Salvar una lengua

Todo indica que la lengua jaqaru desaparecerá si no se toman medidas económicas, sociales y culturales. Son muy pocas las personas ancianas que hablan esa lengua y los jóvenes como niños, no quieren hablar en jaqaru porque fuera de la escuela, no tienen posibilidad de comunicarse. Pero el hecho que se edite un registro histórico y académico, es también doloroso porque así se tiene un testimonio de cómo es que se muere una parte esencial de la cultura viva peruana.

Dimas Bautista Iturrizaga nació en Tupe y nadie como él para haber escrito un estudio histórico cultural de Marka Tupe. Sin embargo, se podrá conocer más y mejor el contenido del texto, debido a los comentaristas académicos a cargo de Felipe Huayhua Pari, José Matos Mar y Ruth Shady Solís. Según ha señalado el autor del libro, la idea nació del deseo que se conozca la historia de su pueblo natal, pero mucho más para llamar la atención en torno a la inminente desaparición de su lengua jaqaru.

La historia de Jayas Marka (Tupe) está escrita a base de fuentes documentarias, como también teniendo en cuenta la memoria social de quienes vivieron en el siglo XIX. Un aspecto importante es haber recurrido a los topónimos que tienen sus orígenes en lenguas de la familia jaqi: jaqaru, kawki y aymara.

Hay un capítulo dedicado a la construcción de una andenería de proporciones asombrosas en ambos lados de los ríos y en las alturas de Tupe, con sus respectivos canales de riego, un sistema que existe hasta ahora (1260 años). Se describe la agricultura como la estructura social que permitió la existencia de una cultura en muchos siglos. Se analiza la indumentaria y sus métodos de producción que aparecen en las habilidades artesanales y artísticas, más una descripción de las artes en arcilla, piedras y metales.

La sociedad de Jayas Marka mantiene su cosmovisión y cultura que le permite vivir en armonía con la naturaleza. El texto está ilustrado con mapas, fotos y ejemplos de jaqaru. Termina con una descripción de la invasión española y presencia de la república, que no hay hecho más que destruir irremediablemente la cultura jaqaru.