Mucho cuidado con el último año de Alan García II.
Creer que criticar a Michael Porter nos volverá competitivos es un grave error que no apunta a lo fundamental: al margen de lo que este señor dijo, el Perú aún está lejos de ser una sociedad competitiva. Peor aún, con frecuencia se dan señales de retroceso, tal como está sucediendo en el plano de la institucionalidad económica.
Empezando por el presidente Alan García, quien ha demostrado que de economía sabe lo que un jefe de barra brava puede conocer sobre el fútbol, es decir, mucha arenga pero poca estrategia. Lo volvió a ratificar la semana pasada.
En una ceremonia realizada en Palacio de Gobierno por el día del dirigente popular, dijo tantas barbaridades, en tan poco tiempo, que si lo hubiera escuchado alguna agencia calificadora de riesgo nos quitan el grado de inversión. Su discurso calamitosamente populachero fue contra el SNIP, al cual atacó como “una excusa para quitarle sus derechos al pueblo”.
A estas alturas, el presidente ya debiera saber que el SNIP no es un obstáculo para el avance de la inversión pública, a diferencia de la débil capacidad de gestión del gobierno, algo por lo que él ha hecho poco para mejorar y mucho para debilitar al ahuyentar del sector público al buen funcionario. El vilipendiado SNIP sirve para evitar proyectos inconvenientes o sobredimensionados, algo en lo que el jefe del Estado sí es experto.
Su débil entendimiento sobre la importancia de fortalecer la institucionalidad económica también se reflejó en la marcha atrás del Apra para la concreción de la reforma constitucional para modificar el sistema de elección de directores del BCR con el fin de blindarlo ante los caprichos de políticos como él.
En mayo pasado, se aprobó la reforma para que estos sean nombrados por siete años con la renovación anual de uno. Esto sería un gran avance para fortalecer su autonomía al desvincular la designación del directorio del BCR del ciclo político.
El candidato García lo planteó en CADE 2005, pero ahora que calcula que su bancada parlamentaria se reducirá desde el año 2011 la ha instruido para que retroceda, y su portavoz José Vargas sostiene que ya no se votará –lo cual cancela la reforma del BCR– “porque hay otros temas más importantes”. ¿Podría Alas Peruanas enviarlo de viaje otra vez para que vea que ese es el sistema de las economías más exitosas del mundo?
El fortalecimiento de la institucionalidad económica es fundamental para la competitividad en el Perú. Con actitudes como las mencionadas, el presidente García confirma que de economía sabe poco y que de politiquería, en cambio, mucho. Ojo, nomás, con lo que pueda hacer en el último año de su segunda Presidencia.
domingo, 13 de diciembre de 2009
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