola, Azebaijan, Kazakhstan, Islas Salomon, Timor-Leste, Malawi y Liberia. Pero cada vez nuevos países los están estableciendo.
¿Cuánto cobran? El libro del FMI presenta cálculos basado en una tasa de impuesto a las sobreganancias de 50 por ciento, aunque diversos países imponen tasas muy distintas: en Papua-Nueva Guinea es 70 por ciento, en Australia 40 por ciento, en Ghana 35 por ciento, en Angola varía según cada yacimiento.
Señor García, señora Aráoz, señor PPK, lobbistas destacadas: el libro está disponible para ser consultado en la biblioteca de la Católica- al menos mientras no la gobierne Cipriani. O se lo pueden pedir a sus mentores del FMI. Lean y aprendan.
domingo, 15 de agosto de 2010
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